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LA FOIA LITERARIA La Campana De La Muerte ra hábito de la costumbre y emola via PAR su caba An Splend Por los pulmones una bárbara Era Julián el alma de la fundi: ración asfixiante, como la ción. De siniple obrero, en breves abismos dantescos.
años fué ganando con su tenaci, Aquel dia. la obra maestr dad, hombría y talento, la indoma minaba a su fin Isabel se ble voluntad dle maestro. Mucha turó por los pasadizos, entre cho franeo, optimista, todo sentiapagadas calderas, tras la piss miento y corazón, parecía un diaDEL CONCURSO DI CUEN TOS DE DOMINICAL Julián, al que había visto des mante al que solo faltase el prirecer en compania de dos obr mor del engaste. El señor Esteban como si los hubiera tragado la había logrado prestigio y dineros rra. Pero el capataz no podía con su fábrica. Lo había alcanzado la. Había descendido a los hot así a fuerza de paciencia y de laboriosidad. Veía en Julián, la Por el Licenciado. MANUEL DE LA TORRE al piso inferior, para prosegu alimentación del fuego de la continuación de los anhelos más caros de su juventud y lo mimaba dido convento de monjitas y eran matura vejez. Cuando, Julián apunjabnegaciones, sin vicios y pletón ea caldera encendida, que com su parte, el mozo, devolvía a su por los angeles, en el suave reco tereses a él encomendados por la pensa este pequeño oásis de ven riosa. Valiente y despreocupl pre Les belle fruetifera. Ei auge de la fábrica, rosa: se había montado en uno de una huelga dilatada, paralizó los riosa. el bronce sigante sendicion, Zestoase hecnían los erisoles y Sean ten pocos años, la fundición de ver. Era grande, pausada, y su fundición. En vano luchó contra el tronaria majestuoso en sus bodiad you. ale abuela de la fábrica, bio cia y sus broneessallardos, se desenlas almas un religioso pavor. gos de la fábrica, antaño cuantio amor. Julián se transfiguraba a charlo ella, su prometido. com vando en el cuevanos de sus cam vernosas, semejaban en los instan crisules fríos y el metal fulguran. Verás na. Esa campana de a los obreros, que brincaban. Danas la voz privilegiada del tes de dolor, el postrer aldabonazo te, cuajado y sin vida en los enor va esencia de mi vida, de tu vida, tamente por entre aquel laberie de la eternidad. Julián fundió pos mes recipientes solitarios, seme de nuestro amor. Cuando que ces sin el menor reparo, Isabel av ron El idilio comenzó, como una con teriormente la Mariposa. su bron jantes a tumbas. Un esfuerze pos, chemos, nos va a parecer que es junción inevitable. Julián, jefe de ce más querido, para la torre del trero de su voluntad, hizo a Julián nuestra propia alma la que nos se prender a su galán rara tag helle la fábrica, veía cotidianamente a Hospicio provincial. Puso en ella terminar por si mismo la Glorio. ta en los cielos. Campanita de lu los ojos jay, amor! por de la hija del amo, acodada a la ven, todo el entusiasmo de su arte y sa. la campana gigante, que ha na de miel, bendita seas!
palda y caer rendida en los una tana, primorosamente entoldadal de su juventud. le dió un son bia de montarse en el carillón del La obra avanzaba. ras del zos queridos.
