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CIENCIAS ARTES. AMENIDADES COMENTARIOS EL ESTUDIO DEL LIC. GONZALEZ FLORES La invitación del señor director de LA HORA a que colabore en esta tercera página de su periódico, donde empiezan a concretarse con tanta brillantez algunas de las inquietudes renovadoras de nuestro medio, me ha ha lagado al punto de hacerme abandonar la ac titud de observador silencioso de nuestra vida política y social qu hasta aqui he mantenido, tal vez por un exceso de conciencia de mi propia incapacidad. La oferta generosa de Marin Cañas me obliga especialmente por que, no obstante su desconocimiento de mis posibilidades literarias, me deja en libertad de tratar el asunto que quiera y como quiera. para citar sus mismas imprudentes palabras.
Me he decidido, tomando en cuenta la importancia actualísima del tema y la alta personalidad del autor, por un comentario al folleto del ex Presidente González Flores, sobre La Crisis Económica de Costa Rica.
Un estudio así, concreto dentro de su amplitud, me parece que contribuye más a determinar la verdadera pulsación de nuestra realidad nacional que cualquier esfuerzo deseperado e imposible de llegar a una síntesis filosófica, general y abstracta, de nuestro medio social. Hace mucho tiempo que la so ciologia ha abandonado esas generalizaciones apriorísticas y vagas para atenerse a la manifestación concreta de los fenómenos sociales.
Al hablar así no defiendo el exagerado historicismo contrario, que resuelve la vida social en una serie de monografías históricas, sin coordinación alguna en el tiempo o en el espacio. El estudio de un fenómeno a través de todas sus manifestaciones sociales debe ser la base inductiva que nos lleve a posterio res generalizaciones.
El valioso estudio del Lic. González Flo res adolece un tanto del segundo de los erro res apuntados. Aisla un período de nuestra historia, olvidando la estrecha interdependencia que existe hoy día en las relaciones eco nómicas del mundo. Desde el prólogo sienta una premisa que no demuestra ni le sería posible demostrar: la desvinculación de nuestra crisis de la del resto del mundo y sobre tal falacia desarrolla loda su argumentación posterior, presentándonos el conocidísimo proceso de la crisis como algo sui generis, exclusivamente nuestro, con causas propias y evolu; ción particular. En lugar de analizar las ma nifestaciones nacionales de un fenómeno mun dial, se empeña el Lic. González Flores, con singular insistencia, en considerarlas como hechos independientes. Ese error inicial lo lle va a conclusiones igualmente equivocadas a lo largo de todo el folleto: origenes esencial mente monetarios de la crisis; los empréstitos como causa determinante y no simplemen te coadyuvante; incomprensión de la verda dera función de la Caja de Conversión; con cepto mercantilista de nuestra economía, tan colbertiano que resulta extraño aun en una época como la nuestra, de autarquias na cionales Una simple mirada restrospectiva sobre el mundo, especialmente sobre los países de la América Latina. de economías tan semejamies habría librado al ilustre escritor de an falso concepto. Simultaneidad en el estaili do, generalidad geográfica, identidad en sus manifestaciones reacciones, demuestran que estamos en presencia de un trastorno ge neral y profundo, sobre cuyas causas discu ten estérilmente políticos y sabios.
La teoría monetaria, a que se acoge don Alfredo, es simplemente una de tantas, aun que es necesario reconocer que cuenta con la aprobación de muchos de los más ilustres economistas ortodoxos de hoy, tales como Fisher, Keynes, Cassel, etc. Atribuye la crisis a fenómenos monetarios manifestados en varia ciones intensas de los precios, que trastornan el equilibrio económico favoreciendo, caso de baja, a los acreedores y, caso de alza, a los deudores. Lo que necesita una economía, según esta tesis, es la estabilidad de precios, ob Es más lógico y justo el señor González tenida por la distribución graduada y oportu Flores cuando critica los gastos suntuarios y na de los créditos bancarios.
extravagantes que siguieron a esos empréstiDesgraciadamente la realidad económica tos.
no ha confirmado esta admirable construcción Corolario de su argumento anterior es su lógica. Todo lleva a creer que las variaciones crtíica a la Caja de Conversión. Ese orgamismonetarias son simples reflejos funcionales mo no podia ni tenía por qué acelerar o redel causas orgánicas profundas. Inglaterra y tardar el proceso de inflación que sufriamos.
los Estados Unidos por ejemplo, a pesar de Su función era la de simple registradora de su admirable organización de crédito bancalos carsbios internacionales. Si alguna crítica rio, han tenido que sufrir más duramente tal justificada se ha hecho a su sistema ha sido vez que ningún otro país, los efectos de la cri la de su rigidez y su automatismo. Complesis. Es especialmente significativo el caso de tarla con un sistema de créditos bancarios selos Estados Unidos, donde durante los ocho a ría lo indicado.
ños anteriores a la crisis, Mr. Strong, Presiden te del Federal Reserve Board, puso en práctiQuiero hacer aquí un paréntesis de carác ca el método de la moneda dirigida, según ter personal. No defiendo la actuación del senos lo cuenta el mismo Cassel. El profesor Fis ñor Soley Güell, no obstante la honrosa amis het en su admirable librito publicado en 1933, tad que a él me une. Aclaro que él sólo fue Inflation? trae un gráfico (pag. 75) que des víctima de fuerzas superiores que lo arrastra miente estruendosamente su propia teoría. Se ron. Repudio su sistema liberal que nos ha trata de la curva de los precios americanos traido estas angustias. menudo, en el curso desde 1860 a marzo de 1933. El período que de nuestras conversaciones cordiales, experinos interesa, de 1921 a 1929, revela una esta mento la rara sensación de que no hablamos bilidad casi absoluta de los precios. Esa es la misma lengua, de que nos movemos en tabilidad no impidió la caída catastrófica de planos diferentes.
