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LA REPUBLICA Martes 22 de Octubre de 1968 Radar en LA REPUBLICA OPINION Extraño modo de resolver problema fiscal libre y En un generoso artículo contesta anteayer el Ministro de Hacienda nuestro Editorial del 16 de octubre pasado, referente a las declaraciones del Presidente de la Re.
pública sobre la necesidad de mayores impuestos. En dicho Editorial, tratamos de interpretar el sentimiento nacional, acerca de la politica fiscal, expresado, por rara una.
nimidad, en la mayor parte de la prensa hablada y escrita del país en estas últimas semanas, Desafortunadamente, no podemos ni debemos, como voceros de la opinión pública costarricense, dejar de referirnos a este gra.
visimo tema, ni ocultar ciertas cosas por ser desagradables. Hay hechos, cifras o situaciones que un periódico no debe mirar con indiferencia, por más que molesten a los funcionarius públicos. Proceder de otra manera seria conspirar contra la verdad y aca.
riciar los oidos de los Gobernantes con una propaganda engañosa.
Lo único que hemos procurado siempre y de ello da testimonio nuestra labor en estos dos años ha sido evitar, a toda costa, enojosas y estériles polémicas. Precisamente, hace más o menos un mes, escribimos sobre el Presupuesto Nacional para hacer conciencia nacional sobre este delicado asunto y para solicitar a los Poderes Públicos que evitaran el discutir puerilidades sobre estos problemas, cuyas cifras, hablan demasiado claro. Por ello, extrañamos que el Ministro de Hacienda afirme que tratamos de desfigurar la realidad fiscal y emitamos juicios de valor sobre la situación fiscal.
Vamos a demostrarle al Ministro de Hacienda que la mejor confirmación de nuestra objetividad se halla en sus propias declaraciones.
De nuestro Editorial del 16 de octubre entresaca el Ministro de Hacienda solamente tres puntos para rebatirlos: falta de coordinación entre los Poderes Públicos en el manejo de los asuntos fiscales, interminable acoso de anuncios de impuestos, y falta de una política fiscal definida. Analiza el Ministro de Hacienda estos puntos y trata de probar que, por no estar de acuerdo con LA REPUBLICA, esta no dice verdad.
Mas, una vez leídas las declaraciones ministeriales, se concluye que nos asiste toda la razón.
En cuanto al primer punto. falta de coordinación entre los Poderes Públicos el mismo Presidente de la República lo ha lamentado y el Ministro de Hacienda re.
conoce sin tapujos que efectivamente esta existe, al afirmar que si no hay un entendimiento en materia fiscal el país iría una ruina de incalculables dimensiones.
Este es exactamente nuestro pensamiento.
Por lo tanto, en el primer punto fuimos rigurosamente objetivos.
En cuanto al segundo constantes anuncios de impuestos el Ministro dice que el Poder Ejecutivo solamente se responsabiliza del impuesto sobre las ventas, los recargos sobre la renta y territorial, y el Protocolo de San José. Sin embargo, olvida su famoso decreto sobre ingresos de consumo de marzo de 1967 que puso a temb. ar a todos los empresarios, los impuestos de consumo contenidos en el Protocolo de San José y las mismas declaraciones presidenciales del 12 de octubre.
Además, en sus declaraciones anuncia el Ministro de Hacienda otros impuestos hasta ahora desconocidos para todos los costarri.
censes. Dice asi: También acorde con nuestra política fiscal es que hemos insistido en reformar nuestros tributos de territorial y renta. de tal manera que, en el impuesto sobre la renta, se discrimine entre las rentas de las empresas y las de los consumidores. Los objetivos de este anuncio son magníficos, pero ¿no le parece al Ministro de Hacienda que es otro anuncio peligroso hablar tan vagamente de un proyecto que ha de reformar el impuesto sobre la renta y el territorial? renglón seguido, afirma el Ministro de Hacienda: También dentro de los lineamientos de la politica fiscal está un mejor uso y concesión de exoneraciones fiscales. Desde el año pasado (sic) y a raiz del poco progreso en este campo, el Ministerio de Hacienda sometió al estudio del Conse.
jo Económico del Gobierno un plan para regular las exoneraciones que se concedan en virtud de nuevos contratos industriales.
