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LA REPUBLICA DIRECTOR PROPIETARIO, Josos.
LA REPUBLICA. factasía en ascendiente espiral Pasados esos dos años resi ridos y dirigiendo almas hacia mó por obligación preparar hasta las celestiales regiones, en vió en ella, con más fuerza que Dios. Quisiera morir como al cada tarde, después de terlas quese encontraba cara ácará antes aún, el sentimiento mís gunas mártires; como aquella minadas sas lecciones, or con Jesticristo y su corte angeli tico.
hermana. recuerdas, ma frasco de oxígeno que envia SCAN QUTROS. cal, para lnego, en descenso tal Entonces vidieron vigilias, má, el nombre que leímos en ba la enferma.
vez violento, presentarle como ayunos, largas lecturas piado un periódico que había muerto Evangelina había enfercontraste estemando, cabierto de sas y tal vez cilicios, que su en la Guayana Francesa, conta mado gravemente.
BOGETO larvas y todo lleno de miseria. Remblante flaco y demacrado giada por equella horrible en Los médicos entraban Jamás hubo discípulo que tan no podía de ninguna manera fermedad, por estar atendiendo su caarto y salían de aa bien se identificára con la palabra ocultar. los eofermos. mi querido maestro don. del maestro.
Como aquella cada instante.
La señora Rosa, madre de otra, mamá, que fue mordida Allá en sus juntas privaLas paredes de la casa no fae Pero del raudal de elocuen. Evangelina, que hasta enton por on perro rabioso que se di das, convinieron ellos, aná.
ron muro infranqueable para cia sentimental que brotaba de ces había observado con satis rigía morder a los nifios a pimente, en que la enferma aquella extraña bistoria que de los labios del orador sagrado, facción el sistema de vida de quienes servia de institutriz estaba tísica.
uca manera inusitada, en dra las ideas que encontraron en su hija, llegó tener por la sa La madre oyó aqaella extraEl mal la había mas íntimos de familie, volo al Evangelina mejor acogida, las lud de ésta quería, como ella 6a palabreria sin interrom introduciendo sus tilosas agarrado exterior sirviendo de pasto la que modificaron sa sér de una decía, apa hija baena; pero pirla.
agudas uñas en los pulma insaciable locuacidad de beatas manera radical, las que eleva no tenía corazón para verla su Se levantó de su asiento, nes hasta deshacerlos y gente desocupada ron hasta punto increíble lo in frir las penitencias de una peos antes de tomar una de completamente. EvangeliDe esa suerte fué como llegó teneo de su sensibilidad, de sapta.
terminación. Se paso elegir a se sentía fatigada pars nuestros oídos, aun con mi forma que decidieron de sa suer La seliora Rosa recurrió a entre su hermano y su confe respirar, y luego aquella tos Duciosos detalles, que suprimi te en el porvenir, fueron las del su autoridad maternal y señaló sor cuál de los dos consulta que no la daba tiempo para mos para evitar la grita de los amor.
límites a las prácticas místicas ría. Por un presentimiento sú estar un momento tranquila.
mogigatos.
Aquel espíritu de caridad in y obras de caridad de su hija. bito prefirió al primero.
La enferma no quería moLa señorita Evangelina, si nato en ella y atizado por la Pareció que la intervención Al día siguiente, al final del rir. Pedía menudo janta guiendo el ejemplo de sus ma fuerza de la palabra apostólica de la madre en la vida de su almuerzo, se repitió la escena de médicos, pero estos señoyores y de la generalidad de llegó un extremo máximo des hija había sido eficaz; mas esto anterior. Esta vez la madre res que se reservaban para los habitantes de la ciudad, to pués de algún tiempc, hasta no paso de ser pasajera ilu contestó con un rotundo, sí el secreto de la enfermemó afición a los ejercicios pia producir desorden en el equili sión.
decisivo, de esos que, por la dad, para no afligir la 80brio, cecesario su organistno, Algunos días después los manera como se dicen, se ve ciava madre, ponían coalLos que la conocieron conta como al de todo sér normal.
ejercicios piadosos se practica que no admiten apelación. quier pretexto para no reuban que no había misa, rosario, Se desarrolló en ella gran ban burlando la vigilancia de En los días que trascurrie nirse más; pero siguieron vivia crucis ni novenario en que simpatía hacia San Vicente de la madre; los mandamientos de ron después, habo reiteradas sitándola todos los días.
no se notara su presencia, y es. Paúl.
caridad eran cumplidos trajes súplicas, abrazos, lágrimas, Mientras tanto el químico, to pesar de las precauciones Deseaba poser el dón de ha de estreno y otros objetos de beros, palabras tiernas y con regularidad matemática, que ella tomaba con el fin de cer milagros para curar los en adorno personal tomaban el ca basta doras y severas. visitaba ahora la enferma pasar inadvertida.
fermos y llevar la abundancia mino del primer tunducho ion La madre había cocsalta todas las tardes, llevando conElegia distintos sitios en el casa de los pobres. de la vieja criada, Juliana, los do y deliberado; su fallo es sigo lo que él llamaba 000 templo, siempre donde se en Pasaba horas tras horas en vendía por cualquier bagatela, taba de acuerdo con la opi de los elementos que consticontraba el grupo mayor de bebida en la lectura de la vida devolviendo a la señorita ape nión de An bermano. tuyen el principio vital.
mujeres; pero los curiosos vol de los grandes mártires que sa nas una parte del producto de Además, tenía una sola hi Evangelina vivió así algovían la vista una y otra parte crificaron su vida en aras de la la venta. Evangelina recogia ja y no quería perderla de dos días fuerza de oxígena.
