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LA FORA LITERARIA CHINTILLO NAT miento, unos palos de leña, se po (Cuento criollo, del nía a limpiar el jardín o a traste Certamen de DOMIjar.
NICAL)
Aquel día la tía Luisa, cuyo Era éste un nombre que corría buen humor era invariable, pare.
unido a todas las conversaciones cía sumamente preocupada. familiares, mezclado en todas las motivo era simple per opoderosi charlas de corrillos, allá en mi pue bl, donde Jacinto Fernández había simo: había amanecido con un pasado buena parte de su vida, quido cinco para todo trato. The quizá la más fecunda en ingenio.
y venía cos su habitual silbidillo, Jacinto Fernández fue oriundo, yudaba a bien morir y luego reza, ra beber, pues es axiomático que, bondadosa y diligente, que admi rascándose los brazos a troceder según parece, de la ciudad de San ba los rosarios y contaba los chis quienes más beben menos traba. nistraba su ya incurable soltero manos. movimiento que le era a José, y su apellido sugiere la idea tes colorados de la vela. Era gua jan, y viceversa.
nía repartiendo el tiempo entre congoja, y se llevaba la derecha a de procedencia distinguida, si hepo para el floreo; echaba cuarte Chintillo, pues trabajaba porque las más honestas e inofensivas mos de ser partidarios de la teoría tas que, si él quería hacían estre quería, pero no porque le hiciera preocupaciones. La iglesia y los solver el problema de sus finanza la cabeza, buscando ideas para re social, tantas veces fallida, que mecerse y suspirar de emoción a falta para comer, ni aun para be quehaceres domésticos la absorconsidera los apellidos como indi las niñas del baile, o ruborizaban ber. Poseía el arte del bien sa bian pero no le eran obstáculo pa tras tanto había dejado el cines. de ese ía, sin conseguirlo. Mien ces del valor personal. Sea de hasta a las jamonas que se codea blear. Era simpático hasta para ra servir en forma práctica al pro eje de sus vacilaciones, sobre una ello lo que fuere, Chintillo llegó ban y hacían visajes de fruición pedir y tan hábil e ingenioso que jimo. Caricias y gallitos para los mesita de la sala, al pie de tra a Barba allá por los años del se unas con otras, mientras murmu siempre se hacía dar, en dinero o niños, que la buscaban, sanos con imagen de la Virgen de las Merce tenta y conquistó en seguida una raban a media voz de la maleria en especie, cuanto necesitaba. sejos para las jóvenes; limosnas popularidad que ya quisiera para deza del viejo.
des.
sí el más conspicuo de los candi.
cosa excepcional, el sableado le para los pordioseros y uno otro Chintillo, por su parte, andadatos a salvadores de la patria, Entre esos y otros méritos tu daba con gusto y ponía encima regaño dentro de su casa, tales ba en mayores congojas. Había que pululan por ahí en cada una vo Chintillo el de ser un gran be una sonrisa o una franca carcaja eran los bienes que la tía Luisa salido a la calle muy temprano de bedor, lo cual le daba puesto pre da celebrando la gracia del discre regalaba entre el incesante ir y la mañana, bostezante y temblo.
de estas pintorescas campañas que nos gastamos para elegir diputa ferente entre los más asíduos y ge to pedigüeño.
venir de su habitual actividad.
dos.
nerosos contribuyentes del Estado Sin embargo Chintillo sufría, co Chintillo la conocía bien: entra roso, presa de una de las más e Cogió fama de chispeante por fabricante de licores, sin que ellomo cualquier mortal, sus días críti ba a su casa como a la propia; la pantosas gomas que en su larm ingeniosas y oportunas ocu fuese obstáculo para que también cos, y éstos llegaban cada vez quería y estimaba mucho. Ella le práctica había sentido. No le ha, bía amanecido ni siquiera un tris rrencias; de filósofo cimarrón por corriera fama de hombre de traba que una tanda guarera se prolon tenía cariño a él, según decía, con te cinco como aquel quo, sin que lo sentencioso de sus conclusiones, jo, ya que cuando no estaba be gaba mucho y se agotaban las lástima, y el resultado de las con él lo supiera, tenía en un conflik cuando se ponía serio, y no falta biendo estaba trabajando, sin que fuentes a que él recurría de ordi versaciones que a veces entablato a la tía Luisa y que para e ba quien lo motejara de malcriado a ciencia cierta se haya averi nario. Mas, cada dificultad era ban era que la tía Luisa se que habría sido una fortuna. todo y disoluto cuando sus chistes se guado en cuál de las dos activida un estímulo y un nuevo expedien daba riendo hasta más no pode: pasaban de color. Era. para qué des empleaba más tiempo ni de, te surgía, oportuno y efectivo, en de las ocurrencias del viejo, o he trance necesitaba tomarse un tra go: la goma lo devoraba y a negárselo hombre útil, porque lo cuál derivaba mayor provecho. auxilio de Chintillo. Tal sucedió cha una furia con él por la repug juella sed peculiar de su estado mismo tocaba las campanas y a Los apologistas del trabajo asegu en el caso, rigurosamente históri nancia de su charlatanería. De or reclamaba lo único que hay en el yudaba a misa, que destazaba un ran que es necesario trabajar co, que vamos a relatar.
dinario, Chintillo llegaba, pedía mundo capaz de calmarla: un cerdo, pelaba un pollo, escribía para vivir. Pero nadie podría afir con naturalidad un gallo o una ta buen trago de guaro. una carta amorosa de encargo; a mar que es necesario trabajar pa La tía Luisa era una viejecitaza de café o picaba, sin requeriPero, como conseguir un trago?
