LUZ EN LAS MANOS LA FORA LITERARIA ESTRELLAS EN EL POZO, EN EL POZO, un libro de Claudia Lars que en LA HUELGA parecen brotar sin esfuerzo de un tomo, ya que el panorama que en Esta mañana, al llegar a nues espiritu de selección; su claridad él se refleja es la visión de todo tro trabajo con el aperezamiento único de la sinceridad transparente, es producto un espíritu múltiple, claro y rav verdad diante como un amanecer en el propio de los lunes, encontramos sobre nuestra mesa un libro. Un de la emoción; su corte perfecto, buen tiempo y, más que la emonitido tomo en cuya portada no clasico sino moderno, pero de ción subjetiva que nos puede dar se lee: Claudia Lars. ESTREun nodernismo que guia el gus en la noche estrellada el espejo LLAS EN EL POZO.
to más puro y que forjaa una in oscuro del agua del pozo en cuyo El nombre de la autora fue ya das por un a tísimo aran de suteligencia y una cultura modela brocal soñamos, hay en los versos de Claudia Lars la visión ob una primera luz. Volvió a nuestro espíritu el afán de ideal y de peración.
jetiva en que florece. ne se sabelleza con que, tántas veces, bus Estrellas en el Pozo. Estrellas be si en quimeras o realidades, en el alma, pudo llaruarse este la virtualidad de su aime selecta.
camos y leímos Repertorio Americano los versos deliciosos de esta mujer deliciosa, de esta Claudia Lars, en la que se funden admirable la gracia y la armonía. La gracia que fl. se de POEMA DE ALBERTO GOTZALEZ (Colombiano)
ella roisma y que cristaliza en sus versos en una irización de figuras tenues, arrancadas a la vida, Por doquier arde la Huelga con los ojos irritados, pero tamizadas por un prisria de el belfo roto de gritos o colgante de jadeos.
quimeras. La armonía, hecha mú La alarma cunde. Un silencio torvo envuelve la ciudad.
sica, que es ritmo celeste en sus versos.
Silencio de fábricas inactivas, luego, los versos, completade tranvias en receso, ron el milagro. Focos leímos, pues de automotores en paro. Una mudez de ansiedad.
to que el deber y el tiempo nos lla maban al trabajo. Pero en esos Viudas, se alargan las calles; impasibles y desiertas pocos ve vimos a sentir el baño ius rimbrosds avenidas.
de raras illas que en otres días Ni una mujer en los parques, ni en los atrios. las puertas había iluminado nuestro espíri de todos los almacenes están cerradas, cerradas.
tu. Volvimos a apreciar la fer La urbe es como una Tumba con epitafios de sol.
nura cierta de esas composicioBullen las hordas altivas sin ley, ni Dios, ni control.
nes poéticas de Claudia Lars, que Vense vitrinas cubiertas con tablones defensivos, desafiantes LOS INGENIEROS ELIGEN a la inmediata pedrea que ha de emerger con violencia SU DELEGADO ANTE de las turbas ululantes, EL CONGRESO DE Oh! la ciudad está inerte LA LIBERTAD ea la rigida apariencia de la muerte.
La huelga colma los ámbitos, asusta a los niños tristes, chuyenta a las colegialas que esmaltan, rientes, el dia.
que eres que tienes También los señores ingenieros de esta república han acogido con especial benevolencia el Congreso de Maestros que algunos han dado en llamar el Congreso de la Libertad puesto que se verificará en el mes consagrado en nuestro ambiente a la libertad patria.
Los señores ingenieros verificaron su sesión de Directiva y se convino en designar al competente profesional don Enr. que Silva Estrada como el delegado legal.
En breve se le darán su credencial. Ahora sólo faltan los señores dentista pues la otras faculoades ya han cumplido con la pe.
tición que se les ha hecho.
luna. Hay un rumor de pendencia en los barrios bajos; llegan los huelguistas de no se sabe dónde, bajn alas negras y rojas. banderas de sacrificio que portan gentes morenas de facciones angulosas, de pacos fieros y oscuras pilas como el delito.
Sulito, un múltiple grito. Lx huelga. La huelga. La huelga.
y una porción de obreros sin control amenazan con el sabotaje a todo sol: sabotaje al capital, al trabajo, al paisaje. a la prosperidad, a la vida. Sopla un viento de ultraje.
Tienes luz en las manos!
Cuando te acercaste a mi, yo pude ver el camino.
Antes, en la jornada sin fin, escuchaba el ronco rumor la nopalera, pero no la percibía en la sombra. Adelgazábase cuerpo, como un bilo contra el viento, para percibir, siqa por los ojos cegatos de la epidermis, la presencia concreta arboleda que exudaba aquel clamor sin rumbo. Antes, iba nociendo la trocha buena por el dolor de mis pies.
