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Sábado de Febrero de 1930 EL TIELIPO Página Página Literaria y Científica La flecha del héroe La bailarina Del Cofre Romántico El duque de Prusia y em dor, pr gintándole con su Altas horas de la noche. de dormirme, porque tengo perador de Alemania Alber habitus alta sería: En el e cenario lejosa Ella saludo agradecida, y silencio angusto. silencio que pensar en tí cua me to I, no satisfecho cou usur. Para que llevabas ocul. mente decorado, todo eran siempre sonriente hizo ade porque no se oye la voz tar due ma. Sucho que ti psipar el patrimonio de los ta estriha?
Inces; los rayos de las bom máu de retirarse, pero por un badora del hombre en el quis cumo una lociérnega Hapsburg en Suiza, ne Era para ti si lwbiese billas elécticas enchapaban instante permaneció indeci tráfico egoísta de sa vida, anhelante atraviesa el espa.
gándose a devolverselo a su tenido la desgracia de tur en oro los decorados. sa, desaparccicudo su sonri y porque se escucha selecio entre tinieblas, y que sobrito Juan, procuro acre. a mi hijo contestó Te La orquesta tocó una in sa, y bajando vencida sus mente la palabra de Dios en llega después llena de gozo centar aquel dominio ane con acerto de enérgica deci troducción; el público, anlie ojos de diosa. Dos ojos ne el concierto evocador de la a donde una cortina vaporoxionándole los territorios de sión.
laute, inquieto, esperaba la gros, imperiosos, dominan soledad. Este escenario pa sa deja ver a través de su Schwyz, Uri y Unterwalder, El gobernador quedóse aparición de la bailarina. tes la miradan desde un rificado por la ansencia de transparencia de agua la Nombró baile o goberna densamente pálido de temor Uu aplauso formidable aco palco; ella sentía en todo su lo lamano contagioso, y di sonriente fuz de la Adoracia.
dor del cantón de Uri a uno y de ira y ordenó a sus sa gió su presencia; ella con cuerpo la caricia de aquella vinizado por la presencia de de sus más adictos servido télites que encadenaran al riente, con aquella sonrisa inirada que la besaba ardien ta imagen seductora en mis Despierta, Eva, que ya la res, el caballero Gesslr, arqrero. Tim roso de que inexplicable qne subyugaba, temente, frenéticamente. recuerdos, es el que escrjo luciémega no enciende sus quien, duro y cruel como su sus co upañeros se revelaran sonrisa que era todo pro. Esto duró lo que dura un para elevar a ti mis pepsa destellos indiscretos y se la soberano, trató de imposer reclamando su libertad de mesas, pero que tenía un segundo; Gladys se retiró a mientos. Todo reposa: lo hecho lirio albo para conse a los rudos y altivos mon cidiose llevarle por sí mis algo de doloroso saludó gra su cuarto, donde pensativa deleznable del hombre, la versar contigo con la voz de tafieses con actos en los que mo al castillo de Kussnacht. ciosamente a sus múltiples y soñadora se entregó a los carne pecadora, se rindió su perfume. Escucha la se mezclaban la tiranía y la Embarcáronse Gessier y admiradores. Había salido cuidados de su doncella. ana vez más tras la mísera plegaria que no es de este arbitrariedad.
su prisionero para pasar vestida de circasiana; las te Meditaba en el dueño de lucha de los días, y una vez mundo, escúchala en sueYa bien avanzado el oto el lago de Lucerna, y cuan las vaporosas de su tocado aquellos ojos; desde el día más las almas infatigables, fios, Angel mío, y cuando flo del afio 1307, cierta ma do ya llevaban gran rato na velaban misteriosamente de su debut había ocupado libres de ataduras, andarán mañana despiertes cuéntale fana apareció en la plaza vegando sobrevino una bo aunque de un modo incom aquel mismo lugar sin dejar en los palacios de sus sue a las rosas tempraneras la vipublica de Altdorf, capital Trascosa tormenta. El go pleto, la belleza de su cuer de mirarla, con una mirada fios buscando nuevos mati sión milagrosa de la noche del cantón de Urin, an arm. bernador, ante el peligro po ideal; su altiva cabeza de rara insistencia; aqnella ces en el prisma de la insa y del Ensuefio.
