EL PACIFICO Periódico de Intereses Generales REDACTOR, PROPIETARIO RAFAEL GUTIERI Año IV PUNTARENAS. COSTA RICA, DOMINGO 28 DE OCTUBRE DE 1900 N413 Lectura del Domingo ¡Oh, Musa, desciende, ect. Gjas y otras movibles, como abdo Pero todo fué inútil. mi Musa menes de luciérnagas tendidas de había ido posar su mano sobre espaldas y pataleando; fuegos fá Noche de luna otra frente, lo que no seria de ex tuos que discurren entre las camtrañar atendido su sexo y la univer bas druidas. Son los farole. Oh, Musa, desciende de la salidad de sus funciones, tenía «Pero luego el cielo palidecey etérea región en donde moras y empacho de descender por flojera de se alumbra. La admosfera se ven posar in mano sobre mi fren volver subir, lo que tampoco me nacara como la inejilla de la palida te, porque quiero cantar los es sorprendería si la «etérea región» virgen lesbiana Sour acaso los plendores de una noche de luna! ha de treparse como al cerro de la reflectores de los buques de guerra Siento las intranquilidades de la ins Mariposa, por malas veredas y sin surtos en la rada?. Oh, no!
piración; siento las ideas que bu farol que sirva de guía como es de Es ella, la melancólica Ilebe. Es yen en mi cráneo golpeando sus uso en las noches de luna.
la lnua llena!
paredes como prisioneras; estoy a El hecho es que mi frente se que «Mirad! Las sombras se abreu fiebrado, estoy en vena! Las es do sin que mano alguna se posara su paso; los crespones de la no trofas se posan en mi garganta co en ella.
che se trecan en tules plateados.
mo bandada de aves; pero, no pue el papel y la pluma se habrian La ciudad se blanquea; y como son den salir, no pueden llenar el mun quedado también, como las mucha las diez de la noche, los ruidos prodo porque les faltan las alas de la chas feas y pobres, esperando el saicos cesan. Bendita calma, ben rima. Oh, Musa, desciende santo advenimiento, si una voz in dita luz! Los faroles son apaga.
de la etérea región, etc. terior no me dijera que contra na dos rápidamente, como si las lu ¡En vano he alivianado mi espal piteaba, que ni Misia no estaba ciernagas a fuerza de patalent hu da fatigada de la chaqueta y la ca para andar payaseando envuelta en bieran conseguido ponerse en pie misa, dejándola en camiseta; en sus flotantes pero poco abrigadores y cubrir pridicament la luminosa vano acomodo las carillas sobre la tules, haciendo tal frío y andando barriga. Hebe reina solitaria y entinto y vuelvo a entintar tanta difteria, y por fin, que me plácida. Los tejados están como la pluma, con los dedos de llapa; hiciera el curcuncho y siguiera por nevados. El mar parece una taza en vano me muerdo la uña del pul la orilla de la paer, sin perdirle de leche: los buques parecen des gar izquierdo y me rasco la molle auxilio a las mujeres vi a persona de mi alto observatorio, moscas ra con el cuento del lapicero; en ninguna.
ahogadas estóicamente, y flotantes.
vano miro con fijeza la ceniza del La espectativa me sedujo, y en La tierra aseméjase una paloma cigarro la llama movible de la tusiasmado empapé la pluma has blanca, y duerme con la cabeza ba lámpara y suspiro como pidiendo ta inundarla, hasta damnificarla, y jo el ala. Solo unos pocos seres auxilio. La espresión no llega; me lancé al espacio.
velan todavía. las puertas del lenguaje no se a Hice primero una descripción de Después de esta descripción gebren. Las aves siguen sin alas la ciudad al salir la luna, alabando neral, y como vuelo de pájaro, como palomas en cañones. Oh, a modo de introducción la costunt emprendí el detallar los sentimienMusa, desciende, etc, etc. bre de apagar los farores estable. tos que despierta en cada hombre Con tal invocación llamaba yp. cida por la municipalidad. Som la claridad lunar.
Por supuesto hace algunas noches mi Musa, bras, nieblas, pavuras. Esbozos que se me daba mi un ardite de sépase, por si se ignora, que todos de casas, de torres, de árboles que las ramplonerías del estilo tenemos una después de haber la noche parece colgar con sus Solo unos pocos seres velay to recorrido nuestro dichoso puerto crespoves, esbozos iguales infor davía basta las once de la noche de luva mes, como de tumbas druidas. Ved alli la prole de Romeo y precitada por doquiera chispas rojijas, unas de Julieta pasearse de a dosen fondo mesa Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.