PARA LIMON El Dr. don Guillermo Representante Legal del Pa esta mañana para Limón.
DEPORTES.
dos referi infantiles en aquel puerto, a Limón hay una cocina escola funciona bastante bien, per ball de Castillo en los dos últiAPLAZADOS EN MATEMATICAS mos rounds.
ECONOMICAMENTE CON EXITO SE LES PREPARA LAS POSIBILIDADES DE MA Tel. 2154, contiguo Gran Panadería Francesa, de a a.
PIANO ARILLA Se ha condenado en el Juzgado Primero del Crimen a un galán Mariano Arilla aventajó a Cas de esta capital, de apellido Fa to Nacional de la Infancia tillo en seis por lo menos de los llas, tipo de Tenorio moderno, a diez asaltos de la pelea. En aques quien se acusaba de haber hecho mente fundadie es dejar Viene de la pág. SIETE Tla testa. abrió un hondo corte obedeció a que el cubano logró le impuso una pena de dos años, no era un hecho realizable, al me en la arcada supereiliai izquierda imponer el ambarullado infigh do satisfechos los deseos un mes y un día de prision, ya nos de inmediato. Pero, como buen del español, del que comenzó a ting americano, donde Arilla, na Tilósofo que es, se guardó sus an brotar sangre en abundancia. turalmente, no daba pie con bola, que no quería contraer nupcias. Vecinos, que así lo han pedio sias de conquista de la Meca pu salto tras esalto, un torrente de Pero lo que quedó bien sentado es gi istica para mejor ocasión, y líquido rojo brotó de la herida de que a Arilla no ha llegado toda se dedicó a entrenarse con entu Mariano. hasta el extremo de que vía la decadencia, que se mani gilistas del peso gallo. Lo peligro chos pobres que no son tsed su peso, es decir, entre los pu falta de refectorios para el siasmo para su primer encuentro a la altura del sétimo round. fiesta en la debilidad de las pier so para el madrileño habanero, que debía efectuarse contra el campeón de Cuba del cian abandonar al español, Pin haga sin esfuerzo diez esaltos de bras que él. Y, por lo pronto, ya petición de connotados vecin y notando que las fuerzas pare nas, que impide que un boxeador pongan con hombres de más li vista de esto, y atendiendo peso pluma, Gilberto Castillo. Acho decidió actuar como segun pelea. Yo creo, pues, que Arilla rilla, aconsejado por el que estas do de su muchacho. Ello le dió puede hacer todavía es verdad tarlo con Fillo Echeverría, lo tió hacia el puerto, donde de se está hablando aquí le enfren monenses, El señor Padilla liners escribe, exigió que Castillo, fuerza moral a Mariano, que a que ya no es un jovencito. un que yo considero un disparate.
debidamente instalados los la noche de la melée. redujera partir de entonces, redobló sus digno papel entre los hombres de 1A. ARROYO RUZ.
torios.
su peso hasta las 120 libras, es decir, un ñilo por encima del limite de los gallos; pero a mí me parece que, en el peso, le dieron gato por liebre, porque Arilla frente a Casti lo, parecía algo así como un ratón robusto contra un minino escuálido.
EL INFIERNO VERDE EL INFIERNO VERDE IGNACIO ARA LE SIRVE ARILLA DE SEGUNDA Ignacio Ara, llegado a estas playas unos días antes, se presto, en un gesto de españolismo que le honra, a hacer de segando de Mariano Ari la. Pincho Gutiérrez, al parecer un tanto temeroso de su público. por lo visto no deseaba subir a la esquina de Arilla, no obstante el hecho de que ambos están trabajando como manager y boxeador. Pero lo inesperado ocurrió, y Pincho tuvo que subir al ring y hasta que hacerle frente con estoicismo a la malquerencia de sus enemigos, que hicieron llegar a sus oidos silbidos irrespetuosos y taladrantes. Como si Pincho tuviera la culpa de ninguno de los ma es que últimamente aquejaron. Kid Chocolate. testuz, chorean hilos de agua, refrescarse de la irradiación solar, sentir sobre las carnes asadas y retostadas la caricia del líquido. Vienen de abrevar! Esta idea no se me quita de la mente, en donde la llevamos clavada Zavala y yo ¡Vienen de abrevar. Vienen de beber agua! Quizás agua blancuzca, como la de los esteros cubiertos con victorias regias. Quizás agua yerdosa, como la de los ríos muertos y putrefactos. Agua! Es preciso no pensar en estas cuatro letras porque la locura inmóvil de la selva puede meterse en los nervios del hombre. Agua! Nadie lo dice, pero en todas las caras está la misma angustia. Dónde pasaremos la noche?
