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SUNNE рот eled de upon semua er.
ribune LA FORA LITERARIA Una Cuartilla en Blanco CAMPANARIOS MIOS ado a esita se 678 101 diciembre del año 16 publicó us.
ted su célebre libro La Catalepsia seguro a ustedes que como a través de las civilizaciones. Us si te ligador policíaco radie ha ted, en aquella época, visitaba mu chísimo, y los enfermos no le de19 do Hernán, un detective alar, mue to recientemente jaban tiempo para nada. Luego Eedra. mayor olvido. Jamás los sa el máximo esfuerzo en su obra lo hizo durante el veranec, en aque de Londres les creados yo sidad imaginación de los novellos días de retiro. Conozco su 8e llegaron a tanto. Porque to manera abnegada de trabajar. Si ab, Jan necesitado un indicio fir usted no hubiera dejado en el sue nos.
est, lunque fuera insignificante: esto, pues el inspector de policia Por EDUARDO DE VALDIVIA. Después de todo, la desilo el cadáver al tiempo que apaIsguño en el muro, una man de aquí no sabe que hacer.
lusión más profunda le ensombre recía Hernán, teniendo en cuenta in el suelo. Incluso una Ambos hombres salieron precipi ció el semblante.
que ni crimen ni este personaje. ese Darío Bullor. pre le interesaban por estonces, quie se puso a observar las paredes, guntó uno de sus oyentes.
colo tie tinta. P20, al parecer, pe tadamente, y cuando el tren pita te lanzó una ojeada al cadáver y Oro suficiente para sacar con ba en la cercana estación anun el suelo, y por último, las ventare decir que usted estaría ya en Hernán, de les seguras. Confesó su delito cinco días marcha hacia su cuarto de traba.
no. ciando su partida, ya estaba el nas. No se cansaba de repetir: despusé.
Pin, la vez única que le vi célebre Hernán junto a nosotros. Misterioso! Imposible resoljo cuando el policía leyó en la propias, se valió de esto. El el cual había dado al diablo su ver esto. No, no. ni una hue hora cuantos se encontraban en. Admirable. declararon a cuartilla.
at Manzano sacó de la carte viaje. La víctima había muerto la siquiera! Pero miró el papel la rebotica de Muñoz. Después no hubiera podido. un pedazo de papel en blanco entre mis brazos antes de que él en bianco que parecia wbandona morir el herido, porque si Hernán stra extendió ante su auditorio, entrara. Recuerdo al personaje a do sobre la mesa, y sus ojos se a había acudido a la reunión aque hubiera hecho lo que no supieron Digo mal, porque casualmente lo hubiera encontrado con vida ucep tendo con acento triunfal: quel como si lo estuviera miran nimaron prodigiosamente. Tomó lle noche Carlitos Molina, joven hacer ustedes, aun siendo tan sen le dale una cuartilla en blanco, do. Alto, moreno, de frente despe la cuartilla, la contempló un mo estudiante, hijo del cronista de la edad, como decir de nada en jada y de fisonomía simpática, mento, y dijo con el rostro lleno ciudad, que se encontraba a la sa pel que pedía por señas para a Ho: dar al desgraciado el pares sto. Porque. qué podría no parecia poseer aquella prodi de alegría. Bah! Ya está aquí zón en vacaciones. El muchacho escribiera allí aunque fuera con leer aquí. Qué podría leer giosa intuición que llegaba casi la prueba. El criminal ha sido un listo? Acaso no lo sepa a lo sobrenatural. Inmediatamen tal Dario Bullón, ni más ni meno sólo movió negativamente la sangre, la acusación que se llevó cabeza ante el asombro general, a la tumba.
nunca.
alerasombroso! declaró Jusino que dijo con absoluta calma Aquellas observaciones justas stévez, profesor de filosofia, dieron a todos confianza para es Estoy dispuesto a hacer mucho más que eso.
hdo la hija y examinándola perar unas sorprendentcs revela sluz. Se reunían en la rebo Estos muchachos. saltó ciones el miércoles siguiente. la memoria de Evaristo Carriego)
II de Muñoz los principales inel viejo cronista, muy pálido y pidiendo con la mirada benevo Durante su semana de plazo no amentales de la ciudad, cuatro o señores que se tomaban el Campanarios, viejos fantasmas ilesos lencia para el chico y para él, pasó Carlos Molina un solo día jo de tratar con gesto serio siempre enamorados de dobles y rezos, no habia intentado traer al mun sin ir a la biblioteca del casino pa kemanes graves las tonterías fanáticos de una vieja tradición; YOU do un antagonista del doctor Man Ira hojear viejos periódicos. Las interesantes de la inurmurazano, ni mucho menos.
