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CIENCIAS ARTES AMENIDADES COMENTÁRIOS EL ZARATAN e varmaBe la ei tuan par(Por JUAN RAMON JIMENEZ)
cuerTur Tiene un zaratán. Lo tiene en el pecho. Se la está comiendo viva ese maldito zaratán.
Josefin Figuraciones veia a Cinta Marín con el zaratán en el pe.
cho entre los pechos enmedio del pecho blanco, blanco de leche, Por.
que su mejilla, su mano, su muñeca eran blancos mates de leche. ella se miraria el zaratán rojo en el pecho blanco, con sus ojos ne.
gros. Si, Josefito se figuraba el zaratan como un lagarto grana, un cangrejo carmin, un alacrán colorado. Eso es, eso era, un alacrán colorado, que estaba pegado allí, vientre con pecho, con sus pinzas, sus uñas, su hocico, su boda, su piro, sus patas, en el pecho blanco de Cinta Marin.
Todos, todas miraban a Cinta Marin, recién viuda, con pena o miedo o lástima o repulsión. Pero ninguna, ninguno, nadie podía qui.
tarle el zaratán del pecho. Ni la curandera de Valverde, que tenía gracia en la lengua, ni los curas, ni los médicos de Moguer, ni los mejores médicos de Huelva, de Sevilla, de Cádiz, porque la habían llevado ya a todas partes, a lo mejor, a ver si le quitaba alguien del pecho el zaratán. Aunque todo el pueblo se hubiese puesto a tirar de él, como cuando subieron la campana gorda a la torre mayor de Santa María de la Granada, no hubieran podido despegárselo del pecho. ella pasaba de negro riguroso, de doble luto total, muy encogida en su imposible, muy abrigada, con su zaratán en su pecho y sus manos blancas, como unos lirios santos, sobre su zaratán.
Algunos murmuraban que Cinta Marin no era tan santita como parecia, que estaba condenada, poseida del demonio, maldita para simepre, porque había hecho esto y lo otro. Josefito llegaba a ver el zaratán como un demonio, un Satanás, un Lucifer, un Belial, un Bel.
zebú, un Luzbel enamorado. a lo mejor quién lo sabía? ella, Cinta Marin, qué espanto, qué odio, qué asco! estaba enamorada también del diablo del demonio del zaratán. Josefito relacionaba entonces el zaratán del demonio con Manolito Lalaguna, con Isidoro Arnaiz, con Gustavillo Rey, con todos los que decían por el pueblo que le daban vida arrastrada a sus mujeres, que mataban de hambre, de frio, de abandono a sus pobres mujeres lacias, desmejoradas, anémicas, vestidas todas de un solo oscuro, como Lolita Navarro, como Herminia Picón, como Reposo Neta, como Cinta Marin.
En los dias de gloria mayor, cuando las campanas, ángeles altos con alas de bronce, levantaban el pueblo de sus cimientos rojos y lo alzaban al mar del aire, como una naye blanca y verde, Josefito pensaba más en Cinta Marin, Acaso veía cruzar su endeble sombra es currida el sol fijo de las esquinas, tras la gente parada. Algunas tardes se iba por el barrio de Cinta Marin, la calle última, la de los Corales, a ver si a sorprendía sola con el zaratán en su casa de puerta amarilla, abierta siempre al ocaso de par en par para que entrara bien el aire sano. a veces la veia entre las dos puertas, recortada, ais.
lada en si, en su muerte casi, por la luz vibrante, sonora, como un ne.
gro esqueleto fundido, como un enjuto ataud pié, pero siempre con su borde bello de azucena fantasma en lo negro, su orilla de largo junco blanco.
ar Cuando los niños salían del colegio de don Joaquín de la Oliva y Lobo, hablaban exaltados, calle de la Aceña abajo, de Cinta Marin y del zaratán. Es como unas tenazas. Ya tú lo dijiste. Este lo quiere saber todo. Es que a mi me lo ha dicho Pastora, que vió un zaratán en el Moro. Es un zaratán como el que tuvo también la hija mayor de Lo.
lo Ramos, que decía don Domingo el médico que daba miedo ver el destrozo que le había hecho en la carne. Bueno, vámanos a jugar a la Plaza de las Monjas.
