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EL PACIFICO terliz y Wagram, resuepan las cam candor, por sobre la pureza, por sin ver el último trofeo de sus águipanas en la noche serena, por un sobre la inocencia inefable que es las roto por la metralla de Waterniño humilde, por el hijo del car un niño dormido pasa la ancha cin loo, sin verse el mismo, en medio pintero, nacido bace siglos en la ta de seda escarlata como un arroyo del Océano donde le aguardan las paja de un establo, pero de quien de sangre como el río de sangre torturas de Prometeo, y sin ver, sose dijo en los misteriosos cielos es que va a correr para que esa cabe bre todo, en el parque de Schamtrellados. Gloria Dios en las cita todavía tan débil, lleve un día brun, bajo el gris cielo de otoño, alturas. la más terrible de las coronas y pa ese joven triste que se pasea meEscucha el Gran Rey las campa ra que esa manita empuñe todo un lancólico por sobre las hojas secas nās de Noel, y medita, y recuerda haz de cetros.
llevando sobre su uniforine blanco su oscura infancia salvaje, la misa Napoleón contempla su hijo. la placa de una orden austriaca.
de media noche que decía su tío el Piensa y jamás el humano orgullo en tanto que el Emperador canónigo de la Catedral de Ajaccio, dilato un corazón con tanta deli. persigue su quimera imagina su la vuelta al modesto hogår donde ciamque los más grandes. dignata. hijo y sus sucesores reinando 90se safría tan orgullosamente la po rios de su corte, que sus generales, bre la tierra y él mismo converti.
breza la fragal cena presidida por más ilustres que los héroes de Ho do, tras el andar de los tiempos, la severà belleza de Leticia. No mern, que sus ministros y senado en un Napoleon fabuloso, nuevo sufrirá su hijo, el hijo del victorioso res se inclinarían todos con temblo Martė dios solar rodeado del zoEmperador y de la Archiduquesa roso respeto ante ésa cuña y que diaco de sus doce mariscales re.
de Austria, semejantes wiserias. El aun los jacohinos renegados, los suenan las campanas alegres, locas, mundo será su feudo.
viejos rejicidas que hoy llevan la triunfales, en honor de un pobre continúan sonando afuera, en librea imperial, considerarian favor niño que nació en Belén de Judea, la helada noche las campanas de inaudito bésar esa mano pequeñita. que ha conquistado el mundo desde Noche buena.
Sueña el Emperador y cree oir hace diez y nueve siglos, no con En la puerta del palacio el gra jen el confuso rumor de las campa sangre y lágrimas sino con el verbo nadero gruñón que monta la guar nas de Navidad la marcha caden de paz y de amor y que reinará sodia trota furiosamente para calen ciosa de las tropas y el rodar de ca bre las almas por los siglos de los tarse los pies y tal vez sonrié de ñones y carros allá por las heladas siglos.
ternura al acordarse de los naci carreteras de Polonia y Alemania. Del libro La Bonne Souffrance)
mientos de su pueblo y de algún Ebrio de ambición paternal piensa olvidado villancico que aprendió so como nunca en el Gran Ejército y QACETILLAS bré las rodillas de su madre. Eljen la conquista de Rusia y de la Eroperador por su parte no oye el Iudia y jur a dejar su heredero to El Pacífico. Grandes han piadoso llamamiento de las campa dos los trunos del Viejo Mundo. sido las dificultades con que en todo nas; sólo piensa en su hijo y siente Ya le ha dado como primer regalo tiempo ha tenido que luchar EL PAirresistible deseo de verle.
la ciudad de San Pedro y pronto el cífico para no dejar de ver la luz Se levanta y llama. Entra Rous niño contará entre sus jaguetes pública. Sóló al esfuerzo y buena tan y una señal de su amo toma otras ciudades sagradas.
voluntad del Editor y de los señouno de los candelabros y conduce Emir de la Meca. Rajah de Be res Redactores se debe el que haya al Emperador a través de corredo nares. dignos títulos para acompa vivido hasta aquí.
res y salas desiertas, al cuarto don már al de Rey de Roma!
Parece increible que Puntarenas de duerme el niño. El Emperador Por qué no son más fecundas las haya visto con indiferencia, casi con despide con el gesto a las camare mujeres de Francia! Por qué no desdén, una empresa que, como la ras súbitamente despertadas y se tiene bajo sus órdenes, él, capitán de EL PACÍFICO, por muy poco que queda de pié ante la cona del pro invencible, un millón, dos millones valga, siempre dice mucho en su digioso recién nacido.
de soldados! Todo el universo, el favor, El Rey de Roma duerme profun globo inmenso del mundo es lo que Nosotros no exigíamos los pordamente. Por entre los encajes y el colocaría en esa mano diminuta! teños más que el pago de las sus.
la batista atraviesa el gran cordón Sueña, sordo a la voz de las caincripciones hasta completar para cude la Legión de Honor. La fresca panas santas, sin an solo pensa brir los gastos de cajista, tinta, pacarita medio hundida entre las al miento para aquel que reina en los pel prensista, y no les pedíamos mohadas, y una de las manitas, re cielos y mira como casas de hormi más porque ni fundamos EL PACÍgordeta, minúscula, adorable, que gas los más grandes imperios de la Fico con el objeto de hacer nego.
descansa sobre el cobertor, son co tierra, Sueña, sin columbrar en el cio, ni los que lo han escrito han mo dos flores en la inmacularla blan porvenir sa numeroso ejército se pedido nunca un centavo por su tracara del lecho. por sobre este pultado en las nieves del Beresina, bajo.
WWMNEN VW ܚܚܙܚܚܢܩܫܩ Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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