Octubre de 1929!
Al enumerar arriba los errores de que, en mi concepto, es víctima don Alfredo, señalaEl segundo error del Lic. González Flores ba en último término su mercomtilismo. la reside en la atribución a los empréstitos de exagerada importancia que da a nuestra ba1926 y. 1928 de una influencia determinante y lanza comercial, que lo conduce a considerar exclusiva en la inflación de crédito que prece nuestra economia como un sistema de contadió a la crisis. Pari passu, extiende esa incul bilidad, de debe y haber. Aparte de que pación a los hombres que entonces nos diri no toma en cuenta otros factores de nuestra gian, especialmente al Presidente Jiménez y balanza de pagos, es un error considerar una a su Secretario de Hacienda, señor Soley economía, especialmente si está en vías de Güell, cuyas afirmaciones optimistas de endesarrollo, como un sistema estático, fio, y tonces cita como para aplastarlos bajo el pe no dinámico. Inversiones que no son remuneso de la horrible realidad que los contradijo. rativas inmediatamente a la larga aumentan Esos hombres eran simples instrumentos de la riqueza nacional. Producir es crear utiliun mal sistema y sufrían el miraje de todos dad. fórmula tan simple se echó abajo el exlos estadistas, sabios y políticos de la época. cesivo apego a la balanza comercial de los No he sabido que el Lic. González Flores diemercantilistas del siglo XVII.
ra entonces la nota discordante. Siempre es Son verdaderamente sorprendentes, en un fácil criticar a posteriori. En su Mensaje de hombre de la talla del Lic. González Flores, despedida al Congreso, en 1928, Calvin Cook expresiones como esta: Los síntomas graves lidge afirmaba que Jamás ha habido una Legislatura en los Estados Unidos que tuviera que hemos señalado de nuestra depresión e conómica existía en cuando sobrevino una perspectiva más favorable. El país puede ese crash (el del Mercado de New York contemplar el presente con satisfacción y miNO SIENDO NOSOTROS UN PAIS INVERSIO rar, el futuro lleno de Optimismo. El presiNIŠTA, AQUEL DERRUMBE DE VALORES NO dente de la Bethlehem Steel Corporation, Mr.
PUDO AFECTARNOS DESFAVORABLEMENSchawab, declaraba al New York Times en TE. como esta otra: Olvidamos (al hacer nov. de 1928: Digo con toda convicción que los empréstitos) que el crédito externo concese han puesto los cimientos sobre los cuales dido a personas que no producen artículos ex Ios puede desarrollarse una prosperidad que exportables no aumenta el caudal de las fuer cederá todo cuanto hemos conocido hasta ates de la riqueza pública sino que más bien hora. lo que es más grave, los Index Numcontribuye a cegarlas. Una economía no es bers de Harvard, que según la teoría de Fisun sistema de compartimentos estancos.
her que seduce a don Alfredo, habían de anunciar y evitar la crisis, indicaban una co yuntura ascendente en Octubre de 1929.
La parte más sólida del folleto es el análiCiertamente, los empréstitos, en particular sis que hace del Control de Cambios y de sus el del Crédito Hipotecario, contribuyeron en no escasa medida a la inflación que sufrimos efectos. Páginas maqistrales, que tal vez se resienten únicamente del punto de vista uniPero de eso a declararlos únicos responsables lateral del cafetalero sobre las ventajas del de nuestros males, como hace nuestro ex Pre alto cambio. No todos somos productores, los sidente, hay una gran distancia. Obsesionarmás somos consumidores.
se contra los empréstitos, especialmente en Para terminar, quiero dejar bien claro que, países nuevos como el nuestro, es una singua pesar de las diferencias de criterio, el estu lar estrechez de criterio, dominante en el vuldio de don Alfredo es uno de los esfuerzos go iletrado, por lo que se hace de ello un uso mas concienzudos, laboriosos y honrados que demagógico. Los empréstitos no son malos o se hayan hecho sobre nuestra economía y buenos en sí, sino por el uso que se les dé o constituye un motivo más para que los jóvepor las consecuencias de dependencia polítines veamos con respeto a este hombre, cuya ca que acarreen. En el caso concreto de 1926 actuación ha sido de lucha decidida contra y 1928, si no se hubiese abusado del crédito las rutinas e injusticias de nuestro medio.
público se habría seguido el camino, tal vez más peligroso, del abuso del crédito privado Emilio VALVERDE en el etxranjero. Habia tal largueza en la ofer ta que nadie hubiese resistido la tentación de endeudarse. Países como los Estados Unidos, que no siguieron el sistema del crédito publi co, o como Venezuela, que pagó en 1930 toCATRES AL ALCANCE da su deuda externa, se vieron igualmente a DE TODOS fectados por la crisis.
Además, el señor Soley Güell, nos ha afir 00 POR SEMANA.
mado, hasta la saciedad, que el empréstito Pida informes a de 1926 fue de simple conversión de la DeurCICLO CLUB da Francesa, cuyo pago alarmó tanto por el drenaje de oro que significaba.
VIERNES 24 DE ABRIL DE 1936 LA HORAPAGINA TRES Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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