Guardar

24 LA REPUBLIOA omingo de Novier.
do 100 Adolescentes en crisis Lie, Zinnia Méndez de González Al hablar de la crisis de los adoles.
centes solemos tomar una actitud muchas veces de superioridad Implicita creyendo que sus problemas son debidos a su falta de madurez y olvidamos Que la actuación de todo hombre esfå en intima relación con las actua.
clones de los otros. La crisis de la adolescencia tiene caracteres propios a la etapa del desarrollo psicológico que atraviesan esos jóvenes al ir descubrlendo un mu rico en perspectivas personales de afirmación de su perso.
Dalidad; pero sin embargo, las características concretas de dicha búsqueda personal están determinadas por la Interacción social por medio de la cual se descubren adolescente lejos de desear una ruptura con la sociedad, lejos de ser un ne.
gador de los valores humanos, es un ser que ansia intensamente una inte.
gración en la vida social adulta porque sabe que solamente así puede realizar sus aspiraciones profundas. Pero el adolescente quiere integrarse a la vida social como persona adulta que juega un papel activo, contributivo. Necesita que los valoricen en lo que es, que se lo tome en cuenta con las particularldades de su joven personalidad. Por esto reacciona violentamente cuando siente que se lo trata como un niño.
El paso de la niñez a la vida adulta es un lento proceso de descubrimiento de significados y de asimilación de roles que colocan al ser en una crisis hu.
mana acuciante, profunda y larga. Esta cris implica una serie de cambios, ora lentos, ora tumultuosos.
EL JUICIO DE LOS ADOLESCENTES En la crisis de la adolescencia todos estamos en juego: los adolescentes y los que no lo somos, padres e hijos, maestros y discipulos. Para enjuiciar las aberraciones de los adolescentes, no debemos partir solamente de nuestra perspectiva, criticando sus conductas en cuanto éstas, cuales son, que, en una búsqueda de ubicación en el mundo social, se apartan de nuestras pautas de conducta, contradicen nuestros va.
lores o desenmascaran nuestros preJuicios. Debemos, además y sobre todo, ponernos en juego nosotros mis.
mos como transmisores de unos valores que deseamos hacer comprender a esos jóvenes que han de Integrarse en nuestro mundo de adultos.
venes que desean abrirse un camino en la existencia y nuestra visión del unb verso, nuestra organizaciüa social, nuestros significados.
LOS INCOMUNICADOS El adolescente busca afirmarse como adulto y nosotros tenemos que propor cionarle contenidos concretos, valores, sistemas de organización social, normas de conducta, si deseamos que se incorporen en nuestra sociedad. Para nosotros que estamos integrados en una colectividad determinada dentro de la cual hemos sido iniciados hace años y en cuyo mantenimiento hemos pues.
to nuestro esfuerzo, para nosotros que al cabo del tiempo hemos terminado considerando como naturales las convenciones más artificiales, el mensaje que deseamos comunicar no se pres.
ta a dudas, nos parece evidente. Pero para ellos todas nuestras afirmaciones, como nuestras condenaciones, no tiene el mismo sentido: las ven desde afue.
ra y perciben su artificialidad. Todo aquello que nosotros comunicamos, por medio de palabras, gestos, actitudes, etc. lo hemos ido construyendo poco a poco a lo largo de nuestra vida y tiene por consiguiente para nosotros un profundo significado dentro de nues.
tro contexto personal. Esta es la razón por la cual es difícil hablar de un sig.
nificado común en la comunciación en.
tre adultos y adolescentes.
En virtud del carácter connotativo de los medios de comunicación nosotrog no nos constituimos fácilmente en otros significativos para el adolescente, sino que somos, generalmente, únicamente, los otros. El no llega a ser un receptor adecuado a nuestras expec.
tativas, ni nosotros constituimos recep.
tores acordes a las suyas.
Esta situación de incomprensión mu.
tua es lo que se suele denominar el conflicto de generaciones. El adolescente critica los criterios anticuados de los mayores. Los adultos tenemos frecuentemente la impresión de que los adolescentes son rebeldes que no tienen sentido de los valores y tememos que destruyan finalmente nuestra sociedad. Tomamos así ante ellos una actitud defensiva que dificulta gran.
demente sus problemas personales.
