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Tomingo de Marzo de 1966. LA REPUBLICA 19 us PAGINAS SELECTAS a cargo de josé bernadi más EL VAMPIRO En el regazo de la tarde triste yo invoqué tu dolor. Sentirlo era sentirte el corazón. Palideciste hasta la voz; tus párpados de cera bajaron y callaste. Pareciste oir pasar la Muerte. Yo que abrlera tu her. da mordi en ella ¿me sentiste. Cómo el oro de un panal mordiera! exprimi más, traidora, dulcemente, tu corazón herido mortalmente, por la cruel daga rara y exquisita de un mal sin rombre ;hasta sangrarlo en llanto y las mil bocas de mi sed maldita tendí a esa fuente abierta en tu quebranto. Por qué ful tu vampiro de amargura. Soy flor o estirpe de una especie oscura que come lagas y que bebe llanto?
INTIMA Nació en Montevideo en e año 1890 y murió trágicamente en la misma ciudad en 1915, o sea a la edad de 25 años.
En 1907, fueron publicadas sus primeias poesia en el Libro Blanco causando gran sorpreca. Cónie podía explicarse que a.
quellos versos, de tanto fondo, ce tan e merada forma, fueran produción de una riña de 17 años que había nacido y vivian un ambiente burgués y sereno, casi podría decirse vulgar?
Conncido el libro dentro y fue ra del ruguay, las opiniones na Cos cri icog y llterarios concidieron en reconocerle un morto excepcional, Rubén Darío, Utamuno: Blixen; Vaz Ferré ra; Pei les, Benjamin Fernández y Dicdina Fernando Maristany y otras sintieron y expresaron todo el significado de la poesia de Del.
mira.
La rudeó desde entonces la ce lebridad relativa que se alcan23ba en aquella época en América, pero la siguió la misma vida, acompañada de sus padres, sen cillamente en tiempo se forjar se una act lud de presunc no Vanidad propósito de la obra de Der mira Agustini dijo el ustre escritor Benjamín Fernández y Ma dina Las poesias del Libro Blanc son, en definitiva, o mejor de su obra: La sed. La sembra. La estatua. Mis icolos. Desde lejos. La copa del amor. Las que escribió des pués van acaro más allá a sus visiones intercas o en su alucicaciones sensua es; pero no son más fuertes nl más perfectas. gregan poco a la obra :orpenCente desconcertante del libro escrito a los 17 años.
Un egundo libro Cantos de la mañana apareció 1913 y en 1913 reurió las poesis de los dos primeros libros y, con otras nuevas, formó el titujado Los ca lices vacíos ofrendado a Eros, con un pórtico de Rubén Darío el que se dice: Es la prime Ta vez que en lengua castellana aparece un alma femenina eix el orgullo de la verdad de su ing cencia y de su amor, a no ser Santa Teresa en su exaltac or al vina. agrega: Por ser milljer dice cosas exquisitas que nun ca se han dicho Al poco tiempo de publicado Equel libro, De mira se casó con un hombre que parecia el más a le ado de ella, un comerciante en caballos; pero los testigos de la boda fueron poetas y esciito.
res. Pocos días después se amunció que Delmira se había se parado de su marido, por desave nercias, y algunas semanas más tarde, en una habitación cuaquiera, donde se veían a encon didas como amantes, Delmira a.
pareció asesinada por aquél, que Sambiée estaba muerto.
Delmira, sensitiva y curios, se casó sin amor: el desencanto Na separó inmediatamente del humbre. Este, apasionado, no Quiso perderla y dura de un cor to tiempo los embriagó una vida de amartes, hasta que ella, desencantada de todo, quiso romder definitivamente, y la muer1e puso punto final lamada por él, por ella, por los dos. El era una de las formas de la pa.
sin imaginada, pero no su ideal, ni pudo corresponder a los anhelos de la que era, como los místicos, tooa anhelo.
Pero de Delmira queda la ubra poética, enigmática, que re Freyenta en la literatura de habla española, tanto o más que la de Safo en la antigua Grecia; ura admirable, genial manifestación de sensibilidad o insp. ra ción femeninas.
Yo te dire los sueños de mi vida en lo más hondo de la noche azul.
mi alma desnuda temblará en tus manos sobre tus hombros pesará ml cruz. Las cumbres de la vida son tan 90 as, tan solas y tan frias! Yo encerré mis ansia, en mi misma, y toda entera como una torre de marfil me alcé.
Hoy abriré a tu a ma el gran misterio; ella es capaz ne penetrar en mi.
En el silencio hay vértigos de abismo; yo varilaba, me sostengo en ti.
Imagina ml amor, amor que quiere vida imposible, vida sobrehumana, tú, que sabes si pe an, si consumen alma y gueños de Olimpo en carre humana, cuando frente al alma que sentia poco el azur para bañar sus alas, como un gran horizonte aurisolaco o una playa de luz, se abrió tu almar Imagina. Estrechar vivo, radiante el Imposible. La ilus on vivida!
Bevidije a Dios, al sol, la flor, el aire, la vida toda porque tú eras vida!
Muero de ensueños; beberé cctus fuentes puras y frescas la verdad: yo sé que está en el fondo magno de tu pecho el manantia: que vencerá ml sed.
