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Sabado 20 do Abril de 1967 REPUBLICA 11 El movimiento laboral norteamericano visto por un particular Por Erwin D, Canham Jete de Editores del diario The Christian Science Monitor panacea. Pero, mirando hacia el futuro, no debemos excluir ce nuestra mente la posibilidad de una relación más estrecha entre los representantes del capltal y de los trabajadores por teamericanos. Los comités esta blecidos en la industria siderúr gica, y en varias otras industrias de los Estados Unidos, ra recen encaminarse en esa dirue ción da uno de los tres elementos la tegrantes de la empresa el tra bajador, el accionista y el consumidor obtenga la parte jus ta que le corresponde?
No tengo ninguna alternat fácil que sugerir. No obstante, creo que, efectivamente, pueda y debe intentarse el uso de otros medios mejores, a fin de integrar más estrechamenle al sec.
tor sindical y a sus representantes dentro del marco de la cm presa. Los trabajadores tienen derecho a saber más de lo que saben ahora, acerca del estadio de la empresa, y de sus condi clones ancieras. Los patro.
nos se han mostrado más ironcos y cabales en su información al sector laboral.
Tarde o temprano, las dos cia ses de capitalistas que coauroIon los elementos de la produc.
ción norteamericana, tienen que cooperar sobre la base de sa mutualidad final de intereses.
Indudablemente, el sistemas de determinación conjunta que pre valece en ciertas industrias ce Alemania por el cual tanto los trabajadores como los inver sionistas tienen representantes en las juntas directivas de las empresas, no constituye una El proceso de la contratación colectiva en los Estados Unidos se encuentra actualmente or di ficultades. Ha fracasado misera blemente en varios pruebas re cientes. Creo justo decir que fra casó en la huelga de los meci nicos de aviación. También fra casó en la huelga del transpor te en Nueva York, y en las huel gas de empleados de empresas periodisticas en la propia chu.
dad. Si también tracasara en las grandes contiendas de contratación colectiva que estan tualmente pendientes, esto que la nación y sus legisindores demandarán algunos cambios.
La culpa no se atribuirá totalmente a los trabajadores, a los patronos o al gobierno; pero pin guno de estos tres grupos esta para libre de mipa.
Creo que la incapacidad de crecimiento del movimientolaboral no es buena para los tabajadores. Creo que llevar al sector patronal a implantar unn creciente automatización no es tampoco saludable para el sector laboral, aunque pudiera tetier cierto valor para la economia en conjunto. También op:ino que no es saludable para el sector laboral ejercitar su influencia polil ca, para oblener nurica mintaos cada vez más clavacos. No creo que sea esta la forma de mejorar los salarios, especialmente les de nivel mos reducido. Los sala 10s minin. 03 elevados suprimen oportunica dos de trabajo para los integran tes de nuestra Serra laboral que más necesitan sociologicamente los empleos. No es contradictorio creer firmemente en la necesidad de salario más bi tos y creer tambien que deba haber cierta libertad para cou.
tratar en los niveles más bajos de la escala laboral, a algunos de los que realmento no valen más y son los que más rápidamente resultan desplazados por la automatización.
La mayoria de los norteamericanos están de acuerdo eu que si no existieran las organizacio nes sindicalos en los Estados nidos, alguien tendría que crear las. Podemos estar agradecins de que eso no es ya necesario La fase de agremlaclon es la más dura, la más violencia y la que provoca las peores reacclones tanto del sector laboral como del patronul. No sé cuándo la mayoria de los trabajadoTos norteamericanos, todavia no apremiados, formará parte de las organizaciones sindicales, nisi en definitiva lo hará. En los úl timos años, el número de enn bros de las organizaciones en dicales, en vez de aumentar, ha ido declinando a medida que las industrias en que era más vigoroso e movimiundo sindical re presentan una porción cada vez menor de la fuerta laboral.
poder y vigor del movimiento sindical son aún muy grandes, pero, a juicio de algunos espeelalistas en cuestiones labour.
les, no tan randes somo lo han sido en ocasiones pasadas, ni tan grandes como los propios ilderes sindicales (y veces algu nos líderes patrotiales) nos quin ren hacer creer.
