SRO DE 1920 EL HOMBRE LIBRE PAGINA Cuestiones Femeninas LA MUJER LA BASA El gran agrimensor El Jabón de La Iberia Solución del problema do empezó el movimiento, se vió el tabarete dicieado que ib.
del servicio doméstico observó que eotre algunas de las a comprar uno para su propiedad los intereses asociadas, al ofrecérseles una lis Proteje del Comerciante explicando como ahora fregaba El problema del servicio do ta de los utensilios que debían sus platos, planchabı, preparaba méstico ha llegado a revestir comprar, hubo quien dijo: He los vegetales, batía los hnevos, del consumidor unos caracteres taa alarmaotes, estado necesitando una espátula cómo hacía, en fin, todas sus ta.
no solamente por los altos sala por espacio de diecisiete años, y reas, sentada. Sus pies no la por su calidad, apariencia, resistencia y precio rlos, sino porque en realldad el ahora es que voy a tenerla. hacían sufrlr ya, y hacía todos tal servicio es de muy poco ser Siempre he teoldo horror a la sus trabajos sin necesidad de la Se recomienda a todas las casas de comercio vicio, pues las criadas tratan de clicarme para recoger la basura, criada, la cual se había marchado ganar lo más con el menor es necesitaba un recogedor de man sla avisarle. El taburete sólo hacer un pedido de ensayo fuerzo posible, que las señoras se mango largo įno evitar ao mu go largo. Los recogedores de cuesta 29. Después de hacer han visto obligadas, en su mayochas veces las muchachas fue ella en poco tiempo y sia canDirigirse al Apartado 1054 o al Teléfono 123 ría, a prescindir de tal ayuda y sen atacadas de tuberculosis. No todo el salarlo de una crlada.
sadclo su trabajo, podía ahorrar CARLOS SOLEY GUELL ser criadas de sí mismas. Cualquier señora en salud y con ener nos evitarlamos muchos dolores Ua senor acudió a la sociedad ADMINISTRADOR.
gía, puede desempeñar muy bien de espalda, solamente con tener en demanda de auxilio. Su mujer los quehaceres del hogar, pero ral Una recléa casada se rubo algo que levante más la fregade estaba muy cansada slempre.
muchas veces, sus otras atencio rizaba al declarar que había comEntonces se le aconsejó que ins.
Una nota nes sociales o la mayoría de las prado una escalera de mano, talase toda suerte de aparatos eléctricos de auxillo doméstico Del activo Mora Poveda he.
veces, sus otras obligaciones de madre de familia, el cuidado de porque algunas semanas antes para ahorrar el mayor trabajo No se trata de un nuevo libro mos recibido la siguiente comusus niños, etc. hacen demasiado birse en una butaca mecedora lavandera que iba a la casa dos el estilo.
posible. Por entonces tenían una de agrimensura, al otra cosa por Dicación que con gusto publicamos: grande la carga de una mujer de su casa, y por tanto son ya mupara arreglar una lámpara. Sí; veces por semana, algo Irregu Se trata de un nuevo sistema Muy señor mío: chos los que se preocupan de ellas teofan escaleras, pero era larmente, a quien pagaban 90 para estafar. El señor Francisco En vista de la nota que apabuscarle una ayuda eficaz. Al muy pesado llevarla y traerla por día, además del lunch y la Granados, en compañía de otro presente se ha organizado en para tan pequeño objeto.
los Estados Unidos un movl. nlón y se dejaba caer ca su sillóo, Una señora llegaba a la reucomida, lo cual subía a unos 59 sujeto de apellido Rojas, que lo rece al ple del último recibo de centavos, haciendo 40 diarios hacía pasar como un grao agrl defunción de la Sociedad de miento en ese sentido, apoyado lamentándose de que sus pies no o sean 6. 80 a la semana, por Seguros de Vida Costarricense. mensor, se presentaron a un anpor el proplo gobierno, el cual la dejaban vlvir y que ella ao un trabajo poco satisfactorio.
ciano vecino del Puriscal y le ofreciendo la Funeraria Cam tiende a llevar a todos los hoga: podia remediarlo. Se le aconsejó comprar un lavadero eléctrico la suma de 39. 00 adelantados.
