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Miércoles de Julio de 1969 LA REPUBLICA Reproducción solicitada.
Banco Hipotecario de El Salvador revela origen del conflicto provocado por el Gobierno que preside Sánchez Hernández Solamente el 11 de lc tierra salvadoreña está en manos del campesinado.
El de la población salvadoreña recibe nada menos que el 50 del ingreso total.
ANTE EL PROBLEMA HONDURAS EL SALVADOR Por el ING. AGR. MANUEL ANTONIO CACERES Cursando estudios para obtener el Master en Recursos para el Desarrollo en el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas de la Turrialba, Costa Rica.
Honduras, nuestra cara patria, ha sido una vez más ultrajada. para que más nos duela, esos ultrajes le han sido inferidos por aquellos a quienes siempre consideramos como nuestros hermanos. Pero si analizamos detenidamente lo que ha sucedido llegamos a la conclusión de que tal vez los mismos hondureños tengamos la culpa, porque no solamente abrimos a los salvadoreños las puertas de nuestra patria, sino que les brindamos tierras, techo, pan y libertad, lo que les era y les sigue siendo negado en su mismo país.
Allí están los 300. 000 Guanacos que viven en Honduras entre los que hay más de 120. 000 indocumentados. cuál ha sido el resultado de esa benevolencia hondureña? Desplazamiento de mano de obra hondureña de nuestras industrias. Acaparamiento por parte de salvadoreños de grandes extensiones de las mejores tierras, con grave perjuicio para nuestros campesinos.
Muchos predios tomados por invasiones masivas creando grandes conflictos agrarios. Problemas sociales a granel. Todo esto lo ha tenido que confrontar Honduras con graves perjuicios para su economía, Bondad en aras de la hermandad centroamericana, para que ahora se nos quiera desacreditar ante el mundo y se nos acuse de genocidas.
EL SALVADOR NO NECESITA MAS TIERRAS. Tiene un territorio de 22. 000 kilómetros cuadrados y tres millones y medio de habitantes. Pero de ese territorio solamente el 11. ONCE POR CIENTO, está ocupado por los campesinos, según publicación del Banco Hipotecario de El Salvador, el resto, un 89. ya se sabe en manos de quienes está. Por otra parte el nivel de tecnificación de la agricultura, con excepción del café, es muy bajo, se obtiene sólo un 20 del potencial de la tierra. El Salvador con más industrias, una verdadera reforma agraria, de la que nadie se atreve a hablar, y diversificación y tecnificación de su agricultura puede resolver sus problemas de población. Pero para eso se necesita inversión de capital y decisión de parte del gobierno. Pero al fin y al cabo es mucho más fácil alentar las emigraciones y que sean los demás países centroamericanos los que les saquen las castañas del fuego. Al referirse al problema de la tierra el estudio El Crédito Agrícola en El Salvador. Volumen 10 del Banco Hipotecario dice Aunque son muy pocos los llamados latifundios, existe una excesiva concentración de la tierra en un reducido número de personas. La gran mayoría de agricultores dueña de minifundios que cultivan intensamente y su marcada falta de capital y de conocimientos técnicos hace que su esfuerzo se traduzca en prácticas de cultivo ineficientes y desfructivas de los suelos. Lo anterior evidencia lo que antes apuntáramos.
En su sección sobre condiciones sociales, el documento a que nos hemos referido señala, un estudio reciente sobre la distribución del ingreso muestra que el de la población total, recibe el 50 del ingreso total. La concentración de tierras en pocas manos es uno de los factores de mayor incidencia en la distribución total del ingreso.
El problema principal de El Salvador, es pues, no la falta de tierra sino el que ésta le pertenezca a unas pocas con perjuicio para muchos El economista mexicano Héctor González Luna presentó su tesis para obtener el grado de Master en el Instituto de Ciencias Agrícolas de Turrialba sobre La Zonificación Agropecuaria y Forestal en El Salvador. De esa tesis obtuvimos los conceptos que a continuación apuntamos. En las condiciones actuales, el país presenta una población rural ubicada desproporcionalmente respecto al potencial productivo de sus tierras. Con obras de adecuación de riego y drenaje se posibilitaría duplicar el tiempo de trabajo en alrededor de 300. 000 hectáreas, aumentando con ello su producción neta en alrededor de 80 por ciento. Las decisiones de buscar un crecimiento económico en base al sector industrial no tienen justificación suficiente si implican el fuerte deterioro del bienestar nacional y se verán frustradas por el debilitamiento del sector agropecuario, base principal de la economía salvadoreña.
Como puede verse las cosas andan completamente al revés en El Salvador y esa es la causa de los problemas que ahora afectan a toda el área centroamericana, No debemos olvidar, que el Japón quiso justificar su agresión pretendiendo necesitar tierras para resolver su explosión demográfica. Pero cuando los Estados Unidos les salió al paso tuvo que circunscribirse al territorio que ya poseía y con una verdadera reforma agraria y tecnificación de su agricultura puede hoy día enseñarle al mundo lo que vale el trabajo, mostrando unos de los más altos índices de producción, no solamente en la agricultura sino que también en la industria.
Todos los países del mundo cuando reciben inmigraciones imponen sus condiciones, señalam cuotas y los lugares donde van a establecerse los inmigrantes.
En Honduras, cuando todo haya pasado, se volverá a imponer nuestra hospitalidad y serán muchos los que llegarán para quedarse.
Ojalá que nuestro gobierno vaya pensando en que por razones de interés nacional necesitamos desarrollar el departam mento de Gracias a Dios. Hacia allá podrían enviarse los que en el futuro busquen en Honduras lo que les es negado en su propia tierra, Ojalá que de esta crisis, los hondureños salgamos más compenetrados del valor de lo nuestro y nos dediquemos todos, con más ahinco, a trabaja por nuestro común destino, Heno de grandes esperanzas.
Por Honduras hoy, mañana y siempre.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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