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Domingo 10 de Diciembre de lo. LA REPUBLICA 31 (Discurso de incorporación a la Academin Costarricense de la Lengun. San José de diciem.
bre de 1967)
Moisés Vincenzi y la soledad del escritor costarricense Alberto Cañas Siento la obligación de dejar constando aqui especle de preámbulo el escrúpulo y la duda con que me dispongo a ocupar el sillón académico quo Moisés Vincenzl honró. Si pequeños son mis merecimientos para ingresar a esta corpora.
ción augusta, esa pequeñez se hace más ostensible cuando se les compara con los de aquel cuya vacante se me ha desig.
Irto para llenar. contraste es entre el pro.
fesional y el aficionado; entre el metódico y el improvisador: entre el que dedicó su vida al estudio, y el que Impulsado por otros vendavales no ha podido hacerlo en la dimensión que lo habria querido; entre quien puso su pluma al servico de la cultura, de la enseñan za y de la edificación de sus con ciudadanos, y quien declara antes de que otros lo declaren por el que la ha dedica.
do en su mayor parte, a la más efimera y superficial de las la br ns periodisticas.
bien los hombres tenemos al una ingerencia en la determinación de lo que somos, y aún de lo que queremos, ella se nos niega en la de aquello que a canzamos. la forma y con ronunciando su discurso de incorporación, brillante escritor Lic, don Alberto Cadiciones en que yo he alcan fas Escalante, nuevo miembro de la Academia de la Lengua.
zado este honor, son las más a.
El acto tuvo lugar en el Instituto de Cultura Hispánica.
propiadas para agudizar en mi un sentimiento de humildad que el conocimiento propio me tiene ción dentro de la ética más se tengan sobre los puntos por sequiar ejemplares a los perio.
ya bien acomodado.
cercana a Aristoteles que a Pla el tratados.
distas amigos, en la búsqueda ngo a ocupar la silla de tón le señala fundamentalmen Es de menor calibre su obra casi siempre estéril de una ga.
un hombre fecundo, silencioso y Te como un moralista; el hom puramente literaria. Su poesía cetilla o una referencia, gnlitario. Si la soledad, como se bre se anteponia al filósofo, o es un anhelo de revivir los te. Dentro de esas limitaciones, hu afirmado, es condición inelu.
le servía de ejemplo. cuando mas clásicos dentro de formas produjo Moisés Vincenzi la maoble del creador, el a forismo el filósofo pensaba, era el hom clásicas. Amante, por sobre to yor parte de su obra. falleció cc bra mayor vida cuando se le bre Vincenzi el que terminaba das las artes, de la escultura, en el momento en que un es.
encaja a la sociedad costarricen por revelarse, con una posi. sus sonetos tienen la perfec. fuerzo colectivo de los escrito.
S: aún la adquiere más gran ción suavemente nostalgica que ción de viejas estatuas, pero al res y los intelectuales comende si lo aplicamos a la figura se empeñaba en que los hombres mismo tiempo un poco de la zaba a dar frutos, a provocar un de Moisés Vincenzi.
fueran como el pensador imagi frialdad de los mármoles. Sus acercamiento entre ellos y, la naba, intuía o sabía que en una ensayos de novela tienen den que es más atingente a est ex Se dijo de el que padecia la época feliz y remota, lo habian tre de su copiasa obra carác posición, a ofrecer a aquélllos sciedad de las águilas; que vo. sido. Al filosofar, predicaba en tei de experimentos. Quizás la que quisieran aprovechando a laba a tanta altura, que deja. favor de actitudes morales no. diferencia que establece Allar. oportunidad, si no de salire de ba de ser perceptible a simple bles, altruistas y desinteresadas, cyce Nicol entre lo clásico y lo la soledad que les es condición, vista. Alguna vez, en la intimi. dentro de una concepción idea. romántico las defina melor: si de convivir de cuando en cuan dad de una conversación, exprelista de la fraternidad universal son clásicas, en cuanto están du en una asociación que a toSó su inconformidad ante la di. El era así: Noble, desinteresa. imbuldas de mayor preocupa. dos los comprende y a todos vulgación muy escasa que al. do y altruista, y por lo tanto se ción por la obra misma que por los invita, y de hacerles sentircanzaba la parte más ambiciosa proponía influir para que los su tema; por el equilibrio for Ne parte de un gran movimiende su obra. Pero es que el illóhombres siguleran su ejemplo, mal que por la vida; por los común que logró por fin el sofo, al disponerse a serio, re. a sabiendas, porque lo expe maestros del pasado que por el estimulo gubernamental a la nuncia al menos en la civili rimentaba de que dentro de hombre. en realidad, se en actividad creadora, mediante la zación que vivimos. a los ha. Su desprendimiento y digna po. cuentra, al leerlas, más recreo fundación de una editorial que lagos de la popularidad. Influ breza, el filósofo: habla enconen el brillo del lenguaje y la los escritores dirigen, el estable.
