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DEL CONCURSO DE CUENTOS DE DOMINICAL BASURA Lo atacaron con todo con la excepción dewa HACHA Legíti Fiv más bandas en ensayos greso del go Musma GOODYEAR difícil ope El crimen y el presidio: ese, el montaraz, reina era de más de resumen biográfico del Cholo Ra un corazón mozo. Lo sabia. sin mírez, que él llevaba, claro y fir embargo, huía a las miradas de me, esculpido a cicatrices y talos gañanes y lo sdetenia con el tuajes. Tres veces había ido a gesto, presa de un desgarrador es Lu San Lucas, satisfecho ie sus ri panto. Sobre la fidelidad de ChaEnsayos feroces prueban dículas condenatorias. Cumplidas yo le. abstención de los mozos, cue el 3 es el mejor las tales, apretaba la mano de sus penda, aterradora, otra sentencia neumático jamás fabricompañeros de infortunio, y de de muerte: la proferia insistencado por Goodyear.
ciales, con su sonrisa trágica: temente, con los labios apretados Bueno, muchachos, hasta la y la mano sobre la empuñadura ¡No la habido reumático que prósima.
de su chingo. el Cholo Ramírez.
le haya podido hacer frente a Barrio alegre el suyo, recosta Para Chayo, el Cholo no era un semejante castigo! Durante meses y meses los ingenieros do a la erruga de la montaña, hombre malo. Era de opinión de Goodyear maltrataron sin con sus casitas esparcidas y su y atravesao. Nada más. Los piedad este neumático en campanario puntiagudo. Barrio hombres malos no lloran. ella ensayos interminables de gentes candorosas, bravas en le había visto al Cholo anegada durante día y noche. PERO IL 3 SIGUIO COMO SI las lides del surco y sumisas al la cicatriz del pómulo, junto a su Cinco TAL COSA.
vasellaje de Dios. en medio de lecho de enferma, cuando su fiemansedumbre y de virkud tantas, bre tifoidea. Es el primer neumático que Especia el cardo huraño del Cholo Ramise ha fabricado para hacerle frente a la demanda creada paran rez.
por el automóvil moderno de De vuelta de San Luens el Choaltas velocidades, arranques SE SOL lo parecía renunciar a sus andan Como de costumbre aquella norápidos, paradas repentinas zas del pretérito; buscánbanlo en che el Cholo atizó sus fuegos y sacue ha venido haciendo que TODOS LAS MARCAS de tonces los montañeses, que le te lió de la hondura, camino de la neumáticos se desgasten con Unive mían y le admiraban, para oírle casona de Chayo. La noche era osoma rapidez!
el relato de su vida en las celdas, cura. El viejo roncaba. Tras el Rep.
de los vaivenes del proceso, de biombo de los naranjos en fior, la ¡En ensayos que se han llevado a cabo este maravilloso Allcómo le fue de bien con los jue voz del Cholo cogia modulaciones duro Weather 3 nuevo ha pro. que todas las ces. en tocando este punto, de arruyo: Lado que, con su banda más otras respondía al asombro de sus oyen. Chayo: vos me querés?
REGRESO ancha, más plana y más gruesa, contra especies tes con su sonrisa trágica, al Si te quiero.
si ministra un 43 de más de piedras de molar.
tiempo que decía. entonces recorrido sin patinaje!
Se agua Bueno. Yo vua dejar esta vipa qué es esto. mostraba da y vuá ser bueno.
o principio Véa el 3 hoy mismo donde el agente de Goodyear más cercano.
el escapulario de la Virgen. De El viejo despertó. La voz del Ud. ro tiene que pagar ni un centavo más por todas las ventajas adipronto, en el baile de las alegres Cholo le llegó en une racha. Pecionales que suministra.
timables fiestas patronales, a donde iban go los ojos a la hendidura, se los han hecho las mozas a lucir sus donaires an estregó para convencerse de que canso en te los mozos del brazo duro y del no soñaba, y vocifero: pañuelo al cuello, aparecía el Cho. Pasa pa dentro, Rosaario.
