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CIENCIAS ARTES AMENIDADES COMENTARIOS LOS PRIMEROS Arte cruci de un sonámbulo TRENES CANTINAS con un JUEGOS GOS For BENJADIIY JARNES Por AGUSTIN DE FOXA Conde de Foxa) Por Emanuel Thompson Calles pavorosas, imaginadas por un cubista loco; sombras dez.
Mi hermano Jaime y yo nos ponemos los MONOS de dril azul. concertantes, sombras pegadas al suelo, a les muros, o persiguiendo la cremallera sustituye a los ceremoniosos botones. En la estación, La cuestión de Designados a implacablemente a un hombre vestido de negro, demacrado. rígito, maletas y un asfalto regado. Ya viene el carrito de las almohadas; es la Presidencia dió lugar a un an que acaba de robar a una blanca doncella Lil Dagover que la lle.
te hombre vende sueños hasta Valladolid, hasta Ariza. Presiente me. teresante debate público. Se ha vis va er brazos a alguna mazmorra, a algún jardín de los suplieios de delinearse dos jullas con carbonilla. En la red, los periódicos, las maletas, et cucuru to, palpablemente, 2inur Este raptor negro alguna vez será húsar negro. cómo no cho de almendras de Alcalá y con un párpado de casa desvaida, la luz cuerzas dentro dos hombres Viejoe iba a arrastrar a los espectadores? Estas sombras, un bosque respeso el ricardismo, o los hombres viejos; de sombras, son las de Caligari. la geométrica y torturada película azul para la noche minúscula del túnel.
y el cortesismo, los hombres nue.
de Robert Wiene. El cnámbulo misterioso como las calles y los g2.
La locomotora es como una torre de metal; dos colores, escarlata vos. it baetes cúbicos es César; se llamy, aquí César. Pero en la vida co.
Se han roto, pues, los primeros y negro; sintesis del dragón coa lengua de fuego y jades de pulmón, Campeón de los juegos diabólicos del cinema.
Vegas jugando con el fuego; manchas y humedad. Por el lente, con muerte entre los maulidades y los combates contra el desaforado monstruo de la fantasia de manier Partimos con una nebulosa de vapor. Ya va el maquinista José fuegos, y se ha entablado una lucha Ente se llama Corrad Veidt.
un rseia de vapor, el lenguaje amarillo de las luces de señales. Vcias valores; entre los tagarbesos los porque él sabe encerrarse en los dominios de Hoffmara y Meristotines mos por el oruce de las vías y la carrera de los postes de telégrafo. desposeídos entre los slóbulos blar sin pisar el terreno, tan resbaladizo y tan cómico! de los práce So levantar brazos de mesat. scodados. ou faroles. Es la tortura del cos mudos slóbulos bojos en entre los las Sombrios juegos entonces de pintura negra, blanca y gris, de luz súbitamente apagada o ehecndida. Escaramuzas con lo trágico im.
sión de las cilindros de alta y baja y el semicireulo del regulador. El labra, entre lo que nada vale contra placable, sin resquicio alguno para la sonrisa, para la viva flor huma.
vapor brama en cada hendidura, escapa en vértigo y se hace grito ea lo que vale. Eso es todo. primera vista, es decir, juzna, entre aquellas paredes que en vez de proteger amagan. Arte de la larinse del pito, columna de precipitada lanilla o vano de caballo gando PRIORI, pareciera que la ngustiosas lentitudes, de silencios terribles, como esos que en un in en los écabolos.
forzada elección del doctor Pupo, cendio qué página de Rilke! preceden al derrumbamiento de im 121. logouero Mauro abre un horno de horror; un fuego blanco, com genuino y pintoreso representativo gran muro alanceado por las llamas.
pacto como una joya, inmóvil. Su cara manchada va del incendio al de la Oligarquía, constituyera un ¿Como salió Conrad Veidt ileso de tanta balumba teatral, de entre carbón regaño; paletadas de inferno. Medio hombre es de oro sudo triunfo del ricardismo. Sin embartantos desmelenados expresionistas. siempre en las fronteras de la las roso; la otra mitad, de fría espalda llovida. La chimenea tira de go, en este primer combate que se patetico, a pocos milímetros de la carcajada? Un arte más teatral lamas y Les da silueta de zarzas.