ye sobre la sociedad de manera trado su propia felicidad. No obs hermosura del estilo, que en la cimiento de premios y reconoci trascendente, pero lo consigue tonte lo cual, cuando llegaba al.
vida que intentan o quizás no mientos, y otras señales fecunpor medios indirectos, al través guno a quebrar la coraza de su Irtentan reflejar.
das de preocupación pública por de lo que la selecta minoria de scledad, se encontraba con un No hay costarricense de tan li vida de las letras y las artes.
sus lectores o proselitos uzda ser humano que no asumla ac extensa bibliografia, lo cual quie El panorama de esa vida en a su vez influir más tarde. Es titud olimpica o displiscente an. re decir que no ha existido cos. Costa Rica, difiere hoy del que la suya, asl, influencia interpo.
te sus semejantes, sino que, por tarricenses que hayan trabajado hemos visto por espacio de mu sita, pero no por ello menos in el contrario, los comprendia sa más con la herramienta del idio. chos años. Periódicamente, en el negable. Lo terrible no es para blamente y sabia mirarles con pasado, se formaban tertulias o el filósofo que no se le com un prisma de humor tenue y a. Tal vez puede pensarse para capillas, fecundas y amigables, prenda, pues para ello está pre. margo al mismo tiempo, trabajar tanto hay que hacerlo pero pasaba el entusiasmo y se parado. Lo terrible es que aque Parecida fue su filiación es.
er, soledad.
envejecian sus miembros, o bien ilos que no le comprenden, ni tética, y esto llegó, hay que Si. Ha de ser cierta en algún adquirían compromisos familiatienen la disciplina o el entrena reconocerlo, a aislarle más. Su grado tal afirmación. Pero es res y solemnes, y la alegre bamiento necesarios para comamor denodado por los dias clá que los costarricenses trabaja rra del café se disgregaba. Nue prenderle, hagan mo. de él y sicos le llevó a formular teorias mos todos en soledad, y ninguno vamente venía la incomunicade sus obras. es que hay dos estéticas basadas en los clásicos lo hace como él, ni con tan ad ción. Pero si observamos la hisclases de snobismo: el de quie. conceptos otro acercamiento mirable impudor. La mayoría teria de nuestras letras, vere.
nes dan por necesariamente bue Aristóteles y confundir, de los autores costarricenses es. mos que la existencia de esos y admirable lo que no logran digámoslo así, la estética des. criben para si mismo, o para grupos ha coincidido siempre entender, y el de los otros coyuntada de sus contemporá. sus estrechos grupos de amigos. con certeros florecimientos de muy frecuentes aqul que pre neos, en un sólo ha de deca los amigos, ya se sabe, siem in actividad creadora. La gran fieren disimular incompren. dencias y quizás hasta de mez pre emiten opinión de que la actividad de los fundadores de sión o su torpeza, desdeñando quindades artisticas y litera. obra es magnífica, o bien detes. la literatura costarricense, de a writos la obra que se les es. as. Era apolineo jamás fue te ble. casi todos nos queda Magón, Aquileo, Pio Viquez y capa, o haciendo chistes sobre dionisiaco. Lo que no obsto pa. mos con esos juicios.
otras figuras señeras de fines elli y sobre su autor.