La economia norteamericana necesita de las organizaciones sindicales. Su contribución al do sarrollo de un vida nacional en quilibrada y productiva ha sido y es aún vital. Todos los norte.
americanos podemos sentirnos enormemente agradecidos de las cosas buenas que son casi eclusivas del movimiento laboral de los Estados Unidos. No es un movimiento basado en la lucha de clases. No trata de dos truir el sistema nacional. Es, esencialmente, un movimiento económico, Do político.
Tanto los líderes del sector Inboral como los del sector ratronal son figuras represental.
vas: un grupo es responsable an te sus miembros y el otro ante aus accionistas. No son y titanes que pueden actua: arbl.
trariamente. Sus relaciones con los representados son muchas ve ces inestables. Con frecuencia non destruidos y reemplazados.
Creo tamb que lideres sindicales y patronales se sa mejan cada vez más, especial.
mente porque las organizaciones sindicales se han convertido en guardianes de acumulaciones muy grandes de capital que debe ser invertido, al menos par cialmente, en empresas productivas. Ambos son capitalistes ca bales: un grupo que representa capital financiero y administra ción, y el otro que representa el capital de la fuerza laborni asi como un grado consideraS! a de administración, Supongo inevitable que la relación que existe entre estos dos grupos de capitallstas coa de carácter antagónico.
Sin embargo, el sector laboral y el patronal no deberian ser merus adversarios, Deherlaa see mejarse más a compradores y verdedores. Entre estos se puede librar una seria conliepta ro bre precio, cualidad y otras con diciones. Negocian entre si, Deo sin necesidad de comatir a perjudicar sus propios intereses reales. Podrlamos, con el transcuro del tiempo, Introducir en el pro ceso de contratación colectiva al go más de la atmósfera propia de la contienda entre comprador y vendedor? La gran virtud el le mento protector de la relación entre comprador y vencie.
dor es que, normal y usualmeiite, en una economia como la nuestra, tanto el comprador er mo el vendedor tienen alterna.
tivas.
Desgraciadamente, en las nee gociaciones de compra y venia entre el sector laboral y el patronal prevalece, o casi prevalece, una situación de monopolio El comprador no puede acudir otro lugar en busca de un producto de competencia, excepto en la medida limitada en que puede aumentar la mecanización para reducir la rece.
sidad de mano de obra. De acuerdo con esto, el tipo de negociación que se establece en.
tre el sector patronal y el sindicato es sancionado en defini.
tlva, no por la competencia y la libre eleccion, sino por la hueiga. Ahí está el problema, porque la huelga, aunque es pro bablemente un arma final ine.
vitable, es con frecuencia un arma destructiva y ocasionalmente suicida. Resulta costosa en el sentido de que ninguna otra cosa es necesariamente cos tosa en nuestro sistema econdmico Podria haber otro medio que no fuese la huelga para lograr la consecución de los mejores y más Justos términos contractus les. Podria existir un medio melor para grantizar que caLa Junta de Protección Social de San José DEPARTAMENTO DE LOTERIAS En cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 69 de la Ley 3785 de 26 de noviembre de 1966, AVISA AL PUBLICO Que habiendo acordado un aumento de 500 billetes en la emisión de la Lotería Asilo Chapuí. para ser adjudicados en cuotas de conformidad con las prioridades establecidas en la citada ley, recibirá hasta el 31 de mayo entrante solicitudes de interesados en obtener cuotas.
San José, 28 de abril de 1967.
LA COOPERATIVA DE PRODUCTORES DE LECHE insta atentamente a todos los productores de leche del país a asociarse a ella y entregar su producción a nuestras plantas.
Para mayores informes los interesados pueden dirigirse personalmente a nuestras oficinas en Barrio Luján o escribirnos al apartado postal Nº 605, en San José, y gustosamente les brindaremos toda clase de informes.
San José, abril de 1967.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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