Guardar

CIENCIAS ARTES AMENIDADES COMENTÁRIOS GLOSILLAS DE JUAN LANAS AL MARGEN DE CRISIS ECONOMICA DE COSTA RICA compraba un lote de mercaderías de consumo indispensable, cuándo podía cubrirse un crédito en el exterior mediante circunstancias comprobadas. De este cúmulo de hechos tenía que resultar un cambio que no podía ser leonino, ni rigido porque la ley nunca fijó el tipo de cambio, sino que el cambio tenía que ser la consecuencia de esas disponibilidades y necesidades comprobadas por un cuerpo en que estaban representadas la agricultura, el comercio y la banca. Lo que pasó en esa junta es que los componentes no procedieron con espíritu público sino que convirtieron esa medida de enorme trascendencia social en la comida de las fieras.
El laborioso estudio del señor González Flores sobre La crisis económica de Costa Rica está provocando una interesante polémica que podría ser útil, si quienes hasta ahora han participado en ella no tuvieran su punto de vista interesado y personalísimo.
Hasta hoy, decimos, ese punto de vista es tan particular como el del gato sobre el ratón o como el de la araña sobre la mosca. Evasiva de responsabilidades más que razonamiento imparcial sobre los hechos que allí se exponen.
En cierta ocasión se escribió en Inglaterra un artículo sorprendente sobre la inutilidad de la aviación, que entonces estaba considerándose como posible arma guerrera.
El autor probaba con brillantes razonamientos técnicos, que la aviación sería un fracaso para fines bélicos. La opinión parecía conmovida con aquella pieza polémica y admitió fácilmente que la aviación sería la carabina de Ambrosio. Posteriormente apareció una respuesta calzada con un nombre común que decía que él buscaba en todas las cosas las intenciones, y que detrás del seudónimo del enemigo de la aviación, se escondía un capitán de navío, y que desde luego siendo la marina enemiga de la aviación en aquellos momentos, por celos de gremio, era natural, que uno de la marina hablara mal de la aviación.
Con eso terminó la polémica y el tiempo ha probado qué falsa era la razón de aquel ar tículo impresionante.
Lo mismo está ocurriendo con el libro del expresidente. Quienes le han comentado tienen sus intenciones. Unos porque fueron complices o autores de aquella inflación monstruosa del crédito que entre tantas cosas infaustas nos presenta el cuadro de una propiedad raíz de la cual la mitad está hipotecada, otra parte en remate y la otra abandonada, y como corolario la tragedia del estado por pagar esas deudas provenientes de empréstitos que nos hicieron vivir minutos artificiales producidos con el opio de una prosperidad alquilada para cuatro años. Los mensajes presidenciales de aquel momento son cuentos infantiles color de rosa, maravilla cómo hombres de experiencia, y que se presume que saben tanto, pudieran haber confundido los fenómenos que estaban presenciando con una candidez que conmueve.
El libro del seño González Flores en ese aspecto de la inflación y siguiendo el método del profesor Fisher en el estudio de este fenómeno, es verdaderamente notable. Hay tal laboriosidad en ese trabajo y tan bien captadas las circunstancias concurrentes del medio, que la obra resulta la mejor contribución a nuestra historia financiera y económica.
Hasta los capítulos de la deflación y de la inflación el señor González Flores conserva serenidad y método. Ve y desarrolla como estadista que es. Pero en cuanto penetra en el capítulo del control de cambios, se desvanece la figura del estadista, y queda al desnudo el cafetalero. Lo cual quiere decir que hasta el mismo autor tiene su punto de vista: el del gato sobre el ratón.
Para el efecto de comentar ese libro, no queremos ponernos en plan teórico. Harto desengañados y aburridos estamos de los magos de las finanzas o de los que van a presumir en las cátedras de economía, a adoctrinar sobre Smith o sobre Cassel, y no saben en la realidad hacer cosa que sirva.
Lo que nos interesa probar es que el señor González Flores yerra y desbarra en el capítulo del Control de Cambios con una ceguera que no es propia de hombre tan estudioso ni del método científico que debe mantenerse inalterable en esa clase de estudios.