gante joven. Bajaba de la inminente que corrían de envuelta en blancos velos mirada la turbaba. Recorda. ciable sed de perfección.
montañis. Sa traje er et zozobrar y ahogarse si una diríase acariciada por perfu ba bien aquellas facciones Mas yo suefto contigo antes José ANGEL ZELEDÓN típico de los pastres de los mano experta no se hacía madas brumas; rodeaba su regulares, enérgicas, páliCuatro Cantones; cubríale cargo de la débil embarca talle de perfecta esbeltez, un das, tan pálidas que parela cabeza ana capucha; cal ción, confió el gobierno de cinturóu remachado por un cían de mármol. Ella que LOS CUATRO GATOS zaba sandalias con piantas la misma a Tell, que goza broche de piedras preciosas. liabía permanecido siempre de madera, reforzadas de ba fama de excelente mari Los anchos pantalones bom indiferente a los elogios de Esquina Nor Oeste del Parque Central suela, y traía las piernas nero.
bachos encerraban las pier sus adoradores, se sentía desnudas.
Libertáronle de las cade nas de la bailarina, adorna gratamente impresionada al Pio Quinto Castro Detúvose sorprendido al nas, y luchando bravamente da con valiosos anillos de ver en aquellos ojos domibotar la inusitada anima contra los elementos dirigió oro.
nantes, un aplauso mudo, Proveedores de familias ción que había en la plaza. la proa a la orilla; al tocar La orquesta preludió una una clocucute admiración; Aumentó su sorpresa ver en ella saltó a tierra y dió danza oriental; las notas pa. Ella misma se extraílaba El mejor surtido en: que en el centre de la mis cou el pie nu recio empujón recían cubrir el escenario de su turbación (sería este ma alzábase ana pértiga, a a la barca.
de perfumes y tapizarlo de el prólogo de su primer Vinos Latas la que coronaba el sombrero Gessler, terriblemente alfombras persas que la ima amor!
Licores de ducal austrieco.
burlado, vióse a merced de ginación ordenaba a su gus. Pasaron ocho días y.
Conservas toda Coo aceuto es que palpi las olas, que menos furiosas to; todo el oriente con su 01 Frutas taba el enojo informaron que su cólera, le dejaron excesos, con su candor, con clase unos cuantos amigos a Gui. desembarcar sano y salvo. sus bellas odaliscas tendi Valiosísimas alfombras Confites y marca llermo Tell, que así se lla Con el anhelo de tomar das sobre rojos cojines, persas cubrían el pavimento; maba el recién llegado, de la más crael venganza en emergía del escenario en el bajos divanes otomanos toMercadería fresca y garantizada que el aborrecido goberna quien tan bonitamente aca cual las notas hacían surgir caban en la penumbra idi.
dor imponía a todos los sui baba de librarse de sus ga una nueva decoración lios de saltanes y odaliscas; Visítenos llame al teléfono 3016 zos la obligación de que, al ris, emprendió rápidamen Gladys, la bailarina mis. aromas florales despedían pasar delaute de la pértiga, te la marcha hacia Cass teriosa, personalizaba con los peteleros.
los viejos tapices se estre moró ella. Tu amor saludaran el sombrero la vacht, donde no llegó por sus rítmicos movimientos la Sí, he huido siempre mecieron al ver revivir es ha matado; bendito sea to cal.
que una flecha le hizo caer lascivia de aquella música, del amor, como he huído decenas de barenes ya mcer. amor que me hizo probar Al oír la vergonzosa 10 en tierra mortalmente heri. toda pasión. Su cuerpo de toda clase de emociones las bellezas de la vida, y vedad Guillermo enrojeció do.
