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CIENCIAS ARTES AMENIDADES COMENTÁRIOS HA MUERTO MAGON; de naci Si Costa Rica ha tenido Príncipe de sus letras y Señor de los Ingenios, ese ha sido el ciudadano Manuel González Zeledón, que murió ayer tarde, a las escasas dos semanas de haber regresado al país, tras de un exilio voluntario de 30 años, que él viviera lejos de su patria, de donde partió un buen día en que sintió pena por la política y por el sofoco de los que a ella se dedicaban.
En la desolación de nuestros campos literarios, Manuel González Zeledón, a quien se le conoció más bien por el seudónimo de Magón, es el cactus gigantesco, el mojón de piedra que rompe la desolación y señala guía.
Para nuestras generaciones jóvenes, hechas artísticamente en los moldes de Hollywood, el nombre de Magón es apenas el de un Ministro nuestro en el exterior, pero para los viejos sustentadores del liberalismo, para los que vivieron los años de La Prensa y de La República. Magón constituye el auténtico valor literario, el gran escritor que comparte con Aquileo los más altos honores de la intelectualidad costarricense de valor intrínseco verdadero: Aquileo, Brenes Mesén, Sancho, Pío Víquez, Magón, Fernández Guardia, Yoyo Jiménez.
Del viejo tiempo, solo heredamos pocos valores. Todo lo demás se consumió en un retoriquismo afrancesado, en unos cuantos cuentuchos de mala muerte, en unas prosas almibaradas y churriguerescas, producciones que dentro del solar tuvieron alguna cotización por la cotización política o profesional del autor, pero incapacitadas para volar fuera de las fronteras y del tiempo.
De todos estos valores, Aquileo interpretó en verso, en su más quintaesenciada forma, el alegre vivir del campesino nuestro. sus versos, llenos de una ingenua picardía bucólica, se hicieron populares por el medio único en que podían hacerse dentro de un campo negado a toda manifestación artística: las recitaciones escolares. Aquileo ganó al pueblo y tuvo la popularidad que lo eternizó.
Magón, quizás por su misma forma de prosa porque ella exigue mayor dificultad en la lectura, sin el dulzón sonsonente del consonante, no ha llegado a la popularidad del poe ta, pero es innegable que en sus prosas costumbristas está captada el alma nacional de nuestros campos, la sencillez de nuestras gentes, la vida de nuestros vecinos, los problemas de nuestros viejas, los apuros de nuestras familias.
Magón fue el genial intérprete de esa alma sin aristas, sencillota y socarrona, que heredamos de las razas conquistadoras, con aº tisbos de la gracia peninsular, escondidas entre los pliegues de nuestra vida mutilada de innovaciones y sorpresas.
En Magón como cuentista, todo es perfecto. Su limpidez sintaxica, su riqueza de vocabulario autóctono, su construcción indígena extraida del mismo meollo de nuestras expresiones domésticas, su agilidad argumental su sencillez de desenlace, su armoniosa compo borcillo y sus concesiones de pobre de levita, sición y distribución del argumento, la faci que no son despreciables.
lidad con la cual expone, desenvuelve, da caY como los jóvenes de nuestro tiempo no rácter, imprime sello, crea y genializa el tipo lo conocen, nada más que por los retratos que y lo recorta en dos brochazos con mano maes han publicado últimamente los periódicos, tra, sin influencias ni encrucijadas de otras cuando viejo y enfermo regresa a la patria literaturas.
para buscar el pedacito de tierra en donde ha Magón, creó, por lo tanto, su arte, y al de descansar para siempre, oigamos lo que crearlo, eternizó nuestra vida sencilla, esa vi. dice el maravilloso escritor describiéndose a da que podríamos llamarla: avant pavimen. sí mismo: tación. porque las cosas pedantes tendría ¿Autobiografía? 45 años, viudo, pobre, mos que bautizarlas en carácter con una bartrabajador, honrado. aunque ya dije que era baridad de pedantismo.
pobre y parecería repetición) tico Pero donde el Maestro alcanza su cima más miento y de corazón, pues no el ombligo sino glorioso y doned da una expresión fiel a su el corazón tengo allí enterrado; observador y genio interpretativo, es en el cuento máximo copiador de observaciones; denunciante de de su vida: La Propia.