que einematográfico, más caprichosa pintura yerta que historia huha librado en el seno de nuestra Lo visit son estos hombres a la intemperie, bajo la nevisca, sucios, anti ricardismo ha obtenido la más energias, sin que de su robusta personalidad de gran trágico cuedase mana viva, camorado de monstruos y alienados, pudo acabar con él; Cámara, el cortesismo, es decir, el pero Cenrad Veidt se restituyó a la normalidad dramática sin perdez con los párpados inflamados de carbón, entre aceites y manivelas, pas lisonjera victoria moral que pudiera nada prendido en aquellos arriesgados alguna vez admirables empe.
toreaado incendios por las sierras de Avila.
apetecer, y ha señalado, ños. En los dominios de la pesadilla, los gestos, la fisonomía entera de Dettás va la biancura femenina de los SLEEPINGS con su luz gesto magnífico, el camino por se tenue en la nevada, el restaurante de pantallitas rosas, la ensalada, guir al Gobernante que llega.
Conrad Veidt se hubieran tal vez petrificado. Es peligroso frecuen.
el licos, la taza de café con cenefa rosa.
Analicemos este aserto: tar el trato de fantasmas. Para el escritor, para el pinter, para el a.
El maquinista rasgó ircales de la lucha de clases mueve una ma Estos buenos ricardistas, acostis tor. De ellos, sólo un temple de acero recordemos el de Goya jugan.
nivela. Vé usted me dice ya he quitado la calefacción a los do tas y cortesistas de cuño oportunis do con su caprichosa fauna diabólica puede salir incólume. Hay primera.
ta que hicieron luenga antesala en que restituirse al terreno firme de los hombres en vigilia. canvi Sa regedea sintiéndose señor del tren. Sabe que en sus manos ca las oficinas de don Juan Dent busgilia angustiosa, en inquietud perenne. Hay que vivir no entre los de.
Mokis van vidas mucho más delicadas que la suya. Hombres que po. cando Candidato que oponer al se.
monios, sino entre los infelices condenados con una u otra condena, en una perla en la corbata y señoras con relojes de esmalte, ñor Cortés, y que, no hallándolo, Cenrad veidt ya hace tiempo, se internó en los dominios del dolor verdadero, después de tanta congoja pintada. Acabamos de ver.
Así ha enfriado en fugaz represalia y por unos minutos, el cuerpo tendieron rápido vuelo a las tiendas blanco de la bella viajera, arrebujada en la seda de un pijama y con del Dueño del Patio, su idolo de Ic en El rey de los condenados más dueño que nunca de sus ge.
was flores en el cristal de la ventanilla.
ahora, y, que allá en tertulias inol niales instrumentos de seducir y conmover. Es el actor patético por vidables ise agongojaban pensando exceiencia. Ya no se trata aqui de u sonámbulo, sembra al servicio de el El tren lleva su vendaval propio, su huracán prendido. En las es en la suerte que podría correr unas sombras, sino de un hombre generoso que siente le terrik) reg.
iaciones teyanta papeles, kojas. trapos. Yolamos por los tacituros país con el señor Cortés, y, con to potasabilidad de salvar a otros hombres. De ser su rey en momentos pueblos de la medianoche. Pasos huecos por el andén mojado. Bajo la no uncioso, proclamaban a voz en de tragedia espeluznante, de real y verdadeto conflicto épico, bombilla se atisban los telégrafos polvorientos, los teléfonos y las cuello que don Ricardo imponía la Candidatura del señor Cortés para cantinas dormidas.
Es una isla, y en la isla, un penal. El territorio donde este hom.
El foganero atiza el hogar; mete un tenedor de hierro y remue castigar a Costa Rica por no haber bre El número 83 ejerce su oscuro dominio, no puede ser más ve los cartones encendidos. Lo baca con una blanda punta al rojo y querido la reelección del majestuo catastrófice. Tiene su trono al borde de un cráter. Pero ejerce su se so anciano, son los mismos que hoy, beranía a un mismo tiempo espiritual y física con la grandeza de to coloca sobre el téndr para que lo endurezca la noche.
todos los días, en conocidos perió un legitimo emperador. Esperan todos de él; muchas vidas Te estás: Tornanos agua. Vamos a 90 por hora.
