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LAS ESTRELLAS (NARRACION DE UN PASTOR)
Un cuento de ALFONSE DAUDET bis dormido demasiado quedo muy atrás y furioso, para de tenerlas, les echó el bastin, por tal motivo los Tres Reyes as Igualmente llamados Bastin da Juan de Milán. Las más hoe mosas de todas las estrellas, es la nuestra, la Estrella del pastor: ella nos Ilumina en is alborada, cuando sacamos los reballos y en la tarde al en trarlos; in llamamos Maguel na, in bella Magelina que coTre en pos de Pedro de Provenza (Saturno) y lo desposa cada años (estos detalles de astronomia popular han sido tomados del Almanaque provenzal publicado en Avion. Cómo pastor, hay matri monios de estrellas? Si schoTA. al esforzarme en expli carle que eran estos matrimonios, senti algo muy free delicado que ligeramente pes ba en ml hombro: era su beza abatida por el suelo qua se apoyaba contra mi en un hermoso ronamiento de cintas, de encajes y de cabellos dalados.
Permaneció al sin moverse hasta el momento en que los astros del cielo esfumados por el dia naciente. palldecleron.
La contemplaba dormir tanto perturbado en el fondo de ml ser, pero santamento protegido por aquella clars no che que no me daba más que pensamientos bellos. toras nuestro las estrellas continas ban su silenciosa marcha, do.
ciles como un gran rebah, a veces se me hacia que una de ellas, la más fies y más bri itante, habis venido para en mis espaldas para dormir.
declentes ejes. Las estrellas delanteras son las Tres bestias y is peque, frontera a la ter cera es la Carretera. Ved a torno suyo es lluvia de estre llas que caen. Son las almas que tantin mis abajo esta el Rastrillo, los Tres Reyes (Orión) que nos sirve de reloj: al solo verle ahora que la media noche ha do. Poco más abajo, siempre a mediodia brilla Juan de lán con los Tres Reyes y la Po llera (Las Negades) Invitadas las nupcias de una estrella amiga.
La Carreta tiene prisa; partió, según dicen, primero y tomó el camino alto mirada muy arriba en el fondo del cle lo, Los Tres Reyes, yendo mais abajo, la alcanzaron pero el pe reroso Juan de Milan que ha Cuando custodiaba animales en el Luberon permanecemanas enteras a ver saints viviente; sólo en pradera con mi perro Labre y mals ove Jas. De vez en cuando el ermi tatio de Monte de Ure pasaba por alli en busca de plantas medicinales, o bien veis in neera cara de algún carbonero del Plamonte: eran pentes sen olllas, silenciosas, har fuer de la soledad habian perdido el gusto de hablar e gerar en to se dela abajo en las aldeas y ciudades. Por esto, Ad gula ce dias al escuchar en el camino que sube, el retintin de ins campanillas de las malas de muestra fines que me traia las provisiones para la quincena.
cuando vel barer poco poco sobre la cuesta la vivarcha cabeza del michacho de la alqueria. In roj de In vieja Norade era verdaderamen te feliz, Me contaba las noticlas de alta abajo, los bautis.
mos y matrimonios pero lo mis me interes saber er como Iba la hija de mis amos.
la señorita Estefania, In mis bella que pudiera hallanse die leguasa Is fedonda. Sin dejar ver el demasiada Interés que pudiera tener, me informaba al iba a las fiestas veladas; siempre se le presentaban nue vos gained a quines me preguntaron que podria Impor tarme aquellos mi, pobre pas tor montañés, habia de respon derles que tenia 20 abos y que la Estefania era lo más bello que en mi vida hubiera visto.
Un domingo que esperaba los viveres de la quincena. Iga Ton muy tarde: La enipa fub Is misamayor. Luego hubo a mediodis un temporal muy grande, yo pensaba que is ma la no habria podido encaml.
narse por motivo de mal tiem po y la condición de los senderos. En fin eso de las tres de la tarde, cuando el cielo habis lavado y en la montaña resplandeeix el agua y el sol escuché través del golear de las hojas y la ereelda de los torrentes las campanillas de la mula, alegres y vivas como um repique de campanas en dia de Pasca. No era el muchache ni la vieja Norade que la con ducia, pra. adivina quien.
era nuestra sellorita en persona, sentada muy derecha en tre los sacos de mimbre, roTagante por el aire de la mon taia y el frescor de la tor.
menta.