blica por las trepadoras floridas, Prime claro, alegre, optimista, como el templo mayor. Aquella obra, la suelo, en la fábrica, se abrían las Ante la vaharada del fuego Fe ro la mirada que inquiere; luego vibrante estallido de un clarín. To más complicada y trascendental anchas bocas de las calderas, eno tarráneo, que parecía hende la pregunta muda que pone amor dos los días, al dar las doce, cuan confiada a sus manos expertas, mes crisoles humeantes, que pare plataformas con su saeta en los ojos y más tarde, correspon do Julián abandonaba la fábrica, consagraria definitivamente la fácian recibir de un misterioso e in trante, intentó cruzar rápida dida la pregunta con respuesta ine el airoso galopar de la campana brica, sobre todas las intrigas de visible fuego interior, la torva ema te aquel pasadizo, tantas vece Ра fable, la asiduidad del paseo amo le recordaba su cita, bajo la ven sus contrarios y sobre las embes nación de un volcán. Bajo ellos, corrido en dulces esquividade dos roso bajo la ventana jocunda. Sim tana de Isabel. amaba más la das de la adversidad, Así, ahogan estaban los hornos, alimentados de amor, cuando los criscles patía extrema derramaba Julián obra de sus manos, que parecía do sus penas, tras la dolorosa jor costumbre por una falange de hombían inactivos. En su impruda que por los ojos, grandes, negros y traerle la dicha de su amor, en su nada cotidiana, Julián alimento bres desnudos, sudorosos y tizna entró en él con czolución, si gocio acerados, en los que las luces de loca garrulería triunfal. Muchas los hornos, con esperanza infini dos, que se percibían a través de pechar que el peligro, como retor una férrea voluntad dejaban aso veces, él decía a su prometida: ta, animado por los ojos de Isabel, las pequeñas claraboyas de cristal imán, posee la ciega fascin desp mar su firme destello. Alegria in Esa campana tiene algo tuyo grandes, dulces, comprensivos, que, de roca, como larvas de un mun de la muerte. se sintió softroar finita exhalaba Isabel por todo su Isabel. Cuando la escucho, me pa desde lejos infundían fé creciente, do subterráneo. Amplias fajas de oprimida, inerme. La luminose cuerpo, airoso y gentil, fiel espe rece que es tu alma la que me lla en el artífice, abstraído tan solo ladrillo separaban los crisoles en nación del metal hirviente, jo de una juventud radiante y de ma.
por fundir en las calderas la matre sí, permitiendo a los obreros, sus pies, le quemó los ojos pedic una pudorosa virtud. aquella er apara el galán, una deli ravillosa fórmula del bronce, con con agilidad simiesca, cruzaban una brasa, obligándola en de conjunción de sus almas tras la de ciosa ventura, la esperanza que alma. Terminada la obra, concluí por entre el peligroso dédalo, abrir do esfuerzo a cerrarlos, nub. COM los ojos y las manos, fué también volaba en el azul, prendida en la da la campana, se casarían y ce en la tierra grisácea y fina, es y convulsos. Era aquel el mag para el señor Esteban, cuando se lengua del bronce, como una divi rrarían la fábrica. Los ahorros de tudiados surcos a modo de dimi co instante de la sangria natür dió cuenta, la ventura soñada pa na ilusión. Inusitadamente extra Julián y el producto de la venta nutos canales, por donde más tar crisoles. Bajo ellos, Julián ra su ancianidad.
ños vientos de quebranto, parecie del inmueble y sus accesorios, les de correría, como una sierpe de ayudantes, con valor hercúleo La Sonora, La Bienvenida y la ron soplar sobre la fábrica y so: prometían un acomodo feliz, en la fuego, el hirviente y chispeante pían el dique de los hornos, hentis Primorosa eran las tres últimas bre los anhelos del mozo. Murió campiña florida, al cuidado de unas metal. Era la nave, grande, sin te dejar fluir en arroyo de oro cdam, campanas fundidas por Julián. el señor Esteban inopinadamente, huertas amigas y una paz bien ga chado, comprimida entre muros de gido metal, que corriendo pin Las dos primeras sonaban muy le sin ver realizada la amorosa u nada por su constante esfuerzo. ladrillo, calados por chapas metá surcos. arterias y venas de Gran jos, allá en la sierra en un escon nión, el deseo supremo de su prel Su vida ejemplar, de sacrificios y licas, y dentro de ella, agobiaba anatomia artística, reuniría señor el recipiente profundo, que nía el molde de la campana PRIN un paso tambaleante, Grito, teando en el aire, sin rumb En Julián! Julián! Auxilio! de. Pa (Fragmento)
El dolor se define en poetas hermanos; En su ceguera, era incapase Pa y la cólera augusta vivenla los humanos el vértigo de la carrera en Virgi yue advierten en el crimen la santificación dida, de retroceder. Vacilo y tro dº una alma melodiosa que brilló para el verso, donando el contacto perpendi Fran la memoria siendo que el salvajismo de un espiritu adverso del pasadizo, se inelipo más esposa el horrendo crisol, del que ser JOSE SANTOS CHOCANO epora en la mente la postrer emoción.
