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EL PACIFICO Ahora, si para lograrlo se crea gas, quien hay que tratar con victorioso y digno al través de touna nueva plaza, el maestro que tiento, porque en enfureciéndose. dos los obstáculos, no lo conoceu antes era jefe, porque hasta el gra matan cualquiera! Otros son más ni lo comprenden, y cualquier desdo que daha llega su escuela, viene modestos, más callados, y coando acato conetido sabiendas contra ser subalterno y de inferior desta se habla de actos de valor, de re el lo lavan con sólo bautizarlo con ción; y de allí el empeño en mante soluciones temerarias, se encogen los nombres de complacencia, pruperse tal como están, en perjuicio de hombros y dicen con una inde dencia, humildad y. fatalidad!
de la juventud.
finible sonrisa de suficiencia y con Lo cual no quita que llegada la Nada, pues, se nosí podrá redar fianza: hora, exelamen con mucha frescura: güir para desvirtuar lo que hemos Yo no soy valiente, no busco ¡Yo tengo valor personal!
dicho; y lo que lo salva todo es el uadie; pero cuando me boscan. Yo tengo yalor civil!
nombramiento de maestros con tí Es inexplicable que entre tantas En realidad lo que tienen es mutalo, por lo menos en los grados personas valientes, de carácter viril, cho.
superiores y la dirección de las es que no se doblan, haya tan pocos.
JOSÉ CONDE.
cuelas.
de esos rasgos de almas enteras y (México. si como se anuncia, se llegara fuertes.
el caso de solicitar esos puestes ¿Quién ignora vervi gracia que IMPRESIONES.
maestros competentes y por oposi entre esos bravos hay quien no reción aderiás de su título, no pode sista la tentación de emborracharHabía acabado por creer que somos desear más, ni el señor Minis se a pesar de haberse jarado y per ñaba estar en un Palacio encantado.
tro medio mejor de acertar en la jurado in mente que no volvería a El oscuro y poético verdor de las buena organización del personal dos prohar el jugo de la uva?
palmas formadas en gradación ascente. Quién ignora que hay bravos cendente de arcos a lo largo del Gastamos nuestros trabajos con que no pueden negar una fir vestíbulo, los grandes pabellones la fe del que siempre espera ser ma al primer conocido que se le laciendo sus colores trechos entre oido en lo que es de pública utili entra por la ventana, pidiéndoles las enramadas que cubrían las pådad.
que se nietan en lo que no les im redes y el cielo de aquel salón que si por desgracia vo fuese así y porta?
semejaba una artística gruta, los siempre el favoritismo predomine ¿Quién no sabe que hay hombres canapés de junco finísimo esparcisobre los intereses de la educación de entereza, que cuando por deber dos allá y acá convidando descany de la juventud, nos cabrá la satis deben hahlar, se meten la leagua sar en ellos con indolencia otomafacción siquiera, de haber llamado en un zapato?
na, las macetas de flores destacántiempo la atención de los que es. vaya Ud. decirles esos in dose en jarrones forrados de vivos tán en conciencia y en deber, obli válidos del verdadero valor, del colores, las lindas mesitas de palo gados velar por una de los más que ennoblece al hombre y lo le de rasa con incrustaciones doradas, caros intereses de la Patria, cual es vanta sobre el nivel miserable de los cortinajes de blanco purto con la enseñanza, como base de la for los impotentes y de los débiles, que fondo rojo, todo eso bañado por las mación del hombre y de la sociedad. carecen de valor, que son unos co oleadas de luz que arrojahan diez y bardes, y los verá engrifarse y pe seis focos de diversa potencia, uniLECTURA DEL DOMINGO dirle una satisfacción inmediata la do la quietud y el silencio reinangrave ofensa inferida su reputa tes, contribuía reafirmarme en la LOS VALIENTES, ción de hombres valientes! creencia de que era aquella manVaya Ud. hacerlo y tiene para sión de dioses, morada fantástica, No existe en este hajo mondo divertirse!
uno de esos Palacios encantados de quien no se crea dotado de una dosis Porque ellos no negarán una fir que hablan. las legendas orientacompetente de valor civil y del otro ma, ni resistirán las ipsinuaciones les.
valor. Todos son valientes, todos del vicio, ni dirán pío cuando vean comencé a escuchar notas lán.
se matan con cualquiera y todos le ante sí la perspectiva del más míni guidas, dulces, cadenciosas, semedicen una fresca al lucero del alba mo disgusro; pero se matan con jando suspiros arrancados de las en llegado el caso. Unos hacen cualquiera.
profundidades más reconditas del alarde de ello, gastan ademanes y El valor del brato, el valor bes alma, notas que poco a poco fueron palabras de matones de barrio, y tal que brama y embiste bajo la ascendiendo convirtiéndose en mú.
mientras no surge un incidente que excitación más leve y veces sin sica clara, sonora, argentina, hasta ponga prueba sa bravura, o no se excitación, es el timbre de orgullo estallar en ano como remedo de encuestren con la horma de su za de ellos; el otro, el que da al carác esas tempestades que de repente pato, pasan por gente de pocas pul lter una augusta serenidad y lo llevalagitan los corazones que laten imเราจะ Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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