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GG horas Criteraria La Canción de las Ingenuas Nosotras somos las ingenuas candorosamente vestidas, que vivimos en las novelas cursis, casi desconocidas.
95 Yo Quisiera ser Burguesa Yo quisiera ser burguesa, se tranduila y rulinaria, levantarme a una hora fija, reanudar mi vida diaria y vivir sin sentir es loca fiebre de inquietud.
Trajinar de arriba a abajo con la escoba y el plumero, vigilar en la cocina los garbanzos del puchero y ensalzar a todas horas el trabajo y la virtud.
Yo quisiera no sentirme con un alma tan compleja yo no sé por qué en el fondo de mi espiritu se queja la nostalgia de un anhelo que no pude realizar!
Yo no sé por qué en mis ojos se dibujan lontanankas de otros mares y otros cielos, si mis bellas esperanzas son celajes que aparecen y se tornan a borrar, Vamos cogidas por el talle con trajes de cándidos tules, y son tan puros como el dia nuestros pensamientos azules triscamos por las praderas desflorando risas y rosas, desde la aurora hasta el creszúsculo a la caza de mariposas, Nuestros sombreros de pastora realzan más aun nuestro candor, y nuestros trajes vaporosos son de un extremado blancor.
Encauzar nei vida como la encauzaron los demás.
por ser plácida y serena iyo no sé lo que daria!
No tejer quimeras vanas con la loca fantasia Pensar algo en el mañana, conservar en los arcones unos fajos de billetes y unos cientos de doblones, porque cuando llegue a vieja, no podré soñar ya más.
Yo quiisera ser burguesa, ser tranquila y rutinaria, Levaitarme a una hora fija, reanudar mi vida diaria y vivir como los otros, solamente por vivir, pero sé que aunque me empeño y en ser práctica me afano, vibra siempre en mis oídos como un eco muy lejano, esta música divina que yo sola puedo oir.
Los Richelieux y los Caussades y los Faubias, siempre galantes, nos dedican cuando pasarnos eus miradas insinuantes, LA LUNA Cuando yo pasaba por este largo salón con piso de madera en que resonoban huecamente los pasos, lecariuba la vista y miraba a través de las vendanos. entonces veia alla lo lejos, al otro lado del patio, en la torrecilla que surgia sobre el tejado los cazos ligeros, pegueños, del anemómetro que giraba, giraba incesantemente.
Unas veces marchaban lentos, suaves; otras corriar de.
868 perados, vertiginosos. yo siempre los ma aba sintiendo una profunda admiración, un poco inexplicable, por estos locos cucillos que daban vuellas sin parar, rápulos, lentos, indiferentes a ias muquietudes, hu. manas alla, en lo alto sobre la ciudad en que los hombres ha.
cian tantas cosas terribles.
Esa torrecilla que he nombra do era el obsercatorio; tenia en el centro de la azotea un diminuto quiosco con la cúpula de latón pintada do negro; y en esta cúpula habia una hondedu Yo que se abria y se cerraba por la que asomaba en las noches claras, de estrellado ra diante, un tubu nisterioso ter rrorifico. Nosotros sabiamos que ese tubo era un telescopio; pero no acertavamos a compren der por qué este escolapio nuiraba todas las noches por elx cuando una sola bastaba para hacerse cargo de todo el cielo y sus aledaños. Una noche subi yo también: era una noche de primavera, se destacaba, redonda y silenciosa, en el cielo claro, la luna. Hacia ella diri.
gimos el tubo misterioso, yo vi un gran claror suave, con puntos negros, que son los cráteres extinguidos; con manchas blarcas que son los mares congelados. entonces, en esta noche tranquila, sobre el reposo de la huerta y de la ciudad dormida, yo senti por primera vez que entraba en mi alma una ráfaga de honda poesia y de anhelo nefable, AZORIN Pero se estrellan 8us suspiros sus saludos y sus galas contrà los irónicos pliegues de los trajes de colegialas.
ROSARIO SANSGRES PREN nuestro candor hace þurla de la audaz imaginación do los donjuanes petulontes, aunque a veces el corazón.
nos sorprende en nuestras clcobas con pensamientos clandestinos, resintiéndonos las futuras amantes de los libertinos.
