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EL PACIFICO Periódico de Intereses Generales REDACTOR, PROPIETARIO RAFAEL CUTIERI Año IV PUNTARENAS, COSTA RICA DOMINGO 23 DE SETIEMBRE DE 1900 NO 400.
LECTURA DEL DOMINGO El Buzo se me figuró el ruido de un infierno!
Era la fortuna. Desesperación!
Me acerqué al borde de un abisHasta el fondo del mar, entre cristales Bajé, vì sus entrañas, y hallé al verlas mo para precipitarme él.
Innúmeras montaña de corales Para qué me servía la vida? llanuras innúmeras de perlas.
La Gloria y la Fortuna me ne gaban sus favores.
Ah! después de tu voz al blando arrullo, Mendigo igporado en el muuBajé tu yermo corazón en breve: do, el descanso de la nada me aY montañas hallé, pero de orgullo, traía con fuerza irresistible. llanuras también, pero de nieve.
La vida es el dolor!
JULIO FLORES La nada es el descanso!
Hoy aparecen en tropel mi mente los placeres pasajeros de esLuchaze ta mi juventud. los dolores eTodo vuelve al silencio!
Cuadros de mi cartera Mieatras más pienso en este los amigos pasados, aquellos de la ternos del espíritu, las povias y mundo, más se reboza mi alma de Todo estaba en silencio!
desprecio opulencia, que me fueron luego Yo, abandonado en el siniestro campo de la vida. Sus tortuosida do hasta de mi mismo!
Cada vez que medito, me olvi perfidos en la desgracia.
Todo aparece ante mi vista, des, sus abismos, sus miserias, totravés del frío sudario de la realiMi espíritu se desperto de su das esas cosas que me hacen des extraña meditación, al suare rumor dad. La mentira de los goces, la preciarlo, desfilabau ante mi vista de las crugientes faldas de otra adulación a los de arriba, el desá manera de fantasmas.
precio los de abajo.
mujer muy bella que hacia mi se En medio de esas colamidades Todo, todo lo veia a través del aproximaba.
resaltaba, todo luz, todo explenprisma del escepticismo. Me senCuán dulce era! Sobre sus hom tía despreciar la humanidad endor, una mujer divina. Tras ella caminaban infinidad de personages diamantes como pedazos de estrebros caía un cbal, salpicado de célebres. Allí ibam Homero y el El abismo me atraía.
lla. Ceñía una corona en que se Dante, representando la poesía en leian, en letras de fuego, estas pa Mas, de pronto, escucho una su genesis; el humilde Sócrates, el labras: Soy inconstante voz que desciende de la altura; de las grandes verdades; y el gran Su corte era interminable y aca una voz que imitaba ruido de beguerrero ds la Europa; y Byron, el niciaba a todos con sus miradas sos, susurros de brisas entre el fode las grandes bacanales; y Hugo; fascinadoras.
y Heine, y mil más.
llaje y ecos de una orquesta, que todos iluminaba con su mági. Amame. le dije. brinda se esparce en el clámide del viento ca luz aquella sublime beldad! me tus sonrisas!
y me dijo como el tierno reproche Oh! que bella eres la dije. sólo me contestó con una car de una amada: Cobarde, sin lu Quieres aceptarse en tu cor cajada que repercutió en mi alma chas, no hay triunfos tejo?
tristemente.
Sonrió con ironía y continúo su vi aparecer ante mis ojos marcha, entonando un himno en Sus cortesanos rieron también. una rubia beldad de cabellera blonhonor sus mimados. el sarcástico bullicio formando da, de ojos azules y cutis terso y Era la Gloria!
por aquella falange de poderosos, suave como pétalos de azucena, cutera.
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