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YO LA TORA LITERARIA Quisiera yo vivir la vida aquella de chambergos, jubones y de espadas, siempre vagar buscando una querella cabe un balcón de tenues enramadas.
El Hombre Paradoja SONETO por Mario Fernández Calejas Dijéranse tus uñas cuando cruzas tus manos con fervor. finas y breves, briosa pugna de rosas y de nievesespejo de las Gracias y las Musas.
Ponerme en guardia en la ocasión propicia que desborda mi cólera y fiereza; Tobarme del convento una novia burlando la atención de la abadesa.
Dijeranse también, así, tocadas de vivo rosicler puntos finales de galantes y bellos madrigales. Aéreas, impalpables sonrosadas, Quisiera yo vivir esos instantes: una capa ceñirme y liar acero sujeto con cintillo de diamantes a mi talle gentil de mosquetero.
sutiles, transparentes, pequeñitas, no podré ya mirar tus diez uñitas quinta esencia de rosas y de lunaRondar de noche el pie de un alto muro esperando una seña convenida; por sacar a mi reina de un apuro jugarme alegre y con valor la vida.
sin sentir el afán irresistible de trocar realidad un imposible: besarlas, de rodillas, una por una.
Roberto Fonseca Lizano.
ESPAÑOLISIMA Buen humor por doquier siempre ir dejando, del capricho más nimio hacer mi ley, y morir, si es morir, morir luchando por mi fe, por mi dama y por mi rey.
Roberto Fonseca Lizano.
SONETO Quiso Dios, dulce Flory, que tuvieras de su esencia creadora algún destello, y así anidó la tarde en tu cabello y adormeció la sombra en tus ojeras.
Es tu cuerpo inquietante de gitana vibrar emocional de una moruna guitarra herida al claro de la luna cabe el arco oji de una ventana.
Prodigio amorenado, maravilla de mora sangre y de garbor latino, flexible y agil como estoque fino que una tarde de toros en Sevilla Coloreó tus mejillas placenteras de almo rosal con el matiz más bello y en tu frente albacial grabó por sello fragante sensación de Primaveras.
en las manos del diestro un rayo fuera. Color de canela es tu piel morena; son tus ojos, mujer, de nazarena; Con el límpido azul del firmamento forjó con pulcritud tu pensamiento y alas tejióle a tu constante anhelo.
es negra hasta no más tu cabellera; y es tu boca sensual ¡gloria de Triana!
un clavel andaluz de viva grana.
Te dió en el porte, la mirada, el modo, la sonrisa y el gesto. te dió en todo la gracia de los ángeles del cielo.
Roberto Fonseca Lizano.
que Roberto Fonseca Lizano.
TUS CARIOCA Decididamente, he columbrado en otro lugar la techoncha figura de este ciudadano, que hace tres días, en La Habana, atravesó la pasarela del barco oponiéndole a mis ojos el grandioso panorama de sus omoplatos y, en estos momentos, se pasea por cubierta desenvolviendo al caminar unos andares de burgués en plena digestión, mientras deshojan sus labios al compás de ellos la flor de una beatifica son, risa. Cómo no! Esa cara redonda como un plato con dos lonjas de rosbif por cachetes; esos ojos, que lo recorren a uno paso a paso barnizándolo con una mirada de ternero huérfano; esa nariz. Hom bre! Naraz. Quita allá. naricita, si tal pueden llamarse dos agujeros abiertos al parecer con berbiquí en mitad del rostro; ese bigote, cuyas guías forman un marco de pelo a la boca al tratar de besa:se en la barbilla; ese abdomen histórico.
Digo esta barbaridad: abdomen his tórico, porque como es flojo y es tá empeñado en trabar conocimiento con las extremidades inferiores de su dueño, mel trajo a la mente los áardínes colgantes de Babilonia por una arbitraria asociación de ideas; esos pies en escuadra que producen la impresión de haberse peleado a muerte entre sí, ital es la distancia que viven us puntas!
En fin, todo eso, me atreveríy a jurarlo: lo he visto, en conjunto o por separado, en otro lugar, además desde luego, del sábado en la pasarela y hoy sobre cubierta. Pero. adónde habrá sido? Ah, ya caigo. detrás del mostrador de una pulpería. envolvien do en un pedazo de papel periódico una penoa da bacalao; sí, efektivamente allí fué, pues ahora recuer.
do un detalle reafirma mi creencia: realizaba la mencionada operación con esas mismas manos, iguales a racimos de salchichas, que hurgan en las bolsas de su saco a caza de cigarrillos.