la rica veta Costumbres nacionales. exploEn La Propia. Magón se revela como tada con provecho por mis amigos; hice estuun escritor dramático de una fuerza igual a la dios en el Instituto Nacional. El doctor Ferraz de una Azuela, la de un Gallegos, la de un dirá que con éxito. diputado por San José, Guiraldes.
milite en los campos de la oposición a la poMagón no trabaja con un escenario de lítica de Iglesias, esquivelista de los decepcionados etc. etc.
tragedia. Sus personajes no están movidos Magón comenzó a escribir en el año 1895, por las fuerzas de una gran hecatombe: vien el periódico que a la sazón dirigía Aquileo ven en campos verdes y viven felices. Sin emEcheverría, llamado La Patria. El primer bargo, Magón logra dibujar el hombre pasiocuenta que dió a la luz fue Noche Buena.
nal de nuestras serranías, enamorado y alcoDesde entonces mantuvo una constante y holizado, indiferente y amargo, que llega hascopiosa producción dominguera de cuadros ta el crimen consciente del derecho que tiene y cuentos hasta que emigró del país, cuando a ello por las viejas herencias de indios nóel Presidente don Ascensión Esquivel expulsó madas, que fueron sus abuelos sin tener fija del país a don Tobías Zúñiga Castro, de quien la tienda ni conforme el ánimo.
era partidario en la contienda política. DesCon las dos obras maestras, Magón fija pués de su exilio, Magón escribió de tarde en los puntos más extremos de su elipse litera.
tarde, desde Nueva York, sin haber perdido ria: Clis de sol es la joya maestra de ingenunca, a pesar de los muchos años de resinio socarrón, de descripción suave y sencilla dencia en el extranjero, la sutileza, el gracejo, La Propia es el cuento tenebroso y temta visión pristina y perfecta del solar costarriblante, con color de achote y olor de Loción cense.
Pompeya y temblor de hijos de itabo. En Colaboró en los peródicos La Patria.
medio de estos dos puntos, equidistantes en El Heraldo. La República. La Revista. mérito de un su centro, oscila toda la labor El iTempo. El País. La Prensa. etc.
literaria de este hombre, con maravillosos Sus cuentos fueron publicados en dos edicuadros de costumbres ciudadanas y campeciones: una breve y otra más extensa, aun.
sinas. En esos cuentos no hay siquiera una que ninguna de las dos ediciones completa, falla. Todos están perfectos, jocundos de vi por don Joaquín García Monge. Hoy día, pada, pletóricos de movimiento y acción, y lora conseguir un libro de esos, es preciso sugran la base principal del arte de la novela: dar toda la mañana y gastar tres galones de los personajes viven, palpitan, están despega gasolina. La Propia es un lbro que debiedos del papel, con derecho propio a sentir y ra ser editado por el Gobierno y declarado a hacerse sentir en la sensibilidad del lector.
texto nacional en las escuelas.
Pero para qué vxmos a hacer nosotros Pero el verdadero mérito de este hombre crítica de sus obras, cuando él mismo la hace singular y máximo de nuestras letras, está y con desenfado y desenvoltura que para si en que fue él quien descubrió lo que él llama quisiera el más fino y sutil de los humoristas la veta de Costumbres Nacionales. Fue Ma mundiales: leámoslo.
gon quien por primera vez entrara a copiar. Si Ud. me pregunta cuál me gusta más, con gracia y pinceles admirables, la mara, perplejo me verá para contestarle; todos son villosa policromia de nuestros campos y de Magones y por igual los quiero. El Clis de nuestras gentes. En ese estilo lo siguieron sol tiene más mala intención que sus her Aquileo, García Monge, Brenes Mesén, Cardo manos; Un día de mercado en la Plaza Prinna, Etc, pero con verdadera fortuna, nada cipal tiene más ánimo y más colores; No más que Aquileo, que se inmortalizó.
chebuena tiene cierto perfumillo a cohombro. Magon es, por lo tanto, el Príncipe de nues y piñuela que no es del todo desagradable; tras letras, y La Hora enluta sus páginas Mi Tío Chepe González asoma pujos de pa en el día de hoy porque la patria ha perdido triotero y camorrista y huele a pólvora con uno de sus grandes valores.
humo y a mordisco de cartucho. Quiere Ud. Tambien fue ministro.
quedarse a comer? tiene su chispa y su ruCLIS DE SOL Cuento por Magón No es un cuento, es una his.
toria que sale de mi pluma co mo ha ido brotando de los la.
bios de ñor Cornelio Cacheda.
que es un buen amigo de tan.
tos como tengo por esos cam pos de Dios. Me la refirió hará cinco meses y tanto me sor.
prendió la maravilla, que juz go una acción criminal el no comunicarla para que los sa.
bios y los observadores estu.
dien el caso con el detenimien to que se merece Podria tal vez entrar en un análisis serio del asunto, pero me reservo para cuando haya oído las opiniones de mis lectores. Va, pues, monda y li. ronda, la consabida maravilla.