INTEGREMOS EL ADOLESCENTE LA VIDA EL PASO CRUCIAL La etapa de la adolescencia en un periodo critico. Como toda crisis, el paso de la niñez a la vida adulta impllca una cierta desorientación y por con.
siguiente inseguridad. Por debajo de la aparente agresividad del adolescente hay una extrema sensibilidad y una gran nostalgia, Siente que ha perdido su equilibrio, su seguridad interna de niño y desea Integrarse a la vida adul.
ta plena para ser realmente el mismo, Ya no es lo que era, es otro, pero aún no se conoce tal como es. Al rebasar el estrecho circulo de sus anteriores seguridades, el adolescente percibe en su nueva posición toda la fragilidad de su existencia: quién soy? a dónde voy?
Muchas veces la inquietud que siente y que manifiesta lo hace ridiculizar el mundo de los mayores para darse confianza en sí mismo y demostrar ante los demás que está en el mundo.
EL ADOLESCENTE, UN JUEZ DEL MUNDO tras debilidades y confia en que supe rara nuestro mundo adulto realizanda nuestros valores traicionados y descue briendo otros mejores. El sentido de absoluto que emlarga al adolescente lo hace desear lo imposible, lo fracasts ble, pero con un temor de lo desco nocido.
LA BUSQUEDA DE ORIENTACION La conducta del adolescente man fiesta pues una situación de insegurt dad existencial que determina nesta bilidad en su comportamiento. Su ac tuación es una búsqueda apasionada de orientación vital en la que pasa de un extremo al otro con relativa facilidad.
Los valores a los que aspira deben concretizarse en un medio social deters minado. No siendo predisposiciones in.
natas, sus actitudes tienen que formar se. Encontrarse en sociedad requiere establecer y mantener una relación de convivencia con los otros en la que las expectativas mutuas condicionen un grado minimo de armonía. Esta rela.
ción del individuo con su medio, grupos, personas, Instituciones, valores y normas, se precisa mediante un largo aprendizaje hasta constituirse en dis posiciones relativamente durables o per manentes. Las actitudes surgen asi ea respuesta a las condiciones sociales per.
cibidas como condicionantes de la mu.
tua dependencia ADOLESCENCIA: RETO DESAFIO PARA EL ADULTO La crisis de la adolescencia es una etapa penosa para el que la padece, inestabilidad en las apreciaciones, en los estados de ánimo, en la ubicación social, pero es también un reto para los que la cotemplamos, desafio de comunicación, sopesamiento de valores Nuestra actitud no puede ser simple mente de indiferencia, menos aún de hostilidad, debe ser constructiva y acep.
tar el reto. Si nuestros adolescentes fallan seremos nosotros, los adultos, los que habremos fallado al no haber encontrado un medio de comunicarles nuestros valores de una manera adap tada a las exigencias de sus personal dades en formación. Los adolescentes encontrarán tarde o temprano su via, pero nosotros habremos perdido nues.
tro mundo. No enfocar abierta y deck didamente el problema de la adolescencia es cavar nuestra propia tumba, convertirnos en lo pasado, viejas re.
liquias sin vigencia actual. QUIENES ESTAN FALLANDO?
La relación es pues bipolar: ellos y nosotros. Cuando enfocamos la crisls de la adolescencia debemos hacer un examen de conciencia además de una descripción de la situación. Son los adolescentes los que están fallando porque no logran adentrarse en nuestro intrincado mundo de roles y va.
lores, con sus riquezas (de las que estamos muy conscientes) y sus absurdos (sobre los cuales insisten ellos tantas veces. Somos quizás nosotros los que les cerramos las puertas con nuestra actitud poco acogedora, Impacible, demasiado segura de lo que tene.
mos y los acusamos luego de no que rer entrar?
Esto nos lleva pues a plantearnos el problema de la adolescencia como una cuestión de comunicación de Intercamblo entre las aspiraciones de esos jó.
El adolescente no es pues un rebelde sin causa. sus rebeldías son más bien las consecuencias, un subpro.
ducto de su necesidad básica de auto.
afirmación, Lejos de ser un negador de los valores, el adolescente tiene un sentido profundo de lo absoluto. Por esto es idealista, exigente. Las posibilidades concretas que le ofrece nues.
tra sociedad son para el elementos abs.
tractos, lo que determina una cierta ingenuidad y un sentido de oposición cree poder ser todo, le exasperan nues.
