LA REPUBLICA Jueves 11 de Abril de 1988. 16 Sociales Primogénito en hogar ABARCA ESPELETA De placemes se encuentra el distinguido hogar del señor don Herbert Abarca y doña Cecilia Espeleta de Abarca con el felis arribo de Ronald Herbert, quien desde ayer hace la felleldad de sus estimables padres. Congratulamps calurosamente a nuestro partiATBAN RAKES cular amigo don Herbert Abarca, así como a su respetable Joven señora por el feliz advenimiento y deseamos a Ronald Herbert que su vida recién iniciada sea siempre un sendero de dicha y prog.
Srta. Gabriela Peters peridad.
Doña Liliana de Castro Don Arturo Robert Adelantamos nuestros parabienes a la genti Iseñora doña Liliana Vargas de Castro, en ocasión de celebrar mañana la grata fecha de su natalicio.
Adelantamos nuestros parabienes a don Arturo Robert Lu.
ján, quien pasado mañana celebrará su fecha de natalicio.
Festeja hoy su cumpleaños la Los Ochenta años de la Sra. doña Julia Conde linda jovencita Gabriela Peters Steinvorth, a quien por este de Coto medio deseamos toda clase de te licidades.
Cumple mañana viernes sus ochenta años de existencia la gentilislma matrona doña Julia Conde de Coto, dama sumamente estimada, en quien son proverbiales la bondad, la nobleza de sen.
timientos, las más puras virtudes cristianas.
Hasta su hogar, en el que conmemorará mañana tan venturoso anlversario, hacemos llegar por este medio un atento saludo y votos cálldos y sinceros, por su felicidad en unión de los suyos, En el Monte de de los los Olivos REDENCION Mi alma Hegó hasta El. Clavó sus vagos Ojos de ensueño y de piedad sobre ella. eran los ojos de Jesús dos lagos donde tiemblan los flecos de una estrella, Jesús habló. Su voz era tan suave como el canto dulcísimo de un ave.
Estaba mi alma temblorosa y muda. Acércate! le dijo con voz suave, y ella le contestó: Si estoy desnuda. Honda Inquietud en derredor, El cielo de un amarillo pálido, tenía la apariencia de un mistico asfodelo.
Estaba mi alma temblorosa y fría como una flor de pétalos de hielo.
Ven. exclamó Jesús quedo, muy quedo, y ella le contesto Señor, no puedo.
estoy también cual tú crucificada!
Pres tú de mi amor único dueño, pero mira, Señor, mira este leño que me tiene la pasión clavada.
Una franja de luz tiño el oriente.
una gota de sangre de repente descendió sobre mi alma dolorida, Jesús exclamo: Yo soy la fuente de la Verdad, del Bien y de la Vida!
Tornóse el alma esplendorosa y bella, ylo otra vez los pastores y los magos, una onda de luz cayó sobre ella, y eran los ojos de Jesús dos lagos donde tiemblan los flecos de una estrella. RICARDO NIETO Jesús y el Mendigo y apartame este cáliz de amargura que en el silencio de la noche inmensa me da tu voluntad. Por todas partes el peligro me acecha.
Miro agresivas sombras que me buscan, me siguen, me rodean y aquí estoy aguardándolas, en tanto pierdo ml aliento fisico. Recuerda que el cuerpo es débil; pero al alma es fuerte y tendré que esperar hasta que vengan los que me tienen que prender.
Marchaba el buen Jesús por su camino en sus largas Jornadas por el mundo era entrada la noche cuando vino posarse a sus ples un vagabundo, que le dijo con Júbilo y con llanto: My Eres Jesús el Nazareno? Cuánto be he buscado, señor, para que me hagas ain grandisimo blen. abrlóse el manto y el querpo le mostró lleno de llagas.
Rumor El monte aquel bajo la noche obscura era a manera de un fantasma. Densa la niebla se posaba sobre el cráneo de una pelada cumbre. Tras la cresta de la espectral montaña, estrella mustia animico fulgor mostraba apenas.
Un carbunclo pasó dándole al campo el pellizco de luz de su linterna, La brisa sobre el bosque derramaba finísimas esencias de nardo y de jazmin. En los olivos hubo como sollozos, como quejas y una fuente lloraba amargamente caminando por un trillo de ausencia.
De pronto apareció compacte grupo que en medio de la niebla se alumbraba con timidas antorchag.
En ese grupo una figura esbelta se destacaba por su hermoso rostro ll no de majestad y de tristeza.
Era el dulce Jesús, quien con sus Doce iba a equel sitio de quietud ascética, a levantar su espíritu radiante hasta su padre, en oración suprema.
Cuando estuvieron todos en el Huerto de los Olivos, con palabra tierna Jesús les ordenó a sus compañeros que se tendieron a dormir. La hierba les sirvió de jergón. cuando vio que dormidos estaban, una piedra busco y dobló sobre ella sus rodillas y alzando la cabeza hacia el cielo impasible, hacia la vasta y desolada esfera, así dijo con voz conmovedora. Padre mio, piedad ten de mi pena De pueblo en pueblo voy para que vean mis úlceras sangrientas. y mitiguen Bu ardor, pero los hombres me apedrean y los canes rabiosos me persiguen.
Ten piedad de mis llagas miserables!
Tu que llevas el blen por donde caminas, tocalas con tus manos admirables que convierten en rosas las espinas.
extraño se escuchó entre la maleza y portando flamígeros hachones, una tropa surgió sobre la senda que a aquel tétrico monte conducía.
Cuando ya del Maestro estuvo cerca la mesnada, fantasma maldiciente, sombra como arrancada a las tinieblas, se acercó hasta Jesús. Después un beso se escuchó. Forma negra más negra que el abismo era la sombra aquella que huyó luego espantada entre mantojos, mientras la despedida soldauesca maniataba al Dulcisimo Inocente, a quien es como un sol que nog callenta y nos alumbra, y que al brindar su vida por difundir la luz de sug Ideas, cobró la proporción de una montana formada de valor y de enterezal Asl dijo el mendigo con tristeza, Oristo entonces de ternura Neno puso un beso do paz en su cabeza lo hizo descansar sobre su seño aloléndoler Por todas tus querellas. dezolang mis lágrimas Contigo, Llorg tantas. que bañole con ellas.
a mirar de andrajos el mendigo hallo salploados con estrellas ABRIL DE 1963.
AMADO NERVO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.