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OTO, RINCON DE OLVIDO.
de la fág, CINCO jâ, quien to del precioso del escans Las regaderas munici pales ya no tienen vía libre ledades. Este garson Je chirrite lo había traído a la Esperanza Daniel Berece en conocedor de que nada hay en el muato a fronterizo: la entrada del Rio Coto, en donde debiamas do que llevé mejor ei compas trágico de las balas, que una oporEn vista de la no necesidad tana copa a tiempo de que las regaderas municipa quia un abarcar para aunarnos a las tropas de la primera expedición da por el Gobierno, y que fue bajo el comando de los Coro Daniel nos decia del dia en que la llistoria le haria justicia al ses tengan vía libre, la Direcente illéctor Zúñiga y Daniel González. La travesía duró tras chirrite, elemento de imprescindible valor para los momentos en ción General de Tráfico, ha a cordado suprimirles esta pre Un calor sofocante en toda ella. La hora rabiosa del sol, que el valor es necesario en todo su máximo grado. Pero como el imposible casi el respirar la costa se veía muy difu. camino era abierto, fácil, la navegación tranquila y el peligro lerrogativa de que gozaban.
El presia bia. Un cendal envolvia las montañas del interior, los mis jaro, el gatrafón de chirrite iba sin destaponar en la proa, muy recibi contornos del mar en la tierra firme. La evaporación, muy vasaciente de sa papel principal en la aventura de Coto. En funciones la Agenurquia, la en la hora calurosa del trópico, descolgaha sobre todo el Sa el valio nebuloso del fenómeno de absorción conces LOS FARALLONES cia de Policía Infantils ia nos contó su visita el día anterior a las tropas de la priMusta expedición, que estaban en Coto y que nos esperaban, La Media kora de papegar río arriba llevaria la Esperanza, Con el asunto del robo de sa del muciraeho mejicano nos sirvió de entretenimiento, wie cuando entramas de lleno en los farallones. Taludes cortados a pi. cos, cometido por un gang de Sto de la Hisperanza atravesaba el godfo.
co de gran icira, encajonaban el río, y con ello nos pusimos tris. menores, asunto del cual LA HO las amat dia anterior, Daniel había ido a Coto. Ali se encontro coa tes porque las perspectivas y el paisaje desaparecían. Era aqueNA de ayei dió una amplia in alemán Jopas, unos cincuenta hombres de la primera expedieina, Ho u rerdedoro eañon, altos los ribazos, sin playa a mano, esformación al público lector, la en vers largo rato con los coroneles que mandaban agnella terza, trecho el caudal, hasta el punto de impedir que la kincha se des.
Agencia Principal de Policia Ta Purqitia. Jestaba normal. No habíašie notado ninguna seña de presenfantil ha abierto sus funciones pixra mucha sint fiesgo de encallar. Volver era imposible. No haenemigo. La calma del ambiente, la gran calma, se apede bia nada más gae un anino: seguir adelante. Bustillos, que no de juzgamiento a los chiquillos dclineuentes.
también de todas las saposiciones. la charla, minneiesa, denimparaha el rimón, se dio euenta de esto, y en los momensinato lia la convicción de que el viaje se llevaría a efecto sin el De esta manera, ya se comen tos, mas terribles, fue esa sóla su preocupación. Herrera comen zó por hacer los interrogato ince, tropiezo. Navegábamos en mar costarricense, ibamos a de.
taba conmigo precisamente la dificultad de que la lancha se mo Tios de costumbre en estos ca.
arcar en tierra costarricense. Nos esperaban fuerzas costa.
viera ert sentide giratorio. Si nos atacaban en aquel cañón, éra sos y dentro de breve tiempo se icar el ses. la gran calma, corna en el paisaje, se apoderá de no.
Mos pasta de la metralla enemiga. Pero, como una respuesta trandictará la sentencia correspon visky En el fondo de la lancha dormiał las máquinas que leva.
quilizadora a todas as estras conjeturas, la conversación quedó uiente.
suspendida en 18. enorme calma que rodeaba a la Esperanza.
eta ahora adie podia sospechar que faltaba pocos minutos para que se mella del Jhara de sangre toda la Esperanza.
ON NICA ALARMADO Hoy hace 18 años de la Albert Trevolución que estalló avís a de OSTA Iba con masakras, miemás del fonografo, let garrafón, de les Berian las cuatro y medio duis ses fa abertura del treinta hombres de Herrera, Obregón, Bustillos y yo, un mica, exen Rio Grande Era eomo un iäjo en la he corrida de los mtenglares, Sail. perte en el manejo de la ametralladora y hombre de pelea, que en we sobre la borda para ver anejos la tierra. Anuelle, frente a otras. anteriores ocasiones se había jugado el pelo en las re.
lloy hace 18 años que en Rio ailos der Fros, era Coto. El mar de vacianse Buccionaba o chorro del vueltas intestinas de Nicaragua.
