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Viernes 19 de Mayo de 1967. LA REPUBLIOA La fecundidad debe estar Se repiten ligada al matrimonio amenazas de y no a cada acto los rusos cHisporroteos Por el Cardenal Leger Mientras Cristian Rodríguez se ocupa con fruición de los an.
glicismos, aqui, modestamente, tratamos de denunciar ciertos vicios o estribillos perfectamen.
te innecesarios que se han colado (sin venir del extranjero)
en el lenguaje escrito de los costarricenses.
Por Emilio Núñez Portuondo.
Bueno seria que el deber de la fecundidad se conecte menos con cada acto que con el estado mismo del matrimonio.
El más reciente ejemplo lo hemos visto en un proyecto reolentemente publicado, que tiendo a prohibir que ejerzan cargos judiciales, no los que tengan parentesco con los altos funcionarios. sino todos los que tengan parentesco con ellos.
Pleonasmo se llama esta fie gura, y ha sido repetidamento condenada por las más altas autoridades. Por TODAS las más altas autoridades, que.
remos decir.
Especial para LA REPUBLICA.
Hemos hablado varias veces de la mania de decir el mis.
mo en vez de este. o de la particula que.
Hoy queremos mencionar otra manía, que se ha colado en nuestra redacción legislativa, que es la de querer enfatizar el contenido prohibitivo de las leyes, usando todos.
Recomendamos muy efusivemente a todo el mundo, que se de su vueltecita por el Museo y contemple la exposición de escultura mexicana que alli se ha instalado dentro del programa cultural de la Embajada de Mé.
xico. Es cosa que vale la pena, y que habla mucho de la grandeza artística de ese país.
Veamos un ejemplo: el Codigo Penal de 1914, usa la expresión el que para definir al delincuente. En el capitulo del homicidio, que es el prime.
ro de la parte especial, dico que recibirá prisión de veintisiete a treinta años el que ma.
tare a otro. etcétera.
En 1967, esa redacción no estaria a la moda. El redactor modelo 1967, diria que reciblrá prisión todo el que mata.
re a otro. el todo abunda en la nreya legislación costarricen.
se. ya que de escultura habllbamos muy buena la idea do colocar los bustos de los Presi.
dentes Rodriguez e Yglesias en el Jardín del Teatro Nacional.
Pero también se había hablado de colocar en el Teatro (adentro o afuera) un busto de Melico Salazar. ver si esa proyecto también camina.
Los anticonceptivos invaden Venezuela CARACAS. ORBE LATINOAMERICANA. El uso de me dicamentos para el control de la fertilidad es cada vez más amplio en el área venezolana, según señaló un representante de los laboratorios locales que participaba en una exposición cientifica abierta en conmemoración de la Sexta Reunión Nacional de Ginecología y Obstetricia El 29 de octubre de 1964 Paul Emile Cardenal Leger intervino en las discusiones del Concilio Vaticano II, el Ecuménico. El Cardenal Leger comentó con autoridad ell esquema trece que Llegó a ser luego la Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Actual. Sus palabras no deben olvidarse. Dijo en esa 0portunidad. Los problemas referentes a la santidad del matrimonio están, en nuestras días, en el primer plano de las preocupaciones de la Iglesia. En numerosos países y entre hombres de todas las condiciones se manifiestan dudas y ansiedades respecto al matrimonio.
Muchos fieles y a menudo de los mejores se enfrentan con dificultades diarias, buscando soluciones que concuerden con su fe, pero sin poder hallar paz en las respuestas que se les pro porciona. Los pastores, en especial los confesores, se ven asaltados por dudas e incertidumbres, y con frecuencia ya no sa ben lo que pueden o deben responder a los fieles. Vario: teólogos sienten cada vez más agudamente la necesidad de profun dizar de una manera nueva los principios fundamentales que se refieren al matrimonio.
Todos estos malestares acusan la existencia de un grave problema y exigen de la Iglesia que examine con gran preocupación pastoral la Doctrina del matrimonio.