Zavala quiere dar un poco de reposo a los hombres y busca un peguajó cercano. Un muchacho de Encarnación, al que llaman Curriche. trepa como un mono a un algarrobo rojo y otea. Hacia el Noroeste se ve una isla. Está cerca. Ya es de noche, y por entre el pastal y las palmeras el crepúsculo violenta un turbión de colores, cuando Nitsuga viene a avisar al Teniente que hay agua y varios algarrobos con fronda.
Ezcarru ha perdido su jovialidad. Curriche le invita a cazar un papagayo, pero el futuro héroe debe sentir molidos los músculos de sus piernas.
En el oásis hay un hilo de agua, ARILLA HACE UNA BUENA PELEA LES Hombres, hombres, hombres. 38 39 EL INFIERNO VERDE L INFIERNO VERDE No obstante el hecho de que Ma riano Arilla no se encontraba del todo aclimatado es algo serio este país, donde a fines de noviem bre se sigue sudando como si estuviésemos en el estío, y a pesar de que por primera vez en su vida el madrileño tenía que combe tir bajo los reglas del boxeo americanas, que permiten muchas libertades que en Europa son cau sa de descalificación, la labor de Arilla frente a Gilberto Castillo fue buena, y pone en entredieho el juicio de los que últimamente han venido diciendo, tras de ver a Mariano en acción, que su carrera estaba poco menos que concluída. Es verdad que Mariano Arilla tuvo en el campeón de Cuha del peso pluma. el hombre que disfruta del título que fue de Chocolate. pues habrá que decir que ya ni siquiera la diadema de su país ostenta la antigua maravilla cubana. uno de les adversarios más lentos y poco peligrosos con quien se ha enfrentado en toda su carrera. La única posibilidad de victoria de Castillo frente al rápido español consistía en poder anotar un Pero, a pesar de todas las ventajas que pudiéramos llamar técnicas del madrileño sobre su rival de las Antillas, Mariano demostró en el curso del combate que su victoria no fue hija de la casualidad, sino debida a que el madrileño sigue teniendo un par de puños y un par de piernas realmente privilegiados.
sångrantes, abierto el vientre por el que se le escapa la vida.
El relincho se aleja, se aleja Un tiro. Los círculos concéntricos se pierden sin eco en el silencio. El jaguar anda cerca.
El relincho se apaga. con el relincho llega el ruido de las aguas de una ciénega, en las que se ha hundido la locura del potro.
Ezcarru insiste. De pronto lo hemos oido. Es un relincho prehistórico y desgarrado que viene en el viento ambulón. Qué es?
No le contesto. El relincho, como resto de una tra gedia primitiva, se desfleca sobre los matorrales. Quedamos en suspenso. Ahora está más cerca.
Ezcarru tiene frio. Qué es?
Acerco la oreja a la tierra y oigo un trote lejano.
Vuelve de nuevo a oirse como un eco. los trotes están ya cerca. Pururún. Pururun. Pururun!
El grito se repite, más trágico, más roto, más hiriente. El relincho está en el matorral fronterizo. Ya se oye el ruido del animal que avanza, doblando las espinas, pisoteando las yerbas, hundiésdose en los fangales.
De pronto surge. Ha saltado de la sombra y atraviesa el claro arcilloso y despejado de la garganta por la que se entra al peguajó. Es un caballo loco, con las crines erizadas, con las ancas tendidas por la violeta huida Salta у relincha, tenebrosamente, desgarradamente, en un clamor más de la selAl perfilarse en dirección a la columna. Ezcarrú levanta el fusil que platea el claror estelar.
No es necesario. El caballo tuerce su dolor y se hunde en el matorral, pisándose las tripas desovilladas, MARIANO REBASA UN HANDICAP TREMENDO v2.
Hubo en la pelea de Arilla con tra Castillo un handicap contra el español, más peligroso que el de la diferencia de peso. ese handicap consistió en que, a la mitad del segundo round. Castillo. icon el puño, con la cabeza. Mariano asegura que con. 42 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.