Guardar

EL PACIFICO EL PACIFICO amada, se entregó los mayores Cerró la noche; la misma luna desnudo seno de su esposil, y no transportes de dolor, durante tres que alumbró su deshonra derra pudo; huyó otra vez.
REDACTOR días justos, que eran los que eximaba el plateado resplandor de Se encaminó al palacio del Rey.
JULIAN GUERRERO gía entonces la etiqueta, y al cuar virgen pálida sobre los campos. Allí encontró a su hija, antes pura, to día, saliendo de su voluntario En su acelerada carrera, no dis antes inmaculada y siempre bella.
LITERATURA encierro paseó melancólicamente tinguió que cortaba sus pasos la huyó nuevamente.
por su jardín, la luz de la velada corriente de un río caudaloso, y hallo sus tres hijos embrialuna, dando el brazo el gentil RoAurencio cayó en él de improviso. El peso gados, locos, revolcándose en el dolfo. el mejor amigo de Auren de sus ricas armas y vestiduras placer de la orgía y lujuria, mancicio, que, a juzgar por sus duicísi le impedían nadar, y cuando ya llando su memoria, brindando Muchísimos años hace, vivía en mas frases, no era la primera vez agotadas las fuerzas iba a fondo, su muerte en copas de oro rebola gran ciudad de Besalón, el rico que la consola ba.
un hombre se arrojó al agua, lu. santes de bebidas delicadas.
señor Aurencio de Besalonia, de El mendigo Aurencio, echó ma chó contra la corriente y le dejó huyó otra vez, tapandose los sobrenombre el Bueno, con tales no coléricamente su desarmado salvo en la opuesta orilla. ojos. vándose las uñas en sus merecimientos alcanzado, que no cinto, mas volviendo en sí, huyó Después, aquel hombre realiza macilentas manos, fúnebre y deses: de otro modo que por Aurencio del jardín y del palacio para no da su obra, huyó sin aguardar una perado, consolándose en el fondo el Bueno era conocido.
caer en la tentación de cometer palabra de agradecimiento. de su alma maltrecha con la inmedSu gran hacienda la empleaba una acción reprobable.
Aurencio corrió tras él y le lla sa dicha del perdón santificante.
en obras benéficas, en servir Y al salir, vió a algunos de sus mó en vano. caminó nuevamente, hasta sus amigos, proteger a sus deu deudos y protegidos que excusa Entonces se avorgonzó de sus que muy lejos, en medio de un dos, amparar todos, y su gran dos en conservar un recuerdo del propósitos. Qué hermoso era ser campo ignorado, donde las amapo.
corazón, en amar al prójimo, que llorado señor, saqueaban sus ha siempre bueno. Ser bueno, para las silvestres y las blancas margas rer a sus hijos, adorar su mujer bitaciones aprovechándose de la su conciencia nada más, como a ritas alegra bau la hierba seca del y conducirse digria y generosa confusión que aún reinaba en la quel que huía!
estío, cayó desplomado y quedo mente con todos.
servidumbre; Aurencio escuchó se sentó sobre el césped en muerto sin agonía, sonriendo como Las causas justas, fueron siem también las burlas y mofas que espera del nuevo día, para conti. un mártir, cruzando sus manos en pre por su brazo defendidas, y de su memoria hacían. Desde una nuar su camino, siempre adelan actitud de infinita misericordia peleó en cien batallas doblemente ventana que caía sobre el jardín te, descargado ya de sus malas por su Rey y por su Patria.
observó nuevamente a su esposa pasiones, El reino entero de Besalonia tan querida que, radiante de her Unos aldeanos que pasaron des podía estar orgulloso de su pre mosura y felicidad, abandonaba pués dieron sepultura su cuerpo; Llevaba unas horas de marcha, claro hijo, y la gran ciudad de su blanca mano los labios de cuando el hambre le hizo encami.
continuando luego su camino.
Besalón, bubiera rendido tributo Rodolfo.
Sobre el terreno estéril, no que narse hacia una choza que no leá su memoria en mármoles y Aurencio el Bueno, enjugán jos se veía, y ¿cuál no sería su adó una señal. Las malezas y las bronces, si el destino, dichosa dose las lágrimas, penetró en su hierbas lo cubrieron todo.
sombro al notar que su rico bromente cruel para Aurencio, no le cámara secreta, donde se atavió pasaron años, muchos años.
hubiese encaminado legarnos con el más hermoso traje y ricas che de magníficos brillantes su Nadie hallo memoria sobre la valioso anillo de zafiros y esmeral más delicado y ejemplar recuer joyas, colgándose al cinto su magtumba del hombre bueno.
das babían desaparecido?
do.
nífica espada, vencedora en cien Sin embargo, sobre la tierra duSu desinteresado salvador se haTres hijos tenía Aurencio, y combates, ra que cubre su. cuerpo, florece un una hija de extremada belleza. Penetró en el cuarto de su hija, bía arrojado al agua para robarle. lirio; un blanco lirio que véu muy Uun día, los tres bermanos, a que creyó dormida, mas su hija pocos; un blanco lirio que vén sólo puestos jóvenes galantes de la no estaba. Sobre un mueble halos hombres de bien.