CITAS QUE NO TIENEN EL MENOR RESPALPALDO EN LA REALIDAD En una de las frecuentes citas que hace el señor González Flores en su libro, y la que comentamos es del New York Times. dice que más del 80 de los países del mundo han a bandonado el patrón de oro, de modo que la estabilidad de los cambios ha desaparecido por completo.
Si en vez de hacer afirmación tan rotunda el distinguido expresidente se hubiese tomado el trabajo de estudiar la situación monetaria de todos los países, en vez de atenerse a información de segunda mano, no hubiera registrado una herejía de tamaño bulto el estudio que comentamos. Todo lo contrario de lo que afirma el señor González Flores, es lo cierto.
Italia tiene estabilizada la lira; España la peseta y tiene control de cambios; Alemania tiene estabilizado el marco: Inglaterra, por medio del Equalization Fund ha estabilizado la libra: Francia tiene talón de oro y desde luego estabilizado el franco; Bélgica, que es el lútimo país que ha suspendido el talón de oro, en marzo de 1935, como decir ayer, tiene estabilizada su moneda por medio de una ley de control de cambios de draconiana rigidez. Los hechos, pues, niegan la afirmación del señor González Flores.
to de vista de la producción y de las zecesidades reales del pais ese cambio que tenemos.
hoy es el justo, sin sentir remordimientos. De toda esa fantasía queda esto: Si er. el año 34 el producto oro de la exportación cos.
tó al pueblo costarricenses, al cambio del 425 36. 000. 000, el año 35 en que es menor eso exportación, en contra de lo que afirma el señor González Flores que el cambio libre la ha aumentado, el pueblo tuvo que pagar el cambio del 680 la fabulosa suma de. 52. 000. 000. todo esé sacrificio a cambio de qué?
Han mejorado los jornales, han cambiado las condiciones del trabajador en forma positivo como no sea tirando despectivamente cincos a las manos caritativas, a las gotas de leche.
Ha disminuido acaso la desocupación? Todo eso bien valdría la pena que el señor Gorzález Flores lo comprobara estadísticamente no con recortes de periódicos, en que los mismos interesados en que las cosas Beguera su climax, suministran furtivamente a los re.
porteros los cuentos de camino.
Con todo y ese alto cambio excisten Ice mismos jornales, en las empresas los mismos sueldos, cuando no rebajados y el 95 de la población no ha mejorado sus inczesos.
Dónde está pues esa insula feliz, ese remanso de prosperidad que nos ha dado e cambio libre? Hay que tener cuidado de que el interés no nos ciegue en coscs de tenta res ponsabilidad que afectan la vida del pueblo.
El folleto del expresidente puede ser el decc.
logo de unos cuantos desalmados, cuando encuentren en él la apología pseudo científica de la injusticia.
Se puede pedir una compensación para la agricultura por medio del cambio. Pero quién da la medida de esa compensación, cuando el gobierno torpemente bo evadido toda intervención en el problema? De ello ha resultado que el control monetario en manos de los exportadores, les ha puesto en condición de repartirse con la cuchaza gzonde. Esox indiferencia del gobierno disfrazado de liberalismo es pura insensatez. Porque las malas finanzas, la mala hacienda, los empréstitos abusivos, los presupuestos rencos alteran las leyes de la moneda, y tiene por lo tanto ese gobierno el deber ineludible de moderco y controla los fenómenos que afectan en mayor grado la vida de la nación.
Pero el presidente de Costa Fica, al contrario de todos los gobernantes del mundo, se encastilló en el laisser fare. En la doctrina liberal que es libertad de apetitog y concupis cencias e hizo con el control de cambios lo que el baldado que con una pierna enyesado rompe el molde que limita sus movimientos y vuelve a la divina libertad de la uquerc.
EL ESPEJISMO DEL BIENESTAR PIFSONAL. LA EXPORTACION LOS FANTASMAS DE LA PROSPERIDAD EL CONTROL DE CAMBIOS HA EQUIVALIDO UNA CONTRIBUCION SOBRE LOS COSTARRICENSES EN BENEFICIO DE LOS EXTRANJEROS Esta frase del señor expresidente es demasiado general para que pueda captarse con claridad el concepto de costaricenses. Porque veamos, si él entiende por costarricenses los 25 exportadores de calé, entre los que hay muchos extranjeros, la idea no es tan exacta.
