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ECA NACION con RL BOODOO POR Ciencias artes aménidades Comentario Españolismo en la Obra de Manuel de Fall.
OPOIO ODOOO OF (Por el Dr. ENRIQUE MACAYA)
Toda la evolución del genio de de Fala gira en torno al concepto de su NACIONA LISMO. Nacionalización de la música seria española que inicia desde el principio de su carrera; es un robusto tema vital que inundo su arte, machacado y sostenido a través de toda su vida con insistencia incansable y hasta tal vez con porfía. Caracteriza a de Falla algo asi como una alegría, como un orgu llo racial de sentirse profundamente español y de realizar su obra con los recursos de un idioma musical estrictamente ibero.
Ya en otra ocasión nos ocupamos de los orígenes y de las características del iberismo del autor de La Vida Breve. Hoy nos interesa, sobre todo, delinear los tres períodos sucesivos, las tres etapas evolutivas que lo caracterizan en su formación total, desde La Vida Breve al Concierto para Clavicimbalo.
Para abordar el tema debidamente, se nos hace indispensable el repasar un poco de historia; no omitiremos esfuerzo para hacerlo en la forma más breve posible.
Lo nacional. en música, se desarrolla a través de tres períodos consecutivos: el primero, lo podríamos llamar el período nacional clásico. Va, en líneas generales, de Bach a Mozart. Se sirve de lo nacional como recurso secundario, de adorno o de simple colorido popular. Pero lo recio, lo vital en él, es el clasicismo de la forma y la claridad helénica en la expresión. Se limita a explotar, sobre todo en su ritmo y en su estructura, las danzas populares o cortesanas de la Europa occidental. Aparece entonces la suite integrada por los bailes de los diferentes países europeos: alemanas, polkas, gavotas, sarabandas, polonesas, jigas, minuetos, bourrées, etc, etc. En la misma época, las gavotas y los minutos pasan a for mar uno de los movimiento medios de la sinfonía. Son formas musicales simples, de una estructura fácil, ya binaria o ternaria, que, ennoblecidas por el estilo y el diestro oficio de los grandes maestros, alcanzan un nivel más alto de música erudita y, sobre todo, clásica. Podemos decir que, durante esta épo ca, el concepto de universalidad que impera en lo clásico, se matiza de un ligero colorido de lo regional nacionalista; pero lo nacionalista al incorporarse en lo clásico, cam bia de espíritu. Una bourrée de Bach casi que no conserva de su añoranza quvernesa, sino los elementos esenciales de ritmo y de forma.
El segundo período del nacionalismo musical es, en el fondo, menos erudito y me nos clásico que el anterior. Lo nacional comienza a ser ya algo esencial y no secundario. Es menos clásico, porque va a lo popular de una manera más directa y espontct; nea; menos erudito, por ser menos cortesano, menos de sabor galante: sin embargo, conserva siempre la erudición indispensable a la gran música sinfónica y al arte de los grandes maestros. Es el período que se inicia tenuemente con Beethoven (recordemos los temas populares de la sexta y sétima sinfonía entre otros varios) y llega a su plenitud con las escuelas llamadas nacionalis tas. propiamente: Dvorak y Smetana en Bohemia; el grupo de los Cinco en Rusia. Cui, Rimsky, Balakireff, Borodin y Moussors ky. Grieg en la península escadinava. Liszt y Brahms invadieron parcialmente este campo musical con sus rapsodias y danzas húngaras. Ya en Wagner, el nacionalismo responde a algo mucho más amplio: es un tema fundamental y totalitario de su arte, un iema que lo abarca todo: literatura, música, mitologia, racismo, religión, etc. etc. Un aspecto parecido reviste en Francia, en donde el nacionalismo reviste, especialmente, la forma de una reintegración a un pasado his torico: Debussy, Chausson, Gabriel Fauré (hasta el mismo Chabrier, tan áspero y primitivamente vital, a veces) y más tarde Ravel, reviven la antigua aristocracia de forma y contenido que caracteriza a la música fran cesa de los siglos XVII y XVIII. El nacionalis mo en Francia no fue, pues, un nacionalismo populai, pero sí lo fue profundamente histórico y reversivo. Se caracterizó, primordial mente, por una estricta depuración de toda influencia extranjera. esta segunda etapa del nacionalismo corresponden las primeas obras de de Falla, de La Vida Breve a las Noches y la obra casi total de Granados; Albeniz entra en ella ya al terminar su vida, con su incomparable Iberia.
