LA REPUBLICA Domingo 11 de Setiembre de 1960 t e d Los nuevos apuros del Poder Judicial Flexibilidad e inteligencia para censurar Cuando el 19 de enero de 1958 entró en mento especializado en la materia, no puevigencia la reforma constitucional que esta de hacer caso omiso de tal obligación, sin bleció la autonomía económica del Poder Ju cometer grave desacato contra la Carta dicial, nada hacia preveer la presentación Magna en su artículo 177. También afirmó de conflictos por su aplicación. La enmienda el señor Presidente que si se siguiera la teal articulo 177 de la Constitución fue recibl. sis del Jefe indicado se vendría a destruir da con beneplacito por la opinión pública, del todo la conquista alcanzada en la lucha porque aseguraba la independencia de la ju por la independencia económica del Poder dicatura y el eficaz cumplimiento de sus fun Judicial.
ciones. El Ex Presidente Figueres resumid pesar de tan categóricas palabras, el el propósito de la reforma con estas frases proyecto de presupuesto ordinario de la Reen su mensaje de recomendación: Se ase pública para 1960 se volvió a preparar con gura una mayor independencia al Poder Ju menoscabo de los derechos de la Corte y tudicial, asignándole una suma global del Pre vo la Asamblea Legislativa que salir por los supuesto, fijada en la Constitución. Eso le fueros del Poder Judicial.
permitirá ejercer su alto cometido, libre de Lo extraordinario es que se insista en toda preocupación por su estabilidad econó desconocer el artículo 177 de la Constitumica. Nada existe hoy que pueda justificar ción. Para 1961 sólo se consigno para la Corningún temor, pero siempre es preferible te un de los ingresos ordinarios del país que los Instrumentos legales garanticen lo en vez del a que obliga la Constitución.
que hasta ahora ha sido siempre norma de Razones? Las mismas ¿Razones? Las mismas de 1959 y 1960: No buena conducta de los funcionarios públl hay recursos suficientes y la Corte debe resignarse a correr la suerte de otras instituciones, Nada en efecto amenazaba la aplicabilidad Esta es una grave situación que perjudide la enmienda. Pero con ocasión del pro ca los intereses fundamentales del Poder yecto de presupuesto para 1959 comenza Judicial. Es inconcebible que la Corte esté ron las dificultades, porque a la Corte no en apuros cuando tiene derecho a la estabile reconocían sus derechos. La oficina en lidad económica. Para todos los sectores de cargada de preparar el presupuesto de la opinión pública y particularmente para los República fijó el de la Corte en suma menor miembros de los Poderes Ejecutivo y Leque la correspondiente, alegando falta de re gislativo, existe la obligación de preservar y cursos fiscales, lo que obligó al Poder Judi mejorar el prestigio y la autoridad del Pocial a presentar un recurso de Insistencia der Judicial, que está estrechamente vincuante el Presidente de la República, quien lo lado al prestigio mismo del país y a su norresolvió favorablemente. En esa oportuni mal ordenamiento.
dad el señor Presidente Echandi dijo: El Nadie mejor que el señor Presidente problema financiero que plantea el Jefe de Echandi ha señalado el procedimiento para la Oficina de Presupuesto carece de toda asignarle al Poder Judicial lo que le corresfuerza jurídica frente a la categorica disposi ponde del presupuesto de la República. Del ción de la Carta Magna de la República y se total de ingresos ordinarios se debe reser.
ría ilógico, además de atentatorio a las nor var. esto es, separar primero la cuota de la mas fundamentales del derecho, que la vi Corte, y con el saldo atender las necesidagencia de una reforma constitucional estu des de la administración pública. Si se proviera supeditada al criterio del Jefe de la cediera así, respetando el artículo 177 de la Oficina de Presupuesto, sobre la productivi Constitución, la Corte no se vería en estos dad de las rentas públicas. La disposición apuros.
es terminante y no admite interpretaciones: No dudamos que de nuevo la Oficina de El Poder Ejecutivo debe reservar en todo Presupuesto verá superada su tesis por la proyecto de distribución de ingresos ordina resolución conjunta y armoniosa de los Porios, el porcentaje señalado por la Constitu deres Ejecutivo y Legislativo. Este es un ción Política, y asignarlo al Poder Judicial. caso en que está en juego la dignidad del La Oficina de Presupuesto, como departa país.
autoridad. Aquel ente debe encontrar la fórmula para no privar al aficionado nato, de los clásicos del cine. Si tales filmes lesionaran alguna tesis moral, pues restringase su exhibición, pero no se opte por el absolutismo de una prohibición total. Tampoco puede privarse al aficionado, de que conozca determinadas peliculas que son muestras de épocas evolutivas, de nuevas tendencias, que se van produciendo en la industria cinematográfica. Es imposible hacer caso omiso, gr. hoy de la nueva ola francesa, como asimismo a raíz de la II Guerra Mundial, hublera sido imposible desentenderse del rieorrealismo italiano.
cos.
La censura cinematográfica es una pesadilla para exhibidores y espectadores.
Es una espada de Damocles que pende sobre los intereses de ambas partes.
Interés pecuniario, porque al fin y al cabo constituyen una empresa comercial, para los primeros. Interés estético e informativo para los segundos. La masa de concurrentes a las salas cinematográficas, es seguramente la más polifacética que pueda darse.
