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PAQUITO LA HORA LITERARIA LA MUJER EL CINE Cubierto de jiras, al ábrego hirsutas al par que las mechas crecidas y rubias, el pobre chiquillo se postra en la tumba; y en vez de sollozos revienta y murmura. Mamá, soy Paquito; no haré travesuras.
LEON PACHECO PALL. MALL o MA a un cielo impasible despliega su curva.
Teat. Qué bien que me acuerdo!
La tarde de lluvia; las velas grandotas que olían a curas; y tú en aquel catre tan tiesa, tan muda, tan fría, tan seria, y así tan rechula!
Mamá soy Paquito; no haré travesuras.
su trasmundo resulta una fie ción más. cuanto ellas iinitan, cuanto ellas sueñan, cuan to ellas sienten después de ver las tragedias o comedias de la civilización que el cine les da en comprimidos a cincuenta céntimos la tanda, nos parece delicioso.
Nuestra Señora Greta Garbo tiene sus altares en corazones románticos que disfrazan sus anhelos con unos ojos impertinentes, maquillados y unos descotes indiscretos por siempre salta el desenfado de una carne joven.
Nuestro Señor Georges Rafft opera milagros porque al primer galante del destino se le confunde con él en una ansia de vivir una aventura semejan te a la que el héroe en su último film.
Se alarman los moralistas de la influencia que tiene el ci ne en las costumbres de nues tros días. se alarman sobre todo porque sus contagios alcanzan a las mujeres que, en sus peregrinas ideas del mun do, sustentan almas de celuloide. Tal cosa no nos alarma a nosotros, ni como moralistas ni como psicólogos. No nos alarma el cine como no nos alar ma Freud, ni el petróleo, como no nos asusta la música sincopada ide Georges Gersh win ni el cubismo de Picasso. Podríamos colocarnos fuera de la época maravillosa en que vivimos? Bien sabemos que existió Grecia y existió Roma; pero es justamente la Grecia de los chismes socráticos la que nos entusiasma y la Roma de Tácito, cruei y apasiorada, la que nos aty. e.
No las otras: las que se congelan en los discursos de los académicos y profesores.
El cine es, por los tiempos que corren, la gran ilusión del siglo XX. Esto lo saben las mujeres y por eso se empeñan en llevar a la realidad lo que ra para entretener sus ocios po blados de bostezos y de libros de Pitigrilli y el Caballero Audaz.
En todas partes del mundo he oído lo que a. vosotras se reprocha: que imitáis cuanto veis en el cine. Lo he oido en París, en Berlín, en Moscú, en Roma. En todas partes del mun do he oído condenaros en nom bre de Paramount y Samuel Goldwyn; pero en todas partes del mundo en las salas de los cines se agregaban sillas para que los hombres admiraran en la oscuridad lo que siem pré condenan en plena luz.
Imitad las bellezas auténticas del mundo de las imágenes.
Esto es perdonable. Lo que sería imperdonable sería que imi taráis a las estudiartes de mas culinidades que aspiran a lievar camisas grises o negras y arengar a lindos conglomes de mñas a quienes conms más profundamente las días de Irvin Berlin que cordes de la Giovanezza.
Librer os el cielo de plaza de profesores de lidades para justificar my sofisticadas snobines No! Solo queremos vibra; vuestros corazones juve que, al amar el cine y le a la realidad aburrida en nos morimos los ticos, as nuestra espléndida época.
Oid esta anécdota y como el mundo no varia: na vez visité, en Paris buena amiga la Bella Charlamos largamente y do yo le pregunté su or sobre la mujer, la mujer y elegante que los pintor TONFITES el cine han creado, agar dose partes que por volus En la ta sas no cabrían en este ta del Pall Mall, me respondió: sposos do Mira: esto y ésto, señora hecho para que los hombralverde, diviertan. das infanti Aun me producen risa anfites, palabras de mi buena a unada nii fue la belleza más célete adres, dis fines del pasado; pero has y sa pienso en ellas siento que mujeres son deliciosamen BAILE EE corregibles.
LEON PACH: En lar abíamos untuoso los que un cielo impasible despliega su curva. Buscando comida revuelvo basura.
Si pido limosna, la gente me insulta, me agarra la oreja, me dice granuja, y escapo con miedo de que haya denuncia.
Mamá, soy Paquito no haré travesuras.
Ritmos a La Bohemia Que Peel Club.
en esta preludio tuosas. un cielo impasible despliega su curva.
