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EL PACIFICO EL BAILE Abajo caretas!
Elvira Amador, la simpática aCuando penetramos en el salón, se vieron surjir de entre la miguita, se nos convirtió de buenas un recojimiento de espíritu nos in suave tela de aquellos dominós flo primeras en aldeana malagueña, vadio: algo así como una fuerza tantes, los cuerpecitos codiciados y parecía que su paso dejaba la extraña nos hizo detener admira de las bellas que apricionaban; y sal de aquellas ragiones de la Espados; nos parecía aquello una de tras de cada antifaz aparecía un ña.
esas mansiones ideales que en sue rostro risueño cuyos labios pare La señora de Aguilar, amable, ños nos pinta la fantasía cuando lle cían decir: Ya! ya. bien que os en franca, lijera para el baile, repregada la hora de la conciencia y galié.
sentaba Danea, y llevaba en los del pensar profundo revivimos la Se acabó la mascarada; el verda labios siempre la sonrisa de la feliimagen de nuestra dulce amada y dero baile de fantasía empieza com cidad.
recordamos sus ojos soñadores y las unas cuadrillas.
Doña Angélica Lola Guevara nos encantó con tiernas palabras de amor que mu de Lizano, la culta señora de la carieron, al nacer, de timidex. sa, la directora de aquella magnísualegua y su entusiasmo.
Aquel salón parecía un sitio des fica fiesta, estaba encantadora, con Hortensia Guevara, se transforcubierto en medio de un bosque su traje de rosa.
mó en una criadilla, pero que criapintorezco, donde las luciérnagas Challito Lizano, la de los ojos gran, de criadas axí culquier emperador dilla más guapal; por estar servido.
revolotean, ofreciéndonos la tenue des, cuya mirades veces tiene la lucesilla de su vientre, al volar de placidez de un lago, y veces vacila, declinaría el cetro Ermelinda hoja en hoja, sorprendidas por el tiembla y se estremece como el Ruiz, inspiraba con sus miradas de ruido del follaje.
mar; la pesadilla de muchos corafuego.
La luz era abundante y profusa, zones, la modestia personificada, Allí estaba una violeta blanca, y por entre las verdes ramas que quiso dejar nuestras costumbres, la flor que oculta sus preciados pertapizaban las paredes, se veían re para usar las de muy lejos, las de fumes, por modestia, la reina de las verberar las llamas de los chines allá del oriente, donde el turco y flores, que, sin alzarse mucho de su cos farrolillos.
el árabe se cuentan las pasadas tallo es buscnda con ahinco, leLa parte sur del salón represen tradiciones, en medio del decierto: vantada de su fronda para adornar taba un poético invernadero y los se nos presentó de virgen oriental. los más preciados senos. Violeta arbolillos que lo formaban parecían Con su diadema de perlas y las col blanca era el traje de Benignita temblar de envidia, al ser testigos gantes monedillas, estaba capricho ribe y estaba risueña, dulce. involuntarios de muchas ternezas, sa, encantadora, en ella se mezclaba encantadora!
de muchas frases de amor. de el fuego abrasador de la mujer del La señora de Uribe, nuestra simmuchas palpitaciones violentes del trópico y la apacible y dulce poesía pática Gobernadora, con su cultu.
corazón.
del Oriente.
su genial sociabilidad estaba Penetremos en el salón lujoso, centro Cuando la vimos no pudimos me también entre nosotros, comparde verdadera cultura. Allí esta nos que inclinarnos ante la Sultana tiendo aquellas horas de dicha.
el mundo visto con los ojos de la del Baile!
La señora Cristina do Lisano.
realidad, allí está la mascarada, la Allí estaba la noche, no ana no fué aplaudida mucho por un acto eterna mascarada de la vida, toma che tenebrosa y fria de la región de transformación que hizo: cuando da como sarcasmo para pasar una polar, sino una noche plácida, tran menos se pensaba se presentó transnoche de felicidad.
quila, lleva de estrellas ilumina formada en graciosa ramilletera.
Allí nadie se conoce: todos lle da por una media Inda; era la señoPocas veces se ha dado en Punvan la careta de seda.
ra Teodosia de Fonseca; y en tarenas una fiesta tan alegre como Hay confusiones, dudes; y se oye esa noche asi tan plácida, se veían ésta. Para la famila Lizano Guarla risa dulce y franca del angel del las reverberaciones del relámpago, dia, no tenemos más que palabras hogar; la carcajada sonora de la cada vez que sus ojos titilaban. Cba de encomio por la amabilidad, culniña feliz;el zme conoces? burlón del Hito Huete representaba la aurora, tura y atención que emplearon con que queriendo engañar es engañado parecía la unión de muchos lam los invitados.
Todos llevan por disfraz el do pos, alumbrados por las primeras Falza nos hacer mensión de la cemino. Este parece un carmelita, luces del sol; jovial y risueña como aquel un sacerdote romano; el otro siempre. Lástima que se retirara na en que se sirvieron variadas y suculentas viandas y en la que reiparece un capuchino, y todos rien: stan temprano.
La simpática señora de Guido no la inayor animación y cordialidad.
La música deja oír sus melodias: estaba hermosa y llevaba el traje Varios caballeros hicieron uso de se oyen los ayes, los suspiros, las de gala de las salones de la aristoternuras del violín;se escucha el dul cracia Inglesa.
la palabra y emitieron conceptos.
ce trivar del bandolín y el alegre Rosalía Guevara, la amable y enaltecedores y merecidos para la y bullicioso acompañamiento de la cariñosa Chalía, se convirtió en ma familia Lizano Guardia.
guitarra juguetona.
riposa leda, juguetona con sus pla Ojala se presenten con frecuencia Al baile.
teadas alas. y parecía que volaba de estas fiestas que sou triunfos sociaY después de haber bailado to flor en flor para besar sus corolas. les para sus autores y que traen la dos en una confusión tremenda, ignorando cada uno a quien lleva divina representándonos la mujer felicidad las almas tristes.
ba en brazos, se escucha la voz de de judea; llevaba el traje con inNuestras felicitaciones y unestres uno que dice: comparable soltura y elegancia. gracias tan honorable familia.
ra, tados gozan. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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