El problema del matrimonio se plantea bajo tres aspectos: teológico, casuístico y pastoral.
Abordaré aquí el aspecto teológico. Es, por lo demás, el aspecto que domina toda renovaclón en este terreno.
Hay quienes temen cualquiera renovación de la teologia del matrimonio como si ésta procediera necesariamente de un opor tunismo condenable que nos haría buscar soluciones acomodaticias satisfagan una esperan za popular. Sin negar que la re novación de la teologia del matrimonio haya sido estimulada, y con razón, por las ansiedades del pueblo cristiano, ésta procede sin embargo, y de los descubrimientos relativamente recientes en biología, en psicología y en sociología. El fin último de esta renovación no es otro que favorecer la santidad del matrimonio, gracias a un co nocimiento más profundo del plan de Dios.
Muchos teólogos piensan que las dificultades con que se tropieza hoy en la exposición de La doctrina del matrimonio, encuentran su origen de una presentación inadecuada de los fines de esta institución. Ha pre valecido cierta actitud pesimista y negativa respecto al amor humano, que se debe atribuir no a la Escritura ni a la Tradición, sino a ciertas filosofías de los siglos pasados, y ella es la que ha empañado la importancia y legitimidad del amor conyugal en el matrimonio.
Los autores del presente esquema quisieron renovar la doc trina de los fines del matrimonio. Se preocuparon por destacar el amor y la ayuda mutua de los esposos. Notamos tam bién con satisfacción que evita ron la problemática que oponía un fin primario y un fin se cundario del matrimonio.
Sin embargo, aunque hayan escogido el buen camino, este esquema no responde todavía a Las dificultades actuales y queda a medio camino: no presenta al amor conyugal y a la ayu da mutua como un fin del matri monio y de ningún modo aborda el problema de la finalidad de las manifestaciones de amor en el matrimonio.
Este es el motivo por el cual quisiera hacer algunas obserEn dos días consecutivos han vaciones sobre el modo de haocurrido accidentes entre los bar bilar de los fines del matrimocos de guerra norteamericanos nio.
y rusos, que en la fraseología diplomática hay que calificar de El esquema habla bastanIncidentes. Una flotilla norteato bien la fecundidad como mericana desarrolla ejercicios de fin del matrimonio. Recuerda caza de submarinos, en alta mar oportunamente que la fecundiy a gran distancia de las aguas dad debe ser regulada por la jurisdiccionales de la Unión So prudencia y la generosidad. Bue viética no sería, sin embargo, que ese Buques de guerra rusos fuedeber de la fecundidad se conec ron enviados para observar las te menos con cada acto que con maniobras de los norteamericael estado mismo del matrimonio, nos.
Me gustaría también que la En dos ocasiones, en forma de dignidad peculiar de la paterniLiberada, un destrucotr soviétidad sea mejor expresada. La co chocó con uno norteamerica paternidad es, en efecto, parti no causandole ligeras averías.
cipación de la creación en lo Todo esto a pesar de que el mar que ésta tiene de más grande: estaba tranquilo, la visibilidad hay en ella algo infinito, ya que perfecta y los marinos norteaengendra una persona destina mericanos habían pedido a los da a ver el Infinito mismo.
rusos que no se acercaran tanto al lugar donde maniobraba Es absolutamente necesa la flotilla.
rio proponer el amor humano Nada de lo sucedido es casua conyugal digo expresamente lidad. Se trata de una manioel amor humano que comprome bra de presión para intentar te, por tanto, el alma y el cuer que Estados Unidos de América po como un verdadero fin disminuya su victoriosa ofensidel matrimonio, como algo bue va en Vietnam del Norte. Para no en sí mismo y que tiene sus atemorizar al pueblo norteame exigencias y sus leyes propias. ricano con la posibilidad de uEl esquema permanece dema. na guerra total. Es con el missiado vacilante al respecto. No mo objetivo que los fidelocoes muy útil que el esquema evi munistas han arreciado sus ate ell término fin secundario. gresiones en varios países de si solo presenta el amor al ser América Latina.