ra que, nuevament, el ser hu. Ha sido figura tipica del es. del siglo anterior e inicios de Los primeros dias creadores mano se le impusiera al pen. critor costarricense la del hom éste, va unido a una pena de pede Moisés Vincenzi estuvieron sador, y fuera Moisés Vincenzi bre que, con escasos medios e. riodistas y poetas de la que alfrecuentemente salpicados por un amable estimulador de los conómicos, publica por su cuen gl na vez formó parte transeúnactitudes asi. Admitamos que jóvenes, y un comprensivo lec. ta y riesgo (más bien por su te Rubén Dario. Joaquin Varcor el tiempo se le llegó a res. tor de cuantos se iniciaban en riesgo, y cuenta de los impre. gas Coto ha sido el cronista im petar. que incluso los que la dura y feliz faena, aún den sores. para evitar que la cuen pegable de otra generación renunca le leyeron, tal vez por. tro de cánones estéticos que él, ta y el riesgo suban mucho, ha unida en el café La Florida, enque el Instinto les Indicaba que en sus escritos, repetidamente hecho una edición de contados tre 1915 y 1920, que coincide hacerlo no era ocupación livia. repudiaba.
ejemplares; y los distribuye en con la aparición en algunos ca.
1: para ratos de hamaca, ter Tengo para mi y así se lo tre aquellos amigos que le ha sos, con el cénit en otros, de minaron por participar activa. dije una vez en medio de su con la merced de recibirlos, siem Un grupo de poetas y escrito.
mente de ese respeto. Acepta. mis rotunda desaprobación pre que, como en el viejo chis. res tales como el cronista de la ción por lo menos, de que en útil y original la cumplió en te les estampe una dedicatoria tertulia, Rafael Cardona, Paco Ja comunidad costarricense ha. que su labor más directamente e, la primera plana, no vaya Soler, Julián Marchena aquí sen bia una presencia. Una presen el campo de la filologia. Hay a creer alguien que han com tado. hay otro recrudecer de cia cuyo contenido no estaba que leer sus pequeños y senci prado. Recuerdo que fue ocu nuestra literatura alrededor de Bi alcance de la mano, pero que los tratados sobre esa materia, pación muy divertida de mi ju 1930 y más allá, en torno a un alguna importancia habia de para apreciar cuánta sabiduria ventud, el frecuentar una libre. grupo que comenzó en los salo.
tener. Fue simbólico el reco. y mejor: cuánto sentido co. riz de viejo y construirme na res de redacción de Diario de miento que se le hizo, a poca mún, puede encerrarse en pobiblioteca de autores costarri Costa Rica y terminó en una distancia de su muerte, al entre cas páginas. El genio del Idio. censes, sobre la base de ejem. ventana exterior del edificio que gársele el Premio Nacional de ma no tenían enigmas para él, y plares autografiados por el auLiteratura que se adjudicaba el periódico ocupaba. Aqui escuanto dijo sobre ortografia, tor, en honor ay de otros tán entre nosotros Abelardo Bopor primera vez. Un jurado de sobre la composición, la puntua. autores.
nilla, nuevamente Marchena y intelectuales, y de altos intelee. ción y demás temas siempre ari Esta situación ha condiciona José Marin Cañas, protagonis.
tuales, se elevó sobre las iner. dos para el lego para el que do por años la soledad del escrl. tas y proas de ese srupo, quizás cias mentales costarricenses, y no lo es, lo dijo con amenidad to costarricense. Un hombre el último cronológicamente, en en ese momento, al honrar, co y donalre, con entero conoci. solo, dentro de una sociedad que ia historia anecdótica de los que honró a sí mismo.
miento de causa, con admira. le obligaba a moverse solo en romplan por las noches la soleSin embargo, Moisés Vincen ble sentido común, y en más de todos los momentos y durante dad del escritor para hacer conzi no es un escritor o un filo. una venturosa ocasión, expre todo el proceso largo de la crea vivio.
sofo dificil. Su pensamiento es sando puntos de vista y opinio ción, que alcanza hasta el ins. La condición esencial del crea facilmente accesible para el nes totalmente personales, ala. tante en que la obra ve la luz cor, dije, es la soledad. Soledad hombre medianamente cultiva. jados con frecuencia de lo que pública. el tocaba escribir el do. es que en el ampo de la para crear. Soledad para rupasa por ortodoxo. Leer cuan. litro; a él gestionary pagar mlar fracasos y acongojarse por filosofia, Vincenzi cultivó con to Moisés Vincenzl dljo sobre más frecuencia y esmero la éti.
