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Lunes 16 de Diciembre de 1929 EL TIEMPO Página Página Literaria y Científica Cuadro de naturaleza San Francisco de Asis Pascal inventa la Tropical Geometría Del libro Voluntad y Redención de Julieta Puente San Francisco de Asis, el divino San Francisco de Asís, su camino caminaba con paso seguro.
una San Francisco sentía que el inuro La anécdota es clásica. esforzado en traerlas al ánitamiién tiene un espíritu obscuro.
El padre de Pascal te mo de las gentes.
nía formada para la educa Pero ahora queremos deV al pasar por la calle vacía ción de su hijo, un rígido cir que también deberíamos de los pobres hermanos menores, plan: hasta los diez años, guardarnos de entenderlas se apretaba a la piedra sombria las lenguas exclusivamente; en un sentido demasiado riy cantaba su canto de amores.
Hacia las cuatro de la maluego, de los diez años, y guroso.
ro que tenían una sabia invez bien sabidas las El verdadero sabio ha dafiana, el bosque se animaba, mortal en sus arrugas, en adelante y ai lado y en pos lenguas, las matemáticas, do siempre una parte de su y parecia que surgia del que germinaban parásitas distendía su espiritu Dios y como sea que el niño en energía a lo menos en los caos, a la yida de la luz, co vivaces de floración multisu ardiente precocísima cumo envuelto en bermejo tul. forme y de deliciosos aroY pisaba a su madre la tierra años primerizos, a algunos riosidad manifestase ya reLa orquestación de variadas esfuerzos inútiles en apamas!
y pedía perdones el cielo, aves canoras poblaba de arleidades por éstas; el padre riencia, pero que tienen obs¡Bosque sagrado que supo cuando vió algo sagrado: una perra en castigo y prevención, le curamente una misteriosa moniosas notas la bravía del indio y su carcaj, y del que lamia a un gentil pequeñuelo.
encerró, sin más libros que gimnástica utilidad, para selva. conquistador ibero, y que se sintió los extraños temblores los de los estudios gramati la formación del espíritu y Con las primeras reful estremeció gloriosamente gencias del sol, huyó el suecales. Sin embargo, al cabo de su pujanza. menudo, con el eco del clann redenque solía sentir, interiores.
Oh, divinos hermanos menores?
de dos días, la amorosa herfio del joven.
unos mismos conocimientos tor, que, desde los Andes mana encontróle cuando con pueden adquirirse en un liDejaba a su espalda un con Bolivar venía, llamando canto su canción, y es un credo tiza estaba dibujando en la bro difícil y un manual llaespeso bosque de cedros, de la independencia, y qu que ahora enseño a los hombres que puedo.
pared complicadas figuras.
caobos y de otras muchas angió luego su naciente reno y divertido; pero al gaPascal, sil aprendizaje, narlos por el primer medio ricas maderas, del que ha toñar en un sol que era ya He pisado a mi madre la tierra sin libros, sin instrumentos, tendrá más virtud estimubía hecho población aérea el sol de una legítima Sobecon amor, maternal vientre pardo. con la única fuerza de su lante. Así mismo, el dolor tina grey de traviesos mo Tanía!
y be sentido que aquello que encierra reflección general, había que se emplea en resolver, nos que saludó la llegada Cerca del medio día, Coes mi hermano. la ortiga y el cardo vuelto a inventar la geome por medio de la labor propia de los viajeros con un bom lombino, y el peón, pasaron y el espíritu cruel del leopardo tría; encontrando él sólo, lo que pasivamente podría bardeo de hojas y de ramas, por debajo de una verdadeque empurpura de sangre su túnica más de la mitad de las pro encontrarse en un libro, no entre burlescos chillidos y ra bóveda de verde vegetay aquella alma que anima las breñas porciones de Euclides. es perdido del todo. El valor piruetas, cual si quisieran ción, que cautivó sus ojos y son pedazos no más de un alma única En priucipio, las cosas de de la caza es superior al de vengarse de la negación del oreó sus rostros con una que está toda en las cosas pequeñas.
ciencia, una vez inventadas, la liebre.
parentesco con que los re fresca sensación de nevado no han de volver a inven Ya sabemos que en la pudia el hombre.
ambiente Era aquello a la cuan cerca de Dios que me siento tarse. La colaboración de la ciencia hay una parte de Más adelante entraron en manera de sorpresa miserisi estoy cerca de algun nacimiento.
obra insigne de los pasados trabajo, pero también una otro bosque de árboles secu cordiosa de la naturaleza, es lo que permite a los tra buena parte de juego, de lares, que retorcían sus mi. que brindaba a los fatigados Cómo brillan, al ver florecidas bajadores de cada día la eco energía puesta en acción con lenarios troncos con recias y caminantes un inesperado y a las plantas, los claros luceros; nomía de esfuerzos, con la independencia del resultado.
extrañas formas de muscu pequeño edén, perdido en y al mirar a las perras paridas: cual pueden darse enseguida losos gladiadores. Sus nu los desiertos y calcinados Pascal, inventando a soy al oír un balar de corderos; dosas raíces, arrancando de eriales que lo circundaban.
a nuevas adquisiciones. El sabio no vive en su ciencia las la geometría en la camay al sentir que a los tibios armiños las entrañas de la tierra, se Por los intersticios de la tude las tetas se pegan los niños extendían a flor de suelo y pida techumbre de hojosas ccmo Róbinson en su isla; ra en que le ha encerrado antes como ciudadano en resu prdre, juega, a nuestros.
