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CIENCIAS ARTES AMENIDADES COMENTÁRIOS En la muerte de Eugenio Noel AULAS de AMERICA es DE LAS MUJERES QUE SE LE OLVIDARON CERVANTES sed y con seguridad, su sangre: la gracia española, que traO LAS SIETE CUCAS. DE EUGENIO NOEL monta la cumbre de los escritores picarescos, pasa por Italia y llega hasta el horizonte divisable de Euripides. El ge(Por MOISES VINCENZI)
nio picaresco de España florece en estas páginas, como naEs preciso decirlo: estamos cansados del caramelo y del die ha logrado realizarlo en la época moderna.
cromo literarios de España y de América. El moderno estila La novela está escrita con una riqueza de léxico que rerepujar su obra con sus antenas vueltas para dentro, temerovela un vasto conocimiento de la literatura española de tosas de la excitación de afuera. no es suficiente hurgar só Omar Dengo, el ilustre y malo dos los tiempos. Eugenio Ors trabaja dentro de los términos lo el agua de la propia cisterna. La vida emborrona los ojos grado maestro de Costa Rica, en del simplismo: ciento cincuenta adjetivos, plenos de intensidel topo y pone alas al talón mitológico del andariego, gano estas horas penumbrosas para so de conquistar la ubicuidad con el amor y con el dolor de porvenir de la Escuela, lesa hasta dad, sirven sus propósitos. ya forma escuela de cercado de de este simplismo adjetival si, Azorin, maestro de sobriedalas caídas, de los ascensos, de las luchas. Pero aquello de ideas, saltando horizontes, apesar des simplistas que trasciende al taxidermismo de la sintaxis meter cincel a las páginas, para darles timbre ficticio, buen de que se le creylera tumbado para y, con él, al del espíritu. Noel, no. Su novela es una evocar entretenimiento es de almas pacíficas y vagabundas, que no siempre, en el surco de la muerte. ción de palabras innumerables, pero llenas de alma clasica de soldados en batalla. El mismo ant, topo clásico de Koenis Inspirado por la noble natirale española. La riqueza verbal de este libro es enorme. Su sinberg, tornóse un trotamundos imaginativo estudioso eminen 23. ambiente de su patria, con los taxis, de un sabor castellano que recuerda el giro parsimo de su madriguera. Ala, aleta, planta, quilla o hélice, en el corazón se hizo sonoro a las excita. nioso de la prosa cervcntina. Véase, las siguientes explica sumidero vivo del mundo: tal ha de ser, por principio, la he expansiones intelectuales. Es proverbial en los sacristanes la mala letra y la buena bra del estilo. Sin negar el pulimento de gabinete, joh, Valle No habló nunca de dolor ni de conducta, pero, como todo en este mundo, hay de vez en cuan Inclán. ni, tampoco, la hilazón del tramoyista retórico, que, cepción y sy prédica en un girar do alguna excepción.
para algo sirven las cuerdas; ni el sobo y resobo de los mode nebulosa, irradió por todos los Que los libros son el mejor adorno y los mejores muetivos; ni el odio, bien sentado, de la falta gramatical; ni, mu destinos y sus sueños de esperan bles de cualquier habitación, cosa no por bien sabida bag.
cho menos, la simetría de sonidos e ideas, de matices y de za no anclaron, porque sus ambicio nes se renovaban en superación.
fante alabada.
líneas, el estilo ha de ser, más bien, un problema anatómico Esther Neira de Calvo, condue Que los mercaderes a fuerza de tratar con valores no que ponga a saltar el músculo debajo del pellejo disimulatora de almas, a quien el destino pu aciertan a ver en las personas sino objetos de compra venta.
dor de las formas. Porque no estamos, a la hora de ahora, paso en Panamá como en un pedes Qua una vez más puede tenerse como seguro que a gara vestir esqueletos con pieles doradas. La velocidad nos in tal de prédica americana, afirma to viejo ratón blando, sin que eso pruebe que el ratón blando vita, en la máquina moderna, a rebosar los antiguos viajes que el maestro es quien se arranca no pueda comerse al ratón viejo.
de Ulises, en la busca no saciada del paisaje nuevo, del ai el corazón parad arlo en comunio.
Poca muestra es golosina bastante a la atención copiore nuevo, del hombre nuevo y, por qué nol, del dolor nuevo nitivas y con ese concepto alude a sa. Si no, que lo diga el lector y se haga la boca cigua, palaEsto es lo que exige la época al escritor moderno, can Omar Dengo, cuyo esfuerzo fué un deando esas frases de Noel. Dígalo.
sada ya del polvo de las viejas polveras.
latido en la búsqueda de plenitu Bien puede colegirse el sabor estilístico de Las Siete des espirituales.
