Guardar

EL PACIFICO lardo ya SARAVIA.
pero luego pensó que no le queda toda prisa, y tristemente volvió. Don Matias, don Matías. que ba tiempo para un duelo por tener a su casa por las calles más solita angustia, qué pena, que dolor! Ud.
que asistir al suyo, y que no era rias.
no sabe. Ay. Dios mío!. don tampoco prudente morir en pecado La luz del dia iba cayendo, Ade. Anselmo.
mortal.
ni sentía ni filosofaba, de Sí, lo sé: sí lo sé dijo don Saludó al agresor con suma cor niebla se le iba llenando el cerebro. Matias. Lo dice el periódico io tesía, le dijo con voz conmovida: y se tocaba las manos y se las en estaba leyendo. Qué desgracia!
Hermano, los muertos te perdo contraba fría. Eb. Qué?. Cómo. nan. y siguió su camino frotándo. Es mucho don Anselmo. Mal. Que el pobre don Auselmo ase la mejilla, que le escosin bastan dito viejo!
cabo de volverse loco, como se este.
Llegó a su casa, entró en su des taba temiendo por todos sus comEste incidente le elevó a las re pacho, se tendió en el sofá, y así se pañeros desde hace un año. que giones de la fisolofía. Me explica quedó horas y horas, sin más idea ayer en un ataque terrible se arroré.
que una sola, negra: con todas las jó por el balcón y quedó muerto Adelardo se desdobló por de negruras de la nada, y que se tra sobre la acera.
cirlo de este modo, Un Adelardo, ducía por esta frase: Se acabó, Adelardo se puso en pie, se le re.
ui el moribundo, iba marchando me estó se acabo frescó el alma como si todas las bricánicamente, sin pensar, sin senChisporroteaba la chimenea, el sas de la primavera se le hubieran tir, como una sombra.
péndulo bacia tic tac, ya compás metido en el cuerpo. Estrechó las Otro Adelardo discurría con ab del péndulo repetia Adelardo: Se manos de don Matías, y diciéndole soluta independencia, pero tam acabó esto, se acabó.
cariñosamente volveré, ya volvebién mecánicamente. Qué noche tan horrible! ré; tenemos mucho que hablar se Esta es la vida y esta es la muer Todo jirón de sombra se le figu fué su casa, sano de cuerpo y con te! pensaba el que pensaba. Toda raba que era una de las alas del una alegría inmersa, infinita, como esta gente que encuentro, que van ángel de la muerte que se agazapa si Dios mismo lo hubiera declarado sus negocios y sus afanes, unos a ba en los rincones.
inmortal legres y otros tristes, y los más en Todos los cordones que sosteEntró su despacho y escribió la babia, en realidad se encuentran nían las colgaduras se le represensiguiente nota para el establecien el mismo caso que yo, solo que taban como el rabo del diablo que miento de pompas funebres.
ignoran la hora de su final partida. andaba oculto tras los cortinajes. En la segunda cinta, y el hueco Sentenciados son para los que no Las ascuas de las chimeneas que queda, hay que poner Apselvendrá el indulto, cadáveres en pre eran como los presuntos resplanmo Salgado paración; reos de pena capital con dores del infierno.
Porque, eso si, peosaba Adelarprórroga más o menos larga, pero Los muebles del despacho eran olfateando un muerto, muerto teníado, don Anselmo era infalible; en siempre breve. Sólo que ignoran monstruos de formas extrañas.
el momento preciso, y una espe El mismo sofá venía ser mos; pero esta vez, el muerte es él.
vaga y estúpida les hace el lecho mortuorio en que ya emY respiró con fuerza. Estaba creer que nunca llegará.
el feliz joven en el caso de los que Entre pezaba a dormir el sueño eterno.
todavía no se han muerto: había tanto los intereses y las pasiones no ser infalibles los falles de conseguido prórroga.
les gobiernan.
don Anselmo, se bubiera muerto Mi caso es el mismo y es distin Adelardo con alguna anticipación, José ECHAGARAY.
to; y por que es distinto no le doy llegó el día, y penetró la luz; importancia un bofetón más o me y Adelardo se levantó de pronto, VISO Un bofetón que se deshace salió como un loco, pidió el coche, en toda una eternidad es poco cosa, se metió en el, y escape hizo que Llamamos la atención del públien rigor no es nada, es la nada a le llevaran casa de don Matías. co hacia el establecimiento de calbofeteándose sí misma.
Sentía un miedo horrible y no zado volvió a frotarse la mejilla que quería morir sin confesión.
LA BARATA se le iba binchando por momentos. Subió, llamó, atropelló la cria por constarnos que allí se vende a Un inmenso desdén brotaba de da que salió a abrirle, penetró en la precios muy bajos y que todos sus aquellas filosofia para todas las co alcoba del sacerdote, que no se ha artículos son fabricados con excebía levantado todavía y que esta lentes materiales. volvió a casa de don Matías, ba leyendo un periódico, y arro Ahí se encuentran los famosos y no le encontró.
jándose de rodillas junto a la cama, cigarrillos de la Habana, Le dejó uua tarjeta llamándole empezó de este modo: HENRY CLAV como ranza nos.
sas terrenas.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Notas

    Este documento no posee notas.