Pasa a la Pág. ONCE A cimi don jod ciad y su cia moti tros do com EN sus una pita cial llev los Cha tad tist sea EL QUEBRADA VALLE POETAS DECIR fic.
tra rit gr en ple de (PRIMICIAS DE ORO DE INDIAS)
NEGRITO (Por EMILIO BALLAGAS)
VI Dormiti mi nengre, dormiti ningrito, Caimito y Merengue, mel y caimito.
Desce la cumbre de u montaña, ti ndo los ojos. por la espesura que se abre en amplias y voluptuosas ondulaciones sobre los francos de la quebrada y, en una fiebre, de catarata, crec, se encrespa, hinchase, balle, revienta y salta de roca en roca, como una elástica mcle que cae por una trémula escalinata, rodundo a tumbos y por botando de grada en groda.
se ahoyuelan, como muiiidas y amplias aliombras bajo de los figuras de lentas danzas.
En los cuarteles C1 se acoplan densas las cañas, afirman, como sobre un tablero, dibajo en cuadro prolijas rayas. y ante los vastos cañaverales, cual desprendida de los estribos de la montaña, ciudad coqueta y ucicalada, borda un capricho de mil colores subre la felpa de las planicies que se dilatan csmuraldinas y luminosas, Si un desmayo, sin un repliegue, sin una mancha.
Dormiti mi nengre, mi nengre bonito.
Diente de merengue, bemba de caimito. lo BO ce pi R Cuando tú sia glandi va a sé bosiador.
nengre de mi vida, nengre de mi amor.
duro y en la ación moomaomenver obres herra, Timeme5. se CONE SOPero ver greja. t с Mi chiviricoqui, chiviricocó.
Yo gualda pa ti tajá de melón!
Si no calla bemba y no limpia moco, le vá abrí la pueta a Visente e loco.
Bajo el crujido de aquella bárbara cólera de árboles que, descendiendo de las laderas se precipita por la (quebrada; bajo el asedio de aquellas turbas que arder parecen en iras santas, er que, a millones, Shunc crispadas yerguen banderas que se desgarran, o vibran arcos, o e8rimen lanzas. bego el tumulto de, sombras vivas que, contrayendo la faz doliente de la montaña, Tinyon arrugas emocionantes que inmovilizan su gesto trágico en recia máscara, se ve el tranquilo desdoblamiento de las llanuras, cual si sobre ellas, desde hace siglos, una batalla pasodo hubiese, dejando un mudo reposo, un triste cansancio y una melancolia como de sedas aristocráticas.
Ciudad dormida, ciudad lejana, ciudad que ignora tener sobre ella mis ojos puestos desde la altura como ojos de águila, Angostas calles, abiertas plazas, tej dos rojos, y torres blancas. apiñamiento da leves casos, que se combinan como infantiles arquitecturas hechas de libros o de barajas.
Arte los vastos cañaverales y medio oculta por entre palmas. qué es lo que sueña la ciudad linda como una fruta que se ha caído de la montaña. Si no calla bemba te va a dá e gran suto Te va lleva e loco dentre su macuto, hueson, y anvefra decimos bando se le Ne la matale grura te ñama sijú.
Condio en la puetta etá e tatajú.
El espectáculo, así, por entre lus dos laderas de la quebrada, cae en el fondo de los abismos, a la manera de cornucopia que se derrama.
banaborda en la Dórmiti mi nengre, cara e bosiador, nengre de mi vida, nengre de mi amor.
estuadeMi chiviricoco, chiviricoquito, Caimito y Merengue, Merengue y Caimito.
Estásoplamar 18 escomo tiehecia.
Naturaleza vació el abismo, rassó las grietas de la quebrada, bruno en la fiebre de la espesura, trezó a las cumbres, voicó las aguas, se hirió en las puntas de los peñascos, rd por todas las hondonadas, regi con todos los bosques fieros, linafó de todas las cuestas arduas; y. asi, de todas sus aventurae gó cansada, por fin, al valle, donde, tendiéndose en sus fatigas, se cubrió, como para dormirse, bajo una sábana.
Hasta cien cumbres forman un coro: y su afilado pico levantan, cual perfil seco de un par de manos que se juntaran, en el delirio de una alegria chocar hace patma con palma; asi, en el fondo, la ciudad duerme, suspira el valle, sonrie el agua; ya los dos flancos en la quebrada, abriendo el coro de sus cien cumbres, rompe el aplauso de cien montañas, ora yo te acuetta la maca e papito e te mese suabe.
du ce. suabesito.
os en simini4. El tiany mata la pugga y epanta moquito, pa que droma bien mi nengre bonito.
Eu ias llanuras, verdes cañadas JOSE SANTOS CHOCANO (De la Revista Nueva Senda: no pes.
lento almiA la PAGINA CUATRO LA HORA LUNES 29 DE OCTUBRE DE 1934 EVE Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica ge: 24

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