Cucas. ahora. Tiempo es ya de hablar del enredo del libro.
DONDE SE VE SALIR LAS TABLAS EL UNICO PERSONA Si es fácil llegar a la elocuencia No creo que el crítico esté obligado a relatarlo: tampoco JE DEL CUENTO ajustarse a los ritmos de la obli el introductor os llevará a la cocina de palacio. Pero, para Aquí lo tenéis. Conversador, un gigante. Hombre de mu sación de realizaciones, difícil eso se hicieron las sintesis y el adema del copero que os inchas letras, vivas y muertas. Cultura clásica tanto como ulra la vida, aqui librándose en el des vito a tomar los vinos. Venga, pues, la síntesis. En el frontistramoderna, la suya. Un erudito, pero un erudito de verdad: concierto y hacer de la personali picio de la obra está esculpida no puede decirse de otro filósofo, literato, hombre de ciencia. Informado en todas las dad la perfilación recia en desta modo la siguiente página: disciplinas del espíritu y de la vida. En él las ideas toman el que sobre la crisis y las adversida La novela de Las Siete Cucas. honesta pintura de una carácter de episodios: no es un catálogo.
des: fué asi el maestro una escul mancebía en Castilla; compuesta para recreo y alivio de los Cuando se levanta de la silla se extraña uno de que su tura moral que gustan de aventuras camales y sorpresas de realidades cabeza no pegue. el techo: tan grande ha sabido manifes existencia fue breve, pero ellas ya vivas. Sin que su lectura, por obra de la valentía en el decir tarse con su palabra, con su gesto. Sus pensamientos no son no tienen suma en la perennación de vida, mueva a desorden de sentidos, ni les deleite de otro plamos geométricos: son volúmenes. Habéis de buscarle, con póstuma, donde el tiempo perece giro que a la humana y dulce manera, vieja y siempre fresca, la atención aguzada en fino estilete, a cada uno de ellos, to no tener sucesiones, de lo taigal.
das las dimensiones conocidas. tal punto ha sabido multiSi necesitamos guias en este trán Ese es blasón de añeja nobleza que previene al espíritu plicarlos, su conciencia. Los aceptéis o no, tenéis, por fuerza, sito de vacilación que apura la hu. en favor de la obra. Y, en efecto, podrán leerla liberales y que respetarlos, porque le salen enteros, profundos y llenos manidad, para no rodar al abismo, gazmoños, duquesitas o príncipes, sin daño ni oiensa de sus de la gracia medular española. Un gran español. Por esto, luntades rituadas por las emociones virtudes. No porque no ocurran, en sus senderos, cosas cruun dinámico de primera fuerza, un soñador cervantino de ca del corazón, porque el destino de das, sino que con buen decir se soslayan sucesos apurados pa y de espada. Sentimos, los que hemos hecho de la rebel los hombres de marcará por crea y plenos de deliciosa malicia. Se partam dificultades con gadía un apostolado, la presencia de la muralla que no se salciones de afecto y quien las estimu lanuras del buen decir clásico.
va de un brinco. Pero, más que todo, nos ha atraído la raíz le como Omar Dengo, habrá encen Las Siete Cucas eram siete lindas mujeres: madre e hide su mentalidad: su inquietud filosófica tendida hacia todas dido un faro en la borrasca y será jas. Las siete como dice el mismo Noel servíóm de crialas posibilidades. Un buen catador de la metafísica; es un una voz sobre el mundo, que anun das en las mejores casas epulonas de una Ciudad Castellaliterato capaz de ponerle escenario sólido a su obra.
cie que detrás de ella, vienen subiendo hombres nuevos trayendo na cuyo nombre nada importa. Cuco, padre de las seis, fue Lejos de pensar con los caramelistas contemporáneos, en el promuso aluvión de sus vi ahorcado, por delito de sangre, quedando en el arroyo las ya con desdén, sobre las disciplinas filosóficas, reconoce y sabe das, la soberbia esperanza de pre apodadas Siete Cucas, que hicieron venganza en el pueblo que no puede existir literato efectivo que no las cultive. las claros destinos.