Llegamos, finalmente, a la tercera etapa; tercera etapa que es, a su vez represeniativa de la segunda manera de de Falla. La encontramos, principalmente, dentro de las actividades del ballet ruso. en las que se recogen. a manera de transición algunas obras del período anterior, como las dan zas del Príncipe Igor de Borodin, obra que yo inicia el pleno nacionalismo popular de la Petrouchka de Siravisnky. El rasgo más saliente de esta tercera etapa nos lo dá el desarrollo más avanzado y completo a que pueden llegar los dos elementos básicos de toda obra musical, en su afán de especulación y de renovación modernistas: el de la iorma o elemento externo y el del contenido sonoro o elemento interno. En cuanto al primero, llega a un estado de especulación increíble; a la implantación radical de la libertad más completa en materia de técnica y de estilo. En cuanto al segundo, postula el empleo casi directo de los temas populares. En resumen, ambos elementos alcanzan su mayor grado de oposición: por un lado, la mayor popularización de los temas y molivos musicales; por otro, el mayor conceplismo a que sea dado llegar en la forma y en el estilo. Poniendo este proceso en una rase concreta, podríamos decir que lo consuluye un alarde de erudición técnica, puesto al servicio del espíritu de lo popular. Esto, y no otra cosa, son, por ejemplo, la Petrouchko. de Stavinsky y El Sombrero de Tres Picos de de Falla. Otra manera de definir este nacionalismo de la tercera etapa se ría diciendo que es el romanticismo de lo racial, de lo popular, expresado con el conceplismo de las escuelas modernas. Sin embargo, los elementos populares, al ser transportados a un nivel más elevado de música erudita, no pierden nada de su vigor étnico oriqinal, de su genuina popularidad callejera, de su sabor de terruño. lo extraño y paradójico está en que este fenómeno, tan descon certante a primera vista, se logre, justamenie, gracias a una crónica estilización de la forma. Un tema popular, por ejemplo, en un suite de Grieg o en una sinfonía de Borodin revela, sin mayor esfuerzo de análisis, una claro elaboración culta, un tratamiento erudito; se le ve vivir en un ambiente que no es el suyo, perder un mucho de su vitalidad directa y telúrica. La Petrouchka de Stravinsky, por el contrario, a pesar de todas sus disonancias, de toda su modernísima armohización, ni por un sólo instante pierde ese intimo sabor de lo genuinamente popular. Lo mismo podríamos decir del Amor Brujo. agudamente estilizado y erudito en su realización exterior; su popularismo rebalsa por todas partes, no obstante que ni uno sólo de todos sus temas esiá expuesto en su forma popular original.
Estas son las principales características de la segunda manera del españolismo de Manuel de Falla; españolismo que corresponde a la tercera etapa del movimiento na cionalista europeo y que por lo tanto no es algo espontáneo y único en él, sino más bien algo continental y producto de una época.
Pero no por quedarse en esta etapa el nacionalismo europeo, cesa de Falla de lu char por encontrar una nueva expresión, más suya, más local española para la realización final de su iberismo. Esta nueva avanzada es lo que se ha dado por llamar su retorno al clacisismo. Se caracteriza, especialmente, por la pureza histórica de su inspiración: un estilo depurado, sobrio, reducido a lo rígidamente indispensable, sin adornos ni afeites de colorido orquestal; un estilo a abreva su sed de añoranza histórica en los músicos es pañoles del Siglo de Oro y en la música admirable de ese italiano españolizado que se ilama Domenico Scarlatti. Por otro lado, representa una poda. quizás un poco cruel, pero necesaria de todo ese frondoso ramaje con que se había recargado la músicx moderna desde Wagner a nuestros días, olvidando aquel equilibrio concreto y ejemplar de que hacían alarde los primeros gran des maestros de la armonía. Luchando por descubrir y modernizar esa fuerza perdida que da lo simple y lo concreto, es que de Fallo ha escrito sus últimas obras: El Retablo de Maese Pedro y el Concierto para Clavicimbalo. Ambas obras son, aparentemente oídlo bien, tan sólo aparentemente ásperas y opacas. Para comprenderlas es ne cesario revivir un concepto de arte ya hoy erdido: de expresar lo más con lo menos de lirismo y de retórica inútil. Resumiendo, diremos que el españolismo de Manuel de Falla evoluciona a través de tres etapas per fectamente coordinadas y elaboradas un sentido perfecto de jerarquía: en la primera, de lo popular se toma, únicamente, lo genérico, lo ampliamente expresivo, podríamos decir; en la segunda, de lo popular se toma lo intimo, la vibración menuda, sutil y reveladora; y finalmente, en la tercera, de lo popular se toma la síntesis, en su erpresión primigenia e histórica; así como la poesia moderna española va hacia el romancero en busca de espiritualidad racial, así también de Falla se remonta hasta nuestro Siglo de Oro, buscando los elemenos genuinos de la musicalidad española, libres de todo contagio txtranjero y de todo manerismo circunstancial y pasajero.
Repasemos ahora las obras que corresponden a estos tres períodos. De la primera etapa son: La Vida Breve. Tres Melodías sobre poes3 de Théophile Gautier. Las Siete Canciones Españolas y Noches en los Jardines de España. a la segunda pertenecen: El Amor Brujo y El Sombrero de tres Pivos. a la tercera: el Concierto para Clavicimbalo y El Retablo de Maese Pedro.