El chica se hallaba enferno: tis Norade de vacaciones en cas de los niños, La bella Es tennis me conto todo esto al bajar de la mula y también se Tetraso porque había extravia do el camino. Al verla tan en domingada con su cinta de flores, su brillante faldón y sus encajes hubiérase bien dicho a se habla detenido en algún balle y no en la búsqueda de un sendero en la espesura. la graciosa criatura! Dis ojos no podian saciarse en con templarla Verdad era que nun en la habis visto de cerca: Alguna vez de Invierno, cuando los rebalos habían descendido a la llanura y que por la tarde entraba a cenar en algue.
ria, atravesaba ella el salón rápidamente sin hablar a la ser vidumbre, siempre alana y un tanto altra. Ahora in te nis delante de mí y sólo para mi. No seria ello para perder la cabrea Cuando hubo sacado las pro visiones del cesto Estefania se pase mirar curiosamente en torno suyo. Levantando un tam tin su bella Talda de domingo que hubiera podido facilmente maneillar entró en el parque quiso ver el rincón donde yo dormia, el pesebre de paja con la piel de carnero, mi gran capa suspendida al muro, mien ado, mi fusil. Todo esto in di agai dónde vives, pobre pastor mio? Cómo deberas burrirfe siempre solo. Qué hace? En qué piensas Tuve deseos de contestarle. En vos sora. y no habria mentido, pero mi agitación era tan grande que ni siquiera una palabre me venia. Creo quel ella se dio cuenta de esto y la malvada hallaba placer en redoblar con sus malicies mi em baraye. Tu novia, pastor, no su be alguna vex verte? bien seguro que lo hará sobre la ca.
bra de oro, o la hada Esterela, que corre por las cimas de los montes Ella misms, al hablarme con Ia hermosa sonrisa de su cabeZA ada hacia atrás que cia de su visita uns aparición, asemelas. Islanda Eaterra pastat. SatuTa! fue inde is to CP los cascos de la muls, una a uno caias en mi corazón. Lar go tiempo los escuché, largo tiempo y hasta el final de la Jornada quede adormecido esforrándome en estar quieto lemeroso de que el ensuelo se desvaneciera.
Por la tarde, cuando los va les principiaban a aralarse y los animales balando se apre.
tujaban uno contra otro para entrar en la majada, vi que de la cuesta me llamaban y vissomar la señorita, no sonrica to como antes, Tiritaba de fria y miedo. Segon parece. abajo de la subida habia encontrado el arroyo crecido por la vin de la tormenta y querien do pasarlo toda fuerza, coTrio peligro de ahogarse Lo terrible era que atal hora de la tarde no era posible retornar la alqueria, porque ella bola jamás hubiera encontrado el sendero transversal y yo no podia abandonar el rebaño.
La idea de pasar la noche en La montati la Inqaletaba en demasia, sobre todo por el desasosiego de los suyos. La tranquilicé lo mejor que me fué dado: en Julio las noches son cortas, sellora. Sólo se rá un mal momento.
Subito encendi is lumbre pa ta que secara los pies y sus ro pas baſados en las aguas del arroyo y puse ante ella leche y queso: mis la pequena na pensaba ni en calentarse, ni en comer; al ver las muchas 16 grimas que corrian de sus ojos, me vino también el deseo de Horar. Entre tanto se habia he cho noche; sobre la cresta de los montes sólo quedaba un polvillo de sol y en el cielo vaporaba Iur. Quise que nuestra señorita fuera a descansar y habiendo extendido sobre la paja fresca una bella piel, com pletamente nueva, le deseo Les buenas noches y fui a seatar me fuera, ante la puerta Dios me sea testigo que a pesar del fuego de amor que me abrazaba la sangre al un mal pensamiento me vine, sólo el orgullo de saber en un rincón de la majada, muy cerca del rebaño que curioso vein dormi la hija de mis amos, cual oven muy precio sa, confiaba a mi cuidado. Ja mis el cielo me habia parecido tan profundo, ni las estrellas tan brillantes.