ya, amenazador y empurpura desea río metálico. Ya no pudo ayer Quien de laureles porta coronada lo (el dolo rmás agudo que gesta el Universo nerse. Como un pájaro ciego frente preciso es que mantenga la glori solo infiltra una doga dentro del corazón. las alas abiertas e inútiles, veBIEN ficación de sentirse poeta. poeta es e en el abismo. fué su za Se quien siente que un puñal. komicida le No com prenden los hombres lomo lo que es ser un poeta, llida en la pavorosa lava fulge estima parte el corazón! cuanto que lo avalúan sobre un mismo nivel te como una oblación ritual, u hii Puc esconde las miserias de su envidia secreta.
dida por el espasmo involun que el hombre al super hombre tenazmente le espeta del postrer instinto. Huesos Rompar: los trovadores las cuerdas de su lira Perque ser un poeta no lo puede ser él.
nes quedaron fundidos en el LA y en silencio que entonen su elegia mayor.
to, en el seno del bronce extdento ccanto más profundo nunca a salir aspiraYo confundo mi torre de fúlgidos diamantes nador, con hispido chirrido que el Mago del Verso él es quien hoy expira com la torre serena, la torre de cristal.
baldía vital. Ypsco despuéCUM. cetoico se marcha a otro mundo mejor.
y reuno en mis versos las cadencias vibrantes sospecharlo, encendida la mi que de lo hondo del pecho me brotan delirantes por el éxtasis de la victoria Una Surgia, cual una flámula, au Verbo sacrosanto; Julián el bronce homicida, dierra en un folibricida llanto providencial.
se alzaba, cual un. cóndor, su divina dicción.
molde cavado en la tierra, la dis era e lave de fuego símbolo de su cantodominadora y suprema, ilusiida Ze ALVAREZ BERROCAL su obra maestra. La sosode nu eu la altura más álgida pudo abrevar el llanto (Especial para LA HORA) Costa Rica. Dic, de 1934.
atroz, comprobada por el pe LA que en los cielos ilimites da una constelación.
sadizo de los crisoles, despeu, et Estrellas de diamantes en su númen precioso, Julián de su mutismo de la m! traves de una torre de limpido cristal.
Señor Marin Cañas: Siendo yo redactor de El Heraldo con la cruel realidad de un. el gozo de la Vida le fue siempre armonioso de Puntarenas, en 1921, Chocano, que a la sazón estaba en Cos Adiós estímulo de toda una llazo en el cráneo. Adiós ar 81 cantó la hermosura del mundo en verso hermoso 1a Rica, fue duramente atacado por ciertos escritores de este de trabajo, sin tregua. to ios astros se robaron su virgen madrigal.
país. En mi periódico, aunque él no lo necesitase, sali yo en su sueño de la campana jovesse uela.
Perto dciensa. Fue cuando me congratuló el gran poeta de la siguien las bodas, ansiadas, del sorg Hoy, la huérfana América se siente consternada fal sobre la alegría de todos VATA 9:61 que ha muerto el poeta de inspiraciones mil.
Sr. Alvarez Berroca. llamaba a lo largo de la naip. la musa, en manto de Andes, quee dará amortaja ja Puntarenas.
Cele muntras el hombre muere de una cruel preñalada Amigo y compañero: Hermoso el artículo que ud, ha es si ella pudiera oírle, come que un villano le diera, un villano, el más vil.
crito en mi nombre. Por lo demás, nunca le he, concedido a la se resistieran ojos y corse sarcia crítiea más importancia que la que puede tener par: una tocreer el barbaro final: Asi paga el oido a quien dulce le canta raa las deyecciones de los gorrioncillos.
a Isabel! Isabel! Isabel! Harle la recóndita estrofa, difícil de cantar.
Lo abraza.
El destino, ese extraño se sabe que el poeta produce una obra santaJOSE SANTOS CHOCANO 0, cuando se admira de Dios en sugarganta bía arrancado una ilusión, el ritmo iluminado, alguien lo ha de matar. Existe el autógrafo. Dec Pase, a la pági PAGINA CUATRO LA HORA LUNES 21 DE ENERO DE 193 28 TO 10 IS ODA FUNEBRE Toqu osec de la sin ventura, caído en elante PARA Adios te nanera: me, con quejido de angustik a Nos xible conductor de las almsITEN al corazón del mozo, como si alla su Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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