RESTABI lo, oloroso a chirrite. desafia Ella obedeció, horrorizada. ΕΙ dor y temerario, caballero, en pa Cholo oía la cruceta del viejo caLa seño sitrotero norvioso. Desniontaba, or yendo impiacable sobre las espalC nos cuesia más fabricarlo pero a Vd. no le cucla más comprarlo.
nes se en denaba silencio a la orquesta, y das de Rosario. Nor Lino se pa53451 el hogorio cesaba. Se indignaban seaba a grandes trancos, cruceta Clínica algunos, pero de ahí no pasaban. en mano. Cada ímpetu de su exal.
da a la Hecho el silencio en el recinto, tación se resolvía en golpes hoPerrat er montaba el Choio, y caracolean rrorosos sobre las espaldes de la pedirá lic do el rocin se alejaba, solemne. muchacha: del todo.
Ya en la cuesta, subrayaba la Te hago un picadillo. sin hazaña: un remordimiento, el día que vue!
CAMBIO Gui, pi, pi, piiiaaa. Aqui va a verte con ese salteador!
está el coco!
El Cholo, con mano crispada, El Dr.
El grito era una airenta que oprimía la empuñadura de su puguardas implacables. suella esta vaina. dijo al cantin. ro de. Lo que me duele es nii paltor de la recogía, humillada, la montaña. ñal. cada nuero golpe, dábanle misma noche, el Cholo atizaba sus la esquina, apretándose la gar bra!
de esta Otro día era en el patio de la intentos de echarse puertas aden fuegos y se abismaba a ratns, bus ganta. Después se fue ai p:ostíbu Se hacia la noche cuando lleg do otra.
casa rica, a donde entraba pla tro y acabar con el viejo, cosi. cando una explicación a la miste lo. Allí, a horcajadas sobre las ron a la casona de los aleros en recimient meando cabalgadura distinta. do a pañaladas. Lo detuvo, a du riosa desaparición de Chayo. De rodillas de un hombre, creyó ver llinados de tiempo. Saltó el cho para que. Upe, Nor Blas. El vic ras penas, pensar que la sangre pronto, el viento trajo a su oído a la muchacha. Se detavo. Había al corredor, llamó a Nor Ling pero sus jo temblaba. del viejo era la sangre de Chayo. un lejano galopar de corceles. Sal fulgores siniestros en sus ojos. desmontardo a Chayo con viole señor AL. Vos, Nor Blas: yo estoy muy Cuando el silencio se hizo en tó a la piedra que le sirviera de Mirólo ella, y de un salto estuvo cia, dijo al viejo: mejor al jodido. Anoche le saqué dos re. a casona, interrumpido solo a in atalaya. Agudizó la mirada. La en la puerta. Le temblaba el cuer Esta desgraciada no med Bes. Vengo a decirselo pa que tervalos por los sollozos de la mu luna plena lustraba una polvare po y se le agrandaban las órbitas. le, por estas. Nada más 11 no busque. volviendo chache, ei Cho o se marc pa da en la peladura de la cuesta. Vos sos Chayo la de Nor Li el Resguardo, Nor Lino.
grupas, se alejaba en silencio. so a paso, deteniéndose a trechos Rápido, saltó sobre sus adminicu no? seña ando a Chayo, ag DE TEM para erremeter a puñaladas con los. alquitaras, alambiques Sí, la misma.
con Vuz temblona: tra los troncos del camino.
embudo, todo fue desapareciendo La misma no. Vos no te pin Porque no quiero ver gang La fai bajo las aguas verdosas de la po tabas la boca, ni te o ia a güa suya, que es la de ella, lo que don Agu El río, amodorrado, pulsaba su za cercana. Sólo quedó uno quro, y tenías dos trenzas lindas. duele es mi palabra. unos día bordón en la hondonada lóbrega.
otro carboncillo humeante.