De repente la puerta se entreabrió y Is hermosa Estefamis vino afuerat no poden der mir, los animales hacian rumor al remover la paja y al balar en sus ensueños; pren rió hallarse cerca de la lunabre. Viendo mi piel de eabra y muy cerca uno de otro permanecimos sin hablar Si has pasado la noche en campo rasa bien sabrás cómo a la hora de dormir un mundo misterioso se despierta en la soledad y en el silencio: las fuentes cantan muy claro. los estanques enclenden dimintas Tamaradas, todos los espiritus de la montaña libremente van y vienen, y hay en el aire rotamientos y murmullos Imperceptibles como si escucharamos el crecer de las ramas y el brotar de la hierba. El dia es la vida de los seres, la noche es la vida de las rosas Cuando no se tiene la costumbre de esto se siente miedo.
asi que nuestra señorita se en contraba temblorosa y al menor Susurro se estrechaban ml. Una vez un largo grito melancóllco sallo del estanque que mas bajo relucia y ondeandoubio hacia nosotros. Al mismo tiempo una estrella volante pa só por encima de nuestras ca.
beras en la misma dirección cul si aquel gemido que a bábamos de oir llevara constO lux.
Qué es estet me pregunta quedo Estefania. Un alma que entra en el paraiso, meliora, hice la sella de la crur.
También ella se persigno y por un momento con la cabeza levantada estuvo recogida.
Es cierto pastor, que vosotros veis brujas. En manera alguna sebora mía. pero viviendo aqui muy cerca de las estrellas, sabemos cuanto alli se pass mejor que las gentes de la llanura, laba siempre en alto con la cabeza apoyada en la mano y envuelta en la ple de carnero como un pastorcillo co leste.
Cuántas hay! Cuin bello es esto: Nunca habian contempla do tantas! Sabrías el nombre de ellas?
Si mellora. Bird, cabal mente encima de nosotros, el Camino de Santiago (la via Láctea. Va a Francis a Espafia y fus Santiago gulen de Galicia lo trazo para indicar el camino al valeroso Carlomagno cuando hacia la guerra a los sarracenos. Más allá tenék el barra de las almas (la Osa Ma reyor) con sus cuatro resplan IMANTATA (una leyenda boliviana)
Fernando Diez de Medina En Is Altima época gladal. Semeja algo ajeno a la desola el hombre soporta violentas ción geologica. Los árboles cometidas de la naturalesa parecen guerreros enderrota cal concluyeron tal vez ter pocos y dispersos. Los caminos minaron con el primitivo anal se abren en venas térreas, ja no. Entonces Pacha Intiel gan con las colinas pasan, coPadre Solsengaba a llum mo sl también ellos fueran Dar mundo y Jacha rasteros. Fulgura la Cordillera no el Gran Viejo de Nie en lejania: Ritisuyu. hands empastaba tierra, y aplas de mleve, como dijo el quechu tabs naciones. Era en la edad Se wulan las montadas y lo oscura tono, contrastantes del som La Chamsk Pacha paso. brio y del ganado vuelven.
Tal vez no vuelva munca, tal esmaltar la meseta, vez regrese un dia. Pero la Imantata. lo escondida huella de sus pasos quedo Im Hay que saber mirar para al presa para siempre canzar las secretas relaciones Hay dins grises, hostiles, de todo lo que guarda el siti pesan fuertemente en las al piano.
mas. El altiplano sa revista do Una lama bermeja irguld so glacial Indiferencia, So Santa fina silueta en la plantele.