Si pasaba Cinta Marin, bajaban todos la voz y se hacían los ton tos. ella, tan mate, tan delicada, tan airosa, nos miraba triste y a ve.
ces sonriendo, con sus ojos negros hundidos en la sombra de su pañuelo negro de lana.
lo 10 Vamos a preguntarle cómo es el zaratán. que no te atreves tú a decirle que nos enseñe el zareAlimen TEMAS PEQUENOS. que se cree este que nos lo va a enseñar! Si lo tier ación pecho: es UN REPORTAJE que se la está comiendo viva.
arOCASIONAL Josefito Figuraciones se representaba el pecho de Cint como una casilla blanca con todo, zagúán, patio, comedor, sa la, corral, dormitorio. Algo así como un hormiguero de una sola AL El ardor de estos dias de ve. miga, un hormigón, o un panal virgen sin abejas, con el zángane rano no pone obstáculo al hu. cuando el zaratán está durmiendo. no se odría coger Date: mor de quienes como nosotros, matarlo?
ana suelen salir al campo a caza de Tú te imaginas que el zaratán se va a dormir. Los zaratar sencillas impresiones, buscando descanso a las agitaciones y duermen, hombre! Son como los mochuelos. No has visto tú 14 via)
ado.
chuelos cómo miran por la noche? Pues así mirará el zaratán.
fatigas de la ciudad, y cambian.
De modo que, según decía el buenazo de Nicolás Rivero, que do un rato de monotonia del fa ya mayor, el zaratán no dormia. Josefito en sus madrugadas de cotidiano vivir por el paisaje y ina velo, pensaba, fijo contra el techo, que el zaratán no dormia, que la campiña, bañados por el sol taba despierto como él. y como Cinta Marín. Porque entonces coby ardiente: polyo en el camino, ta Marín tampoco dormía.
09 secos los pastos hay un can.
sancio y somnolencia, veia a él sobre ella, colorado, muy colorado en lo blame como una rutina secular que tiemlo negro, en lo oscuro, colorado fosforescente, con unos ojitos de bla en el ambiente a seme.
pa rubí, esmeralda, turqués, cambiantes como los ojos postizos Augusto. Como una joya viva, blanda y dura, verde y grana janza del aire que reververa tos, uno de esos alfileres grandes de pecho de las señoras, són en la distancia, aligerado por en vez de estar clavado en la ropa, sobre la seda, el terciope el calor.
encaje, estaba clavado, enquistado, metido en el seno de Cinta No se puede salir al camY ella, tendida, víctima blanca de ojos resignados, del zaratán, po dejando en la ciudad el joya, del alfiler, del diablo.
cúmulo de comentarios del Pues mi hermana dice que Cinta Marín.
momento: las esperanzas ci. que no nombras tú más a Cinta Marin?
fradas en la labor de la pró.
xima administración; el asun Josefito es tonto. Pues no se figura que él solo va a poder now brarla!
to bananero; las conferencias del profesor Bustos; los artí. Lo que yo me figuro es que tú no nombras más delante de a Cinta Marin.
culos de Juan Lanas en LA. Es que me la voy acaso a comer. Mira este, ni que fuera yo HORA, quién es Juan Lanas?
el zaratán!
en into vamos dejando tras nuestra plantas Que vas tú a ser maratán, hombre! Ojalá lo fueras. Enton gran trozo ces ya tú verias!
de camino interminable. Despues de todo, nues.
tro problema es esencialmen.
Aunque Cinta Marin vivía lejos de Josefito y había tanta gente te agricola, entre toda esa ma por medio en el pueblo, él sabia siempre dónde estaba ella, y la veia raña de asuntos, yii en todas partes, por todas partes, desde todas partes, bocacalles, puer Pss! Problema esencial.
tas, caminos, azoteas, ventanas, tejados. cuando se iba de temporada mente agrícola en la mejor tie a los montes, la veía mejor y más a todas sus horas, aunque también rra del mundo, en un país don más pequeñita, con el zaratán más pequeñito, por encima de todo, de se produce café, bananos, agua y arena, colinas y cañadas, naranjos y viñas y olivos; por enci maíz, frijoles. Tenemos bien ma del mismo pino de la Corona, allí en las últimas casas de cald cimentadas las bases de otro lado del pueblo, o contra el vallado de tierra amarilla de las la gran agricultura. gustias, o junto al pozo viejo de la cuesta de la Ribera, donde e. Ahí esta el mal. qué gasolía sentarse a descansar cuando subía de los molinos, o al lado for na el peón, el obrero y el pe.
la higuera grande venenosa del Cristo, frente al Odiel violeta queño productor con el estré.
hermosa puesta del sol.
pito de las grandes produccio. Qué fantasías se hacía Josefito, solo por los montes desierto nes y exportaciones especulacontra el zaratán. Si él pudiese arrancárselo del pecho a Cinta Mar tivas?
y dejarla buena, sana en su blancura como un nardo sin daño, Me refiero a la eficiencia de gusano, cómo se lo agradeceria ella, que descansada la dejaría, con la agricultura en pequeño, al qué dulzura le sonreiría, con su pecho otra vez entero, liso! él esta rendimiento de la parcela, a ba seguro de poder con el zaratán y se atrevería entonces él mismo la solvencia del pequeño pro.
sacárselo, pero aunque llegaba casi hasta ella, le daba vergüenza de ductor y, si quieres, a la huer eírselo. Porque ella tenia más de veinte años y él selo trece, y a to ta casera.
