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Reos Enfermos fueron Pasados De Nuevo a La Peni ROBO OR STE TRASLADO PONE EN PELIGRO SUS VIDAS ha sido capturado, acusado de hales.
Un sujeto de apellido Aguilar LA RECONQUISTA DE TALAMANCA (NOVELA COST ARRICENSE. CONTINUACION)
ber cometido un robo de enseres que de barberia, en perjuicio del seCon motivo de los arreglos que suerte.
fior Jesús Torres. La policia lo cap ca hacen en el edificio del HospiHasta el momento, estos reos se turó y ya se logró recuperar lo roSan Juan de Dios, las salas del encuentran en sus celdas, presas bado. pese a las manifestaciones Lado han sido trasladadas hacia de sus dolencias, y estando por consiguiente, mal atendidos, por de inocencia hechas por el indining parte exterior, habiendo, ya ciado.
di asiguiente, mucha incomodidad que en la Peni no hay clinica y las condiciones de vida alli dejan Pess, a los enfermos. Entre los que se Aguilar es un muchacho contraban guardando cama. en mucho que desear para cualquier nunca ha cometido delito alguno.
que ocho reos de la Peni, los cuamos.
de la delincuencia por la que apese a sus enfermedades, fueHacemos la llamada de atenci6. hora comienza a rodar.
llevados de nuevo a la cár respetuosamente.
Aguilar fue enviado a la penisin importársele a nadie, su tenciaría.
Esete pois de las salas despleciadascua pesona, más tratándose de enfer de la faciliscelencia de la apendiente nos fami vis.
duck enodesti.
Seche rectpues se sabrá quien es EL ENMASCARADO Mañana, Sabado EL LUNES COMIENZA EL CASO MARTIN ta mente. Qué te pasa, negro tonto?
Walton comprendió el paso en falso que había dado. Como un meddis para salir de esa situación ambigua y peligrosa, en un arrineu de valor, decidió jugarse el todo por el todo. La revelación que muchas veces tuvo en la punta de la lengua y que siempre callá por temor a su am, saltó esta vez descarnada, implacable, terible. Mister Rojas, yo querer contar a usted una cosa, zdá permiso. Déjate de comedia y ligero, que tenemos prisa. El negro fue refiriendo entonces con cierta lentitud lo que le había narrado un paisano suyo que trabajó en La Virginia y que ahora se hallaba en Puerto Armuelles. Ese jamaicano sirvió, de ello hacia muchos años, en el hospital de Limón. De pie Rojas, con la hermosa cabeza siempre arrogante sobre los hombros, Didenzó a escuchar impaciente, con una leve sonrisa ironica, la in storia plagada de circunloquios y pausas. Luego, como ella avanzaba, su rostro se entenebrecia. Cuando el negro concluyó, el escuclante se encontraba sentado sobre el roñoso tronco de un surá que jacia a la par de la línea férrea. Con la palma de las manos se limpiaba las gruesas gotas de sudor que le rodaban por las enérgicas facciones, abultadas en un gesto de estupor y sufrimiento.
L: tremenda revelación dejó anonadado a Rojas. Ana Teresa no era en realidad hija de don Casimiro y doña Ana López. Agonizante en el hospital de Limón la viuda del maestro de escuelala don Alcides Vega, la bella Isabel de los amores de su adolescencia. le hizo entrega a ese matrimonio, temblando de emoción, de la recién nacida, una redonda bolita de carnes blancas y sonrosadas que ellos, ayunos de hijos, recibieron y criaron como retouo propio.
En un silencio molesto transcurrieron varios minutos inacabadles. De repente, como un resorte que se distiende en un violento espasmo de vigor, se incorporó Rojas, el gesto descompuesto, los ojos radiantes de ira, el rostro rojo de cólera. Desenvainó con rabia el machete y cruzó a cintarazos al negro hasta dejarlo tendido, sobre la hojarasca del bananal, casi sin conocimiento. Perro idiota. Por qué no me dijiste eso a tiempo. ahora es tarde. Guardaste el secreto deliberadamente. Te leo en los ojos el rencor africano. Mal agradecido, mal nacido. nue anal nud ajo Hiados u pro e uns smo vione Sensacionalísimo rapto basado en el caso de Lindbergh!
Lo más emocionante. Lo más sensacional. remos Le Roa con EL MISTERIO DE LAS PISTOLAS SILENCIOSAS a que tales POR EL FAMOSO DETECTIVE 9 VIII STE CONDIDOO, EL BUMAS.
MIENTRAS 9 VA Oes.
