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CA LA INDUSTRIA NACIONAL DE donde vive Vicente Avila, el guarda que anoche defendió el hangar contra el ataque de tres desconocidos. Cuando llegamos a la casa de Vicente Avila nos detuvimos con un miedo horrible. si Vicente Avila no esTEJIDOS DE PUNTO guay tropas osques to DE MANUEL STENBERG CO.
Avisa a su estimable clientela y al público en general, que acaba de recibir un gran surtido de lana en todos colores, y ofrece una enorme variedad de sueters de pura lana y media lana para señoras y caballeros, y un surtido especial para niños.
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Aquella duda nos hizo sentir verdadero terror. Dos chiquillos salieron. Detrás de los chiquillos, salió un perro.
Со menzó a ladrar. Una voz de hombre gritó en el interior. Voi vimos a preguntar: Aquí vive Vicente Avila. Sí, señor. Yo soy.
están ed. Se han salvarlos sahe pas patente 120. transcurri ar la for to diez la Muie Tiene de la Página TRES ciantes. Vicente Avila, Guarda.
en gradiente pronunciada, que fico va con la lengua afuera y se interna en la montaña. el redactor que no es gráfico Usted sabe dónde vive Vi va en iguales condiciones.
cente Avila. Usted sabe dónde vive Vi.
Asi preguntamos a uno en cente Avila?
Alajuelita.
Ahora es un chiquillo quien. Pues, siga ahí derecho y nos contesta, cuando ya esté muy arriba pre Ahí no más. Sigan para a gunte.
Yriba. Ya falta poco. Una me Como el camino desaparece dia hora.
y todo son canjilones y repechos Seguimos subiendo. Hacia a y piedras, el automóvil lo de bajo la Meseta se extiende pla jamos a un lado para seguir a na. San José se ve preciosamen pie. comienza Cristo a pade te. Está la hondura. Esa mon cer. Caminamos. Ya estamos en taña, lector, que ves tan lejos plena montaña, Llevainos diez desde aqui, estaba encima de no minutos de dar saltos entre ba sotros y nosotros estábamos en rrancos y piedras, y volvemos ella. Un cuarto de hora más y a preguntar a una mujer. volvemos a preguntar. Usted sabe dónde vive Vi Usted sabe dónde vive Vi cente Avila?
cente Avila. Vicente Avila?
Vicente Avila. Sí, sí señora. Vicente Avi. Sí, señor, Vicente Avila.
la. el hombre extendió el bra Pues a derechas que yo no zo y nos señaló una casa como le sé decir. Pero creo que es a mil varas en la calle, por ahi anziba.
Subimos. Las piernas nos do seguimos caminando. Diez lian. Los zapatos comenzaban a minutos después el redactor gral romperse cuando llegamos a POR FIN, VICENTE AVILA Lo tenemos ahora frente a nosotros. Nos pasa adelante, Nos sienta. Le preguntamos có mo fue lo de anoche y nos dice. Verdad que vivo un poco lejos. Si, si, claro. La Pensión taliana nos queda más cerca.
Estamos reventados. Nos sentamos y Vicente comienza a ha blar. Pues ya ven. Yo voy todos los dias, Carambas, que se can sa uno, verdad? Pues verán; Yo me dedico a hacer guitarras y bandurrias. Miren que traba jo este. Está fina esa bandurria.
Ahora estoy terminando esta guitarra que va quedar chiro tona. Idiay, es la manera de mantener a la mujer y a mucha chos. Tengo dos. Los vió? Uno es renquito, Como si al hablar el padre, los chiquillos obedecieran, por la puerta de la cocina se aso: man los dos chiquillos, limpios, blancos, muy trajeaditos. Pues en lo de anoche, verán: estaba yo como siempre, sentado en el hangar cuidando. Yo apago las luces del han gar y solamente dejo una roja en el fondo. Serían las dos de la madrugada cuando tres hom bres llegaron al hangar. Como muchas veees llegan a ver los aeroplanos, no me pareció que aquello fuera extraño. Estuvieron viendo y trataron de entrar. Entonces yo les grité. Perdonen caballeros, pero es prohibido entrar. Ellos no me habían visto. pesar de que les dije eso, no me hicieron ca so y continuaron avanzando.
Entonces me levanté de mi a siento y les volví a repetir: Es prohibido entrar. Hagan el fa vor. Tampoco me hicieron ca.
so y entonces tuve que gritarles Deténgase. Ya tenía yo la escuadra en la mano. En la os curidad yo no veía nada más que los bultos que se me acercaban, Si presentí el movimien lo de uno de ellos que sacó un revólver y lo enfiló hacia mí.