El caballero dijo que no podía ofrecleron sus oficios, pldiéndole pos un 10 por clento sobre ser viclos de entierros de 500 00 que la industria mecánica y eléc que usara un soporta arco en el por 35 y se horroriz6 de te Como garantía de ese dinero le y el 15 por cieto en los que pa.
trica ha laventado para facilitar y que comprara ua tabu. ner que pagar 95 por la má depositaron un par de anillos que biendo consultado los precios de todas las labores. Esta organiza tada el mayor tiempo posible le demostró que estaba gastando rada, y un reloj de oro, que rete alto tratando de hacer sen quina de planchar, hasta que se resultaron luego ser de lata do.
nuestra Funeraria cuyos servi des ción se ha dispuesto en forma de todos sus quehaceres. La señora 353 60 al año por el lavado de pués con engaños hicieron volver cios son los más lujosos del paſs, suales en las cuales se ende aseguró que le sería imposible ropa sia contar las molestias que a su poder.
me permito ofrecerlos con ua 25 cuenta de los progresos y resul trabajar sentada. Que sería gas le acarreaba. comprendió que por ciento menos de descuento tar el dinero ea balde. Pero al podía comprar las máqulaas eléc. jeto en cuestión, notando que do iguales condiciones de pago.
Un policial que conoció al sutados de la labor a su cargo, ea fira se avino a que la sociedad le tricas de lavar y planchar por trataban de estafar al campesino, sobre cualquier precio y aceptantodo lo que han observado al mismos los miembros en el prestara ua taburete alto, de los menos de lo que gastaba en un les echó el guante, haciéndoles De Ud. atto. campo y en la cludad.
que se usan en las coclaas mode año. Así lo hizo y la familia se comparecer en la Agencia, donde CARLOS MORA POVEDA Eo las reualones anuales de la usaría durante todo el mes si lo modernas, y prometió que lo considera satlfecha por las com quedaron detenidos.
Home Improvement Association pras que se han hecho con el Agencia de Funerales y Circulación pueden observarse los resultadosgulente. Al final del mes devol. gasto de un año solamente.
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señoras.
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ahorar trabajo. Por ejemplo cuaodominaba un bastión de roca vertical. La seño guel Monestier apareció al lado de la joven y Irma Waldheim habían dejado de ser prometirita Waldheim había iniciado aquella diversión, le arrancó a Silvia bruscamente.
dos. Había bastado un gesto para comprender y no había que desobedecerle a la señorita. Hágame el favor de soltarla.
lo que eran realmente el ano para el otro: dos Waldheim Nieve sobre las huellas La niña cesó inmediatamente de llorar. Los extranjeros.
Marcos le dirigió una mirada a Julieta, que dos novios se miraron frente a frente como dos Julieta, sobrexcitada por el incidente, no dejó marchaba inmediatamente adelante, y la vió enemigos.
de informar a su madre cuando estuvieron de Por Henri Bordeaux que se volvía hacia él manifestando ruldosamen. Qué necedad! No le he hecho nada. vuelta: te su complacencia ante el peligro: Continúa. Pero no ha visto usted que ella tenía El papá de Silvia se peleó con la malvada En el Sua Bernardo, declaraba para acen miedo?
alemana que quería arrojurla a ella al precipicio.