vicio de la fecundidad. En uEl sistema de utilizar el channa materia tan importante es taje de la guerra es arra que necesario proponer principios han utilizado con frecuencia los claros. De otro modo podría per comunistas rusos. Basta recor sistir este temor respecto al dar la reiteración con que lo hi amor conyugal que desde tanto cieron creando problemas en tiempo paraliza nuestra teología. Berlin Occidental. Pero es eviEl amor conyugal es bueno y dente, que cada vez que se le Santo en sí mismo y debe ser opuso la resistencia adecuada, asumido por los cristianos sin las agresiones desaparecieron falso miedo con sus exigencias Ahora lógicamente sucederá to y leyes propias. No es esta a mismo. La Unión Soviética no yuda y este amor mutuo lo que está todavía preparada para ullos esposos se juran solemnena guerra atómica con Estados mente en la ceremonia de su Unidos de América. Este último matrimonio? Por tanto el lazo país cuenta con enorme supeque une a los esposos no podrá iroridad en esos tipos de arma ser correctamente comprendi. mentos y el resultado de la con do si no se afirma que el amor flagración se podría es fin del matrimonio. En el descontado. Se trata de una mamatrimonio los esposos se consi niobra para probar la línea de deran uno y otro no como sim resistencia del Gobierno de Was plles procreadores, sino como per hington.
sonas amadas por sí mismas.
Panamá, mayo, 1967. Sin embargo, no basta es tablecer sólidamente la doctrina que considera al matrimonio como un estado. Las dificultades que preocupan a los esposos y a los pastores no podrán ser solucionadas, y tampoco se podrá seguir una renovación pro funda y adecuada de la casuística del matrimonio, si no se abor da, en sus principios más generales, el problema del fin de las acciones mismas.
Debería afirmarse que también la unión intima de los esposos encuentra una finalidad en el amor. esta finalidad es propiamente el fin de la obra misma, finis operis legitimo por sí mismo, aun cuando no es tá ordenado hacia la procreación. Al afirmar esto, por lo de más, el Concilio solo ratificaría en el orden de los principios una práctica que la iglesia aprue ba, como ya lo sabemos, desde varios siglos. Desde hace siglos, en efecto se considera co mo legítima la unión de los esposos aún cuando la procreación se reconoce como imposible.
Pero aunque la declaración do principios que propongo no implica nada nuevo, no dejará de tener importancia para determi nar mejor la moralidad de los distintos casos. modo de conclusión: ojalá este Concilio, sin miedo ni reticencias, proclame claramente los dos fines del matrimonio como igualmente buenos y santos.
Una vez adquirido esto, los moralistas, los médicos, psicólogos y otros expertos podrán determinar mucho mejor de los casos más particulares, los debe res de la fecundidad dor cientifico de firmas norteamericanas, informó que la experiencia lograda en los paises latinoamericanos confirmaba la alta aceptabilidad del uso de hormonas sintéticas para el control de la fertilidad.
Añadió que la práctica proviene de una preocupación para el constante crecimiento de la población, por los indices de gente enferma con altos riesgos para el embarazo y también por la juventud de muchos matrimonios que no estaban en capacidad económica para soportar el aumento de la familia Igual preocupación se nota en los hogares de los trabaja.
dores con cinco o más hijos, ante el deseo de proporcionar alimentación y educación adecuada a toda la familia.
dar por Señaló que en el rengló de hormonas sexuales se habian colocado especies para consumo oral por una cantidad de m.
llones 300 mil bolívares, habiéndose registrado el consumo total de los anticonceptivos puestos en el mercado Sobre el mismo tema, el Dr.
Gregorio Oclander, investigaEN ESTA INCERTIDUMBRE YO SOY EL QUE ME ESTOY CONSUMIENDO!
PROYECTOS IMPUESTOS DE VENTAS CONSUMO DIAY?
ASAMBLEA Kokin del mor Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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