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ORGULLOSA MUJER LA FORA LITERAPI LA DEL ALBA LA MARQUESA DE LA FLOP LO INCIERTO COLEGIO DE PRISA INCIDENTE DE CUMBIA Por CARLOMAGNO ARAYA Orgullosa mujer, tus amsias locas, tu fiebre incontenida a mí me trajo.
LUNARIA me buscaste abajo, muy abajo y a veces que en lo bajo están las rocas.
Caminos. Polvo y sol. La gran fatiga.
di Fureza de cristal es mi dureza los pies del peñasco se arrebuja Caminar, caminar. para nada.
y no me rindo jamás ni me somelo.
contra el soplo del viento, la arboleda; Profanaste mi amor sin el respeto y la barranca de azulosa greda Una inquietud perenne nos obliga que merece mi lírica tristeza.
duerme un hondo silencio de cartuja.
a seguir, con el alba, la jornada.
Vino de las montañas y es por eso Al claror de los astros se dibuja, una voz flagelante y enemiga que soy como la flor y como el roble.
grita en nuestro interior, atormentada: El odio que me tienes no preocupa como un hilo de estaño, la vereda: En dónde está la fuente que mitiga y en una nube de armiñada seda mi ideal que jamás se domestica.
Ohl Si mi corazón no te suplica, prende la torre su ilusoria aguja.
Ha sed del ideal esperanzada?
solo es porque de tí ya no se acuerda.
Tierra adentro, la ráfaga fustiga ¿A dónde vas, iluso peregrino?
Que te adore es verdad. Haya sido cierto apasionadamente la fatiga No miras que es eterno tu camino, que mi afecto mejor fue solo tuyo, pero vino el invierno de tu orgullo que envuelve el alma gris de la cantera.
como eterna también es tu agonía. y en la nieve hace tiempos que está muerto. en el mar, una luna que declina Calla, cobarde; sigue mi destino.
Dejalo descansar. Que sus despojos difúndese en el agua cristalina Oye, que grita el sol nuevo y divino: estén en paz no interrumpida.
lo mismo que si el mar la disolviera.
Caminadl.
Nc trates con el fuego de tus ojos Caminemos todavíal Francisco Gido Miranda darle calor y procurarle vida.
Te llevé en mi con cariñoso arraigo Manuel SEGURA y me quisiste echar de mi pináculo.
Permanezco de pie pero si caigo no me culpes a mí sino a mi báculo.
Conocéis, por ventura, a la marquesa Pretendisto vencer mis altiveces, linda y graciosa de la Flor de Lis?
mis cóleras de piélago inconforme, y pusiste en mi vida, muchas veces, Se oye nuestro himno en toda parte. Acaso No hay marquesa tan linda como esa de tu capricho cruel, el peso enorme.
jamás se extinga nuestro canto de oro en Londres, Montecarlo o en París.
Tú debes comprender que no desmayo y siempre viva el madrigal sonoro y que si como dices, soy plebeyo, nunca tenga nuestro amor ocaso.
Entre sus labios ha quedado presa de Minerva en la frente hay un destello mi alma, perfume de clavel y anís.
y no quiero jamás ser tu lacayo!
Tal vez todo florezca a nuestro paso Ninguna tan divina cuando besa y nunca brote para tí un azoro la marquesa del Lys, de mi país! haya siempre en mis manos un tesoro de rosas blancas para omar tu vaso.
Ninguna tan divina cuando rie, o cuando, a solas en palacio, llora quizá una tarde. iQuién pudiera perlas del alba que robó su amor. doña ANA MARIA DE COTO) Qué temprano has despertado, saber si con la nueva primavera, afanosa mañanita; ya las palabras y los cantos lejos, música y llanto con primer deslie.
Largos corredores todo en orden y muy limpio ¡Toda la lira férvida atesora para recibir al sol.
recordemos en paz tantos amores en el milagro de su vida en flor. que medi ligera allá cuando niña, sin fragancia ni luz, como esas flores Francisco Guido Miranda dijerase ayer.
Anoche estuvo ocupada que están guardadas en los libros viejos!
hasta tarde, doña Luna, Muy amplios los patios barriendo todo rincón Manuel SEGURA, ORGIA por donde mis sueños con nueva escoba de plata.
yolaron veloces Crujió la seda, y en la blanca mano, en tientpo mejor, Hoy, alineadas, las flores sosteniendo la copa cincelada, se esfuerzan por asomar con voz enronquecida por el vino Las clases que entonces sus flexibles cabecita y el loco desenfreno, estas palabras fueron casi hogar: coronadas de colores. Ricardo Morales)
dirigióle la hermosa vengadora, en ellas pasamos del tiempo lo más.
Mueven das a compás con esa risa que desgarra el alma, sus corolas, gentilmente, Con queja de indio y grito de chombo, en tanto que a sus ojos tentadores dentro la cantina de Panchá Mancha, pugnaban por saltar rebeldes lágrimas: Hoy dia rememoro y dan su gracioso adiós en clase por clase al viento que va veloz, trashumando ambiente de timba y Kilombe, las horas vividas se oye que la cumbia resonando está. La vida es corta. La ilusión se pierde sin fe en la vida, la tristeza mata.
que hoy tesoro son.