Lo verdaderamente cierto, para devolverle su argumento, es que con el control de cambios ese grupo de exportadores, si acaso pagaban alguna contribución, era en beneficio de 500 mil costarricenses que no son exportadores, y hoy con el cambio libre, el plano se ha inver tido, de mono que quinientos mil costarricenses pagan una contribución sobre la necesidad para 25 exportadores.
Tal afirmación llega hasta los límites de las cuentas alegres, cuando asegura con académi ca intabilidad que si el cambio antes de tebrero del año 35 estuvo al 450 y posteriormente con el cambio libre, al 680. la conse cuencia es que se había mantenido artificial mente 200 puntos inferior al señalado por la oferta y la demanda, con lo cual los intereses extranjeros se beneficiaron con más de seis millones. Fuera eufemismos, cambie el señor González Flores, el término extranjero y pongale el de Juan Pueblo, que vive en el campo o en el paso de la Vaca o en la Constructora, que necesita comprar su alimento, su vestido, sus medicinas, elevadas por virtud del cambio libre en dos o tres veces su costo, mien tras su jornal no ha aumentado un anis, y digale que él le ha estado robando con el cambio bajo.
Podria sostener el distinguido estadista que el cambio actual es el producto de la oferta y la depanda. la famosa ley del embudo y no el juego sucio de la especulación que dirige sus hilos desde la madrigueza de los circulillos bursáties? Podría sostener el señor González Flozes que desde el punEl señor expresidente por el becbo de recibir más colones por sus dólares, dice como Cándido que estamos en el mejor de los mundos. resulta poca seria su exposición cuan do asegura on recort de prenso, que por efectos del cambio libre se esión exportando productos de manufactura nacional. La expor tación del año 34 es superior a la del año 35, con todo y que en este último zegía ya el cambio libre.
Lo que parece ignorar el cratox del folleto es que nuestra exportación de hoy y de todos los tiempos comprende el café, becacanos, oro. cacao, y que todo lo demás apenas sa lega. un del total.
Podríamos exportar pericos, y acaso has ta piedras con un cambio al diez mil, confor me a la absurda fesis de la mayo: desvalori zación monetaria, pero nuestros condiciones industriales, nuestra escasez de medios financieros, nuestra misma educación a cual no nos pondrá nunca en condición de producir en cinco ni veinte años, ni menos violentomente como lo pregona el seño: González Flores artículos industriales que pudieran competir con naciones mejor estructuradas y que tienen todos los mercados del mundo.
En la misma forma se confunde los fenó.
menos de producción que presentan ciertos artículos nacionales, sin reparar que el auge no se debe tanto al cambio alto, sino al desmedido proteccionismo que se les bat prestodo. Se siembra trigo, no por el cocobio alto, porque no vamos a exportarlo zác competit con el norteamericano o canadiense, sino por los tremendos derechos de aduca e impuesPasa a la Página NUEVE LAS CONTRADICCIONES LOS ERRORES DEL EXPRESIDENTE Antes de apuntar esas contradicciones, vamos a explicar lo que ha sido en esencia el control de cambios, que tantos estadistas, conforme conveniencias no han querido entender.
De la ley de control de cambios no se des prende que fuera concebida para restringir el cambio arbitrariamente. Sencillamente era una reglamentación sobre las disponibilidades de oro de la nación, cuyas exportaciones se habían desvalorizado en aquel momento, a tal grado, que su producto era insuficiente para cumplir con el crédito externo y para adquirir las comodidades que necesitaba el país. Su función era como la de un tasador que dijera cómo y por qué se giraba oro, cuando el gasto era justificable para un viaje al exterior, cuándo se su LUNES 27 DE ABRIL DE 1936. LA HORA PAGINA TRES Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    EnglandFranceGermanyItalyLiberalismSpain
    Notas

    Este documento no posee notas.