entrelazaban las unas con ramas, se deslizaban los raOh, los seres pequeños venidos las otras, cual si hubieran yos del sol, remedando propública de buen regimiento ojos, un juego trágico y divino hoy al bien de la luz. Sacerdotes nosotros hemos predicado hecho un pacto de solidari longadas flechas de oro que que oficiais en las verdes llanadas; esas verdades y nos hemos XENIUS dad eterna, o como si fue iban a clavarse en un suelo que hay más santo a la luz que los nidos, ran dedos de gigantes que de grama; y que, desviándolos cachorros, los niños, los brotes; asentaran formidable pie en se a veces por alguna coplanta y hembra y mujer fecundadas la tierra de que eran ma rriente de aire que movía y Ven como estés; no te demore tu tocado.
jestosos soberanos; y alza separaba las ramas, iban a Santidad de una vaca. Ninguna Si se destrenza tu cabello, si la raya no está dereban los ramosos cuerpos al herir a un diminuto y crismas candeal de las cosas sagradas.
cha, si las cintas del corpiño estan sneltas, vértigo de las alturas, para talino manantial que brotaAl sonar de los coros de toros ir a flamear la verde cimera ha de una hendidura pedreque importa? Ven como estes: no te demore tu en las noches bañadas de luna tocado.
de su copudo casco en las gosa, produciendo en el agua cual responden las grandes vacadas nubes, con la marcial arro destellos diamantinos. En Ven presto a la hierba, pisándola con paso veloz.
a los roncos acordes de coros.
gancia del que fue creado otras partes, el pródigo sol Si el rocio te hace resbalar, si los lazos de tu para vivir de la libertad, en arrojaba por ocultos boquecalzado se deshacen, las perlas de tu collar se Va saliendo el compás. Prisioneros la independencia del espates del cerrado techo vegedesparramen, que te importa?
piden madres los pardos terneros cio, que era la región apro tal, escudos de soles hacia Ven presto a la hierba, pisándola con paso veloz.
al sonar las esquilas de bronces, piada que sustentaba el de el suelo, donde, trémulos, y responde tin temblor de luceros Ves las nubes que encapotan el cielo? En la lesarrollo de su grandeza, so se juntaban y separaban, que los hombres no entienden entonces.
janía bandadas de grullas huyen de la ribera, y, bre el dominio fundamental como si fueran movidos por con mayor intensidad cada vez, furiosas rachas del terruño. las manos invisibles de un En la paz. de las noches tranquilas, de viento se arrojan sobre la llanura. eran troncos oscuros impalpable y nervioso jugasin dolor, cual correis, maternales, El ganado, inquieto, vuelve a su establos.
como el aborigen que en la dor.
al oir un sonido de esquilas, Ves las nubes que encapotan el cielo?
hora de la siesta se refugió Búcaros de guirnaldas se claras leches de los vegetales.
a su sombra hojosa, para descolgabau del umbrío doEn vano enciendes la lámpara que ilumina tu Vos brindáis a los pardos terneros tocado: vacila y se apaga al impulso del viento.
amar a la dulce compañera sel, ondulosas, llegando almientras abren sus claras pupilas de gráciles formas y peque gunas a confraternizar con en la sombra los claros luceros.
Quién sabe si tus pérpados no se han ennegrecido nos senos, a semejanza de las hierbas humildes del sueel humo?
por dos exquisitos nísperos! y lo, en tierua fusión. el buen santo que hinco las rodillas, Tus ojos son mas sombríos que las nubes de lluvia.
el que más tarde volvió solo, Colombino y su guía ensantidad de las cosas sencillas En vano enciendes tu lámpara: se apaga.
sin heredad y sia mujer, a contraron el sitio excelente fue a besar en la boca a la perra Ven como estés; no te demore tu tocado; llorar su desventura de pa para sentarse a su sombra a y en el lomo besó al cachorruelo.
a quién puede importarle que no esté trenzada tu ria, allí donde fué feliz po merendar de las provisiones al besar sucedió que la tierra guirnalda? Si tu brazelete no está cerrado, lo seedor de todo. que traían, y para dejar desse sentía muy cerca del cielo.
mismo da. eran troncos rugosos, cansar y refrescar a las caY a su lado y en frente y en pos Las nubes oscurecen el cielo; es tarde.
signados por los siglos, pe balgaduras.
distendía su espíritu Dios.
Ven como estés; no te deniore tu tocado.
RABINDRANAHT TAGORE.
y el buen santo escuchaba aquel canto de su amor a las cosas. Ejemplo El Secreto de que el hombre que es bueno es un templo el más alto, oh, Espiritu Santo!
No guardes en secreto, amiga mía, para ti, el Cuando ella pasó, rápidamente, al lado mío, misterio de tu corazón; dimelo a mi, a mi solo.
me rozó el borde de su túnica. ante él, que de Dios semejanza Con tan suave sonrisa cariñosa, suspírame el secreto Como de desconocida isla vino de su corazón una reunas voces oia, interiores, en los ojos brilló la esperanza que sólo mi corazón y no mi oído, escuchará.
pentina y cálida brisa de primavera.
de los pobres hermanos menores.
La noche es profunda; la casa, silenciosa; Fugaz aliento me acarició, desvaneciéndose como en los nidos de las aves, soñolientos.
el viento el petalo arraneado a la fior. adelante y al lado y en pos Dime, a traves de tus indecisas lágrimas, a traCayó sobre mi corazón como un saspiro del cuerpo distendía su espíritu Dios.
ves de tus turbadas sanrisas, a traves de tu y un inurmullo del alma.
dolor y de tu pridor, el secreto. TAGORE RAFAEL AREVALO MARTINEZ TAGORE Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Ven presto Al pasar
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