No es un nuevo impuesto sino más bien un mecanismo que garantiza todos los dere.
chos adquiridos.
Para no distraer la atención de los señores diputados del estudio y trámite del Protocolo de San José, se ha creído conveniente no presentar a la Asamblea este proyecto sino hasta que se haya decidido la suerte de tan importante protocolo. Es decir, tras de cuernos, palos. No ha sido aprobado el Protocolo de San José (30 más impuestos de consumo) y ya se anuncia un nuevo mecanismo. Cómo puede trabajar con seguridad un empresario, si, tras el Protocolo, le anuncian otros dos, cuyos alcances y contenido se ignora? No es na.
tural que, en estas condiciones, el sector empresarial y el pueblo en general, estén psicológicamente indispuestos a aceptar estas medidas por más beneficiosas que parezcan?
Precisamente, este extraño modo de resolver el problema fiscal, ha provocado en repetidas ocasiones la oposición de la Ca.
mara de Comercio, y, en las últimas semanas, ante el desconcierto reinante, la Cámara de Industrias ha lanzado su cruzada de OPERACION MANOS LA OBRA.
Afirmar, por lo tanto, que el empresario nacional no se desenvuelve en un clima de incertidumbre e inseguridad es desconocer uno de los más palpables y lamentables problemas del país.
Reconoce, asimismo, el Ministro de Hacienda que no está en sus manos impedir que el Banco Central, las Instituciones Autónomas, los Municipios, las fracciones politicas en la Asamblea, el CIAP, la OEA y el Fondo Monetario Internacional propongan impuestos. Con esto reconoce, entonces, que todo mundo ha anunciado impuestos, y si no está en manos del Poder Ejecutivo detener este torrente, al menos, deberia, en cada caso, expresar con presteza su criterio, sea rechazando o aceptando tales proyectos, bien, porque sean peligrosos, o bien porque desquician la politica fiscal del Gobierno. Pero, si el Gobierno calla, qué pueden pensar los ciudadanos. si estos anuncios se repiten constantemente, vengan de donde vinieren, como puede existir un clima de tranquilidad para el empresario?
No ocurrirá, más bien, que cuando no existe una política fiscal bien definida todo el mundo se arroga el derecho de constituirse en Ministro de Hacienda? con esto tocamos el tercer punto: falta de una política fiscal definida. Al respecto, dice el Ministro de Hacienda que al Ejecutivo le corresponde en definitiva el impuesto) de ventas y los recargos del 25 al territorial y renta. Mas, al final de su exposición, y en otras ocasiones, el Ministro reconoce que el problema fiscal para el próximo año es de unos 200 millones de colones aproximadamente. Es decir, el más alto de la historia de Costa Rica, aunque se hable de una mejora en 1968.
Se puede, pues, afirmar que con estas tres medidas se define una politica fiscal, máxime si el mismo hacedor de esta politica reconoce que el problema fiscal ha empeorado? No discutamos, entonces, si el Gobierno tiene una política fiscal o si carece de ella, pues sea que la haya definido o no, los hechos demuestran que el desequilibrio fiscal alcanza cifras sin precedentes Causas? Pueden ser muy variadas, según los análisis, mas lo importante no es buscar culpables, sino hacer algo positivo. Nos.
otros, en estos modestos Editoriales, hemos tratado de llamar la atención sobre la gravedad del problema y sobre algunos aspectos concretos del mismo, no con el ánimo de herir a los funcionarios públicos sino de contribuir, por medio de una critica sana y objetiva, a que se corrijan los errores cometidos. No estamos interesados, en desfigurar la realidad fiscal. Una realidad fiscal de casi 200 millones de colones habla por si sola y exige un extraordinario esfuerzo nacional, sin sectarismos ni apasionamientos. Por ello, en la medida de nuestras posibilidades estaremos prestos a colaborar exaltando lo bueno y criticando lo que no nos parece conveniente.