oh, sofres de cosas polvosas y ambigwis grandes hojas encuadernadas le el Bany de la política. Iban allá, uque lleváis las grises campanas antiguas Padre e hijo se ganaron un tur retuvieron muchas horas junto a uno, se sentaban con parsibión de furioses miradas, y en las vidrieras ornadas con pintaansadas de tanto llorar su dolor!
cada rostro se laia esta y luego de discutir un par frase dos papeles y bajo una pantalla de Caja pras se marchaban hasta el cruel: Echad de aquí a esos per de hierro, que desde la caída de ejor diguiente, todo de un Campanarios, viejos campanarios mios modo turbadores. Pero Carlitos conti la tarde proyectaba destellos ros verday monótono. Sin enibargo, donde siempre gimen como un desafio nuo, implacable: jos sobre los artesonados, de esti a pueb!
los vientos del sur.
Ho el doctor Manzano narra Si, señores; sostengo lo dilo Renacimiento español. Fuera el helado viento de los temporales cho. ver esa cuartilla! Voy a de esto, parecía haber olvidado su un bilgo de lo que habia visto en que empañó de nieblas los turbios cristales gararga vida profesional, la terleer en ella mucho más que el compromiso. Hasta fue el último elevaba su nivel espiritual, por donde mis ojos buscaban lo azul.
nombre vulgar del asesino: voy a que llegó a la tertulia el día pro leer la explicación de ómo Hermetido.
represe le las palabras de aquel hom Viejos compañeros en que el desamparo.
nán pudo hacer su descubrimienerri cor fenían a plantear en tan soPongo a continuación sus palato.
el prees ocasiones problemas inson sollozó el tanido de su acento raro bras de aquella noche: Arrebató a Manzano la cuarti. Mi modo de leer esa hoja de entro que, como argoll43, aprisio de amor y dolor; lla, y luego de mirarla un momen papel es idéntico al que empleo al haren los cerebros de los demás.
oh amigos de viejos perfiles inciertos to se la devolvió con indiferencia, Hernán; es decir, que.
tévez, que gustaba extraorno hay que aromáis a inciensos y apestáis a muertos.
fiamente de los pasatiempos añadiendo: tal lectura. La hoja nada contietendentales, le devolvió ¡Oh desamparados de mi devoción. la. Bah, muy elemental! De ma ne. Todo lo he deducido por lógibilla en blanco, añadiendo: nera, señor doctor, que usted a ca y por algún conocimiento ante Esto es bastante menos que Cuervos cuyas alus deshechas y rotas cababa de dejar en el suelo el rior del asunto, y Hernán, en amancha de tinta, en verdad.
abrigan los salmos de viejas devotas cadáver cuando el maravilloso quel caso, hizo lo mismo. podría usted decirnos que arrullan el canto de vuestro planir; Hernán apareció en la puerta.
Al afirmar abiertamente que ocurrió el caso?
amigos, oh amigos cargados de años; No diga que no sin hacer memo Hernán apareció en la casa del fa lo que esperaba Manzano, fantasmones, pardos fantasmas huraños ria. Usted acababa de dejar crimen con su chambergo negro al se acomodó mejor en su si enfermos de esplin.
lo. Al entrar Hernán no miro y su gaban de cuero bajo el brase limpió las gafas como si al cadáver y a las paredes más zo, me contie en absoluto en el anecesitara inmaculadas para En las soledades de los infinitos que de una manera rápida. Fue zar. Si el doctor Manzano hubieger de su memoria euanto iba coloreais los tienzos de los grandes ritos ron casi instantáneas su mirada ra negado este detalle, todos mis ir y aela) 6: a la cuartilla en blanco y aquella cálculos habríanse venido al suey sois una voz exclamación de Dario Bullón es lo. Pero Hernán llevaba consigo Ocurrió esto en el año 1916, sagrada añeja de idas fragancias el asesino. Las palabras que juz ambas cosas, lo cual me permitió cilena Gran Guerra, y así pasó que a nosotros llega hablando de infancias gaban el crimen como indescifra suponer que andaba yo sobre tepereibido el triunfo de Herque amó el corazón.