Con abanicos de nácar de ritmico balanceo Baile que legara la abuela africana Lo sé por experiencia. Si supieras Ya que el tiempo cobra veloces las mariposas de cadena chata y pelo cuscú; qué bueno es creer. Cuando en la crapulas todo su valor en pos del viento se van.
fuerte y bochinchosa danza interiorana entre canciones que los labios queman si lo hemos vivido que bailó como nadie Juana Calambú.
recuerdo aquellas de mi grata infancia, del modo mejor.
Hay cantos de pajarillos, ciento así un algo extraño que me anima rápidos, coros, nerviosos, Pancha Mancha tiene la cumbia caliente, y siento de creer, inmensas, ganas; veces en clase conto si todos temieran la de Chapigama y la del Chocó, y es más, no te sonrías, creo en la calma; olvido el presente que el tiempo no iba a alcanzar y cuando borracha se alegra la gente, pieriso que un hombre me bendice y quiere y cambio los nombres llora el tamborero, llora Chimbombó.
hasta el me lleva, su ilusión me llama, de las estudiantes, Allá abajo, por la tierra, entonces yo soy buena; buena he dichota sudan, negras y cansadas Chimbombó es el negro a Meme embrujara, Eso es poco, algo más: soy una santa. en aquellas aulas las hormigas, presurosas Chimbombo es el negro de gran corazón; Me yergo sobre el mundo miserable yuelve a resonar Islando su provisión.
le raya una vieja cicatriz la cara; redimida, al fin, lavo mi falta.
un nombre que entonces tiene mala juma y alma de león.
Otras veces soy madre, y le soy buena!
era familiar.
todo porque va a llover No te rías así, por qué te extraña?
Tanta prisa y tanto afán, el tambor trepita y la cumbia alegra No tengo corazón? Pues, sí; lo tengo!
En este Colegio temprano y recio esta tarde Meme baila. El negro, como un animal, Sólo he de cobijar doblez e infamia?
he yueldo a vivir y el sol se les va a acabar.
llora los desprecios que le hace la negra, Dudas que yo fui buena? Como todos!
vieja edad de oro que dejó de ser. piensas que no existen en mi alma GRIS.
y es que quiere a un gringo la zamba fatal las ilusiones del amor bendito, GRIS. El Radio, julio del 36.
Como un clavo dicen que saca otro clavo, del amor ideal, puro, sin mancha?
aporrea al cuero que su mano hinchó; Me he engañado. es verdad: a estas simplezas mientras más borracho su golpe es más bravo, prefieres la canción desenfrenada juma toca cumbia, dice Chombombó. mue a la materia enerve y regocije.
Canción tendrás, para eso me la pagas!
Vengador, celoso, se alza de un respingo cuando Meme acaba la cumbia, y se va con ira, secándose los ojos, prorrumpió cogida del brazo de su amante gringo LO MEJOR PARA en estridente carcajada. rumbo al dormitorio de Pancha Manchá. mientras él murmuraba por lo baio, DEBILIDAD CEREBRAL con soberbio desdén: Está borracha.
Del puñal armado los persigue, y ambos Mariano LOPEZ COSTA mueren del acero del gran Chimbombó, SIC TRANSIT y la turbamulta de negros y zambos sienten que a la Raza, Chimbombó vengo!
VESPERO Por JACINTO GUTIERREZ COLL Húyese hacia el Cauca el negro bravio Nevada luna de papel de seda Cuando se aroma el aire transparante y otra vez la cumbia trepidando está.
y el ave anida en la frondosa rama. Pero se dijera que no tiene el brio.
recórtase en el sesco del camino; en dulce afán la juventud se inflama de la vieja cumbia de Pancha Manchá. y un ábrego fecundo en el molino aspando una álgida ilusión se queda.
y orna de mirto su risueña frente; Es que falta Meme, la ardiente mulata, del placer al tocar el seno ardiente, y es que falta el negro que al Cauca se huyó; Como rubio fulgor, en la alameda gloriosa en claro abril despierta y ama; siempre habrá clientela y siempre habrá plata, raya el silencio vesperal un trino.
y en tanto que la vida se derrama, pero nunca otro hombre como Chimbomból un helénico aroma, en el vecino huerto en flor paganiza la vereda.
huyen las horas en veloz corriente.
DEMETRIO KORSI Manchan el cielo de angustiosa herrumbre ¡Cuánto luto después en la memorial (Poeta Panameño) los celajes perdidos en la cumbre, Ya el corazón suspira obscurecido que pueblan las luciérnagas de lampos, en la noche de lúgubre desierto. un relincho, en la nítida vertiente. Qué resta del amor y de la gloria?
toda luz y cristal, súbitamente ¡Ay! la vejez en soledad y olvido: rompe el frágil silencio de los campos.
triunfos, dicha, esperanzas. todo ha muerto!
KOLA ANCLA an a10 LEA ESTE DIARIO DANA CUATRO Manuel SEGURA Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de de Bibliotecas del Ministero de eultura y Juventud Costa Rica

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