CARADO LE HACE VA Rios OSPAROS a los as del a ve.
on ese Alvarez do Ur os fonmacaste plaza sta ca En el piso unas ropas arrojadas al desgaire. Sobre la cama una Valija abierta. Vuelves de veras pronto, Porfirio. Dos o tres dias, Ana Teresa, Ena lo sujeto por las manos y lo atrajo. Lo miró profundamente. Sus pupilas diáfanas buscaron afanosas la mirada esquiva de los ojos refulgentes y negros de él. Luego, mirando hacia el suelo, murmuró quedo, casi imperceptiblemente. Qué te sucede? Ya no eres el mismo. Desde hace unos pocos dias te encuentro raro, tremendamente raro. Me besas, me 2caricias con esa pasión que tanto me enloquece, y de repente como si algo te horrorizara, leo en tu mirada el espanto, me haces a un iade ¿Te dá miedo que te quiera tanto. Habla por Dios hombre! No me mires asi.
IMALA PUNTE RIA: Co leyó la an de aco cores TACAS.
ue esti19 Se ha entablado un duelo de para 29Aquí tenemos a 9 que acaba de toobte. Fautistas. El Enmascarado dispara incesante. car tierra. El viento lo quiere arrastrar, pedor de sente contra 9, que desciende con lentitud ro el detective logra dominar el paracaidas de los facia la tierra, después de haberse abierto puede desembarazarse rápidamente de él.
de est paracaídas. Pero El Enmascarado no Mientras tanto, El Enmascarado va cayendo Omo de cierta con ningún disparo y 9 se salva. sobre un bosque, y es preciso que el detective trate de acercársele para capturarlo.
allás bre los SIGE, OUE TENEMOS QUEANQAR MUCHO PARA LLEGAR AL CAMPO DE ATEZZA. realiza que les respec oyectos plando futuro BUELTA LE REVO in a los se que curandol A HACER on asi osto. Te adoro; no he dejado de quererte un solo instante. Qué me sucede? No te lo puedo explicar, no sé qué me pasa. Quizá algún día. Calla, viene tu marido. Ese hombre sospecha. no sé por qué presagio.
Gouzález se acercó a la pareja y su jefe amablemente le informo. Como no lo encontraba, le decia a Ana Teresa que le dijera a usted que había recibido órdenes de inspeccionar el levantamiento de las casas de la finca La Inés. parece que por cierta confusión en las instrucciones, el trabajo no camina correctamente. Dentro de tres o cuatro días estoy aquí de nuevo. No dejo de recernendarle mucha energia durante mi ausencia. Esas habladurías y protestas de los peones deben reprimirse con rigor. No olvide que el mal debe siempre cortarse a raiz y a tiempo. Pierda cuidado. todo se hará como usted dice. Abajo vi el motor car. pero Walton está arriba, se lo llamo? Rojas le chocó la respuesta del subalterno y con los ojos fijos en él quiso escrutar sus designios. Con alguna vacilación repuso. Walton, después de aquel misterioso accidente, se halla todavía medio enfermo. Decidi llevarme a Brown Sin embargo, prefiero ir sólo. Si me hace el favor avisele a éste que salgo sin él. Mientras tanto concluiré de preparar mi maleta.
El marido salió a cumplir el encargo. El amante titubeo. La contracción de los músculos faciales indicaba la lucha a que asistía su espiritu. De pronto tomó una decisión cuyo cumplimiento quiso asegurarse cortando de antemano la retirada por si su ánimy flaqueaba luego. asado mañana a las dos de la tarde regresaré. Necesito hablar lealmente contigo: debo ser franco. Te espero sin falta a esa hora en el puente de la quebrada Palmira.
Ana Teresa sintió que algo extraño que no podia explicarse revoloteaba alrededor de ellos. Sin saber por qué, presentia una desgracia. Presa de la mayor incertidumbre quedó sumida en una torturaute cavilación.
Al ponerse el sol, en los corrillos de trabajadores el descontento se acentuaba. Las conversaciones lo exacerbaban. La antevispera, al pagárseles, se les trasmitió con fria indiferencia, como cosa natural y baladi, una noticia que cayó sobre las espeldas de la peonada a manera de un látigo centellante: una rebaja de salario y la despedida de veinte hombres. Lo de siempre, los tiempos malos, el negocio decaia, la Empresa necesitaba, contra su vo(CONTINUARA)
giene nuevas onso y aceptaacias en ano.
siciones as de ado es ma anerada Ecos 1997 King Tons Syndicat ina, Gerai bin riga med única. un hermoso pino. Su paracaidas se enre19 El Enmascarado ha quedado colgando Sa Si se acercarse a 9 saca su revólver y disen las ramas del árbol. El bandido, al pea contra 9. Dexter, rápidamente enarno puepala su Colt de un solo tiro desarma a El que queda así a merced del en 112. 14 40 Aquí tenemos ya a El Enmascarado en poder de Dexter. Camina el pobre ban.
dido adelante, con las manos atadas a la espalda, encañonado por Dexter, que lo sique apresurándole el paso, porque falta mucho para llegar al campo de aterrizaje. Vamos a saber mañana quién es El Enmascarado. Esté usted atento.
que oportu famascarado.
Betective.
ue tombe BAL ctnes DOCE DE ABRIL LA HORA pagina SIETE Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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