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12 SAN JOSE, COSTA RICA Miércoles 12 de Abril de 1133 Dirige JOSE MARIN CANAS Apartado Teléfonos 2933, 2220, 3252.
hora No. 27.
VALE CTS.
Suscripción mensual 1. 00 Jesús Dijo: Sed Tengo con una pulso de Solano ha interpretado aquí el más doloroso instante de la pasión. El rubio hombre de Galil, Jesús de Nazareth, fue lle vado al Monte de la Calavera. Arrastró a su paso por las ca.
lles, en una lenta y fatigesa marena, el madero sobre el que su cuerpo sería cru xificado. en llegando al ápice del monte, con clavos desgarraren sus manos y sus pies, con lanzas abrieron el costado y con espi.
nas habían coronado la cabeza mansa y humilde del Hombre.
Así, de esa guisa, fue muriendo Jesús de Nazareth.
El dolor físico de su carne desgarra da, el tremendo do.
lor de sa frente, de sus manos, de sus pies, debilitaron el cuerpo que entró a poco en agonía.
Les cjos illéror se tornando de vidrio. Un velo mortal los envel vió. La lengua, dentro de la seca boce, se retorció como un sarmiento.
La cabeza noble y bordadosa hizo esfuerzos para mantenerse ergui da sobre los hombros que tiritaban de martirio. fue entonces cuan.
do Jesús dijo su más breve y más sabis.
frase. La quinta. SED TENGO. Som dos palabras, pero resumen todo el pro ceso de su vida y to da la amargura que tendría la humani.
dad vacilante en la larga caminata hacia la muerte. De todos los castigos, ningu no fue para el Divi.
no hijo de Dios tan doloroso como la ne gación a su credo.
Sed, pero no la mo.
mentánea producida por la agonía, sino la sed lenta y eterna de hacer buenos hom bres. Sed, pero no la que su retorcida lengua reclamaba, si no la espiritual que da horizontes siempre. al igual que aquel martirio im puesto al sacrificado de Galil, ios humanos caminaron siem cen el mismo martirio sobre los hombros: la trágica y dolorosa sed de la ambición. Lentamente íbase muriendo Jesús y en el instante en que su cuerpo iba a desvancijarse definitivamente sobre el madero, resumió toda la obra en dos palabras. Era la súplica an.
gustiosa, postrera ofrenda: Señor, Perdónalos.
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