Al cabo de un minucioso registro por todos los rincones de mi memoria, he logrado atrapar y localizar la imagen anterior de este sujeto; la tengo agarrada por el bigote en la conciencia plena; me he anotado, por lo tanto, un buen éxito y puedo exclamar, alzando los brazos como es de rigor: Eure ka! Mas así me apaleen no lo hago, porque ese gesto y esa exclamación son lugares comunes en la historia de los gestos y las exelamaciones En bien de la originalidad diré, sin aspaviento alguno: Arquimedes, ya sé quien eres: un español, comerciante al menudeo.
Dos días y pico llevamos de no ver otra tierra que la pegada a los cuerpos y vestidos de los inmigrantes almacenados en la tercera clase. Dos días y poco que se me han convertido en un siglo! Tanto cielo, tanto mar, me producen la desespe rante sensación del lo eterno. Fren te a mí, mar y cielo; a mis espaldas, cielo y mar. los lados, el mismo disco; arriba, cielo; abajo, mar. Uf y este calor de caldera que me hace sudar a mares! Mis energías, mis ideas, toda mi vida ha naufragado en un océano de aburrimiento; el símbolo de ella es esto: un bosgezo de ballena. la monotonía de la visión, que se cue la en mi alma atiborrándola de has tío, engendra en su seno el deseo de correr a la barandilla con el propósito de gritarle al mar, dando pataditas el piso: basta! basta. luego, el de revolverme iracundo contra lo alto amenazando lo con los pnños: ino más cielo! no más!
Caracoles! El comerciante se ha parado; me mide con la vista y se encamina hacia mí hilando una es.
pecie de vals lento con la pausa de uandar. Habrá intuido mi descrip ción de su persona? Me da el corazón que no todavía decoran sus labios la plácida sonrisa SeguraDisentera GO YATRÉN Por seguir a pie juntillas la moda inquietante y loca te compraste unas carioca Tojas, verdes y amarillas.
Natalina otras afecciones gastro intestinales se prévienen y se curan con Pidoras de 2012 Breve par de zapatillas sostienen de pies a boca tu cuerpo que nos provoca cuando al pasar, maravillas.
BAYER 105 SONETO Se dijera el regio plinto amarillo, verde y tinto, de la gloria de un artista.
No eres bonita, Emilia, del vocablo en el recto sentido, lo confieso, y cualquier inocente a pesar de eso por ti firmará un pacto con el diablo.
Alarde de fantasía, punto final se diría de un poema modernista.
Tu beldad no es notoria, ella no alcanza trocar en realidad la fantasia y cualquiera a tus plantas moriría si le dieras un rayo de esperanza: Roberto Fonseca Lizano SONETO tu paso de reina, florecida Primavera triunfal, surge y parece que todo al roce de tu cuerpo crece y al toque de tus manos cobra vida.
Es que algo tienes tú, algo, Señora, que seduce, que encanta y que enamora, sex appeal como dicen los ingleses, algo vago y sutil. caricia. arrullo.
algo tan personal, algo tan suyo, que hace adorar aún tus esquiveces.
Donairosa y gentil pasas erguida; ingenua tu mirada en luz florece en tanto tu melena desfallece por gala en dos a tu sabor partida.
Roberto Fonseca Lizano.
en Con lírica inquietud veo yo tu paso tu paso regio y señoril. Acaso tu gracia angelical en mi ser deja la dulce sensación de que prendida audacia y juventud; se va mi vida en el rubio blandor de tu guedeja.
Roberto Fonseca Lizano Vacuna para el carbon (Anthrax)
del INSTITUTO PASTEUR Depósito: Farmacia Ideal.
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mente es el propietario de esta si si su sombrero está sucio o deshormado por 150 se lo dejames SOMBRERERIA LA FAMA 25 yrs. al norte de la Botica Astorga.
lla de extensión en la cual estoy sentado. Qné pena! Me levantaré antes que llegue! Diluído por completo en un movimiento de pereza inicio la acción; no le puedo dar feliz remate pues ya está a mi veTa diciéndome: No se moleste, joPasa a la Página ONCE nuevo.
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