El fogonero limpia la pala; queda como de plata koeitosa: luego nerados cronistas y recalcitrantes ca dicos ricardistas, con ayuda de ama confiadas por eso, euande un indulto pudiera destronarlo. prefiere ta unta com manteca y extiende sobre ella un abanico de sardinas. Asiriaturistas abruman on sus elogios tinúa siendo un gran hombre. acepta gallardamente las nuevas continuar entre los suyos. Ha äejado de ser El número 83 pero con las suspende unos segundos sobre el fuego y las saca hechas sabrosas, al gran don León, y hablen enfáti muchos más crueles, responsabilidades de su soberanía. Va a estallar derretida.
camente sobre la conveniencia de la bien meditada revuelta. El indultado seguirá al frente de sus comLa máquina se torna humilde cochaa.
Cuando los vagones sudan resina por los agostos de Castila, entre circulo insaciable, de fauces, como dia. El número 83 se presenta con la auténtica majestad de un cau!
apoyar todo lo que favorezca a su pañeros. Seguirá siendo rey. en los momentos de más honda trage.
trigos y ovejas, suelta, un hilo de vapor y prepara conejos, flanes y el lobo del cuento, desmesuradas.
cocidos con salsa de tomate.
Singular contraste el de dillo de pueblos. El máximo peligro lo dignifica hasta la sublimidad.
estos Vamos detrás del sudexprés: le vemos encenderse en las curvas. hombres, desprovistos del más eleiQué diferencia entre el sonámbulo que raptó a la blanca Lil Dago.
Por el desfiladero viene una máquina aislada. Es una berriona. por mental pundonor civico dando lec ver y el agudo centinela que roba a toda una harapiento colonia de que no sabe pitar y berrea en la niebla buscando su rebaño de loco. ciones de civismo a hombres que pomanos del frio y arbitrario jefe!
motoras. Trae una pelusitia de nieve sobre el carbón.
drían ser sus maestros en punto a Cenrad Veidt recorre a pie firme en El rey de los condenades lealtad!
toda una escala de actitudes trágicas. Desde las notas graves, apenas Estaciones pálidas del amanecer, desiertas bajo la lluvia. Sala de Extraña confusión la de estos se perceptibles, de las primeras escenas en que sólo actúa como sombra espera triste, con la estufa. con su placa ardiente como una angina y fores diputados que se inclinan re expectante hasta las más agudas, hasta el do de pecho, de las esce.
el reloj empolvado. Hay gasas y moscas, un estucado de verde botella, verentes ante las imposiciones del nas últimas. Al principio, la suma astueia: sen apenas los ojos lo que bancos com viajeros somnolientos, bostezos y humo. En la pared, un prócer cartaginés y olvidan los de Tse ponen en juego; después, el arranque patético, la crgoja, sacudien.
gran, espejo con manchas de grasa y la calcomanía de una mariposa rechos, respaldados en una mayoria de todos sus miembros, la desesperación el dolor en lo más vivo. Has.
en el centro. El quinqué y un reglamento borroso de 1880. Los cam absoluta, de su propio Candidato! ta la magna explosión, hasta el grito que domina la muchedumbre pesinos llevan tortas de aceite y pollos para el diputado de Madrid. Lamentable enseñanza de los que que se haee dueña de la furibunda tromba humana. Grito eficaz que Alforjas de borlas azules. Los gallos cantan a la última aurora cam se envolvieron en amplísimas túni da el tono al revuelto oleaje sinfónico. Grito césareo. un mismo pesina. Les esperan patios de carbón, cox sábanas colgadas goteando cas renovadoras para coger el voto tiempo individual y colectivo. Grito inolvidable.
Jejía, del pueblo bueno y sencillo, que, Esta película áspera verdad artística y humana, lección cruel de Eavueltos en sus mantas dormidas los civiles. En la cantina, el es. por un momento, creyó que de ve este experto sonámbulo de Caligari no ofrecía a los espectadores calofrío del amanecer, unas copas de anis y un café frío.
Tas iba a gobernar don León Cor ninguno de esos triivales, candorosos alivios tan abundantes en otros tés y su genuino Partido y no un films dramáticos. Se presentaba al desnudo, con toda su aspereza y Un tren enrojece las piedras. Es el tren más delicado, el que no Círculo esperbible y abominado! crueldad. Apenas si una mujer iluminaba algún trance con su esplica.
no aguarda; trae leche de los prados santanderinos y fresco pescado. Todo tiene su límite: hasta aún con el latido del mar.