burlador, burlándolo en el enredo de sus propias bellezas, sin cultiva, de un modo envidiable, empezando por la literatura Las patrias se engarzaron en la excluir a las mismas autoridades de clerecía. Todo él quefilosófica y terminando por la matemática superior. Yendo del Humanidad y la Escuela será el tado en las redes de los siete hilos, abancándolo en la iglesia, mundos. Visita observatorios astronómicos en los Estados Unisel maestro el artífico máximo de entre el paréntesis del Sacristán y la suprema cutoridad ecle dos con la curiosidad con que asiste a una operación quirúrgi la belleza, cuyas surgirá el Regalo donosísimo para el espíritu el desenredo de tanto ca en Cuba, en España. Conoce los misterios de la célula: proceso se refiere enredo, hecho por momo maestra, como no se tiene memoria no olvida las lecciones de don Ramón y Cajal. Bien sabe que Omar Dengo, que ha soñado más que lo hubiera desde hace mucho tiempo en España. Condiel hombre es hijo de lo ilimitadamente grande y lo ilimitada de lo que ha vivido, en horas bre ción esta última que acerca al autor al siglo de Cervantes, mente pequeño. Por ello estudia el mundo en esas dos direcves y precipitadas y como un reloj siglo de quijotismo, de imposibles hazañas, de tretas heroiciones. Es un lector formidable: nada se escapa a su curioadelantado que suena su alarma en cas, de blasones, de picardías.
sidad. Y, quien esto es, esto juzga: es un crítico peligroso. Tie la soledad anunciando sin eco, los Pícaro es el libro de Noel hasta los tuétanos; porque el ne en el espíritu la rosa de todos los rumbos y. con ella, el metro de todas las distancias. Sabe, hasta donde es posible meridiano, pero No detuvo su marcha en momento alma española es pícara hasta lo mismo. Risueña, burlong, la aguja apuntó hiriente, regocijada en extremo, sin dejar de ser trágica, doa un hombre y en esta época, juzga lo ajeno y lo que es sobre la hora augural y lo que pu lorosa y humana.
suyo: su propia alma, sus propias facultades, su propio des do ser su existencia en largo rit. las Cucas dan la impresión de que se olvidaron a Cer!
tino en la plataforma de la cultura española.
mo, se detuvo para siempre en el vantes porque en ninguna de las páginas del Quijote, las sector de las horas claras, como fué treinta y seis mujeres del libro tienen identidad con ellas por DONDE REMEDIA EL OLVIDO QUE TUVO CERVANTES DE su áimo dirigdo a las juventudes la misión a que fueron destinadas, ya que por la belleza no nacientes.
SIETE MUJERES EN SU NUNCA BIEN PONDERADO DON La Escuela, observa, obligada a pudiera decirse lo mismo. Ensartadas las Siete en la treanza QUIJOTE ser madre nutricia del progreso, es cervantina habrían enriquecido, acaso, las modistas que vesEl anterior es el Eugenio Noel humanista, metido en sus hija del ambiente y es bien dificil tían a las mujeres del Maco. no sólo enriqueciendo a ellas, griegos y en sus latines; el gigantesco orador que dice cerca que alimentándose de sombras, ge sino también espoleado el magín del Ingenioso Hidalgo de la de tres mil conferencias en todos los pueblos de España y en More resplandores: El pensamien Mancha, quien habría, de seguro, retardado la hora de su centenares de América; el buceador de las matemáticas suto sufre por falta de alas, muerte en la obra de desfacer los agravios que se fizieron scEl periores; el predicador del machismo; el enemigo de la tau vo dispuestos para los grandes vue bre Las Siete Cucas. El nuevo capítulo, o los nuevos capíturomaquia española. Ahora viene el novelista. Abrid espacio los, pero fueron quebrados en los los de las Siete, se habríon ajustado con novedad psicológipara verlo caballero en uno de sus jumentos clásicos; el esprimeros remontes de la juventud ca en el libro inmortal: un pueblo contra siete mujeres. La cenario tiembla bajo el peso de una resurrección de la len y si no permitieron que en vida su máquina más infernal de los mayores agravios que vieran gua y de la raza. Vedlo venir.
personalidad pudiera pasear su flos siglos.
De los estilos sabe que son como el vestido; hay que a grandeza por todas las perspectivas Esta es la obra de Noel, en suma. No hay más que adjustarlos a la condición y al lugar, a la hora y al matiz tem de América, los breves y audaces miración para ella. Es doloroso, en parte, porque la crítica chistera a un paseo de campo, ni visita la ópera con traje de ron ruta y por ello seguirían las queda reducida el aplauso. Y, la verdad, dende no hay pinchazo anda escasa la sal. Ahora, por culpa de la grandeza baño. La naturaleza no es de otro modo: múltiple, se inter Si el maestro lleva la patria del de Las Siete Cucas. nos quedamos ayunos de ella, pero preta mejor cuanto más original se presenta. En su novela porvenir en el corazón, afirma que no de la verdad que suscribe sin espera de galardón, eniren Las Siete Cucas. Noel abrió la vena de la raza y bebió, con Pasa a Ja Pág. SIETE, te del autor.
MIERCOLES 29 DE ABRIL DE 1936 LA HORA PAGINA TRES todo este Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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