La componen el aficionado, aquel que realmente observa, estudia, analiza la pelicula en todo el conjunto, hasta en el más leve y flno de sus detalles: vive y siente la trama, se deleita con el fondo musical, si es digno, y con el empleo de filtros: sabe apreciar la actuación de los actores.
En fin, es un esteta del Séptimo Arte. Está el simple espectador que apenas mira la pelicula. El enviciado, que por mecánica rutina va noche a noche al cine. sin parar mientes en calidad alguna. Se de.
sespera el dia que no puede asistir a una exhibición cinematográfica. Luego están aquellas personas encasilladas sólo en determinado género de películas finalmente, las mujeres que son las más definidas en su generalidad. Les encantan hasta el paroxismo, los barbilindos de la pantalla, las peliculas lacrimógenas y las archiromanticas. Seguramente que el hombre por ser instintivamente poligamo, no asiste al cine especialmente por ver a determinada actriz, sino que se solaza visualmente en una u otra, sin predilección. Asl estimamos, grosso modo, los estratos que forman la masa de asiduos al cine. bajo el común denominador de aficionados.
INSENSIBILIDAD ESTUDIANTIL Naturalmente, que si se trata de una pelicula sin el más escaso valor artistico y recargada de una obscenidad vulgar, entonces si que proceda drásticamente contra ella, la misma drasticidad debe aplicarse a las cintas que, sin ser un atentado moral, si son un atentado contra el propio Séptimo arte, y embrutecen el gusto de las masas.
Aquí la Comisión de Censura ha estado procediendo con un criterio culto y sensato. Por esa condición que la distingue. ha habido una elasticidad mayor en sus resoluciones. Se impone sea así, y que continúe procediendo con mayor libertad, en beneficio del aficionado adulto, serio, esteta, del que está al dia en cuestiones del cine, con un sentido de hombre cultivador de una afición artistica. Especialmente, cuando aqui no funcionan clubes de cine, ni organlzaciones de cine arte, ni cines universitarios, ni nada parecido. Como tampoco hay posibilidades de aqul se establezcan, por el medio reducido y la carencia de medios económicos, aquel aficionado está sometido a las disposiciones de exhibidores y censores.
Por tanto, ambas partes deben proceder con un tanto de filantropía los primeros y con un tanto de indulgencia los segundos.
Esperamos que la Comisión de Censura atienda con mayor solicitud a la sficlón cinematográfica se ria y, no la prive de ninguna pelicula que constituya una obra maestra o un clásico o el inicio de una nueva escuela.
Un interrogante grave debemos plantear a la juventud universitaria. Por qué esa in diferencia suya frente los sucesos ocurridos en San Sal.
vador, que afrentaron a la Universidad en las personas de catedráticos y estudiantes?
Ante esa situación los estudiantes han guardado silencio.
Ni una palabra de protesta. NI un gesto de solidaridad con los compañeros salvadorehos. Nada, excepto la más absoluta Inercia La pregunta que agudiza nuestro raciocinio, la pregunta que acongoja a nuestro animo, la pregunta que sobrecoge de temor, porque deja en entredicho la gallardia civica de nues.
tros muchachos, 3: qué pien El Salvador.
Nunca, que recordemos, habla sucedido en circunstancias semejantes, una conducta como la apuntada en relación con la presente emergencia centroamericana. Pareciera que esta paz y esta democracia nuestras, fueran todos letales pora ciertos espiritus que se adormecen y no vibran nitivamen.
te cuando se produce una inJusticia. Si es ve y censu.
rable esa musencia de solidaridad, lo es también porque pue.
da significar un desvanecimien.
to de Ins virtudes civicas que de generación en generación, en elreunstancias adversas no, florecieron en las mentes y los corazones estudiantiles, con valentia y coraje, con foOso entusiasmo.
haciendo cálculos sobre les posibles resultados de una determinada actitud en la vida. Si nuestra premisa no está equivocada. Qué tristeza!
Cuando una porción de la Juventud centroamericana, ha hecho frente a fuerzas represivas en lucha por sus fueros, y en ella han caldo dos jóvenes, y los catedráticos han sufrido el vejamen de la cárcel, otra porción de esa misma juventud, que goza de todos los de rechos y de todas las liberta.
des, permanece en amodorra.
da actitud, como si estuviese amordazada o bajo una presión de amenazas. Mordazas 2menazas de. quién? De nadie.
Es inexplicable esta conducta del estudiantado universitaTio local. No atinamos la ra.
zón que justifique semejante postura. Esperamos una rectlficación, aunque tardia, porque esa juventud no puede quedar estigmatizada con el signo de un aislacionismo cruel.
Siendo así, tan compleja la composición del público que asiste al cine. se entiende que la labor de la censura oficial debe asimismo ponderar diversos factores para acertar en sus fallos. Si esa tarea por su condición, es necesariamente ponderativa, debe, por lógica, no ser excluyente, y atender a las extgencias artisticas. Esta, consideramos, es la princlpal regulación que debe aplicar un ente censor.
Frente a una obra de arte, debe inclinarse cualquier ¿Qué pasa con ese desenten dimiento de los universitarios costarricenses hacia sus her manes cuneatlecos? Con glacial Indiferencia han contemplado Jos estudiantes los atropellos ¿Será acaso que los mucha chos universitarios, estan adaptandose esa corriente de las contemniaineet Filos, en los albores de la vida, y ya Madonie Corona de Soral de Biblioteca del Ministero de Cultura y venta Conta Rica