ble las pronunció el inspector de rreno firme. Porque es el caso ante aquella conflagración al policía de Para Hernán no cuando aquel célebre detective rbia todas las atenciones. ULo mismo que viejas de pupilas yertas había neda misterioso, nada im particular iba adonde se reclama 31 arde de julio fueron solicitaque al pie de mohosas, anónimas puertas posible. Por cierto que llevaba es ban sus servicios llevaba las pren mis auxilios para un indivia altas horas rumian un hondo gemir, te hombre un sombrero de fieltro das citadas: un sombrero espeque acababa de ser herido en casa próxima a pueen los rinconcillos de barrios añejos negro, muy echado hacia el roscial que podía transformarse en lloráis silenciosos, palúdicos viejos, tro, y bajo el brazo, aunque el de la Sierra, donde pasaba yo un hongo o en una boina, y un ga tiempo era caluroso, un abrigo bán de cuero, de aspecto inofensi Frano, pues el médico rural se la inmensa modorra del vasto confin.
de cuero. Verdad?
vo, donde cabían todas sus armas ausentado casualmente. Me Exacto, exacto! declaró y todas sus herramientas de trafade inmediatamente al lugar el eco de vuestras campanas recorre Manzano, limpiándose el sudor bajo.
suceso y allí encontré a un igual que un bostezo que arroja la torre, le corría por la frente. Pero Naturalmente, puesto que el lle pre ensangrentado, en medio las pardas campiñas que mueren de esplin.
acaso estaba usted allí, mucha vaba consigo ambas cosas, deduje in grupo de personas, entre Lo mismo que pobres, mugrientos mendigos cho?
que había emprendido su viaje que se hallaba, como supe oh pobres quejosos, oh tristes amigos. No, yo no estaba allí. Lo con conocimiento de causa; que le tarde, el juez de instrucción soñáis con morir.
he leído en esa cuartilla, a la majos de cogerle de sorpresa el criinspector de policía de nera como Hernán leyó las pala men de la casa próxima al pueble desgraciado ya no podía ar Campanarios mios, bras: Dario Bullón. Pero nada cillo de corría a evitarlo, ar palabra, pero aún tenía negros esqueletos que os moris del frio más he de decir ahora, ante el te avisado por la propia víctima tal zas para debatirse desespera mor de equivocarme un poco. vez.
lente, señalando esta cuartilla.
que crrastran los vientos venidos del sur, Necesito hacer unas comprobacio blanco, que permanecia enciigual que vosotros, gimiendo sus ritos, Bajó precipitadamente en la es de una mesa, al otro extremo mis ver808 musgosos, mugrientos, marchitos, nés, y así, el próximo miércoles tación, y debió informarse por al vendré a la tertulia y sabrán us gún corrillo de que la cosa haestancia.
persiguen ansiosas limosnas de azul; tedes mi procedimiento, mi modo bía sucedido ya.
bmencé a curarle sin perder lo mismo que el canto de los versos míos particular de leer los papeles en Lo demás. fue todo una momento, poniendo en la opevuestros dobles fueron bocados de hastío blanco.
trama para burlarse del inspecon mis cinco sentidos, aunque para los mendigos hambrientos de liz.
Faltaba una semana y a rega tor de pues sabido es cuán claro estaba para mí que la ñadientes se conformaron todos. to gustan los aficionados policíano tenía remedio. No obsCampanarios, viejos fantasmas ilesos Antes de salir le preguntó Man cos de embromar a los profesiomi atención, oi que uno de que oléis a plegarias y a dobles y a rezos; zano: nales.
Presentes le decía a cierto fa Oh, pobres hermanos de las hojas secas Bien que se tome tanto tiemar del herido: Hasta para hacerse llamar y Hernán está aquí, en la esta que arrugáis cl rostro con horribles muecas po para dar una explicación, pe fingir que llegaba allí por sorpre Se le ha visto bajar del tren ansiando morir; ro que yo acabase de dejar aquel sa armó camorra con un emplea934 comprar unos periódicos. Va Oh erectos fantasmas de rasgos inciertos cadáver en el suelo cuando en do del ferrocarril, sólo con la intraba Hernán nada tiene que ver tención de repetir en voz muy alpaso, sin duda. Es ėl, porque que rumian los dobles de los pobres muertos, la dado a conocer al revisor, campanarios míos, enfermos de esplin.
con el crimen, y asi, le agradece ta: el cía a usted me dijese cómo lo ha Yo soy Hernán, detective seque ha mantenido una disdeducido.
Creo seria conveniente avicreto y así no pudo consentir.
FELIX ANGEL SALAS Pues no tiene importancia la El nombre de Dario Bullón es para que se detenga y vea 1934.
cosa. dijo Carlos riendo. En Pasa a la Pág. QUINCE LUNES 20 DE AGOSTO DE 1934 LA HORA Co. cntik 10 Sastreria Scaglietti.
PAGINA GNCE Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Juventud Costa Rica YTI
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