leguns, leguay y no sucede na ¿Qué tiene que veu la la da, Terrible soledad. Un máutra con la meseta que lo absorbe go en el mar, no se sentir y desintegra todot Tendrá sa más abandonado que el viajero tido real, vital para el almarai peraldo en la planicie. el vis al viajero poco le dice. Es un jero aterrado, cree hallarse en boton estetico en el yermo:7 el contin del mundo. Es un basta paisaje lunar, helado y silencio Pero el almara plens de 10, na prisión de muros Inti otro modo. Si la tierra es la nitos que hace Inatli buscar la gran madre para e) andino, la libertad porque los muro, hu llama es hermana mayor, lo yen con el hombre que sale a su provee y sostiene en todo, E4 encuentro Diffrase que las medio de transporte: proveeda montanas, dloses dormidos en ra de una para sus tejidos de el suelo cósmica, non fueras pósito de combustible; sul adversas que niegan albergue che y su carne sirve de ati en la salvaje morada de los An mento; se inmola como vietima des.
propielatorla en los pitos agra En uno de esos de esos dias grises. rios o en las hechicerias anes enemigos, abandonado a sus trales: aborty witalia In the propios pensamientos Nayja Fra; y aun muerta entregar me vagaba por el rudo altipla piel y huesos al amo. Simien no.
te de naciones como la Necesitamos también de mó e) poetasin ella no hu los dias agresivos, porque blesen existido los imperios an tos son los que endurecen el dinos, nl el Incarlo, nl la Co cuerpo y levantan el espiritu Jenia: y el animal historien com Nayjama miraba con profun pite todavía con los modernos de atención como si estuviera sistemas de transporte. Este ca volviendo descubrir la mese mélido de apariencia fugly ta.
fortaleza Increible, además Todo quieto, Inmutable. Los sostén cotidiano es el con montes recuestan sus gihas de Pero fiel del Indio, confidenta bisonte en lontananza: duen mude de Jábitos y desventuras, men. La planicie pedregosa se tudo? Pero es que solo extlende la término, como una habla por palabray Indio y la mesa vai dotalcanzables ma se contemplan largamenta perspectivas. Casuchas y anima hondamente, se hablan con los les de neutralizan en el pardo ojos, y en su coloqulo silencio de la tierra. El atra este in Ko semejan dos amigos en tred mávl como la firme lapida de confidencia del clelo. Un tremendo allenclo, Nayjama veia alejarse del un total Inmovilidad cayeron ce animal lento, elástico Text sobre el mundo ble. Inaudito sobreviviente de veces altiplano es la el especies desaparecidas, este gantesca representación de la constructor de Imperios es tam Ides de la muerte.
bien un dominador de la natura Do punto una llamarada de leza. Hermana mayor amig lux corrió por las radios, fue sostén del nativo, es casi ron disipandose las nubes, bri persona. al ver ls esplendida 116 el sol y meseta recupera apostura de la llams, su anbar el aspecto de los dias felices. ritmico y tranquito, su Inqula Alli, lo lejos, ou diminu tante altaneria pse mecer de to Balote, un serio Insins mus Tavlo con que ondula por el pla techos da paja in relación en no: recordando el brillo mlad ron el medio. Un Aguayo riosa de sus grandes ojos multicolor delata miks cerca TOS. Narama tuve un preen presencia de un miehehada mlento Inverosimil India, creando el paramo can les plesed Donde yat(Coatinda proximo Domingo)
Oh libros, fieles consejeros, amigos sin adulación, despertadores del entendimiento, maestros del alma, gobernadores del cuerpo, guiones para bien vivir y centinelas para bien morir. cuantos hombres de oscuro suelo habéis levantado a las cumbres más altas del mundo. cuantos habéis subido hasta Las shlas del cielo. Oh libros, consuelo de mi alma, alivio de mis trabajos, en vuestra santa doctrina me encomiendo!
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14. 50 Escriba. La cocina de la mujer moderna 15. 00 Casana, El libro de oro de la cocina rápida 50 Deila Ana. El arte de la decoración en la repos5. 50 Anson. Cómo decorar un bizcocho. 75 Julia Pastor. Recetas de Cocina (Tica. Atlante. La cocina clásica moderna.
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