Grande se alzaron en armas con que a hala silacis enorme rodeaba todo. Las gentes se habian echa: Se aceros a nosotros y nos dijo de la conveniencia de sacar tra el Gobierno, las gentes que nets del ansadas por el agoble del sol, sobre ba toldills. La Espe.
personas a. caudiilaba el ilustre Gran Cain la máquina que llevábamos para acercarnos a Coto. En efecto: se diminuyó la marcha para entrar a la barra, do de Buenos Aires: Rogelio gün Rustillas faltaban diez minutos para que en una revuelta del Ternández Güell, ia mucho, Alguien, no sé quién, di un grito de alarraa. Se levantó un to apareciera la rancheria la cual nos dirigiamos.
La revolucióry, chya eftmén a su vida sobre todas las cabezas, y hasta los que parecia que esta Herrera mismo lo desanim. No había necesidad. Toda esta ide se elample hoy, tuvo el fit. crimen indornecidos, alzaron la cabeza y se destacaron del haludo de ba en caina. Em dia anterior e había estado con los coronelés trágico de aquella sangrienta netido en Requerimos lo que era. Un salada fabia iso, muy cores González y niga Cotos estaba en po vesión de nuestras tropas, jornada de Buenos Aires, sobre Táver fue desembocadura del río, un epis, Veiate, treinta voces pre No se explieahs para que queria sacar el nica la ametralladora.
la cual, oportunamente, ul.
a despues roh al unísono. Dónde? Dónde. el brase señalala Los argumentos convencieron al paisano de Dario, y la ameHORA dará una sensacionalisi Etancia de lo: A1, alli. Con el anteojo tratamos de ver. Nada. Nos dic trallaxlora continaó ənfundada y quieta en el fondo de la lancha.
ma información.
staba muliuchacho las señas. Alli mismo, donde hace aquel árbol aqueque la anto Apaciblemente, como quien va a un concierto del Nacionai, donHoy hace, pues, 18 años que San Ramón también se aizaba Eremo diti arva, cerca de la rama degajadul Miramos nuevamente. Na de sabe que se va a aburrir, nos acercanos a Coto.
ce fue halla costa era un cordón de manglares bajos y ezrevesados, un armas y que el país sentía Daniel recordó su ides. Había que hacer una entrada iriun1. última convulsión seria que a a entende oscuro, como cilindros que circundaran toda la costa brava fat khusser una entrada triunfal, nada mejor que et fonóLondra que sentir en los últihentos impla. Nadie creyó en l, del kepia. Il muchacho důdo un momen.
grafo inos años robados Tal vez se habría equivocado Le pareció Todos comentarou Dió dos zancadas y llegó a la proa: Alí estaba el artefacto, aufer que funto: los nervios, al fin. la Esperanza con la marcha con su gran exista con descomunal, su enorme, su gigan.
tigo dice alenta, rebalsó la barra y entró en el cañón del mio tesea correta Se aplazó la retretat cerca de Le dio cda. Volte la cabeza y se sonrió con una sonrisa ciso momeRE LAS AGUAS DE COTO de ayer amplia y veríamos lo que era aquella preciosidad de Conógrafo. contratar Bailoteó un poco la pesada lancha al salvar el encuentro de se le aces después de dicho con la risa, puso la aguja. Las soledades guas que salían y de las olas del Pacífico, y cayó pesada de Coto nunca habían sido el Himno Nacional. en medio de la La Banda Municipal de San migo, ya las en un plano rotundo, definitivo, sin cabeceos perceptibles.
gran calma, rompió, con una voz gangosa de cornetín de filarmo.
to Domingo, teñia preparada. On lütegu Javegación se hizo grata. Conforme avanzábamos, anchura nía, las notas pendeneleras del himno. Los soldados lo canturreapara ayer una retreta en honor Esde ese Coto perdía metros, y pocos minutos después ya estábamos del señor Conandante de Plaza bar muy bajo. Algunos, aun no anilanados por el calor sofocante, Hido propaonados en la corriente que, por estar en vaeiante el mar, que de San José, don Joaquín Lie tanzaron al aire un güipipia: as de Prie muy exigua de caudal. Herrera, Obregón y yo, de pie en la zano. En vista del duelo que a.
