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EL PACIFICO Periódico de Intereses Generales EDITOR, CARLOS CLAVERA REDACTOR, de AMADOR.
Año IV IV PUNTARENAS, COSTA RICA, DOMINGO 24 DE JUNIO DE 1900 Nº 363 Lectura del Domingo o sean buenas como los angelitos que tantes para convencer al auditorio.
están sentados a la diestra de Dios El Presidente de El Hacha dijo Padre, no son eternas, la de Fede entonces: La mejor muegra rico se murió una mañana, dejan. Será muy cierto todo cuanto do al pobre muchacho sumido en dice el señor Aldama, pero yo no Mucho quería Federico Aldama la mayor desesperación.
lo creo. su snegra, pero conste que bien se Federico lloró ásu suegra con el El que duda de mí me ofende.
lo merecía la buena señora, porque, mismo sentimiento que hubiera po Las palabras se fueron enredanen clase de mama política, era de dido llorar su propia madre; es. do como las cerezas, y un momenlo que no se ba visto en toda la pre tuvo seis meses sin salir de casa, to después quedó convertido el casente centuria.
abandonando por completo sus a fé en un campo de agramante. No pasaba día sin que Federico suntos; vistió de rigoroso luto, lle. Hubo bofetadas, ojos hinchados, tuviese un lance, bien por defender vando éste hasta el extremo de no banquetas por el aire, botellas roal gremio de suegras en general, tomar en verano sorbetes de fresa tas, etc.
bien por defender la suya en por no quebrantarlo.
El pobre Federico fué quien lleparticular.
Además, queriendo perpetuar la vó la peor parte en aquella refrieRecuerdo que una mañana, yen memoria de aquella suegra ideal, ga, por que de ella sacó una tredo con ella en el tranvía, uno de para admiración de las futuras ge menda descalabradura y el cuerpo sus compañeros de viaje la pisó peraciones, mandó modelar su bus magullado como una breva.
inadvertidamente; Federico le into en bronce, el cual conservaba en Como las cosas no podían quecrepó con dureza; aquél contestó en el lugar preferente de su despacho. dar así, porque la ofensa había siel mismo tono, terminando la cuesdo grave, se concerto un duelo, y tión bofetada limpia.
Pasó un año. Federico, siem dos dias después de lo ocurrido, Aquella broma costó a Federico pre de luto, comenzó frecuentar Federico y el Presidente se batieun juicio de faltas por escándalo y los sitios donde se reunían sus ami ron sable, resultando el primero unos cuantos duros de multa.
gos. Una tarde entró en Fornos, con una gravísima herida, que le Poco tiempo después de esta o donde tenía su domicilio social El tuvo un mes luchando entre la vicurrencia, Federico tuvo un serio Hacha Tajante, seciedad constitui da y la muerte, y de la cual curó disgusto con su esposa porque ésta da con el único y exclusivo objeto por un milagro de la Divina Prohabía tenido una pequeña cuestión de hablar mal de todo el mundo, videncia.
doméstica con su madre.
y la cual pertenecia él.
La noticia llenó de asombro Pasado algún tiempo, se dijo en cuantos lo supieron, porque, la Como la tarde de autos, la se los círculos que solía frecuentar el sión de El Hacha había sido en verdad sea dieha, era un caso novíya famoso paladín de las suegras honor de las simo que un yerno llevase la defensuegras; habiéndose que éste había sido víctima de un dicho de estas todo cuanto se pue sa de su suegra hasta tal extremo.
nuevo y grave accidente.
de decir, que no es poco, Federico, Los amigos de Federico le te ¡Bah! dijo uno de sus amidespojándose de su calidad de sonían por loco, porque tratándose gos. Eso será que le habrán dade su suegra, era intransigente has cio, protestó indignado.
Invitado que rectificase por el su suegra.
do algún estacazo por defender ta la ridiculez.
Sería prolijo enumerar los lan Presidente de El Hacha, porque No dijo otro, la cosa los individuos de la Sociedad no más grave: me han dicho ces, ya cónicos, ya serios, en que que Fese vió metido mi amigo por aque podían permitir que en su presen derico se muere.
cia se elogiase persona alguna, Ila mavía.
Fueron verle, y efectivamente, Aldama se excusó, aduciendo una le encontraron poco menos que en Pero como las suegras, aunque serie de razones que no fueron bas los últimos.
es 42 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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