Señoritas fotogénicas que pasáis por esas calles de Dios, mostrando la gracia que la na turaleza os dió y que el costurero hace resaltar con la suave ondulación o del terciopelo o de la seda: no le hágais caso al moralista. Si os de frauda con un sermón insulso estad seguras que él macera su espíritu, antes de confec cionarlo, en la lectura de Ma rañón que no siempre cuenta ideas para moralistas. Estad seguras que en el fondo lo que hacéis es inquietarlo con una belleza elegante que ya quisie Te estuve amando, fue verdad. Te quiso mi corazón desencant. do, pero tu perfida virtud se me deshizo al hechizo nupcial de otro sendero.
INVITACI Mamá, soy Paquito; no haré travesuras.
Sendero que conduce al paraíso espiritual de la mujer que quiero, y a cuya magia eurítmica se hizo lámpara azul mi pálico lucero. Los otros muchachog se rien, se burlan, se meten conmigo, y a poco me acusan de pleito al gendarme que viene a la bulla; y todo, porque ando, con tiras y sucias.
Mamá, soy Paquito; no haré travesuras. un cielo impasible despliega su curva.
Sr. Directo San José.
La Unid fia tiene e Baile Anive Jelebrará es Challe Roche del Fuiste un frágil narcótico en mis penas.
Incauto soñador, en tus colmenas sorbi la miel del tongo maldito.
NOTAS CORTAS un cielo impasible despliega su curva. Papá no me quiere.
Está donde juzga y riñe a los hombres que tienen la culpa.
Si voy a buscarlo, él bota la pluma, se pone muy bravo, me ofrece una tunda. Mamá, soy Paquito; no haré travesuras.
Mas, estoy libre de tu mal. Ahora mi romanesca juventud se enflora con ensueños da amor y de infinito. Moravia Cuota RAFAEL ANGEL BARROETA Me acuesto en rincones solito y a obscuras.
De noche, ya sabes, los ruidos me asustan.
Los perros divisan espantos y aúllan.
Las ratas me muerden, las piedras me punzan.
Con mucha diligencia, se activa en la alcaldía 24 de lo penal, la sumaria por las lesiones cause das en el baile del San José Atle tie Club, al hijo del señor minis tro de Honduras don Saturnino Medal.
Ya declararon los indiciados y se están citando los últimos testi gos que faltaban.
ERES TAN BELL. un cielo impasible despliega su curva.
Salvador Díaz Mirón EL AMANECER TIENE Eres tan bella tú, como el prodo tierno tras el arcoiris, en la siesta callada de agua y sol; como el rizado de la primavera, contra el sol de la aurora; como la avena fina del vallado, contra el sol del ponicnte del estío; como tus ojos verdes con mi risa grana, como mi hondo corazón con tu amor vivo. En la Alcaldía segunda de lo penal, se sigue sumaria contra Ismael López G, por cuanto estan do preso en la Peni, atacó a Gilberto Espinosa, con un hierro presentaba a gunos clavos salidos, causándole lesiones de alguna consideración; el golpe se lo dió estando ofendido profunda mente dormido.
El amanecer tiene esa tristeza de llegar, en tren, a una estación que no es la de uno.
JUAN RAMON JIMENEZ ¡Qué agrios los rumores de un dia que se sabe pasajero. oh vida mía. Arriba, con el alba, llora un niño. JUAN RAMON JIMENEZ La Gran ZAPATERIA MI VUELO Quiero tener, para volar, el ala de los cóndores fuertes de los Andes, y el aire atravesar como una bala para acercarme hacio las cosas grandes.
EL RECORD Dejar el mundo y sin hacer escala, seguir mi vuelo donds Tú lo mandes; y después de una atmósfera más rala hacer. descanso donde el cielo expandes.
Salir del mundo es sólo lo que anhelo, para ungirme en tus gracias, Dios Supremo: apartarme del mal. no ser del suelo, Asiva a su estimable clientela y público en general que a partir de esta fecha en adelante reanudará sus labores.
Para cualquier encargo a la medida, ruega hacerlo con anticipación para poder dar cumplimiento.
que del mundo en que vivo todo temo; vafrecerte al llegar, en vez de flores, lo que es grande en mi vida e mis dolores.
A) K ELIECER MURILIQ Holoteca Ne PAGINA CILATRO Nasione entud Costa Rica

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