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EL PACIFICO como EL PACIFICO cesaria para que se le entregara di cuentra sola; tad sola cual crece la cho capital; pero eso no fué obstá amapola entre la verde yedra.
HOSPITAL culo para el señor Figueroa ¿Y tarda aun? exclamado, agoniza EI, dejando para el tiempo opor. de miedo. El mar brama, el viento Las pequeñas dimensiones de El tuno pedir al Congreso, por conduc ruje y lo lejos el rayo enciende el Pacifico no nos permiten, como lo to del gobierno, la expedicion de firmamento yéndose su luz vapodeseáramos, enumerar detalladala Ley que era precisa, inicio y lle rosa y bella quebrar entre montamente las pruebas que tenemos de vó efecto la construcción de los nas de agua Azucena preciente lo la censurable negligencia de la Jundos actuales nuevos pabellones, terrible, desatado el cabello, y se ta de cat dad. Por tal motivo, los cuyo importe. 10, 000). fue abonado abandona al fiero viento, trepa las miembros de ese cuerpo se libran de los fondos para el sostenimien escarpadas rocas coronadas de de una acusación pública en toda to del Hospital, existentes en la blanca espuma, llama a Rodolfo, y Tesorería de aqui.
el eco de su voz se confunde con el forma, que muy bien podríamos hacerles con gran acopio de razones, Desgraciadamente motivos pode graznido de las aves marinas; lo lujo de argumentos y datos abun rosos obligaron al señor Figueroa Hama de nuevo y al instante un re.
dantes. abandonar el puesto de Goberna lámpago ilumina las tinieblas, y AExpedida In Ley 30 de de dor, previa renuncia, y por ende zucena su luz contempla Rodoljulio de 1895 que hemos hecho sobrevino el consiguiente trastorno lo que inerte, flota sobre las negras referencia, la Junta por acuerdo de que trae todo cambio de personal ondas del mar muerto exclama?
25 de noviembre del mismo año, se levantándose sobre sus piececi.
administrativo limito pedir al señor Gobernador (Concluirá)
tos de rosa, se arroja sobre Rodol fo ansiando morir junto al que recabara del Supremo gobierque no el pago de lo colectado hasta el ENSAYOS LITERARIOS guarda los secretos de su alma.
Desde entonces la mar refleja día en que fué expedida la Ley, sin en sus ondas el azul de sus pupireeordar que ese pago no podia veTinceladas las, rificarlo el Tesoro público hasta tanу las olas, formando en las to decidieran el ensanche y mejonoches de lana plateados bucles, ramiento del Hospital, pues así lo Era la hora del crepúsculo, ese no repiten el murmullo de sus amores determina claramente el artículo mento sublime en que los últimos el ronco y desgarrador grito de transitorio ya copiado. destellos de la tarde pugnan por de los desposados por la muerte.
consecuencia del poco acierto que confundirse con las sombras de la ANTONIO CALDERÓN.
se tuvo al dictar la referida noche. Algunas constelaciones lución, fue imposible percibir más esparcidas, cual miradas traviesas CRONICA de 10. 000 que en aquel entonces de angelitos, principiaban asotenía nuestro Hospital, en San Jomar en el cóncavo azul del cielo; sé.
la tierra oscura, la yerbecita tréCuadros de honor. DuTranscurrieron once meses, du mula por todas partes el misterioso rante el mes de junio merecieron rante los cuales solo hubo cuatro sobrecogimiento de la tarde que se figurar en el cuadro de honor de la sesiones del consejo local de bene oculta.
escuela de niñas, las siguientes alumficencia y, al fio, el 30 de setiembre Todo era paz y silencio: la en nas. Año A. Lorenza Ceas, se dispuso la construcción de los cantadora playa estaba desierta. Secundina Bolivar, María Cristina nuevos edificios; pero luego, en di Solo Rodolfo yacía sentado lo le Gutiérrez, entre 46; Angela ciembre del mismo año, se deshizo jos en un poyo, de los que ador Quirós, Andrea Villagra, María lo hecho, suspendiendo los efectos nan al taja mar: Había bastado. Samudio entre 46; Año II F116del acuerdo por cuauto en el Te na mirada, velada bajo las alas de mena Canessa. Ada Jiménez, Exsoro público solo habían disponi un sombrerito de crespón con ador peranza Espinoza, entre 40; Año bles 18. 014, 63!
nos de lila, para que Rodolfo entra III. Juana Carrillo, Teodora MiFue preciso que un Gobernador ra en los palacios de los sueños.
randa, Nieves Abrahan, entre 30: inteligente y progresista como don Amaba Azucena, la niñía de Año IV. Delia Sanchez, ArgenClodomiro Figueroa, tomara ojos garzos, el mirlo del Pacífico; tina Bonilla, Sara Jiménez, Horcartas en el asunto para que la Jun una misma sajita del ardiente car tencia Jiménez, entre 14; Año ta se resolviera por la construcción caj de Cupido, había hecho dos Delia Oviedo, Adela Sandino, Lo paulatina del Hospital.
prisiones, y el primer brote de las renza Angulo, Cristina Quesada, Figueroa tropezó con grandes flores, y al primer hálito de las briu entrentre 14.
dificáltades, más de las críticas sus primaverales, se juraron amor, En la escuela de varones figura sordas de un vocal enemigo; pe y desde ese día al extender sus non como distiguidos, los niños siro hombre de grandes energias y sombras la negra amiga de los a. guientes: Año A. Santana Maespíritu emprendedor, no le arre mantes. se oye un silvo, al que farrita, José de los Gutiérrez, dró nada y salió triunfante en su responde un suspiro de angel. y José Badilla. entre 46; Emilio noble empeño.
un beso repercate en la arjentada Rosales, Rogelio Amador, entre No había dinero disponible por playa.
40; Año Carlos Ojeda, Franque la Junta no cobraba los intere Asi pasaron la primavera cisco Manzano, Marcos Guido, ses del capital consolidado, ni ha Más, una noche, Rodolfo tarda y entre 31; Año 39. Onofre Betanbía pedido al Congreso la Ley ner la niña de los ojos garzos, se encourt, Arturo Amaya, Emilio Chin resoEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Sandino
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