Sl con angustia yo compré esta dicha Bendito el llanto que mancho mis ojos!
Todas as agas del pasado rien al sol nacierte por tus labios rojos!
1Ah! Tú sabrás ml amor, mas vamos lejos través de la noche florecida; acá lo humano asusta, acá se oye, SP ve, se siente sin cesar la vida. sé que en ruestras vidas se produto el milagro inefable del reflejo.
en el silencio de la noche, mi alma llega la tuya como un gran espejo. Imagina el amor que habré soñado en la tumba glacial de mi silencio!
Más grande que la vida, más que el sueño.
Bajo el azur ska fin se sirtió preso.
Vamos más lejºs en la noche vamos donde ni un eco repercuta en mi como una flor nocturna, al á, en la sombra, yo abriré dulcemente para ti.
LO INEFABLE LA ESTATUA DESDE LEJOS Yo muero extrañamente. No me mata vida, no me mata la Muerte, no me mata el Amor: muero de un pen amiento mudo como una herida. No habéis sentido nunca el extraño dolor åe un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida, devorando alma y carne, y no alcarza a dar flor. No levasteis dertro una estrella dormida que os abrasa enteros y no daba un fulgor. Cumbre de los Mártirios. evar eternamente, desgarradora, arida, la trág ca simiente clavada en las entrañas como un diente feroz. Miradla, es, sobre el follaje oscuro recortar la silueta soberana. No parece el retoño prematuro de una gran raza que será mañana. Asi ura raza Inconmovible, sana, tallaaa a golpes sobre el mármol duro, de las vastas campañas del futuro desalojará a la familia humana!
En silencio siento pasar hora tras hora como ur cortejo lento, acompasado y frío.
Ah! Cuando tú estos lejos, mi vida toda llora, y al rumor de tus pasos ha ta en sueños sonrio.
Yo sé que volverás, que brillará otra aurora en mi horizonte, graye como un ceño sombrio; revivirá en mis bosques tu gran risa sonora que los cruzaba alegre como el cristal de un clo.
Un día, al encontrarnos tristes en el camino, yo puse entre tus manos pal das mi destino ¡Y nada de más Jamás han de ofrecerte!
Pero arrancarla un dia en una flor que abriera milagrosa, Irwiolable. Ah, más grande no fuera tener entre las manos la cabeza de Dios. Mirarda así ae hinojos en augusta calma imponer la desnudez que asusta.
Dios. Moved ese cuerpo, dadle un alma!
Ved la la grandeza que en su forma duerme. Vedlo all arriba, miserable, inerme, más pobre que un gusano, siempre en calma!
Mi alma es frente a tu alma como el mar frente al cielo: Pasarán entre ellas, tal la sombra de un vue. o.
La Tormenta y el Tiempo y la Vida y la Muerte!
NOCTURNO Fuera, la noche en veste de tragedia soljoza como una enorme viuda pegada a mis cristales, Mi cuarto.
Por un bello milagro de la luz y del fuego ml cuarto es una gruta de oro y gemas raras; tiene un musgo lan suave, tan hondo de tapices, y es tan vívida y cálida, tan dulce, que me creo dentro de un corazón.
Mi lecho que está en blanco, es blanco y vaporoso como flor de inocenc a como es una de vício!
Delmira Agustini LA SED Tengo sed sed ardiente dije a la maga, y ella ma ofreció de sus néctares. Eso no: me empalagal Luegº, una rara fruta, con sus dedos de maga exprimió en una copa, ara como una estrela; un brillo de rubles hubo en la copa bella.
Yo probé es dulce dulce. Hay dias que me halaga tanta miel, pero hoy me repugna, me e tragaVi pasar por los ojos del hada una centella. por un verde valle perfumado y brikante, llevóme hasta una clara corriente de diamante.
Bebe. dijo Yo ardía; mi pecho era una fragua.
Bebi, bebi, bebi la linfa cristalina.
Oh, frescura. oh, pureza. oh, sensación divinat. Gracias maga; y bendita la limpidez del agua.
Esta noche hace insomnio: hay ches negras, negras, que llevan en la frenta una rosa de sol.
en estas noches negras y claras co se duerme.
IX yo te amo, Invierno!
yo te imagino viejo.
yo te imagino sabio, con un divino cuerpo de mármol palpitant que arrastra como un manta regio el peso del Tiempo.
Invierno, yo te amo y soy la Prlinayera.
Yo sonroso, tu nievas: Tú porque todo sabes, yo, porque todo sueño.
Tamémonos por eso. Sobre mi lecho en blanco, tao blanco y vaporoso como por de Inocencia, como espuma de vicio.
Iny prno, invierno, invies no Oigamos en un ramo de rosas y de los CON TU RETRATO Yo no sé si mis ojos o mis manos encend eron la vida en tu retrato; nubes hy manas, rayos sobrehumanos, todo tu Yo de emperador Innato amanece a s ojos, en mis manost Por eso, toda en llamas, yo desato cabellos y alma para lu retrato, IY me abro en for. Entonces soberanog de la sombra y la luz, tus ojos graves dicen grandezas que yo sé y tú sabes.
y te dejo morir. Queda en mis manos una gran mancha vivida y sombria.
IY renaces en ml melancolia formado de astros trios y lejanoat Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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