Nor Cornelio vino a verme y trajo consigo un par de niñas de dos años y medio de edad, nacidas de una sola camada. eomo él dice, llamadas María de los Dolores y María del Pi.
lar, ambas rubias como una espiga, blancas y rosadas como durazno maduro y lindas como si fueran imágenes.
gún la expresión de fior Corne.
lio. Contrastaba notablemente la belleza infantil de las ge.
melas con la sincera incorrec.
ción de los rasgos fisonómicos de ñor Cornelio, feo si los hay, moreno subido y tosco has ta lo sucio de las uñas y lo rajado de los talones. Natural mente, se me ocurrió en el acto preguntarle por el progenitor feliz de aquel par de boqui. ru.
bias. El viejo se chilló de orgu llo, retorció la jetaza de peji.
baye rayado, se limpió las ba.
bas con el revés de la peluda mano y contestó. iPos yo soy el tata, mas que sea feo el decilo. No se parecen a yo, pero es que la mama no es tan pior y pal gran poder de mi Dios no hay nada imposible. Pero digame, ñor Cornelio.
su mujer es rubia, o alguno de los abuelos era si como las chiquitas. No, señor; en toda la fa.
milia no ha habido ninguno ga to ni canelo; todos hemos sido acholaos. entonces. cómo se expli.
ca usted que las niñas hayan nacido con ese pelo y esos co.
lores?
El viejo soltó una estrepitosa carcajada, se enjarró y me lanzó una estrepitosa carcajada, se enjаrró y me lanzó uan mirada de soberano desdén. De qué se ríe, ñor Corne.
lio. Pos no había de rirme, don Magón, cuando veo que un pro.
be inorante como yo, un capi.
ruso pión sabe más que un hom.
bre como usté, que todos dicen que es tan sabido, tan leido y que hasta hace leyes onde el presidente con los menistros. ver, expliqueme eso. hora verá lo que jue.
Nor Cornelio sacó de las al.
forjas un buen pedzo de sobao, dió un trozo a cada chiquilla, arrimó un taburete en el que se dejó caer satisfecho de su próximo triunfo, se sonó estre.
pitosamente las narices, tapan.
do cada una de las ventanas con el índice respectivo y soplando con violencia por la otra, restre gó con la planta de la pataza derecha limpiando el piso, se enjugó con el revés de la cha.
queta y principió su explica.
ción en estos términos. Usté sabe que hora en mar zo hizo tres años que hubo un clis de sol, en que escureció el sol en todo el medio: bueno, pues como unos veinte días an tes, Lina, mi mujer, salió ha.
belitada de esas chiquillas.
Dende ese entonces, le cogió un desasosiego tan grande, que aquello era cajeta; no había como atajala, se salía de la ca sa de día y de noche, siempre ispiando pal cielo; se iba al so.
lar, a la quebrada, al charrali llo del cerco, y siempre con aquel capricho y aquel mal que no había descanso ni más re.
medio que dejala a gusto. Ella siempre había sido antojada en todos los partos. Vea, cuando nació el mayor, jue lo mesmo; con que una noche me dispertó buscale cojoyos de cirgüelo ma cho. Pior era que juera a na.
cer la criatura con la boca abierta. Le truje los cojoyos; endespués jueron otros antojos, pero nunca la llegué a ver tan desasosegada como con estas chiquitas. Pos hora verá, como le iba diciendo, le cogió por ver pal cielo día y noche y el dia del clis de sol, que estaba yo en la montaña apiando un palo pa un eleje, es que se estuvo ispiando el sol en el breñalillo del cerco dende buena mañana.
Pasa a la Pág. SIETE.
SABADO 30 DE MAYO DE 1936 DE LA HORA PAGINA TRES Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Joaquín García MongeLiberalismViolence
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