flexibilidad juncal, ya se fuertes, pues sufro una do Yo también sufro ma luego me da la muerte. de ira y protestó que él no La certera puntería del doblaba como adorando a lencia del corazón que me cho, díjola él. Tengo an Cómo es dulce la muerte se sometería jamás a tan a la arquero Tell, al librar a su una iuvisible divinidad, ya sería fatal con un exceso de enemigo terrible que no me cuando se muere amandol, humillación.
patria de un tirano, deter parecía desmayar con supre dichas o desgracias. Pero te deja; me domina, me abate; Bésame, amame, si mi Llegó a oídos del tiránico minó que el pueblo suizo se ma lavguidez como si ansia he conocido, joh mi anado!
hace que desdeže la vida, y Gessler la protesta. Mandó alzara en armas contra Aus ra amores; otras veces semeya no doy interés a las do que ansíe an eterno descanEl desesperado cayó a los detener al arrojado monta tria, proclamando su inde jaba huir envuelta en sus lencias de mi cuerpo, sino Aquí tengo el remedio, pies de aquella criatura poilés, y sabedor de que era pendencia.
añadió mostrándole una sor co antes tan llena de vida.
gasas, cual nube arrastrada a los dolores de mi alma que uno de los más hábiles ba Tal es la leyenda, inmor por el viento, accionando moriría sin tí.
tija. Cuando ta te vayas, Sa rostro se ensombreció collesteros de la comarca, le tal como todas aquellas en siempre al compás de aque. Amada mía. No haentonces mi enemigo qae se mo si reprochara el destino amenazó con darle muerte que el héroe contribuye a la música expresiva debía podido explicarme como llama el tedio, el aburri su crueldad y marmuro con si no lograba atravezar con romper las cadenas opri ansias lujoriosas. Sus ojos tú, rosa divina del jardín de miento o el spleen, volve voz sorda: una fecha desde ciento men a su país; leyenda que. Soy fatal; mi sino es veinte pasos de distancia Schiller ennobleció con su grandes y azules, cual partes mis ensueños, no habías teuna manzana colocada sobre arte supremo en Guillermo de un cielo profundo, inma nido alguien que aspirara el No digas eso, amado soportar el dolor, y dar el la cabeza del menor de sus Tell, la mejor de sus obras. culado en su limpidez, pare perfume voluptuoso de tn mío; yo nunca me iré de tu dolor. Maldito seal hijos.
No es nuestro propósito cían contradecir la alegría cuerpo intacado; no lado, porque te amo; te amo Vriendo con su sonrisa Imaginad la situación de romper el encanto inefable tanto y tanto, que sin tí no macabra, se aproximó a je un padre sometilo a prueba de esta leyenda afirmando que mostraban sus labios prendía como tus manos y sonrientes, en su sonrisa tan con los historiadores y eratan espantosa.
tus brazos alabastrinos no quiero la vida. mimosa bella, acostose a un lado Junto con la flecha iba el ditos que es fabulosa y tiene dulce, tan bella, tan acari habían estrechado la cabeza le terdió sus brazos, ofre llevó el anillo a sus labiou.
ciéndole sus labios.
alma del arquero, trémula Luego, a no ser por el alen origen en una tradición ciadora.
euardecida del amante; ni de mortal angustia.
escandinava, Aceptémosla Las sombras bajaron el leccio obsoluto diríase que como tus labios no fueron Las últimas notas musicaEl cielo no permitió que ingenuamente y no despo les murieron abogadas por telón.
eran dos jóvenes desposados desfiorados con el beso abrala emccionante escena ta jemos al personaje real de que dormiau.
sador que ansian.
viese un fin trágico. las galas de la fantasía.
los aplausos, como muere Antanecía.
Acercóse un tanto mohino el canto de un ruisefior en ella languidecio bajo el. Qué tienes, que te pasa?
Gessler al victorioso tira Alejandro Larrubuera el seno del trueno.
el fuego de sus caricias. El fin, es el fin cor RICARDO Coro CONDE me tog.
ama So.
ra y.
com10 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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