Di un salto y le cogí el revolver. Fue todo cuestión de se gundos. Al sentir el que le ate nazaba el revolver, disparó. La bala me rozó la muñeca y me quemó el brazo. Miren. Todavía aqui el humo de la pólvo.
ra.
El disparo sonó durisimo en el hangar. Comprendí que la cosa estaba más seria de lo me pensaba y cntonces hice uso de la escuadra. Detrás del hombre que forcejaba conmigo, estaba el segundo asaltante. Rá pidamente traté de levantar el brazo y disparé. Avanzó ese y me tiró un golpe. No lo ví ve.
nir y me dió en la nariz. Dos chorros de sangre me saltaron.
Luchábamos. El asaltante me tenia cogido de la camisa y for cejaba, pero yo no le soltaba el revólver. Con el golpe en la na riz, se me aflojaron las piernas y caí al caño pero, no oflojé el reválver. Apreté de novo el gatillo de la escuadra y disparé por segunda vez. Creo que con ese disparo herí a uno de e llos, porque se encontró un pa ñuelo lleno de sangre. El me tenía cogido de la camisa me soltó y echó a correr.
El revólver me lo había de jado en la mano. Pude desarPasa a la Pág. OCHO minar a CORBATAS msieron del caso, ACUDE UN VECINO Un vecino del hangar, el seHATE por Eduardo Aguilar, acudió al ador nos oir los disparos. Entre él y el mediatan puardián, estuvieron buscando, nicipalid, siéndoles imposible encontrar rimer ninguna huella.
ara el la ley EL POLICIA na el pri El policia de la Segunda See ta un teción que estaba en La Sabana, también acudió.
a Muncis que EL PANUELO hemos Al aclarar el día, este politó a algucial de la Segunda Sección, pu che la Mus do encontrar en un zanjón que en ning está situado cerca del hangar, ate pate on pañuelo. Este pañuelo estano estale ba manchado de sangre. y que bajo UNO DE LOS ATACANTES habin HERIDO que apex Por este hallazgo, se presupuestos y me que uno de los asaltantes está herido. La sangre que man asiado cha el pañuelo encontrado, no es de Avila, DE EL PARTE Inmediatamente se le dió el dió el parte a la Segunda Sec e pasado ción, la cual mandó a varios o Gobernad diciales a hacer las pesquizas de Come algunas LA OFICINA DE INVESTIente se GACION Direct También este organismo es ntados, en conocimiento del asunto el señor y hace las pesquizas del caso manifesta para dar con los tres asaltan.
e se encutes.
meterse a palidad, EN BUSCA DE VICENTE Es interese AVILA edio los Para completar nuestra infor mación, y para dar a los lectores de LA HORA un servicio POR completo del hecho, que tanta sensación ha causado en toda la capital, destacamos a uno por de nuestros redactores, acomio Fonse pañado de nuestro redactor grå Didiera a fico, con el objeto de que obtu la base Viera la relación de los hechos de ochea búsqueda de Vicente Avila, mada por el guarda del hangar, el redactor, en el automomás Fil de LA HORA, emprendió Tre exigicela búsqueda le Vicente Avila.
in en Lector. Vicente Avila vive 25 diez varas antes de llegar a la Pie. la piedra del Minero está como a treinta y cinco minutos mdo lo de echar la lengua más arriba de Alajuelita. el camino a lajuelita está como para llevar dos automóviles de repues lo, ha mali Pasado el puente de Hatillo, el camino, con las siete revuel tas, nos hace presumir que Zuestro auto va a ocupar un rdo de puesto preferente en la página No. de LA HORA, tales son los tumbos que dá. Rebasado lajuelita, seguimos por la Calle Real. La calle real es un obline optimismo de los vecinos, porque no tiene nada de calle ni de realeza. Es un tira plina, SOMBREROS DURANTE ESTE MES PRECIOS REDUCIDOS APROVECHESE USTED tiendose Vendemos las famosas marcas de sombreros italianos VALENTINO fu Lázaro BORSALINO PIRAKT. JEZZINI EN TODO TAMAÑO HAY DE TODO COLOR, ESTILO VALOR ESCOJA YA EL SUYO No se preocupe del precio, es menor de lo que usted calcula 70 toda dra del Minero.
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Este documento es propiedad de la Bioloteca Nacional Miguel Obreg SARADO 16 Dobre de 1933 PAGINA SIETE

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