dida belleza. No se proponía bien se ve deleitar a espiritu débiles, las conveniencias políticas. Ya en sine sacudir a los fuertes y leales consigo mismos. Esta película la calle, entre muchos de los más estaba destinada a acariciar, sino a fustigar. se Hay también el tierno romance del tren. El fogonero, renegrido, conspicuos cortesistas, empieza a na Pues las gentes soportaron felizmente aquella dramática sacudida, tostado de fuego, se asoma a la fresca noche de la via buseando el er el descontento. Diario de Costa aire de la noche de la vía buscando el aire de los árboles. En el kiló Rica con notable acierto, señala No se perdió la lección de atormentada humanidad. La áspera vera ba la contradicción en que está cadad fué ereemos eseuchada. Quizá estamos en los umbrales de una onetro 40 parpadea la casilla de la guardesa. La hija dieciocho años yendo el nuevo gobierno al permitir etapa en que los espectadores sepan serlo, en que sientan la respon.
sale de dia con su bandera roja, valiente, hermosa, alto el seno contra que todos los puestos los acapare sabilidad de contribuir a la desaparición en la pantalla y en el tea.
el vendaval del expreso.
tro de todo lo blandueho y necio, de esas escenas de vida parasita.
La casa se unta de yesos y rugosas parras. Unos jeranios en latassidente saliente en mengua de los ria, fofa, inútil. tan monótonamente repetidas, sin ninguna elevación de conservas encienden el desmayado azul de las cortinas. Cabras ba cortesistas sinceros jo el baile de las camisas puestas a secar. Arriba, alambres; abajo, una En efecto: diputaciones, secretarias, El rey de los condenados puede representar una partida garada por entusiastas, artistica; mucho menos ética. Sencillamente, sin granlleza humana.
mesa rústica desde donde ella contempla de noche el mismo lucero ministerios, sobre la chimenea de la casa. Cruzan graznando los gansos, el carbón todo en fin está absorbido por cua legaciones, militares el arte cinematográfico. También por el arte de conmover eficazmerz grasiendo de la vía, sus piedras resudadas de aceite, la escoria ferrugi. tro VIVOS. El grande grupo renote a los hombres. Es, al fin, una magnífica lección de sacrificio.
nosa de las brasas, los huesos, el cardo seco y la hierba manchada. vador del Cortesismo está fuera del Sado sombrío representado fielmen priva y dominará, desde luego en Cuando llega el invierno tiritan en la casa de la guardesa. Pero todas festín. Don Ricardo todavía man te por el doctor Pupo, y lo peligro el Partido Cortesistas en el pres Jas noches pasa el tren y sobre la plataforma movible del ténder, don da.
de hormiguea la velocidad, llega el joven fogonero. Nunca se han ha. Hemos dicho que lo ocurri.
so que sería para el nuevo Gober entero un sentimiento de hondo rehlado; pero en el ardiente agosto de los trigos o en el claro diciembre do en el Congreso significa un trion so que en forma tan discreta y de tra la Oligarquía, y que la peor nante despreciar este primer AVI pudio, de verdadera adversión, condo la nieve se han mirado sonrientes. Cien metres antes de llegar a fo del grupo renovador. así es, cente presenta el nuevo Congreso, política que podría realizar el seu Ja casilla, el fogonero empuja un bloque de carbón que rueda por la realmente. El hecho de que 27 di trinchera de la vía. Un trozo que gastaria el tren en un silbido y que putados fueran a ofrecerle la Pri quia. Nada importa que el Congre plicado, sostenerla. Como lo haga y seguir robusteciendo a la Oligar ñor Cortés sería, Ella viene bajo la fria luna de los lobos y lo recoge en una cesta. mil titalos apreciable, don Luis Fer rectificara después, cuando sonaron drá muy pronto en su contra la mas so que tuvo ese gallardo gesto, lo así el señor Presidente Cortés, ten Dulee idilio; alguna alegre tarde de la próxima primavera parará nnádez, rechazando el maquinista la máquina entre los morados tomillos y unos meses del Prócer cartaginés, debe hacer porta que el doctor Pupo convenei no alguno haya obtenido. Don Clete la imposición las campanas grandes; ni nada im formidable Oposición que Gobier.
después las manos sucias del fogonero maneharán el blanco traje de pensar al Presidente electo en lado de la mala atmósfera que tenia González Víquez, en un interesanto a novia.
fuerza extraorlinaria y joven pa su nombre no lo retirara; lo esen. reportaje la anuncia, en la misml (PASA LA PAGINA NUEVE) Ira liquidar, cuanto antes, el pacial es que ya se ha evidenciado que Pasa a la Pág. NUEVE.
PAGINA DOS LA HORASABADO 16 DE MAYO DE 1936 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
10 como hemos es
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