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LE ESTALLO UNA CAND ELA DINAMITA LA RECONQUISTA DE TALAMANCA (NOVELA COST ARRICENSE. CONTINUACION) Carlos Sibaja, pescador de El General, sufrió este grave percance Anteayer en la tarde, en El Ge te. Las heridas que recibió son gra, únicamente por milagro de Dios, neral, una candela de dinamita, ves. Una de ellas le produjo lc no se convirtió en una tragedia.
que explotó a mala hora, hirió de pérdida de tres dedos de la mano Sibaja está siendo atendido en gravedad al señor Carlos Sibaja. derecha; además, presenta otra he su casa de habitación, pero se esque para vivir combina la agricul rida en cara y en la cabeza u pera su traslado a esta capital tura con la pesca. Para esta últi na enorme quemadura, demues porque se teme una complicación.
ma ocupación. Sibaja en plea can tra clarainente que el accidente.
delas de dinamita. Anteayer, como de costumbre, Sibaja se dirigió a un riachuelo donde la pesca és abundante y rica. Las candelas de dinamita las portaba en un saco de manta.
Sacó una y cuando la tenia en la mano, explotó intempestivamen LOS SINTOMATICOS REPORTAJES DIARIOS Ju EL en erl tre Al cia qu.
rec ΕΙ De unos días a esta parte Don trascendente, aqui, todo sea llanuSIETE TANQUES DE CAPTA Ricardo Jiménez. contrariamen. ra gris.
Decimos esto porque hace unos CION LISTOS EN ESCASU ca en que tanta falta hizo la pa dias que cuatro señorones, gamo viene prodigando sus reportajes niéndose con afán desmedido para politicos. Es un signo de la hora formar un frente único que evite Nos ha la política. Cualquiera creería quc informado el que vivimos.
señor Estos sintomáticos reportajes, tes. esto basta. Protti miembro de la Junta de Ca concordes con la inquietud del gru El pueblo de Costa Rica, dicen meria de Escasú, que desde hace po reeleccionista, se limitan a de en estos tristes prohombres de la tiempos están listos los siete de fender la gestión presidencial en decadencia. y no hace falta menpósitos para la cañería de Escasú. asuntos de orden minimo, de al. tar sus nombres porque de ellos, La Junta ha indicado numerosas Ricardo hasta en las censuras ha bas está llena la prensaha surcance casi doméstico. es que don de sus contradicciones y de sus ba.
veces a Fomento que los tubos de gozado del favor de los dioses: los gido un amor volcánico por Don ahora no tienen cabida para el ataques que le hacen son por deta Ricardo y su sistema administrati consumo que se hace por medios lles de administración o pequeñas vo. nada existe de todo eso pordías, con grave atraso de las ta injusticias a las que ningún ré que si exceptuamos a dos o tres reas domésticas, De nuevo se va gimen puede escapar. claro está, lealtades agradecidas y sinceras el a insistir ante don Ricardo para don Ricardo, como buen polemis resto, y el resto es todo el grupo, no es más que servilismo de ocaque se formalice el pedido del ma nusculo adversario y lo scalla. sión, incensario de vísperas y mie.
terial del acueducto y para que se Nuestras gentes politiqueras, y que do, un gran miedo al pueblo, al de.
reemplace en el organismo de la por lo mismo perdieron ya el sen pauperado pueblo de Costa Rica.
Cañería al Dr. Beeche que entende (tido de la perspectiva, claman a Hombres que están muriéndose mos ha renunciado porque sus coro. Con don Ricardo no se pue. de presidencialitis aguda echar ctividades profesionales le impi de!
su nombre a la disputa del corro den concretarse a la suprema asEn efecto, en esta hora de deca y al día siguiente, arrepentidos de ración de los escasuceños para cular de su tercera presidencia la altura do mora la esfinge, golpean dencia y en este momento crepus su gallada por sospechosa a la cparar su servicio de aguas po figura de Don Ricardo, mirada de públicamente su pecho con esta tables.
Todo será cuestión de voluntad ordinario, aun cuando desde la al cerca, aparece más grande que de frase consagrada y que pasará a la historia de esta etapa de abyer.
de Hacienda.
tura de una política cigánica y Pasa a la pág. ONCE an dia Ag ро!
las EN pu tó eri ve!
tud to es EL MISTERIO DE LAS PISTOLAS SILENCIOSAS CA POR EL FAMOSO DETECTIVE 9 canas nunca reclaman las chaquetas.
Al día siguiente se pagaba en La Isabel. La masa de asa.
lariasit. congregaba alrededor de la gerencia, se estremecia bu.
lliciosa. como una inmensa bestia que cansada olfatea con jubilo el próximo hartazgo. Las fatigas, los días interminables bajo un sol de fuego entumecidos por la lluvia, las horas eternas de fiebr: a ratos quemantes y a ratos gélidas, las continuas asechan zas de la muerte; todo lo olvidaban ante la perspectiva de un dia con dinero.
preguntó el Administrador. Walton, llamó al tipo aquel?
de la plantación. lo encuentro. parece. buscarlo; nada de explicaciones; cada dia se hace us.
ted más imbecil.
El negro se quedó clavado en el suelo hirando lleno de es.
panto al amo. buscarlo bestia. No entiende todavía?