Hubo un silencio pavoroso. Ella Sangeaban los labios del Chodad. La Ahí, en un recodo dei cauce, la los primeros fulgores de la Rayaba el día cuando los guar se dobló a llorar sobre el hombro Los ojos del viejo se encontrar saca del Cholo, en donde se pa mañana siguiente, Chayo realizadas salían de la hondonada, ago del Cholo. El Cholo apuñalaba con con los de la muchacha. F! CUMPL saba diligente, sudoroso, atizando ba la venganza pensada durante biados de cansancio, sobre sus ca los cjos al hombre del prestíbulo. lo desclavó su mirada del suell de sus fuegos, aferrado a sus fer toda la noche, entre sollozos y lá ballos sin alientos, despois Bueno, Tiagilás conmigo. saltó sobre el caballo, y acerca El sá mentos y a sus menesteres de con grimas: llegaba a la ciudad, en una azarosa noche de búsquedas Si me voy.
dose a Chayo le palmoteó el baños la trabandista.
tristecida y proscrita, resuelta a inútiles, bro mientras le dijo: Cristina Si el humillo blanco que empe. todo, con el fardillo do su ropa ella de ante, el Cholo en an. Bueno, basura! Miagilo fue posi nachaba la fronda, movía la cu al hombro y la pesada carga de edición riosidad del peregrino, los monta su tragedia sobre el corazón. Su Los montañeses andaban sobre cas, sobre el rocín jadeante, par de no vuelva a verte nunca, tieron montaña arriba. Sólo in sura!
cemosh ñeses no respondian. Una senten vida al lado de Nor Linc no era cogidos de espanto, El Cholo to terrumpían el silencio de cración cia de muerte pendía, amenazado vida. Ella no habría tenido iuer maba copas, y hablaba sólo para de la campiña, de rato en rato, fumó en la cerrazón de los pere de sua Picó recio en los ijares y sventura ra, sobre el silencio de los monta zas para abandonar al Cholo, y preguntar, con tonos imperativos, los sollozos de Chayo; y de rato mos.
ñeses: la había proferido con la su juventud habria sido un cal dos cosas; a dónde había ido Char en rato, ia voz, casi ahogada del HOMEN señal de la cruz en ambas manos, vario. Aquella mañana, en los ris yo, y quién fue su denunciante.
Cholo: PADI Héctor SOLANO BLANC el Cholo Ramírez. lo que habia cos del potrer» rebotała la voz del Una mañana dominguera alde temible en el Chalo, era el fer viejo: guien lo llamó aparte, en la taAnoch voroso culto que rendía a su pa. Chaaayoo. Onde estás, quilla del barrio, para decirle al del Sen labra de hombre: su palabra de Chaayooo.
oído algo que encendió llamarahombre le ensangrentó las manos das siniestras en sus ojos y le cordado tres veces, y su palabra de hombre estiró los labios en una mueca a.
Asesor lo arrastró a las celdas.
marga. Estrujó el Cholo la mano sociació Tres días después, Nor Lino, del amigo, y salió a escape. Se er.
Habló amargado y resuelto, se desquita contraron las miradas de los pa.
ba del Cholo. Se fue a la ciudad rroquianos, y en todos lo sojos hu cordano No había, en muchas leguas a y volcó su venganza en la Ofici bo visiones rojas. SELLOS DE CORREO:delil la redonda, belleza comparable a na del Resguardo Fiscal, El Cholo la de Chayo la de Nor Lino. Al era el cuip:ble de su desgracia.
Américas únicamente.
benefic viejo habíale quedado, en la ter De regreso, en la penumbra de Unas horas después, el Cholo MAX ACOSTA. nesco nura y el encanto de Chayo, el re un rincón de su casona entriste desmontaba en la ciudad, justaenergía gazo amoroso en que reclinaba la cida, Nor Lino tuvo una alucina mente en la barriada de los pros.
Teléfonos: 2220 y 3013.
soledad de su viudez y les dolores ción feliz: vió al Cholo camino tíbulos.
de su decrepitud. Linda ella, con de la ciudad, con las manos ata Vea, amigó, póngase ai un sus dieciocho años y su pureza das para atrás, en medio de los cañazo pa ver si se we afloja LU de poco.
cho un Comproy Cambio dio Pra más que ese act Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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