Guardar

2 EL IDEAL nos.
ama es Una mar.
sus juegos, sus amigas, de las El niño que al COLABORACIÓN que sólo conserva una, y al maestro, se esfuerza por ser Riqueza no es peosar en su estado actual, siempre querido y entonces estudia.
felicidad no puede resistir más; deja caer la cabeza entre sus bra.
Si se Uega el caso de hacer para El Ideal zos y llora. Unos momen respetar su autoridad, debe hatos más tarde llega Juan; vie. cerlo con cariño, sin mostrar e Por fin hemos llegado, nojo ni cólera; debe dar consene menos beodo que de cos.
tumbre y observando que su jos, hacer der al niño su falta exclamó mi padre.
para que se adergnence; Descendimos del tren y afligida esposa se limpla los ocuando debe aprovechar este jos, siente como que un nudo pensamiento de Silvain Rou tel frente al Jardin Central nos dirigimos hacia un hole oprime el cuelo y le hace des: En todos las circunstan de una bellísima ciudad. Lo saltar lágrimas; comprencias en que se hace necesaria ude el motivo del dolor de su na mano de hierro, lén el cui. que más llamó mi atención, compañera, se siente humilladado de enguantarla en tercio fué un magnífico palacio do, se arrodilla ante ella y, pelo, con un jardincito mwy artisperdóname! exclama, no Yo he sufrido dos antagoni tico al frente.
volveré a tomar.
cas emociones. Pasé junto a Era un edificio de cons¡Quién hubiera podido ver una escuela y observé a a una esposa más feliz. maestra que enseñaba. Tenia trucción moderna y muy bien Se levanta sobre sus rodillas un analfabeunidos en un decorado.
efusivo abrazo, lloran los dos la chiquitin, a quien hacia Qué hombre más feliz dey se prometen mucho para el comprender las letras del abe be ser el dueño de ese palaporvenir El no volverá a to.
cio! dije.
Llegué a mi casa.
Aún no se había disipado en Mi padre respondit. Yo HIONIK mi corazón lo sublime de aquel te enseñaré al propietario, y cuadro, cuando oſ de mi herma entonces me dirás si es o no PARA ENSEÑAR nita estas palabras que me lle dichoso.
naron de tristeza y de ira: la tarde, fuimos a dar No hay cosa más bella que Mi maestro, aquel ogro, aenseñar.
quel fantasma negro, nos opriun paseo por el Jardín Central, La tarde era deliciosa Yo, con sólo ver a un maestro me, nos regaña, podriamos a.
que sonríe, que goza al derra prender mucho y nada sabe y las callecitas ripiadas de mar sobre las cabezas de sus mos. Ella se alejó tristemen éste, estaban llenas de multidiscípulos torrentes de luz, no lud de personas de todas esé que siento, una inmensa ale Quedé pensativo.
dades y condiciones, que gogría, un profundo cariño ha Podrían aprender mucho y zaban de la brisa fresca que cia aquel batallador de la ig. nada saben. y porqué. Ah!
norancia.
es que la chica de seguro comsoplaba.
Enseñar es una misión espe prende la competencia No muy lejos se veía un cial.
maestro, y comprende también cochecito lujoso en cuyo inteNo todos podemos presentar que nada saben, por que le rior venía un hombre bien nos ante un niño para hacerlo odian, porque les enseña vestido, pero ciego y parakcomprender una cosa.
con dureza, porque les exigetico.
Podemos saber mucho, ser profundos en ciencias, tener en demasiado, en fin, porque Al momento se lo hice nonuestra cabeza un mundo de les es repugnante porque sin tar a mi padre que no se haconocimientos adquiridos en la sentirlo, se está fabricando bía fijado. Entonces el me Universidad, y no saber ense una ola de odio que lo pue dijo. Ese pobre hombre, nar.
de consumir.
El verdadero maestro es el es el millonario dueño de asabe hacerse amar de sus alumVem Lial quel magnífico palacio y al Ote.
de su Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.