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EL PACIFICO Periódico de Intereses Generales EDITOR, CARLOS CLAVERA REDACTOR, de AMADOR.
Año IV PUNTARENAS, COSTA RICA, DOMINGO DE JULIO DE 1900 Nº 366 Lectura del Domingo MAS.
tras var.
todo el mal que me has hecho, do los apoyen; servicio que en alpienso de nuevo en aquel cariño gunos casos llega al envilecimiento.
sacrosanto, y me embriago con so Cierto que la espada, quien Intima lo el grato perfume de su recuerdo. dice espada tambien dice rémingARMAND LEMAITRE. ton, fusil carabina es indespensaRecuerdas?
ble para el triunfo definitivo En tu pecho y el mío sargió LA PLUMA LA ESPADA del derecho contra la fuerza que el amor al encuentre de noestras oprime, que invade o despoja; peEs mui común oír a algunos mi ro sin opinión no se vence a ningun miradas, como al choque irresistible de dos fuerzas brota la esplen litares hablar desdeñosamente de gobierno, la opinión se revela dente luz.
los que ellos laman con sarcasmo por la palabra de los hombres pleNi una frase, ni un arrullo bubo hombres de pluma.
entre los dos: con el alma asoma. No parece sino que todos debeLos versos de Beranger, a una da en las pupiles, nos dijimos en si ríamos ceñir la espada para que con los cuadros de David, exaltalencio cuántas raíces había echa nuestras palabras tuvieran peso en rou el patriotismo del pueblo frando nuestro cariño en las más pro el ánimo de los hijos de Marte. cés cuando la crisis que produjo la Bundas reconditeces del corazón. quizás ni aun así, porque San. revolución de 1789.
Luego, allá en el baile, mien tander la ceñia, sin embargo, de La elocuencia de Patrick Henry todos pasaban rápidamente él tambien hablaban con desden al precedió a Washington.
en vueltos en los enloquecedores gunos de sus compañeros de armas En Caracas, Madriaga y las jungiros de! vals, emocionado y pal en la guerra de independencia: a tas patrióticas precedieron a Bolipitante murmuré tu oido teran pellidábanlo e general de pluma.
ras que salían del fondo de mi al. Será que esa antipatia equivale La espada sin la pluma vale mua un reconocimiento de superiori cho menos que cuando cuenta con eru tanto el perfume que en dad que atormenta. su concurso. Cuando aquella hie.
ricos efluvios desprendía tu cuerpo Sea de ello lo que fuere, lo cierre, ésta justifica la herida, ende reina, y tanta la belleza de tu to es que la pluma tambien derro tonees la opinión pública sanciona Tostro iluminado por el amor, que, ca imperios, por eso Napoleon le el recurso de la fuerza, sin lo cual al ver cómo silenciosa abrías tu co temía a Chateaubriand, como han los hombres de acción pasarían razón al mío, embriagado y loco te temido siempre todos los tiranos a por peligrosos dementes en guerra a traje con fuerza y en mis brazos te los hombres de palabra fácil elo con la sociedad.
La pluma es de senti estremecer de gozo, acabán cuente.
cir, la palabra, es a los pueblos lo dome de revelar la inmensidad de la aprensión no pasa. Los tiraque el atalaya a un campamento: da tu pasión.
nos de la América latina se pare el alerta, señala el peligro.
Todo, sin embargo, ha concluido. ced en ello a Dionisio de Siracusa, Sobre todo, cuando los pueblos El afecto tuyo fué algo así como a quien preocupaba mucho la idea como narcotizados por una un relámpago, y se esfumo pronto de que Platon tronata en su Aca sagâz tiranía; cuando pudiera decircomo las llamaradas de una luz que demia contra él.
se de ellos que tienen ojos, no se apaga, durando lo dura la flor Por eso vemos a algunos Dionisios ven; oidos, no escuchan; piés, y abierta al beso de la brisa de la de las regiones republicanas que ba no se incorporan; brazos, no los tarde.
ñan estos mares, afanados en ga levantan airados contra el comun oNo obstante, en las horas de sa narse con obsequios, que en verdad presor, oh! entonces la palabra del premo abatimiento, cuando desespe no pasan de migajas, a los aboga. patriota es el despertador de la to de las luchas en que vive sumi dos, literatos periodistas, para conciencia nacional.
da el alma, evoco los ratos felices que, en vez de atacarlos noble y Entonces la palabra es más que que juntos pasamos y olvidando virilmente, se incrusten en su ban lel centipela apostado en una altura: ma.
estan Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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