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EL PACIFICO Periódico de Intereses Generales EDITOR, CARLOS CLAVERA REDACTOR, SALVADOR JIRON.
Año IV PUNTARENAS, COSTA RICA, DOMINGO 20 DE MAYO DE 1900 NO 349 Lectura del Domingo su grasiento, que no cerraba bien, y Soy yo.
le devuelven uno nuevo, de piel. Pues teme usted, y la paz verde, precioso.
sea en esta caea.
El porta monedas Lo abre. y se encuentra con la monja dió media vuelta, y un billete de cien pesetas. is la picara de la Raimuada la dejó Dicen que el mundo es malo y otro de veinticinco!
marchaase.
que no hay buenas almas.
Su primer impulso le manda ir Abrió el portamonedas, que era Verán ustedes. la alcoba donde está su señora, también nuevo de piel de Rusia, y El día 28 de octubre pasado pu una vieja paralítica que vive de ballo dentro uu billete de cien peblicaron varios periódicos en una pensión de cien pesetas que le setas y un duro.
plana de anuncios el siguiente.
pasa el Gobierno, cuyas cien pese Raimunda saltaba de gozo en la Se suplica a la persona que se tas le había dado cambiar la ap cocina. Su señora hacía repicar haya encontrado un portamonedas tevíspera a la criada, cuya criada la campanilla, cuyo cordón tenía que contiene un billete de cien pe las perdió, como ha visto el lector la cabecera de la cama, y gritaba: setas, lo devuelva la calle de Lu por el anuncio que le he copiado. Raimudaaa!
ciente, número 9, por que es de y al volver llorando oyó decir a la Señora!
una pobre criada y no puede devol. vieja. Quién ha venido?
ver dicho dinero, que no es suyo. Tú te arreglarás como quie. El aguador y el carbonero. su dueña.
ras, pero me das mi dinero. Con quién hablabas. Como era la vida de todo el mes. Con ellos!
Pues señor, al día siguiente, de la pobre señora. Tráeme una taza de manzanilas doce de la mañana, se presenta por eso Raimunda, gastándo lla.
en la casa número de la calle de se lo que no podía, anunció la pér. Sí, señora Luciente un lacayo de casa grande dida en tres periódicos de gran cir Volvieron a llamar mientras la con un portamonedas en la mano. culación.
criada preparaba la infusión. DeLe abre la puerta Raimunda, Ya que tenia el dinero, y más, jó la taza sobre una mesa y corrió una criada asturiana muy guapa y y olvidándose ¡ingrata! del favor abrir.
muy sucia, dicho sea sin ofender que alguna alma caritativa le hacía, Se presentó en la puerta un vienadie.
estaba pensando en la manera de jecito may limpio y muy bien ves ¿Es aquí donde han puesto el ocultar la devolución por que la tiso, que le pregunto: anuncio de un portamonedas per naturaleza humana es perversa. Es usted la criada?
dido?
cuando sonó de nuevo la campani Sí, señor. Ay! si señor.
Ila Raimunda abrió la puerta, y. Es usted la que ha perdido. Aquí lo tiene usted. Se lo ha se encontró frente a frente de una un portamonedas?
encontrado la señora marquasa del monja.
Sí, señor.
Roble. Viva usted descansada. Es aquí donde una criada ha. Ha tenido usted disgusto por Pero.
perdido un portamonedas?
esa pérdida. Que usted lo pase bien. Sí, señora. Ya lo creo! Como que es la el lacayo echa a correr escale. Con cien pesetas?
mensualidad de mi señora, y si no ra abajo, haciendo un ruido atroz. Con cien pesetas y una cédú le doy las cien pesetas, no come.
la Raimunda se queda mirando el la de comunión. Bueno pues. tome usted.
portamonedas. que no era el su Muy bien. Aquí está. Se lo aquí tiene doscientas pesetas: cien encontró la señora duquesa del Ha para la señora, y cien para usted ¡Qué ba de ser el suyo!
ya, y me encargado devolvéaselo a Ay, señor. Ella perdió uno viejo, sábado, su dueña. Adiós, adiós. yo!
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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