Al salle del tren, la señorita Irma se puso a tuar su superioridad, es otra cosa. Precisamente: hay que vencer el miedo. Marcos rectificó la verdad del caso. Era la la cabeza de la caravana. Con su casco de ca dad. Ella hizo un saludo inclinándose. no sin Marcos juzgó inútil perturbarla eu su sereni Miguel, sia contestar, condujo a la pequeña. hora de su partida. Aquel día, cuya dulzura bellos rabios, su poderoso busto, su tinte san ¿Te da miedo ahora?
había malgastado, terminaba, como uno de guíneo, parecía una Walkirie de la montaña. No algún riesg. adaque él estaba pronto para sos. No, con usted no.
esus días de otoño durante los cuales se espehabía duda que infundía la salad a cuantos la tenerla. luego una pirueta de bailarina, y sa. serías capaz de soltar mi mano? taba hora por hora que llegue el sol a traspa.
veían, Marcos se explicó el apasionamiento lió así de la aventura Vea usted, sar la neblina difundida en el horizonte y en los de su compañero, que ajustaba sus pasos a los Quedaba Silvia, que venía a retaguardia del Silvia permaneció intrépida allí, inmóvil y que cae al fin la tarde sin que se haya visto de la joven y que, para hacerse comprender, le batallón, y a quien no entusiasmaban aquellos con los labios apretados. Temblaba un poco, el sol.
dirigia a ésta enormes galanterías, de aquellas ejercicios.
pero permanecía dueña de sí, comprendiendo. Cuándo volverá usted? preguntó tímidaque en Francia se reservan para las mujeres. Ten cuidado, le gricó su padre, lo que que algo de grave ocurría y que era el caso de mente Teresa.
de teatro y para las damas letradas. En pos de acabó de asustarla.
resistir y contener las lágrimas y de no huir. No se atrevía a decir. Por qué se va usted?
ellos marchaba Silvia melancólicamente, con Rehusó, por tanto, avanzar y trató de vol Sin saberlo, tenía en sus manos en aquel Ins. Pero no intentó detenerlo. Se sometía de hecho el aire de un perro castigado. Cuando el camino verse. La señorita Waldheim soltó la carcajada: tante toda la memoria de su madre.
al porvenir como a una servidumbre.
se estrechó, la alemana cogió de la mano a la Ahl jahl con que te ha dado vértigo? Su padre la levantó en sus brazos entonces. No sé cuando volveré. Lo más pronto niña conducitadola autoritariamente. agarráadola, exclamó: en tanto que Marcos Romenay y Julieta la posible.
La pequeña ascensión no es sino un juego. Yo te haré pasar por aquí, chlcuela tonta. aplaudían. qué proyectos tiene respecto de nosPero llegados al vértice, en vez de disfrutar de atrayéadola hacia una roca que había ob. Eres muy valerosa, hija mía.
la vista, que es encantadora, de un lado sobre servado y que era mucho más vertiginosa, se Y, volviéndose hacia Trma Waldheim, ata lió Al hacer aquella pregunta tan sencilla, een el lago y los Alpes de Saboya y del Valais, y inclinó con ella. La niña gritaba y forcejaba y con dureza: tla que una ola de rubor le encendía las mejillas del otro sobre las montañas y las cumbres de la sus ojos se llenaban de lágrimas. Usted no lo sabía. Usted no ha compren y ascendía hasta la extremidad de sus orejas Gruyere, aquellos tartarines del Norte, para Ya ves, yi ves. No hay peligro ninguno, dido nada.
Tenía el anhelo de saber cuándo podría volver utilizar sus trajes y su provisión de bravura, se francesita miedosal Aquella escena resfrió a todo el mundo. En su casa. Hasta allí, le parecía que su suerte, divirtieron en afrontar el vértigo, desfilando Todos los presentes miraban el grupo de las vez de comer allí las provisiones que llevaban, mal definida, sería precaria.
unos tras otros a lo largo de una coroloa que dos allá arriba, y reían por lo bajo, cuando Mi emprendieron el regreso. Miguel Mocestier e Cominword La Geisha y La Feria Si quiere ser chic, visite estas Cantinas antiba 54 Nuestra Novela otros?
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