Nuestra actitud tiene que ser una actitud de abertura, de comprensión. El Crespones de Luto por Don Chico RAUL MORALES Iseguir con la palabra tan vernacula con su voz aguda como vidrio que recogió de los caminos carreteros, Recordatorios de Don Chico. quedan dosi Crespones de luto en lo más alto, tal como la dejan los hombres iletradog VI el viento entristecido, al viento por todos las caminos de la Patria, que no saben de parónimos y antónimos Visita del adiós y al honor al que fue bueno; por los techos honor le llaman simplemente, estudiantes de guardia y diputados, y entre árboles altos, bajos, recios, hidalgos con chuzo y edecanes y uniformes escolares, sobre los cables de la luz y del telégrafo, que cuelgan alforjas de sus hombros esos niños, por la ventana entreabierta y tienen guantes pasitos tiernos y la rendija.
de callos en sus manos.
pasito a paso por la grada que sube Crespones de luto en toda lágrima, al catafalco en toda risa, Aquel por quien los chistes entre flores y entre antorchas!
en la palabra esta contenida y en aquella millares Rumor de pasos vestidos de calzado; del quehacer cotidiano hablaron de un maicero sin finura rumor de pasos queditos temerosos de la fábrica el establo la cocina, ese ha muerto. aquellos que no saben protocolo.
Crespones de luto en la sirena, y hay crespones de luto en la hondonada Don Chico entre flores, en la voz de la tele, de la radio, por donde el río de Zarcero arrastra nieblas entre cintas y con leyendas Murlo! Don Chico ha muerto!
y el rayo se rompe en luz funesta, de casas comerciales el Duelo de la Patria. IV de industrias de clubes y de algo, la música, oh música, las notas!
Murid Don Chico! grita un ayudante al pueblo, su pueblo, al mecánico bajo grasa entre el motor, mira, espera y mira. II murió, murió, y la mirada torva con un mirar de alla bueno, que es bueno, se hace dulce, suave, Crespones de luto y sal de lágrimas Crespones de luto en los pañuelos como un llanto que quisiera el yunque dar. Oh juicios del hombre tan ligeros!
empapados de sudor del campesino; Oficina aquella de abogados VIIha muerto y estotra de negocios industriales: esos aviones en torno al cementerio un hijo recio de la tierra ciudad, ciudad desde el cielo quebrando este silencio; y la bondad se prende del cafeto: corbatas negras, hieren el aire las máquinas que vuelan es su espiritu llano que antes de irse, empleados comentando en los pasillos.
en saludo militar de los motores antes de irse Como duele que se vayan estos hombres, por Don Chico: con Dios besa las hojas que no quedan, ya no nacen.
Adiós capitán del regimiento que cubren granos verdes y granos de oro, en la banca del parque gesticula guerrillero y acaricia al maiz un vejete muy orondo y muy sabidor desde La Paz por la llanura hasta Altamira, en cabello en la ladera, ciudad, ciudad, hombre bueno en su total humanidad, que es sudor y fruto y alma con crespones de luto en los semáforos!
buen soldado a su tiempo y por su ideal: de los campos heridos por la sacha. baja, que baja en féretro Tierra ya parida Desfile de gentes, de las gentes, la tierra con follajes en promesa de cosechas te pueblo subiendo a la capilla; en San Ramón en Naranjo y en San Carlos, el cuerpo que sostuvo su medida de varón crespones de luta ¡Cuántos recuerdos hay! por qué lorar?
con crespones de luto en la punta doblada de Jos aires Mas duele esta lluvia en las veredas.
desde las calles aradas del terruño y duele todo. Duele la palabra odda. III por las calles que recorre los mármoles y bustos que van a la Asamblea: en palo de jonrón sobre las tumbas Ha muerto aquel que fuera Presidente desde las calles oscuras de los barrios y se va se va como la vida.
y nunca pudo por las calles Perdidas atrás flores y luces; dejar su amor cabe la tierra que van a la Asamblea; Ee quedaron atrás bellos discursos, para ser en el palacio presidente, desde los jardines de aquellas residencias Hay un pueblo aqul bajo la lluvia como esos elegantes muy al uso por las calles cuando la terra humedecida do Lisimaco que inclinan el oido que van a la Asamblea lo lleva a su silencio protegido.
a la alabanza, bajo el alero del Sión de cuatro en fondo.
Crespones de luto Patria!
y que saben brindar también en los salones Recordatorios de Don Chico, los Altimos que Crespones de luto Bandera, Patria!
al tiempo que vestidos de etiqueta quedan! Crespones de luto por Don Chico!
con su verbo florido hablan del pueblo. la flla del pueblo Murid quien quiso mira al ciego que vende San Jose 31 de Octubre de 1969 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Guerrilleros
    Notas

    Este documento no posee notas.