PAUL VERLAINE BOHEMIA Aún hay bohemios; aun hay hemio no es el que tiene la voquien quiera ser bohemio. luntad enervada y la cabeza en el mote, que en labios del desequilibrio, Bohemio es el que burgués espeso y acorazado de vive su juventud con un exce.
fariseismo, equivale a una des so de entusiasmo, que se le des calificación, bien puede ser re borda del alma por las cosas cogido y reivindicado por los bellas y las cosas raras y las muchachos entusiastas a cuya acciones generosas, y con mucobeze sube la savia que esta. cho de ese embrujamiento inlla en las primeras flores: a terior que, en tiempos de acmanera de aquel oiro califica ción y de heroismo empujaba a tivo, originariamente in furio las aventuras y las cruzadas; 80 de los gueux. que levan pero que, en tiempos de monó.
tado del suelo por los flamen tona prosa, sólo tiene salida en cos de Gillermo de Orange, lle Log simulacros de la imaginagó a quedar como el nombre ción, en las campañas incruenvibrante y altamente de los ga tas del arte, y esa terrible vollardos revoltos98 de la Liber cación de las paradojas y las tad.
irreverencias que, aun en los Haya, pues, bohemios, y sean ca808 en que son desatinadas e benevolentes para juzgarlos los kinjustas, permanecen siendo rigidos secuaces del acreditado simpática, porque llevan el aseñor Al pie de la letra.
Tonu de la juventud.
Entiendan y perdonarán. BoPROSAS BREVES EVOCACION lámparas del Santisimo. El cua ra piensa en las lechuzas y 0tros pájaros. bebedores de acei.
te y el sacristán en la viejecita de negro que viene al templo un dia si y otro también.
La de la espaida curva la nariz de garfio y el rosario de cuentas gordas como paraparas.
La magnificencia del templo y los oros y brocados del preste nos evocan cosas vagas y lejanas: už pesebre, una casa de carpintero, burdas vestiduras de estameña.
NON las iglesias pequeñitas y pobres de lo alto de las monta.
ñas, con sus paredes desnudas y sus altares humildes, donde ofiican curas y pastores, donde no se cantan Tedeums!
METAMORFOSIS El Entusiasmo LA DAMA DEL PANOLON NEGRO ESTE CONFESIONARIO ra un cautivo deso enamorado de una mano de nieve que tenia la apariencia de un cirio desmayado y el palpitar de un ave en agonia, sucedió que un dia: aquella mano suave, de palidez de cirio, de languidez de lirio, de palpitar de ave, se acercó tanto a la prisión del deso, que ya no pudo más el pobre preso y se escapó. Hasta el confin lejano, huyo la mano con voluble giro y el beso, que volaba tras la mano, rasgando el aire se volvió suspiro.
Hay que ver el aire cómodo y desembarazado con que la da.
ma del pañolón negro está en el templo. Cualquiera diria que va a sacar sus trcbejos de costu.
ra y que por allá adentro tiene su cepillo de dientes, sus chi nelas y su bata de dormir.
Este confesionario me hace pensar en los rodeos y eufemismos de que se valen las mujeres para conjesar ciertos pecados y en la sonrisa bonacho.
na del sacerdote que, más que eirlos al través de palabras vagas e incoloras, lo ve en el ruim bor de las mejillas y en el azoramiento de los ojos.
VOCES DE CAMPANA El entusiasuko es la espada mejor para el combate de la vie da.
Porque ia vida no es una cienica sinó un arte; hay que sentirla en vez de razonarla.
Para vivir es preciso, ante todo, sensibilidad. Estamos lenos de formulas y abstraccianes; nuestra filoso;ir es una escuela de falacias y orgullos, ahogamos las sencillas verdades bajo un dión de palabras engañadoras y abandonamos las fuentes eternas de la alegría, los bienes fundamentales.
La vida es buena o mala, tris te o alegre, según el cristal conque 8e mire. Por qué nirarla con ojos turbios?
Ni aún el dolor, merece des.
dén o rebeldais, ya que es la fuente de amor eterno.
Cuand lleguemos al fin de la jornada, de la breve jornada de la vica, nuestro mejor tesoTo será recuerdo de las lágrimas, ke las divinas emociones que han sacudido nuestros LUIS URBINA ses LA VIEJECITA CASAS CASAS Se han robado el aceite de las Todos, aún los más descrela dos, hemos sentido alguna vez, muy hondo, una vez de campana. La de aquel Angelus gite nos sorprendio en el campo, de regreso a la ciudad; la que nos llamó a misa el dominga si guiente al si de ella; la que pun 80 8u melancólica piedad sobre el dolor de aquel entierro.
oiremos al filo de nuestra hora suprema y de la cual no sabremos nunca si 80 nó más allá o más aca de la muerte.
La que de 000. 00 en adelante, céntricas y alrededores. Yo tengo la que Ud. necesita. No cambie antes de verme.
BONOS, compro, pago los mejores precios CUPONES, de bonos hipotecarios, actualmente en mora, compro.
VICENTE DIBIASI, Apartado 658.
nervios y abrazado nuestras mejillas, arrancado al alma una chispa de luz. El único bien que me queda on el mundo, ha sido un poeta, es el haber llora.
do algunas veces.
RICARDO LEON GONZALO CARNEVALI Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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