Volvió a desandar el camino; la Corte, deseando vivir con más lló una esquela del Rey. de cólera y la ira más terrible le ahoJosé BRISSA.
fausto y disipar en festines y es aquel Rey que él defendió tantas gaban.
pléndidos despilfarros las enerveces en el campo de batalla. LeUn carromato, conducido CRONICA gías de su juventud y los tesoros yó la esquela, y nuevamente tuvo dueño, se acercaba, cargado de ví.
de su padre, decretaron de acuer que en jugar sus lágrimas. Su veres lestinado al mercado del do hacerle asesinar.
hija, en aquellos momentos, colAgente Principal pueblo próximo. un plebeyo codicioso, bien maba de caricias al Monarca Aurencio el Bueno, desenval de Policia ha sido nombrado el se.
pagado de su infamia, armó su nando su temida espada, paró al ñor don Juan Félix Bonilla, en rediestra con el puñal traidor, llecarromatero, que estático y mudo posición de don Francisco Ocampo gando sigilosamente hasta el leAurencio había caminado mu detuvo su marcha. quien se le aceptó su renuncia cho donde Aurenclo el Bueno des.
chas leguas, y el cansancio le ren. Todo lo que llevas le dijole pidieron sin motivo que cansaba.
día. Había marchado siempre a.
es mío desde ahora; necesito comer, sepamos. Mas fué vano el golpe, y el ruin, delante, sin atreverse volver la y en cuanto me harte destruiré lo Paseos al descargar su brazo, halló el fécabeza atrás. aunque sus ojos que sobre, quemaré el carro derreo puño de Aurencio que al suTres hubieron el domingo: dos estaban secos, las lágrimas que gollaré las mulas.
jetarle le preguntaba: Puerto Alto y uno La Barran.
no brotaban, iban cayendo una Señor exclamó el traginero ca. Por qué quieres matarme?
El puerto quedo sólo ese día. Qué te he hecho?
una sobre su corazón.
postrándose sus plantas. estas Entonces, Aurencio el Bueno, vituallas que conduzco, el carro y Matrimonio Perdón, señor, tus tres hijos se dejó caer la sombra de un las mulas, constituyen mi fortuna ine lo mandaron.
Se dice que pronto contraerá ma. Cuál era el precib?
roble, y sollozó largo rato, tier y la de mis hijos, si lo pierdo que trimonio un acaudalado personaje Cien monedas de plata.
namente al principio, enardecido daré pobre y miserable; es el pan de esta ciudad con una simpática En poco estiman mi vida. En luego, y convirtiéndose después de los mios, saciad yuestro apetito, señorita. Callamos sus nombres cambio tu acción criminal te hace sus sollozos en feroces rugidos de y dejadme el producto de lo que porque aún no tenemos certeza del fiera acorralada.
me reste.
dicho.
reo de muerte. Si te entrego la Levantose de súbito, y miranjusticia del Rey, no te perdonará do al cielo coléricamente, puesta miserable. toma mi manto borda En verdad te digo, que soy un Valiosa opinión Yo, como no soy la justicia, te su mano sobre la cruz de su espado de oro, y compra otro carro y La del Dr. Juan Magaña, de perdono. Vete, y dí mis hijos da, juró ser malo desde aquel mo más vituallas que doblen tu ganan Sonsonate, merece. por todos con que me has asesinado que arromento, y vengar en los suyos y en cia!
ceptos la atenta consideración del jaste al mar mi cadáver la humanidad entera los dolores acrojando su rico manto al público. He aquí lo que escribe y desdichas que padecía.
ese facultativo los señores Scott suelo, continuó su camino.
Aurencio, disfrazado de mendi. El mundo es malo, y yo seré y Bowne.
go, pues éstos tenían entrada malo como el mundo. Me es grato manifestar que en franca en su palacio, pudo obser Camino de nuevo. Sin darse Repbsaba en su lecho la infiel mi práctica profesional receto con var todo cuanto sucedió a su fin cuenta, volvía sobre sus pasos, y esposa; dormía plácidamente como frecuencia la Emulsión Scott, y gida muerte. Sus afligidos hijos tal era su sed de venganza que al un ángel hermoso, sonriendo en casi siempre obtengo los más satis: yistieron riguroso luto y costea ver declinar el día, apresuró la suefio. en quién soñaba?
factorios resultados, en todos aquen son pomposas exequias en los tem marcha y apartóse del camino pa Levantó el puñal. Aurencio el llos casos en que está indicada blos más suntuosos. Su esposa ra acortar la distancia.
Bueno, iba sepultarle ya en el dicha preparación por su (La que Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    France
    Notas

    Este documento no posee notas.