Se nos queda por fuera La Atlántida. poema coral estrenado este añc en Barcelona, basado en la obra de Verdaguer del mismo nombre y que nosotros no conocemos.
con 9.
y TAPATE 0En ar 119 dos por las alucinaciones efectua cuarenticinco gramos, en una in Tapate, Tapa Chamico, es el misel dado corrientemente a esta plan das por tan mágica bebida.
mo nombre de una planta herbá ta que ha efectuado buenas cura.
sión ocasionan trastornos orgár Además, cuando era preciso dor cos y hosta pueden llegar a pi cea, muy conocida, cuyos frutos ciones, pero que también tiene en son espinosos con semillitas mir a una persona se daban algu ducir la muerte; a tres o cuat ne su historia escritos de amores. Por Ricardo Pérez Cabrera. nas gotas de la tintura concentra gramos, según la susceptibilid gras, flores blancas o rosadas, y crueldades y muertes.
da de Estramonio con alguna bebi de la persona, vértigos, inquiet hojas grandes, palmeadas con lo Las especies Datura Estramonio, si posee muchísimas cosas dignas da, o el polvo de sus semillas mez y alusinaciones, en menos can bulos agudos. Una completa des Lineo; y Datura Tatula, Lineo; am cripción no hace falta porque este bas solanáceas son designadas por de aprender para practicar en be clado con tabaco. Pero aunque el dad, cuatro a cinco centigram depapates Las neficio de la humanidad, pero que amore sea pasión arrolladora no es del estracto (aproximadamente vegetal, como se dijo, es común y los costarricenses uno a dos gramos de hojas. lo haya visto crecer en muchos lu terapéuticas, se preparan para suchos lugares del globo; se puede empleo del Estramonio como ell reos ligeros, deseo de dormir, es raro encontrar persona que no cos tienen las mismas propiedades hoy se encuentra difunäida en mu prudente y emons aconsejable el gares de Costa Rica y otras partes administración en igual forma y de cir que por si sola se siembra, xir para conquistar la dama, por minución de la enería muscula pues se la encuentra en muchos si que, como planta venenosa, puede del mundo.
se emplean las mismas dosis por to tios sin haber recibido cultivo. Se dejar a don Juan Tenorio sin su imprecisión de las percepcion En cuanto al por qué de la de ma y en las veinticuatro horas.
por los sentidos, sequedad de ga le ha dado varios nombres, a más bella doña Inés.
nominación Tapate oigamos al Debe hacerse una advertencia: de los ya citados: Hierba hedion. Contiene el Estramonio en sus ganta, tenue insensibilidad y más fecundo de los sabios costarri las plantas no tienen igual energia da, Burladora, Higuera loca, Manhojas y semillas un principio acti sión algo oscurecida; en dosis a censes, tan olvidado por lso va medicamentosa en los diferentes zana del diablo, Hierba de demo vo (alcaloide) llamado Durturina, mentadas, ardiente sed, opresid nidosos y pedantes, y justamente lugares; ella varia segón los cli. níacos, Trompetiila, etc. Se cree la que cristalizada presenta priscara rojiza, pupilas dilatadas, or elogiado por unos de los jóvenes mas y laittudes ne donde crezcan que fuera una de las plantas que mas de lineas bien definidas, es de nos de los sentidos, pervertidos más honrados y preparados de es. y la clase de terreno en que vi utilizaban los Borgias para enve color infedinido y brillante a un cumplen fielmente sus funcion ta generación, el culto y distin. van; se dan casos de que plantas nenar a sus victimas; también cuen cuarto de miligramo se la receta, normales. pérdida de la acci guido escritor don Carlos Jinesta; venenosas en ciertos sitios son cata la leyenda que era base funda en gránulos, en las mismas aplica. muscular, qu eodmina la vilunta nos referimos al eminente filólogo si inocuas en otros lugares: esot lo mental usada por los hechiceros ciones que se dan a la planta de si la cantidad dada de Estramor don Carlos Gagini, cuya obra es han comprobado los que se dedi. para preparar sus filtros encanta. donde procede, pero para obtener es mayor que las anteriores ind indiscutible, muerto hace algunos can al estudio de las propiedades dores, para pervertir a las jóve efectos más activos.
cadas, viene una especie de er años: En Honduras se llama Ta de las plantas. El Estramonio, Danes deseadas por los galanes forza Todas las preparaciones de Es. briaguez, el abdomen se pone pa, y según Tobar es la misma tura Estramonio, Linneo. Solaná. odres del amor y que, además, for tramonio deben usarse con gran mefacto, se experimentan dolor planta que en el Ecuador se llama ceas, como se ha expresado ya, es maba parte del indispensable bre prudencia; por la forma violenta en el corazón, delirio furioso, co Chamico. Tapate se compone pro planta a la que se le da como lu vaje que, tomado en especial ce de actuar muchos prefieren susti vulsiones, coma (en muchos cas bablemente de tlalli, tierra, y pagar de origen la India, la maravi remonia, habría de preparar al con tuirlas por la belladona, también parálisis) pérdida de la voz, pu)
tli, medicina, medicina silvestre. 108ste Jodients alphalidade do ta Sisteriosomwaligundbragðmizado del 919temal recional de Bibliotecas del MINGINE US Cultura y Juventuepiaska Rite. Estramos débil, sudur frio. y la muerte le la Ee os

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