mejor, ella se reiría de él. eso sí que no. Amigo la huerta casera ha ¿De dónde habría salido el zaratán, de debajo de qué piedra de desaparecido, hace tiempo nos qué árbol partido, de qué cueva húmeda, de qué horno abandonado, habló de élla don Modesto Mar de qué caño inmundo, de que honda poza. cómo se metió allí, en tinez, con gran espíritu nacio.
el pecho blanco de Cinta Marin. Como no fuese que ella misma lea nal pero a la larga todo eso abriera su corpiño, que ella misma lo dejara entrar! entonces er es efímero, como imposible va a ella a quien él debía matar, ja ella, si a ella! Josefito se revolvia siendo también a medida que girando iracundo en el sol, como un pequeño ciclón, cortando el air el tiempo transcurre, la peque moreno con el rodrigôn seco que zumbaba igual que un agrio pe ia producción agrícola; el aiayllante.
re se va haciendo cada vez me ¿Seria el zaratán aquel lagarto largo del camino de los LK nos respirable para el verda. que lo miraba, al pasar él, sin irse de su agujero, de aquel modo dero agricultor nacional. raro, tan agudo, tan provocativo. cómo podría estar al mismo tie Ese problema agrícola a po, en el vallado del camino de los Llanos y en el pecho de Cinta sa que me refiero: al fomento, rin? Sin duda tenía, según él había leído del diablo, el dón de la ubl mayor producción, más co una cepa apolillada, bajo una piedra verde, en una dejada ruina, eest modidades, más conocimien iba encontrando Josefito por el campo traspasado del sol último, eptos técnicos para esta agricul cuidad. Todos los lagartos, calentureros, gàliafotes escarabajos que se tura básica y sencilla, piedra una verja mohosa, eran presa de su ira, de su despecho, do su deses.
angular de bienhestar nacio. peración, y los aplastaba con los talones, con un pico, con un gula nal, pues. qué progreso sig rro, o los quemaba, o les clavaba escalofriado la navaja de los piñones.
nifica para un país la alta pro. lleno de despojillos sangrientos, de olores vivos animales, vegduceión y consiguiente expor tales y minerales, se volvia con triste lentitud, ya por lo oscuro, ca tación a base de la labor y mino de la casa del pinar. Coronado de rojo final por el crepúsculo, trabajo de verdaderos galeo desafiando la inmensa soledad y el seereto profuso de la plana hora tes?
baja Josefito gozaba su concentración entrañable, reía, gritaha en Ya la escuela trata de fo. loquecido la imposible hazaña de encontrar el monstruo ubicuo, el es.
mentar la agricultura en el pantoso zaratán; de luchar con él, de vencerlo de estrangularlo, di sentido a que te refieres, im. llevarlo como un trofeo a su pobre Cinta Marin.
partiendo conocimientos ele.
mentales por medio de un In.
spector Agrícola, que, supon.
distancia de aquí. Ya que ezo un magnifico papel ante go yo, lo primero que le de. rés periodista y curioso, po las incursiones periodísticas be decir a los ehiquillos es que drás sacar muchas cosas de de mi compañero.
no hay que quemar porque buen trato con su dueño; no Siempre ha sido usted a.
llo es pernicioso para la ferti. sólo los personajes y minis gricultor señor Eugeno Rive lidad del suelo.
tros dicen cosas interesantes ra. Cómo quieres que no que vamos. No señor, fui maestro y me el dueño de un rastrojo, Respirar el fresco de las director de escuela, ocupación si no tiene plata ni tiempo pa plantas frondosas y yerdes y que dejé hace unos catorce ra hacer la limpia de su peda sentir sombra de follaje pro años por motivos de salud, pacito de tierra? En este país ductor y fecundo despues de ra dedicarme a otros oficios hablamos y divulgamos dema haber dado al sol un rato nues y a esta dulce y modesta ocu siado; todo es cuestión de co tra espalda urbana y al pol pación de la agricultura.
nocimiento y amor por un avo del camino el lucio de nues mo la agricultura porque cre.
sunto. Quieres comer lozanos tro calzado, cosa agradable y eí, luché, me hice hombre y y frescog frijoles, chayotes, satisfactoria, conoci la vida en heróicas la o cualquier otra cosa que se No nos era del todo desco bores rurales. Pero estama.
diga escasa en el ardor de nocido el dueño de la huer nera de ejercer mi afición a esta estación? Conozco aque. ta. Hombre de culto lengua grícola, amigos mios, no es la Ila huerta que se ve a poca je y suficiente instrucción, hiPasa a la Pág. SIETE KOLA ANCLA MODERNO GRANULADO BASE DE NUEZ DE KOLA, QUINA GLICEROFOSFATO DE CALCIO.
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