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CORREOS Apartado, número 275 EL IDEAL SUSCRICION Mensual, 20 Trimestral, 50 QUINCENARIO DE LA JUVENTUD DIRECTOR. VICENTE Sáenz EDITORES: NICOLÁS SOLÍS JOAQUÍN VARGAS COTO ΑΝΟΙ SAN JOSÉ, 24 DE JUNIO DE 1914 NUMERO BLEU SALUDO Al continuar la vida de este pequeño periódico cuya dirección gustoso he aceptado por tratarse de un campo abierto para la juventud y para toda clase de ideas, me permito saludar cordialmente a la Prensa Nacional, al personal docente de la república, y muy particularmente a nuestros compañeros, los estudiantes.
EL DIRECTOR los estudiantes Nuestro quincenario es el amigo de los jóvenes pensadores, de los amantes de la literatura; es el campo de sus ideas, el lugar de sus propósitos, el estandarte de sus ensueños. Es por eso que a ellos humildemente lo ofrecemos y de ellos aceptamos toda clase de colaboración, pues no pretendemos dominar el arte, ni tratamos de menospreciar a nuestros propios compañeros, creyendo ser ya, lo que aún no somos.
LA ENVIDIA (POEMA EN PROSA)
Fragmento de MISTICISMO Director del Liceo de Costa Rica rencor.
Es de ignorancia la envidia; teje Era la una de la madrugada; el firvelos de prismática ilusión, tiéndelos PROF. DON JUAN DAVILA mamento estaba sembrado de extensa sobre el objeto envidiado y mirándopedrería que semejaba en su constanlo más grande y más bello, siente te centelleo, enorme polvareda de diallenársele el corazón de tempestuoso mantes.
FELICITACION La brisa suave y acariciadora proLa hipócrita no sabe admirar. Su digaba a la arboleda misteriosos murignorancia es profunda como un abisGrande es nuestro placer al ofrecer mullos, y suaves quejidos junto con mo, y refleja los méritos ajenos como rítmico vaivén, al tronco y a las ramas un cilindrico espejo: agrandándolos respetuosamente en el día de hoy a de los pinos. Era aquella una de esas pero desfigurándolos.
nnestro querido y estimado director madrugadas que parecen hechas exSu ignorancia es mareante e in don Juan Dávila, esta pequeña ofren profeso para los pensadores y los comprensible como la atracción de un da de cariño. Al saludarlo atentamen amantes, una de esas madrugadas que abismo, porque posee, a veces, un corazón, y lo ignora; lleva un talento de vida, y gran acierto en el cumplite, nos es grato desearle largos años parecen invitarnos a la meditación y al sufrimiento.
detrás de su frente y se esconde a sus Yo entre tanto caminaba con la camiento de su difícil y elevada misión. beza baja, y en medio de las tinieblas ojos.
Su ignorancia es profunda como un en que mi alma se agitaba, sólo dismar, porque azota y embellece de espuma la playa magnífica que envidia, cuando la obra ajena se levanta como manos se les escapa el tiempo, y tinguía la figura de mi Carmen envuelta en su sudario.
y que bien pudiera servirle para meun templo de mármol blanco, siente la Quedéme de pronto contemplando dir su misma extensión. Como la ola Envidia que se la han robado, y de las estrellas, y me pareció ver una fide la orilla, avanza mirando hacia la sus ascuas de rencor brotan lágrimas gura blanca que saliendo de mi casa costa, porque no sabe descender para de fuego.
llegaba al firmamento, para perderse ver su propio continente suspirante Toma la escala, Envidia, y baja una allí en un lucero más grande y lumipor la luz en el fondo.
y otra vez a las canteras bellísimas noso que los otros. Cuando la ya casi Es de ignorancia la envidia. Sus de tu alma; esculpe en sus bloques tu invisible figurilla hubo desaparecido ojos encendidos como brasas de ren pensamiento y como las piedras ante en las profundidades de aquel astro, cor, miran no más que la grandeza la lira sonora de Anfión se acomoda no supe más de mí. Al día siguiente ajena, la dicha en el extraño, y en su vecindad la gloria. No han bajado a rán en arcos y templos que se llena desperté en mi lecho rodeado de mi rán de música, de la original armonía hermana, del doctor y de mis hijos.
la gruta de las mil maravillas de su que es tu destino hacer sonar en los Áb! pensé uua vez restablecido. propia alma, para contemplarla en oídos de los que antes envidiabas, Antes quería morir porque deseaba fuego y hallarla grande como para Santo Amor de grandeza que te hi reunirme con mi adorada Carmen, pecontener los tesoros de cien caravaciste Envidia.
ro ahora comprendo que debo vivir nas de Ofir. Miden sus fuerzas por la sombra menguada de su indolen21 de mayo de 1914.
para mis dos hijos; ipobrecitos, tan jóvenes y sin madre, y yo, desgraciacia. Como el agua en la red, de las ROBERTO BRENES MESÉN do de mí, quería también abandonarEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Roberto Brenes MesénVicente Sáenz
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