El corro se animó. Después, un instante despnés, se callaron Klige al Gobierno po rla muer rrible mutia, mirabamos a todos lados. No era la sospecha de un enemitodos. Aquellas notas había que oírlas. Eran la patria, nna pas te trágica del Alberto I, Rey de el tren, ascondido. Era el deseo de conocer aquelltis tierras, de sofa. tria compuesta por la choza lejanu, pór el rancho en el plantio de los belgas, esta retreta se dará.
een haber e habían pasado una vez por nuestras cabezas, cuando alla, caña, por la yunta que quedo amarrada junto al palo de limón. en el Parque Central, las e estrangelos idos tiempos del Edificio Metálico, la maestra nos hacía en medio de la gran setea de Coto, por primera vez, el foc cho de la noehe del 28 de los co ir al pie de la letra; los nombres de las montañas y de los nógrafo de Daniel eeh al aire las marciales notas del Himno NaIrientes.
del Cantón de Osa: cioral.
En los manglares ceteanos de los ribazos, habia un gran si.
Añoranzos, recuerdos, tiernas remembranzas, de la casa, los 10. De tarde en tarde, bruscamente, se desprendía de las ribe.
cacalines, el tata, la tortilla, el sureo abierto, la paila, la mie!
do al Ji descolgandose de Bigtin árbol. vos gaviota, un zoncitiche, hervida el techado de hojas de plátano.
Contend La Naturaleza, conforme avanzábamos, se ha haciendo más La tarde caia pesadamente. La brillantez de la luz hubiase esfumado. El cielo estaba como ut eristal Heno de colores empabando 12. No hacia un cuarto de hora que havegábamos rio arriba, fados. Los árboles más altos se empingorotaban de luz, pero los ndo ya, por detrás del cordón bajo de la costa, los grandes CASTRO manglares comenzaban a apelmazarse con la sombra. Un airecillo Bies se colgaban del cielo. Arboles copudos, amplísimos, giAlus 30. SU RECOMPENfresco sopló de la selva. Bastos nos dijo que ya estábamos lles tescos. De tarde en tarde el viento cálidos movia las copas ir SA gando a Cotax asas, y llegaba hasta el rio un rumor de orquestación, una sinaun a la ofa ronea, un murmullo inmenso. Las gentes miraban asombra.
Hió la lancha on impulso más, salvo un reendo y divisamos VARIEDADES mdo de lo que la tierra virgen, nunca taladrada por la planta del en el fondo de ton pedazo bajo y despejado de tierra, el pueblerio. las oy CONDENADA trativo, la abre salvaje y abanxionada. En algunos trechos, la ribera era Mejor dicho, el tancherío. Alguien lanzó un guipipia, Daniel cos POR SU HIJO ntrabando rrio de nuevo a la proa y le dio nuevamente cuerda al fonógrafo. las 30. EL DIFUNTO y por encima de los primeros árboles pequeños se divisaba Enisado en jania. Era una lejanía irregular, de oteros extendidos, de selParecia que hasta el mismo aparato se enteraba de que la arriba.
CHRISTOPHER BEAN LA HO intrinesdas, de maraña tropical, da era próxima. Tubo un silencio de anhelo en toda la tripulación.
AMERICA me en su El Coto, por la vaciante del Pacífico, dejaba en seco grandes con un orgullo, con felicidad, con deseos de abrazar a alguien, las DIPLOMATICOS la Esperanza entilá rectamente hacia Coto, con prisa de llegar de la Alcalisas. El sol los iluminaba en toda la extensión, y como estrías, las 30. GLORIA DE UN también.
enal y se ere la arena y bajo el sol. as estrías café. las lagartos En aquel momento sonó un disparo. Becs. In nuestra misma Eetalles sobaciblemente tomaban el sol.
cabeza.
MODERNO omenzar Obregón dijo algo. lierrera se råó de buena gaita maria del Un hombre di un voliaxe y se desplomó sobre la borda las y EL DESQUITO les 30. EL DIFUNTO GARRAFON DE CHIRRITE CHRISTOPHER BEAN (CONTINUARA MANANA)
on General ADELA Viajaba con nostoros, en un sitio de honor botque siempre las. EL DIFUNTO mos considerado que es necesario hacer debida y oportuna GusIca en nuestro próximor número: OHRISTOPHER BEAN fin de los cia, un garrafón de excelente, magnifico y apretador chirrite, EL COMBATE. VICTIMAS DS LA METRALLA LA INDUNI lista sobre ne se ha lo bueño en cualquier parte, y de lo superior en aquellas so CAPITULACION LEUC. ETC.
De a 12. BAILE Cuota: le vez en el ciones, se Jueves 22 de Febrero de 1934.
LA HORA PAGINA SIETE IN Donde ira esla noche?
nito DIA nen hacie e 1934.
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