sii publicación; a él, llevarlo en los éxitos. Soledad en fin. Pero cosas del lengunje, es disirar ons rmación muy optimista a la identidad de ilusiones de pers o que la metafísica. Su posi definitivamente las dudas que los Librerias; elen tin, ob pectivas de intensiones, Junta los que son afines, Moisés Vincenzi, águila aislada de nuestras letras, falleció en momentos en que parecían cua.
jai un movimiento en el que to dos los escritores, voluntariamente o no, terminamos por ver nos comprometidos. fue den.
tro de él que logré conocerle y trabajar una amistad breve en el tiempo, pero resulta en aprecio, respeto y cordialidad. través de ella, a causa de ella, me consumi dentro de sus obras, como en un afán tardía.
mente juvenil de descifrarlas, pues era dicho común que son oscuras. me lleve la sorpresa de encontrarlas diáfanas; pe.
ro más que esa sorpresa, la re.
velación, nunca más concreta y precisa, de que en las obras está el hombre. Al través de las su.
yas, lo que de primero se des.
cubre es al hombre ingenuo y bondadoso que fue Moisés Vincenzi.
De pronto, en los últimos años de su vida, descubrió que las generaciones posteriores se In.
teresaban en él. Habia llegado a convencerse de que sus relaciones con ellas eran frigidas; y te vez el más vivificante mo.
mento de sus últimos dias fua aquél en que se convenció del respeto que se le tenía, del con sejo que de él se esperaba y se buscaba, y del afecto que por él habia en quienes, por una u otra razón, no se habían acercndo antes a su alero de hombre bueno y de hombre de pensamiento.
Mientras ejerció su magiste.
rio admirable de profesor, estuvo en contacto con dos; cuando se retiró de él, lo perdió. Pe.
ro logró re establecerlo, en nue vas condiciones, en sus últimos días. Creo hablar por todos los hombres de mi generación, cuan do digo que el nuevo contacto, fugaz y final si se quiere, fue uti. y fecundo para nosotros.
Esto habla nuevamente de la recesidad del contacto, del sentido gremial la manera del medioevo, que debe existir entre nosotros. cuando veo que este sentido gremial se comien.
za a producir, y en forma tal, me parece, que ya no podrá ser destruido, se reafirma mi optimismo en el porvenir de las le tas y en el del hombre que las cultiva; como miembro respeta cio y representativo de la sociedad, La literatura. producto de la soledad y de los hombres en soledad tiene algo de creación colectiva, sin embargo, de producto de las generaciones. Asi como se habla en España de la generación del 27, y entér minos más amplios y que van más allá de la mera ocupación de las letras de la generación del 98, en Costa Rica podemos hablar, por ejemplo, de la generacion del 28. Algún día habrá de analizarse lo que en ese año de 1928 ocurrió en la Costa Rica de la cultura, cuando se un memorable concurso salle.
ron premiados tres nombres nuevos: José Mar Cañas, Isaac Felipe Azofeifa y Fernan do Centeno, cuya labor individual habria de significar, en el decurso de poco o mucho tiempe, una revolución, verdadera en las letras costarricenses. extremo tal, que, después de ese certamen, no se pudo volver a escribir validamente como se escribía antes; comer. la desa parición paulatina y lenta de la poesia parnasiana o simplemen modernista a la manera de Lugones (a pesar de que los poetas premiados lo habían sido por poemas de ese corte. el costumbrismo humoristico COmenzó a recular con paso firmt. dejando una estela glorio.
sa si ustedes quieren, pero a pa so firme y a ceder su lugar otras formas narrativas que en aquel momento se marcaban. allí, en ese año, empezó también una revolución en las artes plásticas, que fue más ra.
dical y más rápida que la procucida en el ámbito de las le.
tras. Haciendo primeras o se.
gundas armas, de alli arrancaron Quico Quirós, Paco Amighe tti, Manuel de la Cruz Gonzalez Max Jiménez, Luisa González de Sáenz y muchos otros.
Escritores y artistas plásticos de distintas edades, fijaron en Rquel momento preciso de nacs.
tra cultura, una generación cu.
yo significado debemos com 90zar a estudiar ya, cuando toda.
via el estudio pueden hacerlo en parte los protagonistas. Algo hay de colectivo en ese momen.
to crucial del año 28. Aquel cer.
tamen memorable produjo una revolución trascendente.
Más tarde, in cimera Inicinti va de una casa editrip norteamericana, produjo in oncer (Pas als 35)
ma Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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