OY 22 de octubre se cumplen años de un momento de extraordinaria tensión bélica en el mundo: los rusos, pretendiendo inclinar en su favor la balanza del poderio mundial, instalaron bases de cohetes con cabezas atómicas en Cuba.
El dictador Fidel Castro, a quien la soberanía de su país importa un pepino, dio como base la Isla para que las bombas atómicas redujeran la brecha entre un país democrático, tremendamente fuerte en lo económico y lo politico, y la Unión Soviética, un país con un sistema de esclavitud política y que aún depende de los suministros del exterior para mal alimentar su población.
Sibilinamente, mientras el embajador soviético afirmaba a Kennedy que no había armas ofensivas en Cuba, las plataformas de lanzamiento eran terminadas. El Presidente Kennedy, según reciente libro, supo con muchas semanas de anterioridad al 22 de octubre la verdad de esta amenaza, informado por la pero dio largas al asunto hasta que estalló la sombria crisis.
La historia de todas las reuniones de Kennedy y sus asesores es interesantísima. Sus colaboradores afir.
man que la solución de crisis fue un triunfo para el difunto Presidente; sus detractores y aún hasta algunos escritores no parcializados, dicen que la forma como Kennedy manejó la crisis resultó en ganancias para el movimiento comunista mundial. De una u otra forma, los titubeos y tanteos de los políticos norteamericanos permitieron que Fidel Castro superviviera otros seis años, mientras a horcajadas sobre el pueblo cubano consumaba el sacrificio de un pais entero.
Hoy a la distancia de años. cómo ha cambiado el panorama!
No existen más que en la veneración ni John Kennedy ni Robert su hermano, que tan activo papel desempeñaron en la crisis. Nikita Khuschev yace en el tarro del polvo de la historia, donde el gustaba tirar de cabeza a sus enemigos. Jacqueline se acaba de casar con Aristóteles Onassis en el aniversario de una crisis en la que con su esposo vivió momentos inolvidables.
No existe tampoco Adlai Stevenson, que en las Naciones Unidas conminó al representante ruso a admitir la verdad, cosa que esperaría hasta que el Infierno se helase. Cuba, arrastrada por los caminos brutales de la tiranía se incorpora lentamente ante el parpadeo de una luz que prende la esperanza en el confin lejano de los acontecimientos. Los hombres pasan: los pueblos se incorporan. Cuántas cosas, y otras muchas más que no alcanzan a entrar en la breve reseña, en seis escasos años!
Roldán Cartas al Director Soy asiduo lector de la columna que Ud. escribe todos los días, unas veces comparto, otras Do su criterio, pero siempre lo respeto, de acuerdo con puestro sistema democrático, en donde todos tenemos derecho a opinar libremente, En esta oportunldad, quiero felicitarlo por el RADAR de ayer lunes 21 del corriente mes de octubre. En ese acertado artículo usted ha tratado con realidad y conocimiento de causa uno de los problemas más graves por los que atraviesa nuestra clase trabajadora frente a los patronos, que no han comprendido cual es la etapa histórica que está llamado a cumplir el sindicalismo.
Quiero a la vez instarlo en forma muy atenta, para que continúe escribiendo sobre asuntos sociales, que los hombres que creemos en la democracia y tenemos le en Dios y consideramos que la llbertad es un don muy preciado, tememos, que por la ignorancia de unos pocos que todo lo tienen hoy, pero pueden perderlo mañana, nos hundamos en el mismo barco.
CLAUDIO GAMBOA VALVERDE Srio. Gral. COCC.
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