El jamaicano, temblando de temor, partió de prisa a cum.
plir la orden. Momentos después regresaba con un peón, a quien le preguntó Rojas de mal talante. Ar está su sobre. por qué no lo ha retirado. leadon Porfirio, es que desearía que se mediera una parte en dinero efectivo; debo con urgencia mandad una plata a mi faunisa. Sabe usted perfectamente que se paga con chapas. Si no le gusta puede irse cuando le dé la gana. Recibe o no el sobre. Lo recibiré, porque no tengo otro remedio. Ustedes son in.
capaces de hacerle a uno un servicio, amparados por su dinero son taalcriados y.
La frase no concluyó: un látigo restalló en el aire y una raya roja marcó la cara del peón, desde la sien a la mejilla opuesta.
Walton se coloco frente a su patrón, quien lo hizo a un lado despectivamente, al mismo tiempo que gritaba con voz bronca ораса. No necesito auxilio; al que levante una mano le pego un tiro.
Por unos segundos se sintió un silencio amenazante; mas pronio renació el bullicio y el pago continuo como si nada anor.
mal hubiera ocurrido.
Al otro día, en la población fronteriza de Guabito y en Suretka rodaban los vales y cupones. por los comisariatos, por las palperías de los chinos y por las casuchas de unas mujeres desgarhadas que ocultaban la palidez enfermiza en sus rostros bajo espesas capas de colorete. La peonada, bestializada por el alcohol, derrochaba insensata el rudo esfuerzo de una quincena con el desprendimiento desparpajo propios de los millonarios. hinito. suplicaba al comerciante un hombre señalado en la cara por un grueso verdugón violáceo. cuántos dólares en billetes me da por estos cuatro en chapas. Dos, no pueda más. Dome por lo menos tres, necesito mandárselos al interior a mi mujer; tiene un chiquillo enfermo. No pueda. la operación cambiaria se realizó de acuerdo con los dictados del oriental.
Semanas después, en las casas de los norteamericanos y de contados criollos se hablaba únicamente del próximo baile. La colonia hianca extranjera no podia dejar de festejar, conforme a la trailielón, el hallowee Un tren comenzó en la tarde. recoger, desde el último punto perdido en el riñón de Talamanca, a lo largo de toda la línea, a los invitados. Como a las nueve de la noche hizo su entrada triunfal el expreso en Almirante. Vería lleno de alegres máscaras. Los convidados corrieron hacia el edificio serio, de imponente biancura que se levantaba frente a superficie tersa y tranquila de la bahía de Zorobaró. Pierrots y colombinas. ulios, escoceses con las macizas rodillas al aire, altivas sultanas, Ituricos Otelos, ingenuas campesinas alemanas, coquetas marquesas de empolvada cabellera, cow boys. invadieron entre risotadas y gritos, con la alegria infantil de los yanquis, el salón de baile profusamente adornado con las simbólicas cabezas de gato, brujas y calabazas de rigos.
Un fox trot bullanguero y estrepitoso hacia la delicia de los bailarines. Sentada a una mesita de mármol contemplaba el baile a través de uno de los amplios ventanales, desde el corredor que recibia directamente la fresca brisa del mar, una dama adirosa, de pele sris y ampuloso pecho. Sin cesar se enjugaba con el pa.
ñuelo el sudor que le rodaba por los carrillos mofletudos. Porfirio Rojas, enfundado en un traje albo de fino pequé, le hacia compania. Otro haighball. Mrs. Stone, o prefiere que le ponga a ese un poco más de ginger ale. preguntó cortesmente el caballero, er correcto inglés, a la señora. Iuchas gracias; dentro de un rato me tomaré otro. De veras, mister Rojas, no piensa usted bailar. Nute cóma bailan, en general, de bien todas las parejas. Dios me libre de hacer el ridículo alli: Además, me siento viejo y cansado. Abora comprendo que hay mucho de cierto en lo que he oído decir. replicó la dama con cierta reticencia maliciosa y guinanda un ojo. qué es lo que ha oido decir. Como me lo pregunta se lo diré; pero no ponga esa cara de espanto, que no va a escuchar una narración de aparecidos. Se murmura por ani que una pena de amor mató su antigua jovialidad; que su modo hosco. huraño de hoy, no es el suyo propio; que un amor desgraciado maleó su temperamento; que desde entonces usted huge de las mujeres lindas y cultas, como si le ho(CONTINUARA)
Ro el de al Fees HENDO AL AVION oc el MASCARA 00, 9 LOGRA AL EİN Deerleae2O զս 13:10 19 La batalla aérea continúa en todo su furor. 9 en su avión persigue tenazmente el avión de El Enmascarado, pudiendo ver en esta gráfica la emoción indescriptible de esa lucha que pondrá fin a este sensacional caso. Por fin, una bala más certera daña el avión de El Enmascarado que se precipita al suelo.
MATARONA LUtes. NO ME QUEDA 07700 ZEMEDIO QUE SAC EL AVON Az 1984 King Fees Store, Gre Brasil Banyo 22 Cuando El Enmascarado se da cuenta de que el avión se precipita al suelo, se levanta de su asiento y se asombra de ver que Lukes, el piloto, ha sido alcanzado por una bala de 9. Entonces se dispone a sal tar con paracaídas. Son momentos de an.
stia terribles.
pagina DIEZ LA HORA LUNES OCHO DE ABRIL Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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