EL PACIFICO Castro. Ya nos encontrábamos en el 21 este es el futuro paerto. 10: herinoso Golfo de Vicrys. lo lejos pregantábamos con la sonrisa en. kiirisábamos la inaana, la Capit::iía abias, paes Do di imitía! nos la posibili dei Paerto, a férrea construcción del dail del más pequeño perangón entru nuelle Curea de éste, conio nud. Puntarenas y aqsello que veíamos testigo de ins inconsecaescias y pasio Considerábamos que por más que la nes humanas, la barca frances. Jua mano del bombre viniese Correjir los na Magdalena. mostrando, sn demand fectos de esa obra de la paturaleza telado casco, Siempre aquello será malo; allí no ha Honda pena experimentamos, con torá mejora posible, ni tampoco esper pr ndíanos que en un día no muy le ranzas de puerto.
jano, quellos erincins cionde boy se Sólo en imajinaciones ilusas podré el oribifrit. comercial, serían caber la realización de aqnella extra.
pmto pilares blancos. einhleimas ragancia. Tivires será puerto, es ciertristes de para los xpland:res. tro, en el papel y los planos, mas nun.
Los olas continuaban lauiendo el ca lo será en el terreo de las cosa cascos de nuestro laje. cu:no de in practicanies.
prorizo níos este grito desconsola lor: Ordenose por el Ingeniero señor Trus brazas y fondo de piedra. Aſatamoros regresit. Puutarenas. Simultáneam nte nos pusimus de como el movimiento del Doctor Cas.
pie, scara cara, frente a frente te tro no nos permití: almorzar abordo, níamos Tivire, y la derecha 103 regt samos la Chacarita. donde arrecifes. por cuyos cosracios desembo bajo un hermoso cedro, se tendierop caba el Jesús María. co. sus roucos los ma:iteles y se colocaron las vianquejidos y sos tambos de blanca es das.
Al apurar la primera copa todos ¡Profundo estupor sentimos ante el exclamamos: peligro!
ii Viva Puntarenas. Los valientes tierra dijo una voz en proa. Nadie se movió.
GACETILLAS El dessembarque en aquella árida playa fué del todo imposible. Las ou las precipitábanse en persecasión unas REGISTRO CIVIL Sabemos que, de otras, se retorcían en una lucha ti según orden del Registrarlor General tánica; encrespábanse, y sis montones del Estado Civil, no se desparhará lide espumas iban a estrellarse, como vencia de entierro sin que se presente combatientes heridos, en las arenas de la constancia del registro de nacimienla playa.
to. Parece esto inay en el orden na.
Aquel espectáculo era imponente tural de las cosas, y bueno es que el público se imponga de esa disposición, El ruído atronador del golpe para que cuando se ocurra el caso, no del mar contra los arrecifes del se vein en dificultades.
río apagaba veces nuestra coaversa. SERVICIU MILITAR. Desde tion.
que tonió prosesión de su destino el puna.
por su horrort Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.