Vacilante, a tropezones con las guijas, caminaba mies mis olfatos venteaban entre la mescolanza de sombras, donde el aire traía más ricos y propicios sudores de la nature Cuando la jornada era muy larga y el cansancio me ya mucho, tendiame sobre esta llanura sin caminos, cara al El claror de las noches desnudas; la blandura fofa de la el rezar multiforme de los vientos sin sendero; el escalofri la tierra empapada con la alegria de la lluvia; todo cuan movia en torno mío, era percibido por mis potencias en delirante espera. Solamente los ojos no veían nada. La vida tenia un sentido de reminiscencia para mí.
salté los taludes de la trocha y me perdí en la planicie abu mente plana. Confieso que a trechos me llegaba como el de una multitud andariega, que se refrescaba los belfos en los que corrian bajo la sombra de los nopales lejanos. Yo hice de aquel mi sendero, una propiedad intimit ba el camino con el dolor de avanzar a tientas, pero con gullo de saber que lo desfloraban en mis zancadas.
Inopinadamente cuando ni tú ni yo lo esperabamataste de la sombra y te viniste trás de mí, y muy cerca.
Avanzamos los dos un rato a tientas. Sin verte, sabia eras blanca con el claror de las noches desnudas blando blandor de la luna de ahora. tuviste, en un momento cus ra, la su prema piedad de encender luz en la vela que tu llevaba. No fe separes.
Sigue ahí donde vas. No ves que ahora sí veo el con La belleza En breve la marcha es lenta y la distancia mucha y hace dar de los balsales, los aromas de trojes abiertos en la lejanual de LA vabo de los silos tibios repletos de caña, te harán sentir la queja de Cristo: Sed Tengo.
JULIE Yo abriré una vena para que tu bebas. mi sangre te compensará en algo del favor ques becbo la luz de tus manos.
El glos Julieta, u llama P: Finaliza el discurso. Ovaciona la huelguistica masa y revive en los ánimos la abrupta confusión. nacarada Seanblantes frescos, de curiosidad, cisterna, se csoman de perfil por los balcones en postura te emocion pera ver la ciudar bajo el gobierno inaudito de los recientes patrones.
Traigo terciopelo Sin voz están las escuelos, como abandonadas gruta de oro, y El manual bosteza ahora sobre seda y en las gasas del silencio ya no hay olores de frutas, un verde ni jubilos infantiles, embozo 8e ni gimoteos, ni disputas, monstruoso jade y de ni se miran los marfiles Al envoi de as bocas impolutas pa, tu fig que cumplen cat rio evocard en las tini Dónde huyeron las mujeres?
veneciano, Esos rostros maquillados, la Brenta guzlas. los zapatitos felices tan niveos como creteres el Pierrot que fueran por mar de lumbre entre ojos alucinados.
El ritmo pendular de la vida está roto, mántica aquí manda un demonio: el alboroto.
los valses Así soñé, in huelga impera en las calles. Rompe un disparo la tras en el atmósfera tu melena ctormentada. La huelga el espíritu tia Aida, la de 210 cabezas cabellera sc descuelga, gio mirifico invade ajenos dominios. las ametralladoras de Windsor al motin han disparado.
Opugnan los ferrados militares marejada intrépida, con sables JUAN 3 pouces de metal, imponderables.
lu Sintesis: sobre los muros, monograf periodista fragmentos de piel humana; acompaña en el polveriento asfalto fáfico Casti que baña un cielo cobalto desredazados, tres hombres de betúr pre agria manifestación ar en esta be la damit ante la fuerza militar in el caballe 80 dispersa un instante Bo, ambos como el león que vuelve a su cubil.
de nuestra Rerumba una voz pujante mente, LA entre el mar de overoles, palpitante. Ferrocarril. El Ferrocarril.
e felicidad.
ch y muty orie Los paraguayos intercepta ron una vía de comunicación boliviana ASUNCION, Oficialmen te se informa que las tropas para guayas interceptaron el camino de Carandit a Buyuiba, que es una de las más importantes vías de comu nicación de los bolivianos.
Hambrienta del diluvio tribunicio, la multitud agólpase, se aprieta frente al inverosímil edificio.
Un bosque aulaz de grimpolas de una negrura neta, palpita sobre unas frentes anchas y locas.
De repente, claman todas las bocas y en tanto, se estremece la fuerte fiera humana. suda sangre el rostro virgineo de la tarde. El orador. lue viva el orador. Que hable el orador, desde un mirador alto como un vertical precipicio, un hombre seco, magro, se dirige a los sindicatos un verbo acerbo y sindical conjuga. emprenden los vocablos la resonante fuga.
de verano LEA ESTE DIARIO RRIALBA estos pienso que golpea unos ingentes bronces, los bronces nunca oídos de la Revolución.
IMA BODA sábado SE CURAN CON LA MIXTURADEL DR.
MAX PERALTA DISPEPSIAS AGRURAS ntiles contr PAGINA CUATRO LA HORA LUNES 35 DE SETIEMBRE DEAL LUNES Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.