hasta que encontraban aquella sublime virtud llamada caridad. el dinero y lo depo itaba en el vista. No se haría su hija Pero cansada ya de aquel cabecita cubierta con invariable Al cumplir Evangelina el visaco de pobres, cuando había hermana de la caridad. 06 lecho, adivinando que los Go manteleta negra.
gésimo afio de vida, no contaba sesión de la Sociedad de San mo! jella que no soportaba lenos y su ciencia no podría Generalmente los jueves, y en su historia ningún episodio Vicente.
una separación de corto hacer pada por ella, se in sin falta alguna el día de los de amor profano, no consideran La madre ignoraba lo que a tiempo, iba tolerar que la digna y los apostrofa santos de su devoción, se la veía do como tal las relaciones que sus espaldas ocurría. separaran por meses, años y Viéndose abandonada, subir las gradas del presbiterio, tavo allá en sus primeros años tal vez por siempre de sa depada morir y desampa arrodillarse, cruzados los bra con un huerfanito de madre, de Cuando in sefiora Rosa tuvo hija, el único amor que de rada en la tierra del auxiko zos, la orilla de la baranda, y rcbios y rizados cabellos, de tez conocimiento de lo acuecicles, ella, pobre vieja, la queda que ella necesitaba, dirig con aspecto humilde y contrito, Llanquísima y carácter triste, quiso dar a couoorr, por me ba en este mundo! mentalmente una plegaria aguardar la santa comunión que que murió a los ocho años de dis enérgicos, cuái ern el a No permitiría tal cosa. cielo.
recibía llena de respeto y vene edad, tal vez consecuencia de cance de su autoridad. Que su hija hiciera caridad Llama en su auxilio ába ración, al mismo tiempo que con los pocos cuidados que su ma Despidió a la vieja Juliana basta donde quisiera; pero virgen de su particular dem aire conmovido.
drastra tuvo para con él, para, usu lagar tomó su servi girse de su lado. Eso no! ción; la ofrece hacer ponite Se la veía luego descender la con preferencia, atender a sos cio una anciana, antigua sirITI cias; adquiere fuerzas inerdgradería con la frente baja y legitimos hijos.
viente. Casa de sus padres, bles, se levanta y manifiesta reunirse con sus compafieras, que En su edad actual, Evangeliocía person Algunos meses después, su deseo de ir a pedir saloil no lejos la estaban aguardando na no habiu saboreado la amar mente como incorruptible y a encontrábase ona tarde el era virgen en su mismo tem Al ver aquella joven, alta, gara que los desengaños habían la que dió severisimas y termi profesor de Química de uno plo.
delgada y pálila, atenta única hecho experimentar a la mayor nantes órdenes.
de los colegios de la ciudad Se encuentran tántos mente al ceremonial que allí se parte de sus contemporáneas. Una tarde, en tiempo de en su casa de habitación, sos de coras milagrosas ele verificaba, de seguro hubierais En los dos años que siguie Cuaresma, dos días después de cuando entró corriendo sa tuadas por medio de la fou sensado que en aquella máqui ron se atenuó en ella un poco haber llenado el precepto de cuarto de estudio u macha aquella madre de que va cerebral jamás se habrían el fervor místico. Fué duran la confesión, estuban madre cho, pidiéndole gritos un fren!
forjado pensamientos mucdana.
Lacha para obtener el les, que era una excéntrica, ca algunas declaraciones amorosas, a los trajes de Viernes Santo Oxígeno? exclamá e!
prichoso producto de nuestro que, con mucho sigilo y come cuando, exabrupto, habis químico 1y para qué oxi la conduzcan al templo.
tiene esa concesión.
dimiento, le foeron hechas por Evangelina en estos términos genol La señorita EvangeliAllí en el recinto cargado del curato de la ciuda nir y dudosa conducta. Hasta seo que me dejarás realizar, aire dijo el muchacho, hija de un arte primitiva En aquella época estaba en jóvenes de problemático porve. Quisiera, mamá, y es le na se muere de falta de guarda la diminuta imagen el más recombrado orador sa se le presentó un buen partido. vestir de hoy en adelante el los médicos recetan oxígeno, prosterna implora con la grado de la diócesis. Blancas y perfumadas as: traje de hermana de caridad y por aquí cerca sólo ua grimas en los ojos.
La señorita Evangelina asis queias, ocultas en el fondo del No te pongas mis proyectos; lo puede preparar. Entre los mortales, ningmo tía los sermones; seguia con cofrecito en que coreervaba los déjame entrar en alguna con El químico no se hizo ro tiene más fe en el milagro ejemplar atención la elocuente cuadernos de muchacha de es gregación. Siento claramente gar; ocapó al enviado en que ella, que aguarda les beatifica palabra del predica cuela, eran los documentos que que he nacido para e o. Me proporcionarle agua para el paes, que no viene?
dor, que en o:das conmovedoras manifestaban que había con conmueve el ejemplo de las gasómetro y le entregó re Desfallecida, agonizantalo despertaba en su alma tierna y quistado corazones, que muy santas hermanas que mueren galar cantidad del vital ele conducen sa casa.
delicada un sentimiento de mis bien pudo haber llegado ve al lado de los soldados en los mento.
La colocan en el lechota Ticismo sublime que elevaba su rificar su matrimonio. campos de guerra, curando he El filántropo químico to adquirido una ardiente y la II ella siglo.
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